lunes, 25 de julio de 2011

4290.- ANGELO MANITTA


Angelo Manitta (Castiglione di Sicilia, Italia, 1955) es egresado de Letras de la Universidad de Catania con una tesis sobre El difunto Matías Pascal, de Pirandello.
Docente y periodista, es también un notable animador cultural. Es presidente de la Accademia Internazionale Il Convivio y director de la revista del mismo nombre.
Sus obras alcanzan un rango que va desde pequeñas piezas periodísticas hasta estudios de largo alcance y diversas traducciones.
Entre sus libros de poesía destacan Donne in punta di piedi (Mujeres en punta de pies, 1995) y La ragazza di Mizpa (La muchacha de Mizpa, 1998).



NUBES DE OTOÑO
(Traducción del italiano por Benjamín Valdivia)


He mezclado, como nubes de otoño,
la nada mía al todo tuyo
por quitarme de la espalda el gravoso
féretro que me oprime.

La fantasía, dispuesta al pecado
entre fulgores de coche en carrera,
anula en el viento errante
ramas de almendro

florecido sobre el abismo y semillas
plumosas de roja valeriana.
Tu silueta regenera entonces
dulces delirios.

Y la vieja casa se estremece.
Y torpes espectros se adueñan
de mi por disolver el hechizo
de los pinos-lechuzas.




PUPILAS FOSFORESCENTES
(Traducción del italiano por Benjamín Valdivia)


Las estaciones florecen como
pupilas fosforescentes que exhalan
colores, olores, sonidos.
Pero no puede ser ella

la que cruza el umbral de la casa.
No puede la blancura de un lirio
mezclarse con el púrpura de una rosa.
No puede la turgente

gema permanecer perdida
bajo etéreos cristales de nieve
o aceptar destinos de muerte
o dispersar cantos

en el vacío cuando infinitos hilos
de hierba se agitan, en aguas
encrespadas, hojas o flores,
abejas o mariposas.





DIVINO Y HUMANO

Lo divino y humano se entrecruzan
en la fantasmal contemplación del eclipse.
Liturgia órfica despierta
almas para desatar
en sonrisas blancas mañanas.
Y lo ignoto se funde con lo real
como ramas de lánguidos pinos
impregnados de sol.

Oscuridad o transparencia de melodías
atormentan al hombre entre el dolor
y el éxtasis, mientras el oro de la arena
se transforma en íncubo
o en vértigos de libertad que desatan
cabecitas vibrantes en el viento
entre ondas de voces y músicas
hojas de hayas.







CÁLIZ DE AMOR

Brotaba néctar de sus labios
inmersos en un rostro de flores
de malvas, cuando el amor me envolvió
para turbar la razón.

La carrera entre laberintos intrincados
se volvió vana y llegó
al Hades para oír sirenas
y paladear aguas
que extasiaron los sentidos. El alma
y el cuerpo, la materia y el espíritu,
eterno balance del universo,
se han transfigurado
en el instante fugaz de una verdad.
Y volví a beber hasta la saciedad el cáliz
del amor, de cuyo borde fuera
derramado de amargura.





No hay comentarios:

Publicar un comentario