miércoles, 13 de julio de 2011
4156.- BEATRIZ VALLEJOS
Beatriz Vallejos. Poeta y artista plástica argentina. Nació en Santa Fe en 1922. Se ha destacado por su labor como laquista. Fue discípula del imaginero chileno Carlos Valdés Mujica y a partir de 1962 ha realizado varias exposiciones con sus trabajos, realizados con materiales ligados al paisaje del Litoral (maderas de las islas, resinas y pigmentos naturales, nácar de caracoles y espinas de peces regionales). En septiembre de 2000 presentó un audiovisual, Pincel, libro de lacas, poemas, coplas y canciones de la distancia, el eco y el silencio, en el cual combina sus propios textos, musicalizados, con la proyección de imágenes de sus obras plásticas. Su obra y su pensamiento revelan un particular interés hacia la filosofía y la escritura orientales. Prologó un trabajo sobre el zen en la literatura y la pintura. Es autora de una obra singular, basada en la brevedad y la síntesis entre lo profundamente local y la universalidad más espiritual. Publicó desde 1945 numerosos poemarios, entre los que se destacan "Collar de arena" (1980), "Horario corrido" (1985), "Lectura en el bambú" (1987), "Sin evasión" (1992) y la antología "El cántaro" (2001), editada en Buenos Aires por Javier Cófreces, en la que se recoge una muestra muy representativa de la totalidad de su obra. En sus últimas creaciones, consistentes en exquisitos trípticos montados como miniaturas, la palabra se integra a la calidez de la laca y la madera. Falleció en julio de 2007.
El diáfano
Hay un sitio en la Tierra
Hay un sitio en la Tierra, sí.
Digo que hay un sitio en la Tierra;
no, el dolor lo retrae, lo lleva
más allá de nosotros,
más allá de nuestra pobre
posibilidad de expiación. No
hay un sitio en la Tierra,
pero entonces el diáfano canta
para nuestro oído perceptible
de toda transfiguración de la memoria también.
¿Has oído cantar el diáfano
que absorta niñez
lo bebía del cielo?
¿De dónde regresaba?
¿En qué lugar de la Tierra, entonces?
DE, “LA RAMA DEL SEIBO”
Libertad, dinastía del aire
Estoy borrando los siglos.
La mujer se vuelve,
de sus manos brota la alfarería,
la agricultura, el tejido.
Ese es su reino, ese es su reino, alegría.
Estoy borrando los siglos.
El hombre está
donde su mirada no llega,
el amplio mundo.
El hombre sueña.
El hombre es un poema.
La mujer cantaba arrodillada en su quehacer.
La mujer le dio a beber un mensaje.
Se extendió más allá de la luz:
Sólo me siento libre
Cuando soy capaz de crear.
Alfarero de sí
-Vasija encantada, forma
de las formas, contéstame.
-Y el cántaro, extasiado de penumbra,
redondeó la luz.
Yunque
Y para el prisma donde está su rostro,
Una lágrima dura
Doblaron con el pan que le forjaron.
Mamá amasa
Por la señal de los tantos jueves,
y de iguales domingos,
mamá amasa y alisa el pan.
mamá nos ama
Si las montañas son así
El volcán de harina es así.
El aire, y tú
Te miro, estás lejano.
Y como quiero rodearte en ti mismo,
soy, apenas el aire,
dibujándote.
De, “MARÍA UN CORDERITO TENÍA”
MARÍA UN CORDERITO TENÍA
-“María un corderito tenía,
su pelo era blanco como la nieve”
-En portugués “María un corderito tenía”,
-En el dulce dialecto de Flandes,
“su pelo era blanco como la nieve”
-Maschenka
-Un corderito tenía,
-“Su pelo era blanco como la nieve”
-María en hebreo un corderito tenía.
-Su pelo era, en griego, blanco como la nieve.
-María un corderito tenía
en el idioma de las gárgaras del rocío
-En el idioma del pan
-(¿es que hay un idioma del pan?)
-Su pelo era blanco como la nieve
-En inglés. ¿Quién un corderito tenía?
-María un corderito tenía en inglés.
-Tenía María un corderito, en el idioma
del ébano y de los tambores
-y también maravilla su pelo era
blanco como la nieve.
-Lo volveremos a cantar todos los días:
-El corderito era blanco como la nieve
y María una niña
en el idioma de las gárgaras del rocío,
en el idioma del corderito blanco como la nieve.
De “OTROS POEMAS”
FÁCILMENTE DEMOSTRABLE
El vivir
es eso que sabes
mejor que yo.
Qué le diera a las palabras
batir poemas, ilusorios afiches,
superestructuras de la sangre
que late, late, late, late?
PROYECCIÓN
Un río pasa por galaxias lejanas.
¿De qué colores todavía no inventados?
LA HIERBA
Por todo bien por todo mal regreso.
Por todo bien, himnos.
Por todo mal, pésame.
Por todo bien por todo mal.
Es la vida.
El rostro grave de la fe
que se nutre sin selección posible
de todo bien y todo mal. Soy la hierba
acaso un ígneo resplandor del olvido,
que todo guarda al fin.
De, “EL COLLAR DE ARENA”
El grito
De orilla a orilla
como si no hubiese nadie.
Pasaje de luz
La sombra de las hojas
Ilumina las naranjas.
Un picaflor asentado en una rama
bajo la llovizna
Largo tiempo estuvo así.
Bebimos el tenue
silencio tornasol.
Y recién entonces
levantó vuelo.
Bajo la copa de todo amanecer
Cedía el aire su pequeño paso,
los tréboles el malva
y una flor otra flor.
Las torcacitas
Caminaban de a dos.
Chuang Tze
Tan cerca,
tan apenas tan cerca
o lejanísimo, tan solo
un hombre así
posado
en una mariposa.
Familia
Alrededor de la mesa
regresan como regresábamos.
Recordarán que fue así
lo que ahora escribo.
Eslabón abierto
Si aparto lo que creo que sé
¿qué queda de mí?
Relatividad
De la distancia
entre la semilla
y el sol
comprendo
que todo es posible.
La muerte
descansa
en los colores.
La garza
En el arrozal
una garza
sola
y
una garza
sola
y una garza
sola.
En el arrozal
una garza.
Por encima del silencio
Orillas del Salado
Santa Fe
Camalotes patéticos
por encima de latas
por encima de vidrios
por encima del silencio.
Quién sabe la piedad
la impiedad.
Quién sabe la vergüenza la exquisitez.
El paisaje sobre ruedas, quién sabe.
Casualmente de otros esotéricos
símbolos quién sabe, arrojados:
podridas gomas, podridas hojas.
Esa zapatilla en el barro
perdió su pie, quién sabe.
La poesía es una llama perenne.
De, “DEL CIELO HUMANO”
Antes del poema
en cada rama
antes
antes
Sólo allí quiso ser.
Cardo
del viento
te has vuelto
alrededor
El arco iris
allá allá
todavía se ve
detrás del pino
sonreímos en medio
de la calle
como otro color
del cielo humano
Triste
quedó ahí
campanillas levemente doradas
intentan
distraer
Serena conexión
Una pequeña mujer china
como sería yo
bordó esta pequeña pantalla
de rafia y de colores
como lo haría yo
Leo sus manos
Leo su absorto perfil
bordando un pequeño detalle:
“Yo soy”
De, “DEL RÍO DE HERÁCLITO”
Pincel
Baja del pincel
un benteveo absorto.
Los ríos
La humanísima vez
que cae una lágrima.
Tarjeta de humo
apantallan
aguardan
de una nada
un algo
Quinta del zorzal
Melodía de un solo llamado
el oculto asiste
la hebra de la luz
flauta atardecer
Sabe él los límites
donde la sinfonía transita
iridaciones
trasluz del jacarandá
del cielo a la altura
o de los pasos; es que trae
la señal? Y
algo de jazmines silabea
la transformación de la música
en fragancias
añejas veladuras
de fresias
escritura secreta
del enhebro del aire
es una isla él
un anillo de agua
en el contorno de su canto?
vibración de castaños
reflejos de panal
participación del misterio
en bisbiseo de pétalos
maternidad de la magnolia
el combado de esa floración celeste
O si retrae para sí el silbo
y anuncia la distancia que distrae
esa órbita del corazón que señala
ausencias de otro tiempo entonces;
otro estremecimiento de hojas
el sereno
el rocío de la oración
frente para abrevar estrellas
lejura sí, insondable, pero arabesco
gota de la pureza
donde los ecos devenían azul
al profundo. Era
su testigo de horas
brevedad
regresa pájaro
a este follaje que te implora
dónde estás
cuando la lluvia inclina
y velamos la noche
la llama
perfecta en su ascensión
Ofreces el silencio
música guarecida
todo es tu ámbito
sin otra intermitencia
que el relámpago
Después de la lluvia
los árboles sacuden luciérnagas
también mis palabras guiños ráfagas
qué otra significación tendría
seguir la fosforescencia de la noche
el curso del poema
la quietud
es el movimiento
de la rosa
antes
de la perfección
fue
la perfección
Pétalos,
pétalo,
pétalos.
y de nuevo la rosa.
De “PEQUEÑAS AZUCENAS EN EL PATIO DE MARZO”
No es tinta
ni papel
ni significado
una palabra me sostiene
en medio de mí.
Qué pretendo
En letra de hormiga
la tinta malva
la lapicera de bambú
un chico pide pan
exquisiteces inocentes
qué pretendo
en letra de hormiga.
De, “Lectura en el bambú”
La imagen
se despereza de la luz
y funda la memoria
De, “Sin evasión”
Sin evasión
bajo la nube tóxica
escribo poemas
bajo la nube tóxica
escribo poemas
poemas sin palabras
bajo la nube tóxica
Mantillo
Estrellas de humus islas
Y nosotros humus
nosotros aromito
De, “AL ÁNGEL”
Al colibrí
Señor de la brisa ven a libar mi alma
Mi alma es una taza de universo
La rama del coral es frágil
a la tormenta del sur
La rama del coral es frágil
Señor de la brisa ven a libar mi alma
Mi alma es una taza de universo
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