jueves, 23 de febrero de 2012

PIERRE JEAN JOUVE [5.955]



Pierre Jean Jouve 

(Arras, 1887 - París, 1976) fue un poeta y novelista francés.
Renegó pronto de sus primeros versos, de inspiración unanimista, y continuó en solitario la elaboración de una obra austera, que tenía para él una justificación más existencial que literaria. Cercano al os problemas de la condición humana, del pecado, del amor, de la muerte: Bodas (1931, Sudor de sangre (1933). Profundizando en sus contradicciones paulatinamente, este ser dividido entre el erotismo y el misticismo continuó la iniciativa de Baudelaire y se esforzó por hacer brotar la belleza "de lo feo de nuestro terrible horror", pero nunca intentó despojar su versículo o su alejandrino de las escorias que tal vez eran las que le daban su verdadera autenticidad: Materia celeste (1936), Diadema (1949), Moiras (1959). Entre sus novelas destaca Paulina 1880 (1925). Fue también autor, junto con Georges Pitoëff, de una de las traducciones francesas de referencia de Romeo y Julieta, de William Shakespeare.

Obras

Paulina 1880 (1925)
Les Noces (1928)
L'Aventure de Catherine Crachat (1928-1931)
Sueur de sang (1933)
Diadème (1949)
Mélodrame (1954)
Invention (1959)
Ténèbres (1964)


MUNDO SENSIBLE


El alma está sola encima del mundo azul
de la tierra bella y animal, sin espacio.


Un día la tierra en movimiento
con los tonos, las brisas, el olor del sexo
Y las estaciones y las risas que como las palabras
No vuelven más


Y los árboles cuyo borde es majestuoso
Y los esfuerzos del pasajero o viajero bajo el calor inmenso


Nada son para el alma oscura que se mueve
Hacia otro poder y hacia otro toque de adoración
En el interior de su fuerza ciega;


Pero otros días todo es uno
Y uno en uno y todo en uno
Y uno en Dios
Y Dios presente en un tronco de árbol muerto



HELENA


Qué bella eres ahora cuando ya no existes
El polvo de la muerte te ha desnudado incluso del alma
Cómo eres de codiciada después que hemos desaparecido
Las ondas las ondas llenan el corazón del desierto
La más pálida de las mujeres
Hace buen tiempo sobre las crestas de agua de esta tierra
En el paisaje muerto de hambre
Que rodea la ciudad de ayer los malentendidos
Hace buen tiempo sobre los circos verdes desatendidos
Transformados en iglesias
Hace buen tiempo en la meseta desastrosa desnuda y trastornada
Porque estás muerta
Esparciendo soles por las huellas de tus ojos
Y las sombras de grandes árboles enraizados
En tu terrible cabellera que me hacía delirar.


(Pierre Jean Jouve. Materia celeste. Traducción de Norberto León Insuasty Plaza)



HÉLÈNE


Que tu es belle maintenant que tu n´es plus
La poussière de la mort t´a déshabillée même de l’âme
Que tu es convoitée depuis que nous avons disparu
Les ondes les ondes remplissent le coeur du désert
La plus pâle des femmes
Il fait beau sur les crêtes d´eau de cette terre
Du paysage mort de faim
Qui borde la ville d´hier les malentendus
Il fait beau sur les cirques verts inattendus
Transformés en églises
Il fait beau sur le plateau désastreux nu et retourné
Parce que tu es si morte
Répandant des soleils par les traces de tes yeux
Et les ombres des grands arbres enracinés
Dans ta terrible Chevelure celle que me faisait délirer.



Nada


Il faut encore croiser un sanglot de mes mains
Envers ton vide sein rose au coeur violet
Rose tranchée à mort et violette usée
Foliole, abolie, vase sans lendemain,


Aimer que Tu ne sois: á tout rayon senti
Nul! et de ton refus un chemin se répand
Droit dans Ton coeur qui tout aime et réprend
Tout par notre vouloir à tuer les aimés.


Si j'annule ce coeur il brisera sa cage
De fair! Mais c'est encoré un décor de langage
Que brise ton baiser ô Sang. Et sang tué.



Nada


Es preciso aún cruzar un llanto de mis manos
A tu vacío seno rosa el pecho violeta
Rosa tronchada a muerte y violeta gastada
Foliólo, abolida, jarrón sin porvenir,


Amar que Tú no seas: en el rayo sentido
Nadie, y en tu rechazo se despliega un camino
Recto a Tu corazón que ama todo y recoge
Todo en nuestro deseo de matar los amores.


Si anulo el corazón destrozará su cárcel
De hambre. Pero es aún un teatro verbal
Lo que rompe tu beso oh Sangre. Y sangre muerta.


Rêve du livre


Un petit livre ouvert dont je cherche l'abord
Est-il à le manger un abîme discord
Un livre avec du feu dans le plis et les lettres
Humides de sang rouge et comme veine ouverte


Où reconcilies sont amour et son manque
Et Dieu! et les baisers de pli et l'épuisante
Ascése qui mélancolique bat la gréve
De mourir et les cheveux langoureux et les lèvres


Le livre (est-ce le plis dévoré) s'ouvrira
Sur la massacre des amants par le poème
Et j'aurai toujours lu sa lettre avec fracas


Le livre de la chair et le Dieu abolis
En leur amour orgasme et seul esprit béni
L'unité d'un seul don dans les cuisses de femme.



Sueño del libro


Pequeño libro abierto en que busco adentrarme
¿Se volverá al comerlo un abismo discorde?
Libro lleno de fuego en sus pliegues y letras
De sangre roja húmedas y como vena abierta


Donde hicieron las paces el amor y su ausencia
Y Dios también los besos del pliegue y la extenuante
Ascesis melancólica que golpea la playa
Del morir y los labios y el lánguido cabello


El libro (¿será el pliegue comido?) se abrirá
Por el poema que masacra a los amantes
Y leeré por siempre su letra con estruendo


El libro de la carne y de Dios abolidos
En el amor orgasmo solo bendito espíritu
Unidad de un don solo en muslos de mujer.



Ah! Le poéte


Ah! le poète écrit pour le vide des cieux
Pour bleu que l´hiver ne parvient plus à voir ! il écrit dans la conjuration des silences de neige
Des étouffements de fêtes fallacieuses ! et dans le manque, et dans la matité, chacune de ses lignes est comme s´il n´était pas (et son fin personnage, habillé aux lumières, est comme s´il n´était pas),
Et seul dans la conjuration secrète et admirable, regardez-le plaider pour ses amours bizarres
Quand nul n´osa pour lui le courage d´amour :
Alors sur la rive noir des vents fabuleux et des sommeils d´algues, et sous le poids très doux des tempêtes de brume,
Il enferme le mot dans la bouteille verte,
Cloches de désespoir et d´horribles engrumes !
Il jette à la vague supérieure une bouteille sans action, sans force et sans direction qui atteindra le plan d´amour
Un jour, hors de beauté, hors de gloire, hors de jour.



¡Ah! El poeta


Ah, el poeta escribe para el vacío de los cielos
¡Puro azul que el invierno no logra ver más! Escribe en la conjuración de los silencios de nieve,
¡en los ahogos de las fiestas falaces! y en la carencia y en la opacidad, cada una de sus líneas es como si no estuviera (y su fino personaje, a la luz vestido, es como si no estuviera)
Y sólo en la conjuración secreta y admirable, véanlo defender sus amores extraños
Cuando en su lugar nadie tuvo coraje de amor
Entonces en la orilla negra de los fabulosos vientos y delos sueños de algas, y bajo el peso dulcísimo de tempesta desde bruma
Encierra la palabra en la botella verde,
Campanas de desesperanza y de horribles grumos
Lanza a la ola superior una botella sin acción, sin fuerza y sin dirección que alcanzará el nivel de amor
Un día, fuera de toda belleza, de toda gloria, de todo día.









De Las bodas a Tiniebla

Antología poética 1925-1966
Traducción de Valeria Melchiorre y Ricardo H. Herrera
Huesos de Jibia, 2016

"De Las bodas a Tiniebla. Antología poética 1925-1966", de Pierre Jean Jouve

El libro fue prologado por Valeria Melchiorre; y traducido por Melchiorre y Ricardo H. Herrera.

"Entre el exceso y la ascesis se debate la experiencia poética de Jouve; asimismo, una vía que atraviesa las tinieblas en sentido de la luz; o el descenso necesario para el ascenso, que es común al trayecto del inconsciente y al de los místicos. Se vuelve factible consumar de este modo, en y por la escritura, todo intento de unión; incluso el del psicoanálisis y el cristianismo. ¿No reviste acaso el camino hacia lo alto todas las características de lo que Freud llamó sublimación? ¿Qué otra cosa sintetiza, si no, el binomio del título Materia celeste? Podrán conciliarse, a su vez, el pecado y el inconsciente: ambos allí insistiendo desde el origen, craso trasfondo donde priman el deseo y la muerte, o fase que jhay que transitar para alcanzar la redención".

Valeria Melchiorre

un poema de su libro Melodrama (1956-1958):

Tu negra flor igual al duro sol poniente
Tu seno más pulido que la piedra del sueño,
Tus ingles de perfume moreno separando
Las columnas del lugar de tu rara vergüenza
Como rosa que oculta todo un mármol veteado;
Y tu forma en un duelo ignorado tendida
Cual travesía de ángeles desnudos en el éter
Que atrae nuestras miradas con místico pavor:
Todo el ser que te es propio parecía exceder
Al hechicero vacuo de una música fría
Ciego en su plantación, o tal vez con oscuro
Asentir de los ojos, esclavitud futura.




Amarillo

El monte tiene gracias pavorosas
Allí el que pasa mide sus antiguos pecados.
¿Quién puede apreciar su espesura
Y resistir el contoneo lascivo de sus laderas?
El dilema desciende con la noche
Los eucaliptos cantan en el corazón de las haciendas
El sol es siempre el mismo en el ocaso
Está obligado a ver el que pasa rendido
Para ver los ocasos ha nacido.


Quema estos corazones don de sílex

Estas almas de las vigas de acero, de billetes de banco
Estos personajes no son verdaderos, quema sus muñecos
Estoy tan abajo ves tú que por eso el cielo está ultrajado.


Ella despierta y lanza un olor animal

A las joyas falsas cerca de su mano terrible
Y roja y al último sobresalto
Del lecho de su sueño
Ella escucha ya las máquinas golpeando
Sobre ella, sobre la piel
Que un sucio gozo nocturno ha querido distraer.


Pero puras las ideas

Permanecen juntas sin ardor sexual
En el lugar mismo donde deben generarse
La alegría y el amor.
Las ideas agitando lentamente sus párpados
Llenos de pestañas tiernas como los bosques.


Gargajos

Los gargajos sobre el asfalto me hacen pensar
En la cara de las santas impresas sobre el velo.


Interior exterior

Oímos en el fondo de nosotros
Generarse lo extenso los llanos las montañas
Lagos mares azules de suntuosos colores
Desplaza un sitio al otro en el hueco del alma;

¡Circo de circos de oro! Erramos por lugares
Tan profusos que el éter al que aspiramos huye,
Lloramos los amores dejados en las rocas
Azules o en ciudades con albergues sombríos,

Lamentamos, deseamos; hasta el día entrevisto
En que todo se abisme y dejemos la escena
La escena que persiste carnal en sus amores.

Hace tiempo que vivo y me debato
Entre aquellas dos formas unidas hasta el fin


En una lucha a muerte con la eterna belleza.



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