jueves, 15 de julio de 2010

RAQUEL LANSEROS [242]



Raquel Lanseros

Raquel Lanseros es una poeta y traductora nacida en 1973 en Jerez de la Frontera (Andalucía, España).

Es una de las voces más premiadas y reconocidas de la nueva poesía española. Entre los galardones que ha recibido por su obra poética destacan el Premio Unicaja (2008), el Premio Antonio Machado en Baeza (2009), el Premio de Poesía del Tren (2011) o el Premio Jaén (2013), además de un accésit en el Premio Adonáis (2005).

Licenciada en Filología Inglesa, su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, italiano, holandés, hindi, turco, hebreo, griego, ruso, armenio, serbocroata y portugués. Asimismo, ha sido incluida en numerosas antologías y publicaciones literarias tanto en España como en otros países como Italia, México, Bélgica, Nicaragua, Colombia, El Salvador, Turquía, Chile, Perú, India, Ecuador, Bolivia, Estados Unidos, Armenia y Argentina.

Es colaboradora habitual de medios literarios, revistas y páginas web dedicadas a la cultura.

Lanseros forma parte del colectivo artístico por fundado por Fernando Marías Amondo, llamado Hijos de Mary Shelley. Con él, participó en las sesiones de homenaje a la pionera feminista Mary Wollstonecraft y en el libro titulado Wollstonecraft. Hijas del horizonte, donde también figuran otras importantes escritoras como Espido Freire, Paloma Pedrero, Nuria Varela, Cristina Cerrada, Eva Díaz Riobello, María Zaragoza, Cristina Fallarás y Vanessa Montfort.

Obra

Poemarios

Las pequeñas espinas son pequeñas (Hiperión, Madrid, 2013; 2ª ed. 2014)
Journal d'un scintillement (Les Éditions du Paquebot, Paris, 2012)
Croniria (Hiperión, Madrid, 2009)
Los ojos de la niebla (Visor, Madrid, 2008)
Diario de un destello (Adonáis, Rialp, Madrid, 2006)
Leyendas del promontorio (Ayto. Villanueva de la Cañada, Madrid, 2005)

Antologías de su obra poética

La acacia roja (Tres Fronteras, Murcia, 2008)
Un sueño dentro de un sueño (4 de agosto, Logroño, 2012)
A las órdenes del viento (Valparaíso, Granada, 2012; 2ª ed. 2015)

Traducciones a su cargo

Poemas de amor (Valparaíso, Granada, 2013), traducción de una selección de poemas de Edgar Allan Poe.
Mira lo que has hecho (Valparaíso, Granada, 2014), traducción de los poemas de Gordon E. McNeer.



2059

Nos encontramos en un lugar en el que no hay oscuridad
… George Orwell


He imaginado siempre el día de mi muerte.
Incluso en la niñez, cuando no existe.

Soñaba un fin heroico de planetas en línea.
Cambiar por Rick mi puesto, quedarme en Casablanca
sumergirme en un lago junto a mi amante enfermo
caer como miliciana en una guerra
cuyo idioma no hablo.
Siempre quise una muerte a la altura de la vida.

Dos mil cincuenta y nueve.
Las flores nacen con la mitad de pétalos
Ejércitos de zombis ocupan las aceras.
Los viejos somos muchos
somos tantos
que nuestro peso arquea la palabra futuro.
Cuentan que olemos mal, que somos egoístas
que abrazamos
con la presión exacta de un grillete.

Estoy sola en el cuarto.
Tengo ojos sepultados y movimientos lentos
Como una tarde fría de domingo.
Dientes muy blancos adornan a estos hombres.
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
Aprisionan mis húmeros quebradizos de anciana.
No va a doler, tranquila.
Igual que un animal acorralado
Muerdo el aire, me opongo, forcejeo,
grito mil veces el nombre de mi madre.
Mi resistencia choca contra un silencio higiénico.
Hay excesiva luz y una jeringa llena.

Tenéis suerte, -mi extenuación aúlla-,
Si estuviera mi madre
Jamás permitiría que me hicierais esto.




SOBRE UNA CAMA HELADA

No es invisible el modo
en que ya no te busco,
ni esta manera nueva, sin fe ni mediodía
de llovernos despacio —como gotas de hielo—,
de no ceder un palmo en medio del tornado.

El olvido es azul. Nunca termina
de convertirse a golpes en él mismo.
Se mide por ausencias y papeles en blanco.

Tras su paso, el silencio
deja detrás de sí un paisaje de ruinas,
una patria deshecha e inmolada
a los grises fantasmas de la pérdida.

El ánimo rojizo de las uvas maduras
se apodera despacio de la tierra.

Te quise. Me quisiste. Nos quisimos.
Qué fácil es decirlo cuando no queda nada,
cuando ya ni siquiera recordamos
el tacto de los sueños.

Ahora que la memoria se bate en retirada,
—vencida y silenciosa
como un niño sin cromos—,
y lo único tangible frente a nosotros mismos
es lo que ya no existe.



LIBRO DE CUENTOS

Sobre la antigua mesa de juegos infantiles
el volumen de cuentos escogidos.
El sol, igual que entonces,
derrama su promesa de luz inagotable sobre las viejas páginas.
Hoy vuelvo a ver, con dedos asombrados,
el paisaje de mis primeros sueños.
El corazón se comba bajo el peso del tiempo como una flor nevada.
Hubo un día que soñé con palacios de oro detenidos
al borde de un estanque. Con diamantes
lloviendo sobre el barro. Con montañas sonámbulas, con dragones domésticos.
Los años han pasado con esa exactitud impertinente.
Ahora,
ya conozco el sabor
-agridulce y perplejo-
de la hierba que crece al otro lado.
Y no siempre es más verde.
He visto transformarse muchas veces
sueños en calabazas,
promesas en harapos,
palabras en ratones asustados.
Quien cruza una frontera, apuñala las horas.
Ahora,
en este tiempo del que huyen las respuestas,
cuando vuelan los pájaros
tras comerse las migas derramadas sobre el musgo del bosque.

¿Cómo encontrar de nuevo el camino de regreso?




INVOCACIÓN

Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.

Por si vinieran tiempos de silencio.




VÍA CANSADA

Entre un pecho y la bala que lo busca
hay la misma distancia
que existe entre los dedos y el gatillo.
La muerte no se mide por pulgadas.

En la tarde, la niebla
tiene forma de adiós.
Ella está sola al lado de la vía.
Mira el tren que se aleja
cada vez más pequeño, cada vez más lejano
igual que una canción envejecida.
Puede extender la mano contra el sol del oeste.
En ese instante, el tren
le cabe entre dos dedos.
Entonces piensa: Este es el tamaño
exacto de mi vida.

Sin embargo, ya sabe
que las cosas que el tren arrastra lejos
no cabrán nunca más
entre su pecho y el último segundo
en que su corazón siga latiendo.

La vida es un asunto
que no puede medirse por pulgadas.

Es una tarde pálida. Ella sigue mirando,
inmóvil como el tiempo de los ejecutados.
Trata de calcular la lejanía
que existe entre ella misma
y sus mejores sueños.

La ilusión es un río
que no puede medirse con las manos.

En medio del andén, detenida en el tiempo,
una mujer aprende que marcharse
es una nueva forma de seguir estando
siempre en alguna parte.



BEATRIZ ORIETA

Maestra nacional (1919-1945)

Los niños corren y saltan a la comba.
Beatriz Orieta pasea junto a Dante
sorteando los pupitres
[en medio del camino de la vida...]
Tiene litros de frío mojándole la espalda.
Apenas pueden nada contra él
los míseros tizones del brasero oxidado.

Entran al aula los gritos infantiles,
huelen a tos y a hambre.
Algunas veces,
Beatriz Orieta casi no contiene
las ganas de llorar
y mira las caritas sucias afanándose
en recordar las tildes de las palabras llanas.

Prosigue Dante todo el día musitando
en el oído de Beatriz Orieta
[...amor que mueve el sol y las estrellas].

Ella siente de veras
que otro mundo es posible
al lado de este mundo gris y parco.

Contra el lejano sol
del lejano crepúsculo
dos amantes se miran a los ojos.
Beatriz Orieta está
apoyada en su hombro.
Los álamos susurran las palabras de Dante.
Los amantes son túneles de luz
a través de la niebla.
Los besos puros son las amapolas
de un cuadro de Van Gogh.

Pasa el invierno lento como pasa un poema.

Pasan el frío andrajoso, la fiebre y el esputo
y toman posesión del blanco cuerpo
igual que las hormigas invadiendo
esas migas de pan abandonadas.

Sesenta años después, entre las ruinas verdes
leo un descanse en paz envejecido
sobre la tumba de Beatriz Orieta.

El silencio es de mármol.
El silencio
es la respuesta de todas las preguntas.

Unos metros más lejos, hace sólo dos años
yace también el hombre
que, apoyado en el hombro de Beatriz Orieta,
dibujó un corazón sobre un tiempo de hiel.

¿Qué más puedo decir?
Que la vida separa a los amantes
ya lo dijo Prévert.
Pero a veces la muerte
vuelve a acercar los labios
de los que un día se amaron.



LA MUJER QUE REZA

La anciana ha colocado
las flores sobre el borde del camino.
[Es una tarde roja y esto es cualquier lugar]
El luto difumina
las cruces negras como un túnel sin fondo.
Recuerdo los cerezos lamiendo mansamente
la piedra ahogada en líquenes
de las tapias cansadas.

Mientras, la veo moverse.
Tiene manos inquietas de venas abultadas.
Murmura sin cesar una antigua plegaria
-perdónanos, Señor, nuestras ofensas-,
tiñendo de esperanza
el silencio desierto de la tarde.
Parsimoniosamente va arrancando
con una fuerza inusual para sus años
las malas hierbas, los matojos silvestres
que salpican de olvido la pobre sepultura.

La suave brisa baila con las hojas.
[Es una tarde roja, amarilla, celeste
y esto es cualquier lugar]
El sol resbala lento hacia el ocaso.

De pie contra la luz agonizante
yo la sigo observando
acariciar despacio la tumba desvalida.

El tiempo desmayado no es más que una advertencia.




UN JOVEN POETA RECUERDA A SU PADRE

Ahora ya sé que pasé por tu vida
como pasan los ríos debajo de los puentes,
-indiferentes, turbios, orgullosos-,
con la trivialidad desdibujada
de las pequeñas cosas que parecen eternas.

Muchas veces lo obvio
se oculta tras un halo de extrañeza,
tras la costumbre lenta, indistinguible
del aura fugitiva de las vivencias únicas.
Es difícil saber
que la belleza abrupta del vivir cotidiano,
tan desinteresada de sí misma,
nacida sin clamor ni pretensiones
es en esencia tan mágica y rotunda
que resulta imposible de imitar a propósito.
Y es aún más difícil
comprender que la fiesta de las cosas sencillas
casi siempre termina
mucho antes que la voluntad del festejado.

Inmóvil vi pasar ante mis ojos
el desfile callado de tu vida
con tus sueños cansados en otoño,
tus alegrías de puertas para adentro
y tus desvelos discretamente cálidos.
Creo acertar si digo
que nunca te di nada que no fuese
un préstamo a mí mismo.
Te pedí, sin embargo, tantas cosas.

Hoy, inmóvil de nuevo, asisto inerme
a este desfile amargo de tu ausencia
mientras mi corazón -dividido y atónito-
comienza a descubrir que la vida va en serio.

Te recuerdo. Hace frío
y el frío me devuelve
aquella forma tuya tan sutil
de ofrecerme a la vez un corazón errante,
la suerte en un casino de Las Vegas,
la lluvia indescifrable del desierto,
los versos de Machado en un suburbio.

Ahora ya sé que pasé por tu vida

indolente y confiado, -sin asombro-,
como suelen vivir todos los hombres
que no conocen todavía la pérdida.




PARADOJA

Mis amigos hacen arder sahumerios
releen libros de mantras
decoran sus paredes con letras orientales.
La mayoría ortodoxa
tiene clase de yoga tres veces por semana.

La última Navidad
abogué por frenar
la cota de consumo irresponsable.
Soy un pobre aprendiz de budista.
Fabriqué mis regalos artesanalmente
reciclando residuos imaginativos.
¡Qué triste desengaño! Esta iniciativa
distó mucho de hallar el éxito esperado.
Se siguieron prendiendo
veinte velas a dios y dieciocho al diablo.
No conseguí sino un escaldamiento.

Desde entonces
los mismos que predican una existencia zen
me acusan de tacaño.




TRADICIÓN ORAL

Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
reclamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.

No es de extrañar que el mundo sea redondo.
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?





CANCIÓN DE LA TRINCHERA

Señor Amor, dueño del cielo y de la tierra
tú que puedes batirnos a tu antojo
sobre el eje inicial de nuestro impulso.

Tú que te enseñoreas sobre todo lo vivo
entretejiendo un atlas de destinos cruzados.

Tú que puedes auparte a tu albedrío
y clavar tu aguijón sobre cualquier entraña.

¿Por qué vuelves a mí? ¿Qué vil capricho?

¿Por qué me arrojas de nuevo tu jauría?

He aquí, amo mío, lo poco que me queda:
mi sosiego de vidrio
la enmienda frágil de una paz absorta
mi mosaico de heridas mal curadas
demasiado recientes para ser cicatrices.

Imploro tu piedad desde mi grieta,
donde se han detenido la memoria y el ánimo.

Piénsalo bien: te costaría muy poco
concederme una bula de misericordia.

Deja a los que me quieren, esta pasión debiera
maldecirme tan sólo a mí, es lo justo.

Ya he visto antes cómo mi avidez arde
en tu hipnótica pira de dios omnipotente.

Descuida, soy sumisa
tu adiestramiento previo ha prosperado:
quien lo ha perdido todo varias veces
reconoce el honor de una derrota.




A PROPÓSITO DE EROS

De todas las terrenas servidumbres
que aprisionan mi afán en esta cárcel
me confieso deudora de la carne
y de todos sus íntimos vaivenes
que me hacen más feliz
y menos libre.

A veces, sin embargo,
la esclavitud se muestra soberana
y me siento señora del destino.

Porque sé amar, porque probé la fruta
y no maldije nunca su sabor agridulce,
porque puedo ofrecer mi corazón intacto
si el camino se digna requerirlo,
porque resisto en pie, con humilde firmeza,
el rigor de este fuego que enloquece.

En este fragor mudo en el que todos somos
rufianes, vagabundos, desposeídos y presos
no existen vencedores ni vencidos
y mañana no arrienda la ganancia de ayer.

Que no entre en la batalla quien sucumba
ante el rencor pequeño de las humillaciones.

Sabed, son necesarias descomunales dosis
de grandeza de espíritu y coraje
en las lides calladas de la pasión humana.

La recompensa, en cambio, es sustanciosa.

Ser súbdito tan sólo de la naturaleza,
no temer a la muerte ni al olvido,
no aceptarle a la vida una limosna,
no conformarse con menos que todo.




ENTONCES ME BESASTE

Por celebrar el cuerpo, tan hecho de presente
por estirar sus márgenes y unirlos
al círculo infinito de la savia
nos buscamos a tientas los contornos
para fundir la piel deshabitada
con el rumor sagrado de la vida.

Tú me miras colmado de cuanto forja el goce,
volcándome la sangre hacia el origen
y las ganas tomadas hasta el fondo.

No existe conjunción más verdadera
ni mayor claridad en la sustancia
de que estamos creados.

Esta fusión bendita hecha de entrañas,
la arteria permanente de la estirpe.

Sólo quien ha besado sabe que es inmortal.




A LAS ÓRDENES DEL VIENTO

Para todos los que sienten que no están al mando

Me habría gustado ser discípula de Ícaro.

Hubiera sido hermoso festejar
las bodas de Calixto y Melibea.

Me habría gustado ser
un hitita ante la reina Nefertari
el joven Werther en Río de Janeiro
la deslumbrante dama sevillana
por la que Don José rechazó a Carmen.

Yo quisiera haber sido el huerto del poeta
con su verde árbol y su pozo blanco
el inspector fiscal
con el que conversara Maiakovski.

Me habría gustado amarte. Te lo juro.
Sólo que muchas veces la voluntad no basta.




LA MUJER HERIDA

Solamente si alguna vez amaste
con uñas y con dientes
sin red
sin salvavidas
aciertes a entender el vértigo insondable
que se extiende a los pies del desengaño.

Ella creyó encontrar la fuente del principio
cuando lo conoció, en medio de la tierra,
sin más escudo que su piel de hombre
bruñida por el sol igual que el oro viejo.

Lo amó sin precipicios ni preguntas
tiernamente, en silencio
con esa gratitud voluptuosa
que provoca la lluvia en primavera.

Todo era tan sencillo.

Los versos inflamados de poetas infinitos
parecían seguirla a todas partes
como si el corazón se hubiera convertido
en un fiel animal domesticado.

Porque no existe nada que perdure
una noche aprendió, como tantos lo hicieran
antes y después de ella,
que el amor es un río con cataratas propias
y remansos ajenos
que siempre desemboca en el océano.




Traducidos al inglés


BÉCQUER AND ROCK AND ROLL

I know it's only rock'n'roll.
But I like it.
THE ROLLING STONES

You have also been twelve years old.

You also recognize
the trembling of the skin as you make your way.

You have felt the fire in your eyes
that experience intensity for the first time.

It's winter. My child-like fingers
push eagerly, freeing a poem.

Behind there is a young man with a goatee
and the endless eyes of a sensual dreamer.

Words scurry across my chest
like starving ants...

Suddenly, a direct hit
to my conscience,
just like when I listen to rock'n'roll.

The profoundest place of meaning.

Poetry is the opposite of death.

A sudden certainty of the unknown.

Maybe it's only rock'n'roll.

But I like it.

(*) Gustavo Adolfo Bécquer is a well-known and loved Spanish poet of the romantic period, whose lyrical poems are learnt by heart by children and conform the Spanish sentimental education.





OUTLINE OF SHADOWS

Today must have been Friday everywhere,
many angels have fallen
to the pavement from rooftops.

Friday is not a day, but a compound tense
subjunctive, future, plural, past perfect.

A customs post on the border
that separates the living from the surviving.

It must have been Friday
and you are not with me.

But your absence is advancing
viscously like a dense levee.

Your soul surrounds me, somnambulant, celestial
determined to turn weightlessly inside me
emerging from everywhere, bursting with everything
returning to nothingness, that synonym
of a Friday night and an empty bed.





THE WOUNDED WOMAN

Only if you once loved
with tooth and nail
no safety net
no life jacket
are you able to understand the bottomless vertigo
that opens at the feet of despair.

She thought she'd found the source of the beginning
when she met him in the middle of the earth
with no shield other than his skin,
polished by the sun like ancient gold.

She loved him without precariousness or questions
lovingly, silently
with that voluptuous gratitude
that the spring rain awakens.

Everything was so simple.

The silver-plated verses of countless poets
seemed to follow her everywhere
as if her heart had become
a faithful pet.

Because nothing endures eternally
one night she learned, as so many have done
before and since
that love is a river with its own rapids
and others' peaceful pools
that always flows to the sea.

Look at it this way: life has taught you,
following its habit of a tireless teacher,
how the soul draws
serene scars on old wounds.




Traducidos al Francés


NOSTALGIE AFFÛTÉE

Le soleil calcine les trottoirs en verre,
il y a un arôme intense de jasmin et de salpêtre.

Je peux l'aspirer. Je sais
que c'est un magnifique jour d'été.

Et toi tu n'es pas là.

J'essaie de ne pas arrêter de faire les choses
qui toujours m'inondaient de joie.

Cependant, je sens maintenant
que le temps est une ligne vide de contenu.

Ils tournent devant moi
les visages familiers de tous mes amis
en me parlant du temps, de travail,
du coût qu'ont les comestibles,
de combien ont grossi certains ex – maris.

Je les entends de loin,
leurs voix sont
un murmure monotone absent de ta voix.

Défile face à moi
le cours de la vie,
je l'observe comme une succession d'absurdes photogrammes
étrangers à mon esprit.

Un chien passe et il a des restes
du mot futur entre les dents.

En ce même instant,
moi je hais les montres qui n'avancent pas
dans le sens contraire,
je hais la manière dont tu as de remplir
le monde de ton ombre.

Surtout je déteste
avoir à me résigner
à ce que la vie fixe parfois un prix
que je ne peux payer.




INVOCATION

Que ne grandisse jamais dans mes entrailles
ce calme apparent appelé scepticisme.

Que je fuis de l'amer
du cinisme,
de l'impartialité d'épaules recourbées.

Que je crois, toujours en la vie
que je crois toujours
aux milles infinies possibilités.

Trompez-moi les chants des sirènes
qu'aie mon âme toujours une pincée d'ingénue

Que jamais ne ressemble mon épiderme
à la peau d'un pachiderme inaltérable,
gelé.

Que je pleure, encore
pour des rêves impossibles
pour des amours interdits
pour des fantaisies de fillette réduites en miettes

Que je fuis du réalisme corseté.

Que se conservent sur mes lèvres les chansons,
nombreuses et bruyantes et avec beaucoup d'accords.

Pour s'il vient des temps de silence.





UNE FEMME MALADE

Derrière une bille
bleue comme une perte
les mains avides d'un enfant courent.

Comme une interminable forteresse
les fascicules reposent
ordonnés par prix, par tailles,
autour d'un kiosque.

La rue entière
est une voltige de pieds empressés,
un murmure d'adieux qui se posent
sur l'écho lointain du soir.

Une femme observe avec des yeux de brouillard.

Le soir animé est en train de prendre la forme
d'un rêve à réaliser.

Elle pense : les ombres des arbres
ressemblent aux vers de Whitman
parce qu'ils continuent à  grandir éternellement.

Elle n'a jamais eu de dieux,
elle n'a pas senti
cet amer délice de la confiance aveugle
ni le besoin d'une certitude
en échange de son âme.

Jusqu'à cet instant précis
il était vide ce tiroir de sa peur.
et d'un coup un battement
intimement pur
lui révéla une nuit si décharnée
au milieu d'une terre tellement nue.

Elle se rappelle comment brillent les scorpions
à midi en été,
majestueux et erratiques
comme des idoles aztèques.

Juste à ce moment-là elle comprend
la raison de Walt Whitman.

Et elle commence à croire
à ce dieu magnanime et païen
qui est vivant dans ses pieds,
dans ses aisselles,
dans l'herbe mouillée,
dans chaque déclin comme une mère enceinte,
dans ses aines en boue
et dans le souvenir vivant de tout ce qu'elle a aimé.



Traducciones al Italiano


CANZONE DELLA TRINCEA

O Amore, Signore del cielo e della terra
tu chi puoi batterci al tuo piacimento
sul asse iniziale del nostro impulso.

Tu chi governi sopra tutti i viventi
intrecciando un atlante di destini incrociati.

Tu chi sei coronato secondo la tua volontà
e affondi il tuo pungiglione su qualsiasi viscere.

Perché torni da me? Che cosa, vile capriccio?

Perché mi lanci ancora i tuoi cani selvaggi?

Ecco, mio padrone, quel poco che rimane:
la mia pace di vetro
l'emendamento fragile di tranquillità assorbita
il mio mosaico di ferite mal guarite
troppo fresche per essere cicatrici.

Imploro la tua pietà dalla mia crepa
dove si sono fermati la memoria ed il coraggio.

Pensati: ti costerebbe molto poco
concedermi una bulla per misericordia.

Lasci quelli che mi amano, questa passione dovrebbe
solo a me maledire, è giusto.

Ho visto prima come il mio desiderio brucia
nella tua pira ipnotica di dio onnipotente.

Non preoccuparti, io sono sottomessa,
il tuo dressaggio precedente é riuscito:
chi ha perso tutto più volte
riconosce l'onore di una sconfitta.





CERTIFICATO DI IMPRONTA

Quando il sogno mi recinta come un incudine di piombo
ti ricordo caldo di ossa e di sangue
la tua impalcatura di emergenza compiacente
il tuo denso battito di cuore accanto al mio stomaco.

Perché sei entrato nella mia casa
quando la luce scorreva da est
sei una promessa
un inizio perpetuo
la gioia vergine di ciliegi.

Rimani. Incarni. Fai parte.

All'ultimo momento
brucerai lentamente davanti ai miei occhi
come se mai non sei stato rimosso.




ALLE ORDINI DEL VENTO

Vorrei essere stata discepola di Icaro.

Sarebbe stato bello festeggiare
il matrimonio di Callisto e Melibea.

Mi sarebbe piaciuto essere
un Ittita prima la regina Nefertari
il giovane Werther a Rio de Janeiro
la signora abbagliante di Siviglia
per cui Carmen è stata respinta da Don José.

Avrei voluto essere il giardino del poeta
con il suo albero verde e il suo pozzo bianco
l'ispettore fiscale
con cui Maiakovski parlava.

Mi sarebbe piaciuto amarti. Lo giuro.

Solo che molte volte la volontà non basta.






2 comentarios:

  1. Muy buena elección.
    Los dos últimos poemas excelentes.

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  2. "Ahora ya conozco el sabor" de tan alta poesía: enigma y oásis. Gracias por estos hermosos textos.Carlos.
    http://carlosmamonde.blogspot.com

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