domingo, 17 de octubre de 2010

1531.- FESAL CHAIN


Fesal Chain (Santiago, Chile, 8 de noviembre de 1966) es un poeta chileno. Nació en Santiago de Chile, pero vivió gran parte de su infancia en la Araucanía. Estudió y se tituló en sociología en la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (1986-2000). Durante su trayectoria ha escrito 29 libros: 23 libros de poesía, un ensayo de sociología, tres novelas breves y dos libros de crónicas. Hoy trabaja en la Novela Trilogía de Chile, una suma integrada de sus tres novelas breves: La Mariposa y la Rebelión, El Módulo y Tarde Quemada, en el Libro Obra en Construcción, proyecto de poesía completa y en el libro Chile violentamente amargo una suma de sus artículos políticos y crónicas publicadas en la red internet.
El autor ha sido publicado en los sitios web AlterInfos de Francia, Diario Digital G80, en el Periódico Digital Luis Emilio Recabarren, en los sitios literarios de Revista Analecta Literaria Buenos Aires, Argentina, Al Borde de la Palabra en Buenos Aires, Argentina, en Revista La Jiribilla Nº 419, La Habana, Cuba, junto a Roberto Fernández Retamar, Eduardo Galeano y José Saramago en un homenaje a Mario Benedetti, en el sitio homenaje al poeta español Marcos Ana, en el sitio de Revista Poesía de América Latina y Europa, Isla Negra, en el sitio de Poetas de Alejandro Lavquén, Poetas chilenos y en la Revista Lakúma Pusáki entre otras publicaciones.
Libros:
La sociología como arma de la resistencia, ediciones del diletante, 2006.Texto de página.
Antología El Mar de los poetas, ediciones Calíope 2009,Chile, junto a 12 poetas de América Latina, México y Europa. de página.
Poemario, Antología poética, España, Oreste y Pontevedra, junto a más de 50 autores de todo el mundo.
Referencias críticas publicadas
Para el poeta chileno Juan Cameron en relación a la participación del autor en la Antología El Mar de los poetas: "La contribución literaria del autor (...) cobra fuerza y rescata la vigencia poética de lucha en un canto de amor y de reconocimiento y en el significado que el océano Pacífico conlleva para lo popular, lo nacional y lo telúrico. Su voz nos remite a Pablo de Rokha: “cuando miro la roca que estalla/ sobre mi mar de Chile/ cuando miro a los pescadores/ que vuelven de la jornada/ popular y hambrienta/ del pescado barato y mal mirado”. El mar de Chile cobra para él importancia como símbolo y necesidad vital, ese mar “esmeralda en el día y negro como un/ subterráneo antinuclear/ de noche (…) que trae un suave olor a musgo/ en su movimiento perpetuo”, Revista Liberación, artículo Todos los Mares.


Los poemas han sido seleccionados por el autor
Fesal Chain, para esta Antología




YO PASOLINI

Yo pasolini
yo
pasolini
yo

no tengo la ventana al mar
llena de cielo y viento
de las noches salvajes
ya no

no tengo la memoria del vino
blanco que burbujea
en la casa mediterránea
cuando miro
la fosa amarga
llena de agua
de Enríquez
de Pellegrin
sin la bandera

yo pasolini
rememorando
hoy frente a los muertos
de ayer
y de mañana
la última fiesta
sin abrazos

la última fiesta sardónica
católica
del comunismo
socialdemócrata
y rechoncho

tomándose las gradas
de la poesía
y de la dicha

cambiando la belleza
por manuales
la pelea
por contubernios
el asalto final
por más palabras

oh si
yo pasolini
sin mayúscula
y con mácula

homosexual
del intelecto homosexual
el maricón sin tributos
ni algarabías ni fetiches
ni estatuas
ni personalidades
marmolizadas y ojerosas

el antiestalinista por excelencia
el que no comulga nunca
menos con ruedas de carreta

yo pasolini
el anti funcionario
el anti gris
del murmullo conversacional
de la célula muerta
y estampillas
el que no se rinde al sueño
de la igualdad entre los hombres

Yo el pasolini
ante las cenizas de la izquierda

yo pasolini
yo yo yo
pasolini

yo pasolini
el que ha gritado
por siempre ha gritado

a aquel mundo antiguo y bello
de hombres y mujeres
dando la vida
por hombres y mujeres
cuando el torbellino
y la humareda
cabalgaban
sobre un palacio
desierto


yo pasolini
yo pasolini
yo

frente a las cenizas de la izquierda

cuando el pueblo pobre enrarecido
hoy
toma las últimas escarapelas andrajosas
de luto las bermellas
sin estrellas amarillas
en la última manifestación
de la ausencia de la vida

y los señoritos del partido
los dueños
funcionarios mediocres
y brebajes bailando
en las finanzas
se solazan
en el invierno sin la marcha
y con la muerte

nos han trastornado el alma
y la mirada
los ojos se arrugan en la tarde

la esperanza no flamea
y el himno esta seco
rojo seco
ya no hay fiesta

no hay abrazo posible en la traición
ni en la emboscada

y yo pasolini
el pasolini
de esta tierra
¡¡de esta tierra!!
estúpida y fétida
escupo sobre
la mierda
y camino sobre mierda

y lloro
famélico y solo
al amado muerto de ayer
que ya
no se levanta
¡¡no se levanta!!
que ya
no se rebela






Aunque lleve las de perder

Los nuevos ricos
enanos de negro cartón
sobre automóviles
que parecen tanques,
aquellos
burdos del lenguaje
que se ufanan
de las cosas
y más cosas
y más cosas
y más cosas,
esos
que escondieron su figura
en las tinieblas,
cuando las tinieblas
enredaban
gritos y muslos
que no eran de cristal
que no eran cosas,
esos enanos
mal hablados
imponen los billetes
cuentan con sus dedos cortos
los denarios
y las monedas de soberbia,
caminando en procesión
con sus muñones que brillan
y la ignorancia horripilante,
en viajes
de trasatlántica ignominia,
y entonces yo
qué más haré,
qué haré dios de los injustos,
qué haré dios de los que ganan,
que haré dios enjoyado
y grotesco, que haré,
dios de los pedófilos
de misa diaria,
pues sí que lo sé,
sí que lo sé,
dios de pacotilla,
yo jamás seré su víctima
en ruegos angustiosos
y ojos de pecera y esmeraldas,
jamás seré la pobre espalda
fustigada
en podrida relación,
jamás de rodillas,
me pondré,
jamás caminaré en sus senderos
egoístas,
jamás viajaré como turista
por la tierra,
jamás lo haré,
dios espantoso
de seres espantosos,
yo,
pelearé mi guerra
con la fuerza que me dio
un otro
con alas y armadura,
yo pelearé mi guerra
sin descanso
hasta glorificarme
o secarme entero
como un charqui,
hasta perdurar en la memoria
o hasta la muerte
de los enanos
o la mía,
yo seguiré adelante
adelante,
solo
o con mi ejército de amores,
así me secuestre el olvido
y la miseria,
o lleve las de perder
en esta vida.





ODA AL PUEBLO DE CHILE

Pueblo mío
que arrastra
sus pies por las mañanas
en la vieja cocina
de la madre enferma,
pueblo mio que camina
sobre la larga y angosta
franja de tierra,
pueblo mio encerrado
en oscuro bodegón
y mueca dialéctica,
escucha los lamentos en sordina
de los muertos de ayer
de los quemados de ayer
de los degollados de ayer,
de aquellos colgados
en el pau de arara,
parrillados sin clemencia
hechos jirones
de carne húmeda
e hilos de baba coagulada,
escucha los lamentos en sordina
de los encerrados en estadios
y en las casas secretas de la DINA,
escucha los lamentos
de los desaparecidos en la calle
como nubes evaporadas
de un cielo inexistente,
pueblo mio
vecinas pobres
barriendo tierra en los barrios
de la patria,
niños queridos
caminando temprano a la escuela,
cansadas profesoras primarias,
obreros
recorriendo la capital en bicicleta,
mujeres viejas
que han olvidado su rostro,
caballeros grises
que toman café
mirando las piernas
de las nuevas proletarias,
escuchen el susurro en sus oídos
de los muertos de ayer que gimotean,
escuchen y miren lo que hacen
los nuevos traidores de Chile
los Pérez Yoma, los Rosende
los Carvajal, los Tironi,
los Viera -Gallo y sus secuaces,
los parlamentarios de pacotilla
los funcionarios obsecuentes
de un gobierno decadente,
los funcionarios de inteligencia
del régimen socialdemócrata
liberal,
lo que hacen los hombres
del orden y de la paz de cementerios,
todos han incumplido la promesa
se han vestido de nuevo ropaje
y chucherías,
para seguir matando hermanos
y baleando niños
y ocupando escuelas
al sur de Chile,
para seguir mintiendo
y escondiendo
sus verdaderos intereses
sus prebendas,
con artilugios y cuencas de colores
con bonos y canciones,
para mantener sus riquezas
sus negocios y privilegios,
oh pueblo mio
despierta de una vez
del largo sueño
embrutecedor
en que te encuentras,
escucha a los muertos de ayer
escucha
a quienes dieron su sangre
en las trincheras
y en las catacumbas
del horror,
escucha pueblo mio
no te escondas
en tu trabajo habitual
ni en tus
necesidades públicas,
despierta
despierta pueblo amado,
no dejes que en nombre
de una democracia
de plástico y tarjetas de crédito,
de una democracia vacía
de meros votantes y clientes,
que en nombre
de la simpatía y de la risa
presidencial,
que en nombre de las promesas
que no llegan,
te escondan la realidad real
la trágica realidad real
de los nuevos muertos
de los nuevos perseguidos
y humillados de la tierra,
de los nuevos marginados
y silenciados
de la economía mercantil
de bucaneros y piratas,
de los nuevos entristecidos
y condenados de la cultura
y la palabra,
despierta pueblo mío
levanta tu coraje
que se esconde
en la lucha obligatoria
por el pan de cada día
negado por los viejos y nuevos ricos
y su séquito de alimañas,
levántate pueblo mio amado
y haz que los multicolores
dominadores de la alegría,
se arrodillen frente
a tu cuerpo enorme,
arrepentidos
del engaño
y la ignominia.

De raíz hecha roca

De raíz hecha roca
se hunde mi corazón
como flecha de fuego
en la materia más cruel
y antojadiza,
soy el poeta de la carne
y la voluntad duradera,
y ningún idiota
ni propagandista
me hará creer aquello
que no se realiza,
aquello que se esconde
con la vergüenza y la culpa
del niño rico que roba
en la cartera de la madre,
bufones
de la caridad sionista y católica
bailarines al son de egolatrías
mamarrachos descerebrados,
individualistas,
llorones,
víctimas de su errante
marcha de piernas
como hilachas de baba,
esconden su criminal
razonamiento,
sus errores
que son horrores
cuando bajo el mar
de tempestades milenarias
se hunden las mujeres,
los niños,
los ancianos,
los hombres de la patria
abandonada
en la desidia
habitual de los mediocres,
en las decisiones inconsultas
en las ordenes que trastabillan
en sus lenguas pastosas,
izquierdistas de oropel
llenándose la boca con el pueblo
el mismo al que hunden
en las entrañas de la tierra,
socialdemócratas y palabreros
malabaristas
del lenguaje y de la imagen,
lumpen gobiernistas
y lumpen empresarios
que ahorran en fierros
y cemento,
lumpen comerciantes
haciendo negociados
con el hambre
de los sobrevivientes
en harapos,
lumpen navegantes
de fragatas hermoseadas
con el trabajo del que naufraga,
todos lumpen saqueadores
del alma de Chile,
todos teletonescos
y burlones
moviendo las caderas
frente a las cámaras
lujosas de rostros y de drogas,
juntando las monedas
que han succionado antes
y durante toda la historia
de esta franja,
lavándose las manos
con la sangre de los hijos
de Chile,
débiles e infectos
sin nervadura ni coraje,
a todos ustedes hijos de puta
y que las putas me perdonen,
les digo aquí
parado en la vereda de mi barrio
como un Rodrigo Díaz de Vivar
de los andrajos,
que sigo siendo y seré
aunque no lo quieran,
aunque lo nieguen
una y otra vez y para siempre,
el mayor poeta de la Patria Nueva
que se alza,
como se levantó Lázaro y Josafat
el de Judea,
y el mayor poeta viento
de un país
que se enarbola
en la mierda de dominadores
y sirvientes,
y por siempre
aún muerto y hecho tierra,
de raíz hecha roca
se hundirá una y otra vez
mi corazón
como flecha de fuego,
en la materia más cruel
y antojadiza,
y seré la boca y el verbo
de aquellos que barren
sus escombros y cornisas,
porque lo he perdido todo
como lo ha perdido
el pueblo pobre,
el pueblo que trabaja
y se deshace,
en la lenta agonía
que es su vida.



Ay hermano hermano de la tierra

Ay hermano hermano de la tierra, necesito escribir el poema mayor
de tu epopeya, la enorme magnitud de tu martirio y de tu lucha,
y sin embargo en esta noche, en esta enorme noche, en esta ciega noche
de golpes sin sonidos, y temporales sordos estoy anestesiado,
ya no hay aire en mi escondrijo, porque no sé de tus dolores,
ni cómo y cuándo tu musculatura se retuerce, o si tus ojos milenarios
se han hundido, o si tu lengua sin el trompe se ha secado,
como un hilo de charqui tras la traquea y la faringe, no lo sé,
no puedo saberlo en este instante, estoy solo y caigo como agua sin su sangre,
y angustio mi cuerpo en la pieza de madera sin retorno,
girando sobre un espiral desesperado, por tu grito amasijo y desamparo,
y no sé cómo acompañarte, hermano ay hermano en tu foresta,
y nadie sabe exactamente cómo, y carecemos de instrumentos,
no tenemos instrumentos, no reunimos materiales,
y ya no sirven las palabras, y si inventáramos el lenguaje total de la existencia,
el más exacto y más terrible, para cambiar la vida que se pudre,
nos faltarían sílabas y versos, nos faltarían estrofas y sintagmas,
nos faltarían paradigmas y papeles, y ni todas las piedras ni paredes,
ni todos los asfaltos y columnas bastarían,
para trocar el dolor del nervio y la miseria,
y sin embargo es mi escritura lo único que tengo,
es la tira de cuero, que hago silbar para lanzar la piedra, es la flecha
y la cabalgadura y sus espumas, es el grito y el ropaje que me cubre de la lluvia,
pero sé que no bastan mis palabras, no bastan mis palabras,
no bastan mis palabras, en este tiempo de feroces animales
que se comen a la madre, tiempo negro en que todo se hace inmenso,
superior a nuestras insignificantes voluntades, a nuestros actos inservibles,
porque toda la vida se hace nada, porque toda la vida se hace nada,
toda la asquerosa vida que tenemos se hará nada si tú, ay hermano hermano,
mueres de soledades y de hambre.






Hoy 10 de septiembre del 2010. A Pablo de Rokha

Hoy 10 de septiembre
de este año 2010
me despierto errabundo,
en la televisión, la unidad falsa
pegada con moco de la patria trágica,
quincheros y quilapayunes,
fascistas y resistentes en la pantalla putrefacta
del mal llamado canal nacional,
pobre invento de funcionarios y ganapanes
de sociólogos de salón, ingenieros eléctricos
e iluminadores cobardes de rostros desfigurados y verdugos,
hoy, 10 de septiembre de este año 2010
te recuerdo amigo piedra, a ti "guerrero malherido",
y veo el mar frente a esta ventana vieja
el mismo mar chileno como espejo hierático
como sopa fría grasienta
para la guata podrida de los mayoritarios,
y te recuerdo Pablo
Pablo de Rokha, el más atribulado
el más digno de todos, el más valiente,
y alzo orgulloso tu viejo libro fotocopiado
tu antología de multitudes, tu boca negra
tus manos con bolsas y verduras
tus ojos mirando a los chiquillos,
tu palabra metralla y vómito estelar,
y entonces
entonces
ya no ando meditabundo
ya no ando vestido de rabias
ni de flacas envidias sudorosas
de sectas tinturadas y mediocres literatos
que sólo se invitan y se leen entre ellos,
y recojo tu revolver de plata y de madera
con el que alcanzaste las estrellas
y con un retrato de Mao en mi estadía
me hermano a ti padre,a ti,
"el gran solitario de las letras chilenas".






Trabajadores de mi patria

La bandera de Chile esconde al cuerpo muerto
al tiznado de ayer, al cercenado de ayer
al hambreado de ayer y al desaparecido
en socavones y túneles,
al que necesita hundirse siempre bajos rocas
y tierrales, para llenarse la boca cariada
de tallarines y de alcohol,
mientras los perros falderos de la política
y de los medios de comunicación de masas,
aliados al mercanchifle y al burgués fascista
o democrático, sonsacan el llanto avergonzado
de los pobres y desnudan la pequeña vida íntima
del triste proletario.

La bandera de Chile, esconde entonces la historia
social de la patria
como las familias pechoñas silencian el cuerpo
del hijo homosexual en la buhardilla de la casa.
Ellos, ellos, los burgueses los enterraron
70 días y sus noches y ellos, ellos,
los burgueses y su personal de turno,
tecnócratas, funcionarios públicos
y empleados los desentierran.

Así pueden celebrar los ricachones
en la mesa común del cinismo y la desvergüenza,
su pretendida magnánima gesta y humanismo:
los Frei Ruiz Tagle, los Piñera Echeñique, los Aylwin,
los Matte Larraín, los Lagos Escobar, los Kast,
los Bachelet, los Lucksic Abaroa, los Cruzat Infante,
los Saieh Bendeck, los Gálmez Couso, los Larraín Peña,
los Garretón Purcell, los Cariola Barroilhet,
los Büchi Buc, los Edwards Eastman, los Paulmann,
los Philippi, los Bezanilla Saavedra, los Zaldívar
los Larraín, los Irarrázaval, los Estévez y los Krauss,
los Briones Gorostiaga, los Angelini Fabbri,
los Said Saffie, los Claro Valdés, los Solari Magnasco,
los Hurtado Ruiz Tagle, los Hurtado Vicuña,
los Orrego Larraín, los Lyon y los Ravinet,
los Yuraszeck y los Cáceres Contreras,
los advenedizos Poduje y los Selume,
los de Castro y los Ponce Lerou.

La bandera de Chile esconde al cuerpo muerto
al tiznado de ayer, al cercenado de ayer
al hambreado de ayer y al desaparecido
en socavones y túneles
al que necesita hundirse siempre bajos rocas
y tierrales para llenarse la boca cariada de tallarines
y de alcohol
mientras los politicastros lamebotas y lamedólares
y los periodistuchos estúpidos e ignorantes
todos ellos inmorales, faranduleros, mayordomos
de cuarta vuelven a sonsacar el llanto avergonzado
del pobre y a desnudar la pequeña vida íntima
del triste proletario.

Pero yo, poeta anónimo sin descanso
vengo a hablar por vuestra boca amordazada
por el barullo del negocio y las encuestas,
y a sacarlos de la mesa de los príncipes
para erguirlos, trabajadores de mi patria
en el lugar de la dignidad y la decencia.





Soy el poeta de la vida de ustedes

Porque soy el poeta de la vida de ustedes entonces
relincho grito desespero el espíritu que corcovea
como animal sin ojos
como soy el poeta de ustedes deprimo mis huesos
o me alimento de arroz con papas y camino divagando
entre cigarro suelto y cigarro suelto
porque soy el poeta de la vida diaria escucho la radio
y los arrebatos del locutor de partidos de barrio
o de segunda
porque soy el poeta de la vida común y corriente
me enamoro o me desenamoro como ustedes
me arrebato en ciertos muslos o me pierdo
en una boca
en una boca triste prometida o inexistente
porque soy uno mas que sólo aprendió
a juntar palabras en la escuela o en la calle
pongo mi oído en sus gargantas y lanzo lo que puedo
y debo y me requiero rabia hirsuta desesperanza
ruidos insoportables basura de alma
y una alegría escondida en los oscuros pasillos
y las piezas húmedas de vuestra casa.




2 comentarios:

  1. Mis saludos, Fernando. Para mí es una gran alegría leer a este poeta y amigo. Gracias.
    Un abrazo.
    Antonio Arroyo.

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  2. Antonio, totalmente de acuerdo contigo
    además,
    los poemas que Fesal ha seleccionado
    para la antología son impresionantes
    un fuerte abrazo, amigo Antonio
    Fernando

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