martes, 3 de enero de 2012

MANOEL DE BARROS [5.590] Poeta de Brasil




Manoel de Barros

Manoel Wenceslau Leite de Barros (Cuiabá, Mato Grosso, 19 de diciembre de 1916 − Campo Grande, Mato Grosso del Sur, 13 de noviembre de 2014).
Fue un poeta brasileño del siglo XX, cercano de la vanguardias europeas de principios del siglo y del primitivismo vanguardista de la «Poesía Pau-Brasil» y la «Antropofagia» de Oswald de Andrade. Es una de las grandes voces de la poesía brasileña contemporánea.1

Desde 1937, ha escrito catorce libros de poesía y recibido varios premios literarios, entre ellos dos veces el Prêmio Jabuti (Premio tortuga), el más reconocido de la literatura de Brasil hoy.
Es el más aclamado creador de la poesía brasileña contemporánea en los círculos literarios. Sobre él, el crítico y filólogo brasileño Antônio Houaiss ha dicho "...Manoel de Barros es un usuario o usante o utilizante o creante de palabras —habidas, habientes, habibles — que sangran, sonríen, se desvergiüenzan, juguetean, lirizan, luziluminan; que convida al lector a gozar — en la rudeza de la vida que corre — la infinita gracia de disponibilidad mental para el gratuito absoluto....2 Carlos Drummond de Andrade se negó el título de "el más grande poeta vivo de Brasil" en favor de Manoel de Barros.3
También ha recibido importantes premios por obras de ficción para niños.

Traducciones
Es conocido en España gracias a la antología Todo lo que no invento es falso (2002, Diputación Provincial de Málaga), en traducción de Jorge Larrosa, y, en catalano, la antología-entrevista que llevó a cabo el poeta Albert Roig, Riba del dessemblat (2005, Lleonard Muntaner, Editor), quien encontró conexiones telúricas entre el Ebro y el Pantanal de Barros.
También se ha traducido su poesía en Alemania, en edición de la revista Alkzent, en el 1996, con el título Das Buch der Unwissenheiten, y en francés con el título Les paroles sans limite, en el 2003.

Obras

1937 — Poemas concebidos sem pecado
1942 — Face imóvel
1956 — Poesias
1960 — Compêndio para uso dos pássaros
1966 — Gramática expositiva do chão
1974 — Matéria de poesia
1980 — Arranjos para assobio
1985 — Livro de pré-coisas
1989 — O guardador das águas
1990 — Gramática expositiva do chão: Poesia quase toda
1993 — Concerto a céu aberto para solos de aves
1993 — O livro das ignorãças
1996 — Livro sobre nada
1996 — Das Buch der Unwissenheiten - Edición de la revista alemana Alkzent.
1998 — Retrato do artista quando coisa
2000 — Ensaios fotográficos
2000 — Exercícios de ser criança
2000 — Encantador de palavras - Edición portuguesa
2001 — O fazedor de amanhecer
2001 — Tratado geral das grandezas do ínfimo
2001 — Águas
2002 - Todo lo que no invento es falso - Antologia editada en Castellano.
2003 — Para encontrar o azul eu uso pássaros
2003 — Cantigas para um passarinho à toa
2003 — Les paroles sans limite - Edición francesa
2003 — Todo lo que no invento es falso - Antologia editada en España
2004 — Poemas Rupestres
2005 — Riba del dessemblat. Antologia poètica — Edición catalã (2005, Lleonard Muntaner, Editor)
2005 — Memórias inventadas I
2006 — Memórias inventadas II
2007 — Memórias inventadas III
2010 — Menino do Mato
2010 — Poesias Completas

Prêmios

1960 — Prêmio Orlando Dantas - Diário de Notícias, con el libro Compêndio para uso dos pássaros;
1966 — Prêmio Nacional de poesias, con el libro Gramática expositiva do chão;
1969 - Prêmio da Fundação Cultural do Distrito Federal, con el libro Gramática expositiva do chão.
1989 — Prêmio Jabuti de Literatura, categoría libro de poesía, com el libro O guardador de águas;
1990 — Prêmio Jacaré de Prata da Secretaria de Cultura de Mato Grosso do Sul como mejor escritor del año;
1996 — Prêmio Alfonso Guimarães da Biblioteca Nacional, con el libro Livro das ignorãnças;
1997 — Prêmio Nestlé de Poesia, con el libro Livro sobre nada;
1998 — Prêmio Nacional de Literatura do Ministério da Cultura, por el conjunto de la obra;
2000 — Prêmio Odilo Costa Filho - Fundação do Livro Infanto Juvenil, con el libro Exercício de ser criança;
2000 — Prêmio Academia Brasileira de Letras, con el libro Exercício de ser criança;
2002 — Prêmio Jabuti de Literatura, categoría libro de ficción, con el libro de poesía O fazedor de amanhecer;
2005 — Prêmio Associação Paulista de Críticos de Arte 2004 de mejor poesía, con el libro Poemas rupestres;
2006 — Prêmio Nestlé de Literatura Brasileira, com o livro Poemas rupestres;








Traducción (inédita) de Teresa Arijón



Autorretrato hablado

Vengo de un Cuiabá garimpo y de callecitas tortuosas.
Mi padre tuvo un puesto de bananas en el Beco da
           Marinha, donde nací.
Me crié en el Pantanal de Corumbá, entre animales del
           suelo, personas humildes, aves, árboles y ríos.
Aprecio vivir en lugares decadentes por puro gusto
           de estar entre piedras y lagartos.
Hacer apreciar lo despreciado es algo que me place.
Ya publiqué 10 libros de poesía; al publicarlos me
           siento como deshonrado y huyo al Pantanal
           donde soy bendecido a garzas.
Me busqué la vida entera y no me encontré — por eso
           fui salvado.
Descubrí que todos los caminos llevan a la ignorancia.
           No fui a parar a la alcantarilla porque heredé
           una chacra de ganado. Los bueyes me recrean.
¡Ahora soy tan ocaso!
Estoy en la categoría de sufrir de moral, porque sólo
           hago cosas inútiles.
En mi morir hay un dolor de árbol.





En las Metamorfosis, en doscientas cuarenta fábulas,
           Ovidio muestra seres humanos transformados en
           piedras, vegetales, animales, cosas.
Un nuevo ejercicio sería que los entes ya transformados
           hablaran un dialecto cosal, larval, piedral etc.
Nacería un lenguaje madrugante, adánico, edénico,
           inaugural –
que los poetas aprenderían – siempre y cuando volvieran
           a los niños que fueron
           a las ranas que fueron
           a las piedras que fueron.
Para volver a la infancia, los poetas también tendrían
           que reaprender a errar la lengua.
¿Pero esto es una invitación a la ignorancia?
¿A inocular el idioma en los mosquitos?
Sería una demencia peregrina.



El río que daba la vuelta detrás de nuestra casa era
           la imagen de un vidrio blando que daba la vuelta
           detrás de la casa.
Después pasó un hombre y dijo: esa vuelta que da
           el río detrás de tu casa se llama ensenada.
Ya no era la imagen de una culebra de vidrio que
           daba la vuelta detrás de casa.
Era una ensenada.
Creo que el nombre empobreció la imagen.



El proveedor

Andar a tontas y a locas es cosa de ave.
Mi abuelo andaba a tontas y a locas.
No servía para casi nunca.
Pero sabía el nombre de los vientos
y todos los silbidos para llamar a los pájaros.
Ciertas palomas lo tomaban por techo y pasaban
las tardes frecuentando su hombro.
Mi abuelo decía cosas poco sesudas:
           que lo habían elegido para ser árbol.
Lirios lo meditaban.
A mi abuelo lo tomaban por tonto
porque cada mañana daba los buenos días
a los sapos, al sol, al agua.
Pienso que era proveedor de poesía como las aves
y los lirios del campo.






TEXTOS EN ESPAÑOL
Traducción de Clara Aguilar



CUADERNO DE APUNTES


Debo hablar ahora de mí,
eso serií un paso en la dirección del silencio...
SAMUEL BECKET en El innombrable.


I.
Dejé a un ave amanecerme.


II.


Cada vez que la mañana está siendo comenzada en mis
ojos, es así...


Esa luz empozada en cilantrillos.


Los cilantrillos son ciegos.
Ninguna flor protege el silencio como ellos,


Oh la luz de la mañana empozada en los dlantrillos!


III.


Lozanía de las garzas en la mañana,


IV


El sinsonte de septiembre tiene rocío en la voz.
De mañana él recita el sol.


V


Cuando yo nací
el silencio fue aumentado.
Mi padre siempre entendió
Que yo era torcido
Mas siempre me enderezó.


Pasé años buscándome por lugares ningunos.
Hasta que no me hallé —y fui salvo.
A veces caminaba como si fuese un bulbo.


VI.


Ayer pasó por aquí un ancestro mío, que solfeaba a Bach:
"Quédese con nosotros, Señor, que la noche llega."
El cantaba así en las carreteras más polvorientas.
Y aquellas mariposas sobre unos ramos de tomillo
cantaban con él.


Atrás de nuestra casa trabaja un río.
El aluminio de los peces vislumbra.




VIII. (recuerdo)


Pasó por dentro de la Plaza, hizo una belleza con el rostro,
y me vio.


Dijo que tenía tino para el piano; mas sólo tocaba mariposas...
Bichito contráctil:
A las primeras caricias en el pelo la valva se abría.
Usaba glicinas en el pubis.
Los ojos manchados de sueños.


IX.


Ahora estoy sofñdo de glicinas.


X.


He aqui la guacharaca —un pájaro sin industria.
El pasado oscuro de ella es un río.
Su voz tiene un sonido vegetal.


XI.


No sé bien de qué color es el color del amaranto.
Mas por el amar y por el canto queda bien ese amaranto
ahí (mejor que si yo usase perpetua, que es otro nombre
que se pone a esa flor).
Amaranto murmura mejor.


XII.


Descendió un tedio de verbena en mí.


XIII.


Ciertas palabras tienen ardores; otras, no.
La palabra jacaré hiere la voz.
Es como descender arañado por las escarpas de un serrucho.
Es nombre con verdín de lodo en el cuero.
Además de eso es agríope (que tiene ojo asustador).
Ya la palabra garza tiene para nosotros una sombra de silencios...
Y el azul la destaca!


XIV (recuerdo)


Entré en la Villa do Livramento (Villa de Nossa Senhora
do Livramento —completo) cabestreando una yegua
resabiada.
En el Largo do Tanque, donde existe todavía hoy una Iglesia
Romana, la yegua paró.
Resabiada.
El sacristán apareció (cabestreaba un caballo).
Aquella verga del caballo por detrás en la yegua adentro,
yo vi de cerca.
Mi ojo se crepusculó.
Una araña estornudo personalmente.
Dio para aprender la concepción sin leer el Pentateuco.


XV


Dentro del abandono de mi boca hay una lujuria.


XVI.


Vi un incendio de girasoles en el alma de una babosa.


XVII.


Ahondo un poco el río con mis zapatos
Despierto un sonido de raíces con eso
La altura del sonido es casi azul.


XVIII.


Una palabra está naciendo
En la boca de un niño:


Mas atrasada que un murmullo.
No tiene historia ni letras—
Está entre el croar y el arrullo.


XIX.


De tarde el horizonte hace muelle mi ojo.
Pone brea.
De mañana hago abluciones con rocío.


XX.


En el ojo dorado de los sapos la primacía es de las flores.
Ellos tienen una virtud para las hortensias.


XXI.


El tordo guarda en el ojo
andrajos de jardines.
Su canto entretanto es límpido.


XXII.


Hallé entre las pertenencias de Bernardo un jarrón para
coger lluvias, un cachimbo
y un rostro de insecto colgado en el pantalón.
Bernardo tiene fe casi así de molusco.
Para saber de los pajaritos sólo necesita de sus ignorancias.


XXIII.


Vi un agua viciada de mar!
Mis ocasos mudaron de aves?


XXIV.


Oigo una frase de guacharaca: en-en? só-jó? ajé jan? jum?...
No tuve preparatoria en lenguaje de guacharaca.
Escribi su nombre así . Más puede una palabra llegar
a la perfeccion de tornarse un pájaro?
Antiguamente podía.
Las letras aceptaban pájaros.
Los árboles servían de alfabeto para los Griegos.
La letra más bonita era la (palmera).
Garrapateé mis pájaros hasta la última naturaleza.
Noté que descubrir nuevos lados de una palabra era lo
mismo que descubrir nuevos lados del Ser.
Los paisajes comían en mi ojo.


XXV (recuerdo)


Cerca del río tengo siete años.
(Pienso que el río me hermoseaba.)
Hallo vestigios de una voz de pájaro en las aguas.
Viajo en tren para el Internado.
Voy conversando pajaritos por la ventana del tren.
Un bedel raspó la cabeza de mi hermano en el internado.
Había un muro lleno de obstáculos.
Libertad había de ser saltar aquel muro.
Del otro lado habïa un pomar donde los mozos y las mozas
se encontraban y hacían hijos.
Nosotros nos manoseábamos.
En la Iglesia los padres reunían a los alumnos e intentaban
hablar en serio.
Pero yo siempre hallé mucha gracia cuando las personas
están hablando en serio.
Creo que ese es un defecto mïo visceral.


XXVI.


Después que atraviesen el muro y la tarde los caracoles
desistirán.
A veces desisten a la mitad.
Desisten de repente, porque se les acaba por dentro la baba
con que sangran sus caminos.
Vienen los niños y los arrancan de la pared huecos.
Y con hormigas por dentro paseando en sus restos de carne.
Esas hormigas son indóciles de huecos.
Ah, como serán ardientes en los caracoles los deseos de volar!


P.S.: Caracol es una soledad que anda en la pared.


XXVII.


Felpa
en el ojo de los pájaros.
Y este invierno que no acaba!


XXVIII.


Lodos ciñen mi exilio
Me desean
Intentan verdecer mis pies.
En sus piedras moran mis indicios.


XXIX.


La línea del horizonte casi roja
se estiraba desde una parte al este del cerro hasta una garza
real en la vera del río.
Un escarabajo intentaba alcanzar esa linea del horizonte
con sus ganchos de atrapar moscas.
Beligeraba como un guerrero medieval.
Luego después la linea oscureció.
Encontramos al escarabajo atrás de casa con las patas para
arriba.
Preguntaba: —Donde están los despojos del día?


XXX.


Detrás del vuelo de los patos siguen los restos del día...


XXXI.


Contemplo los engranajes de un muladar:
vísceras de colchones, cajones, tripas de aves etc.
La tripa es insigne!
Seduceme esa unión rastrera de las tripas con el musgo.
Seduceme el trono de los insectos.


XXXII.


Hay en los poetas un aura de vertedero?


XXXIII. (recuerdo)


Un sujeto tenía una pierna de palo.
Su andar era oblicuo.
Su boca alcanzaba el canto.
Para avanzar en el puente, tenía que atravesar el río.
El río doblaba una pierna para que él pasara; mas él no
doblaba su pierna para pasar el rio.
De forma que nosotros, desde el barranco, permanecíamos,
de un modo asqueroso, esperando.
Era preciso amarrar una cuerda en la cintura del hombre y
después halar.
El hombre atravesaba el n
río como un pez arponeado por el
medio.
Pocos entendían casi nada; mas yo entendía un poco menos.
(Es así. Los desechos, al principio, no pasaban de restos de
hierba seca; después se tornanan la imagen de un pobre
hombre a la vera de un vertedero.)


Ese cojo era un pobre hombre a la vera de un vertedero.


XXXIV (recuerdo)


En 1912, -
Entré a una secta desactivada cuyos miembros un poco
dementes
Se ocupaban de oír resonancias de ellos mismos en las
palabras
(igual que los loquitos cuando oyen paredes)
Comencé a saber menos sobre mis desencuentros.
Una porción de lodo forzó para abajo mi voz.
Aprendí que en el oscuro veo mejor
El rocío bendijo mi ojo.


P.S.: Ese es un trecho de la autobiografia
religiosa que estoy escribiendo para adornar la
noche de mi bien.


XXXV


La avispa amaneció
mojada sobre el vertedero.
El vuelo no aguanta más con ella.


XXXVI.


La voz de un pajarito me recita.


XXXVII.


Las guacamayas rayan las extensiones...


XXXVIII.


Hay por la tarde una disipación de aves.


XXXIX.


Vi la mosca de tul sempiterna
(Opulento conmigo ese rayo de luna...)
Vi un reptil de encajes y alamares
Las larvas de uniforme
Cucarachas de tocas pretextas
La brisa presa en el algodón
Y la vida de los prepucios minerales


XL.
Vi la tarde corriendo de los perros...


XLI.
Encolaban anémonas en el sol!


XLII.


Vi un éxtasis en el cisco!


XLIII.


Llegan las golondrinas con vestigios de lluvias.
Ellas me desempeñan?


XLIV


Amúranse babosas frías en mis consonantes labiales.


XLV


Fui convidado por las aves para ser árbol.
Yo sufro preferencia por las piedras.


XLVI.


Crece una ascesis en mi cuaderno.


Voy a vender espinazo de mosca
en el Helesponto?


XLVII.


Abejas novembrinas murmuran mi ojo.


XLVIII.


Sé de conchas en mí oyendo himnos.
Estoy en vano.


XLIX.


Los cerros se agolondrinan largamente...
Yo me horizonto.
Yo soy el horizonte de esas garzas.


L.


Oh azaleas vehementes! Fin.




Extraídos da revista DESHORA Revista de Poesía. No. 8 Octubre de 2001 (Medellin, Colombia)










TEXTOS EM PORTUGUÊS 


Veja também POESIA INFANTIL


SÓ DEZ POR CENTO É MENTIRA - A DESBIOGRAFIA OFICIAL DE MANOEL DE BARROS - Filme de Pedro Cezar, LEIA A RESENHA


MANOEL DE BARROS




Parece que o poeta serve para desacomodar as palavras. Não deixar que as palavras se viciem no mesmo contexto. Usar as palavras para ampliar o mundo há de ser outro milagre da poesia. Celebrar moscas é um exemplo de como podemos ampliar o mundo. Uma das regras importantes da poesia é não ser demonstrativa. Poesia não presta para demonstrar nada. Ela só presta para dar néctar. MANOEL DE BARROS em entrevista "metapoética" a Douglas Diegues (DIEGUES, Douglas. Silêncios, nadas e borboletas. Uma entrevista de Manoel de Barros a Douglas Diegues.Edição do autor, limitadíssima, s.d..






MENINO DO MATO
De
Manoel de Barros
MENINO DO MATO
Imagem da capa: Marta Barros
São Paulo: Leya, 2010
ISBN 978-85-62936-15-9


"O melhor do mesmo... é o que se pode dizer do novo livro de Manoel de Barros, lançado em fevereiro de 2010 pela editora Leya que está entrando no mercado brasileiro. Manoel de Barro é incontaminado — dizem que não lê os outros poetas, menos os contemporâneos — e sempre fiel a um estilo muito próprio que ele desdobra e aperfeiçoa, até para dizer o que já vem dizendo em livros anteriores. Consegue ser original sobre um caminho trilhado, mas certamente inesgotável. Todo mundo já escreveu sobre ele. Basta-nos reafirmar o interesse permanente por sua criação literária, que é a simplicidade das coisas complexas ou, pelo oxímoro, a complexificação do simples, pela inventividade sobre o que parece banal. O fragmento que escolhemos é justamente uma reflexão da própria poesia, nas alturas da metapoesia do chão." Antonio Miranda




IV


Lugar mais bonito de um passarinho ficar é a palavra.
Nas minhas palavras ainda vivíamos meninos do mato,
um tonto e mim.
Eu vivia embaraçado nos meus escombros verbais.
O menino caminhava incluso em passarinhos.
E uma árvore progredia em se Bernardo.
Ali até santos davam flor nas pedras.
Porque todos estávamos abrigados pelas palavras.
Usávamos todos uma linguagem de primavera.
Eu viajava com as palavras ao modo de um dicionário.
A gente bem quisera escutar o silêncio do orvalho
sobre as pedras.
Tu bem quisera também saber o que os passarinhos
sabem sobre os ventos.
A gente só gostava de usar palavras de aves porque
eram palavras abençoadas pela inocência.
Bernardo disse que ouvira um vento quase encostado
nas vestes da tarde.
Eu sonhava de escrever um livro com a mesma
inocência com que as crianças fabricam seus navios
de papel.
Eu queria pegar com as mãos no corpo da manhã.
Porque eu achava que a visão fosse um ato poético
do ver.
Tu não gostasse do caminho comum das palavras.
Antes melhor eu gostasse dos absurdos.
E se eu fosse um caracol, uma árvore, uma pedra?
E se eu fosse?
Eu não queria ocupar o meu tempo usando palavras
bichadas de costumes.
Eu queria mesmo desver o mundo. Tipo assim: eu vi
um urubu dejetar nas vestes da manhã.
Isso não seria de expulsar o tédio?
E como eu poderia saber que o sonho do silêncio era
ser pedra!






PARA CONCLUIR, ABRINDO HORIZONTES


Manoel de Barros é efetivamente um milagre como criador. Perdão, como Criador. A gente acha que êle vai estagnar no pantanal da poesia, com uma fórmula repetitiva, mas ele alça vôos de descontinuidade na continuidade de seu estilo. Até as repetições são originais! Sutilmente, ele vai se renovando, ampliando-se, afundando na sua linguagem-coisa disparatada e – valha o oximoro! – lúcida... Ou seja, é mesmo um gênio. Vejam, para concluir, o seguinte metapoema em que se define e define, com ironia mordaz, a arte do poeta... Antonio Miranda


Manoel de Barros
Manoel de Barros
POESIA COMPLETA
São Paulo: Leya, 2010
Capa, projeto gráfico e paginação de Regina Ferraz.
Imagem da capa: Martha Barros
493 P. ISBN 978-85-62936-14-2


A editora portuguesa Leya chegou ao Brasil com tudo! Através de Textos Editores Ltda, começou publicando algumas obras de nosso querido e festejado Manoel de Barros. Inclusive uma edição bem cuidada da POESIA COMPLETA (até quando) do grande poeta panteneiro. Uma festa para os admiradores e colecionadores de exemplares da vasta obra do "poeta passarinho" (como eu o chamo...). Embora existam edições novas e reedições de seus títulos mais conhecidos, para adultos e para crianças (aliás a obra dele é de uma criança que escreve para adultos...). Fica aqui o registro e os agradecimentos dos admiradores desta figura ímpar de nossas letras.
Antonio Miranda




A disfunção




Se diz que há na cabeça dos poetas um parafuso de a menos
Sendo que mais justo seria o de ter um parafuso trocado do que a menos.
A troca de parafusos provoca nos poetas uma certa disfunção lírica.


Nomearei abaixo 7 sintomas nos poetas dessa disfunção lírica.


1 - Aceitação da inércia para dar movimento às palavras.


2 - Vocação para explorar os mistérios irracionais.


3 - Percepção das contigüidades anômalas entre verbos e substantivos.


4 - Gostar de fazer casamentos incestuosos entre palavras.


5 - Amor por seres desimportantes tanto como pelas coisas desimportantes.


6 - Mania de dar formato de canto às asperezas de uma pedra.


7 - Mania de comparecer aos próprios desencontros.




Essas disfunções líricas acabam por dar mais importância
aos passarinhos do que aos senadores.






Manoel de Barros, Tratado geral das grandezas do Ínfimo




AUTO-RETRATO
(Autorretrato)
[fragmentos]


Escrevi 14 livros
E deles estou livrado.
São todos repetições do primeiro.
(Posso fingir de outros, mas não posso fugir de mim).


ARTE DE INFANTILIZAR FORMIGAS


1.


As coisas tinham para nós uma desutilidade poética.
Nos fundos do quintal era muito riquíssimo o nosso dessaber.
A gente inventou um truque pra fabricar brinquedos com palavras.
O truque era só virar bocó.
Como dizer: Eu pendurei um bentevi no sol...
O que disse Bugrinha: Por dentro de nossa casa passava um rio inventado.
O que nosso avô falou: O olho do gafanhoto é sem princípios.
Mano Preto perguntava: Será que fizeram o beija-flor diminuído só para ele voar parado?
As distâncias somavam a gente para menos. O pai campeava campeava.
A mãe fazia velas.
0eu irmão cangava sapos.
Bugrinha batia com uma vara no corpo do sapo e ele virava uma pedra.
Fazia de conta?
Ela era acrescentada de garças concluídas.






DESEJAR SER


7.


Sei que fazer o inconexo aclara as loucuras. Sou formado em desencontros.
A sensatez me absurda.
Os delírios verbais me terapeutam.
Posso dar alegria ao esgoto (palavra aceita tudo).
(E sei de Baudelaire que passou muitos meses tenso porque não encontrava um título para os seus poemas.
Um título que harmonizasse os seus conflitos. Até que apareceu Flores do mal. A beleza e a dor.
Essa antítese o acalmou.)


As antíteses congraçam.






COISAS MANSAS


Coisas mansas, de sela, andavam por
ali bebendo água ...
Ventava
sobre azaléias
municípios.


Ventinho de pêlo!
Monto nele e vou
experimentando a manhã nos galos ...


Ó este frescor! como um afluente
de tua boca ...




PÁSSARO




Rios e mariposas


Emprenhados de sol


Eis um dia de pássaro ganho


-----------------------------------------------------------------------------------------------
MUNDO PEQUENO


I
O mundo meu é pequeno, Senhor.
Tem um rio e um pouco de árvores.
Nossa casa foi feita de costas para o rio.
Formigas recortam roseiras da avó.
Nos fundos do quintal há um menino e suas latas maravilhosas.
Seu olho exagera o azul.
Todas as coisas deste lugar já estão comprometidas com aves.
Aqui, se o horizonte enrubesce um pouco, os
besouros pensam que estão no incêndio.
Quando o rio está começando um peixe,
Ele me coisa
Ele me rã
Ele me árvore.
De tarde um velho tocará sua flauta para inverter os ocasos.




VII


Descobri aos 13 anos que o que me dava prazer nas leituras não era
a beleza das frases, mas a doença delas.
Comuniquei ao Padre Ezequiel, um meu Preceptor,
esse garoto esquisito.
Eu pensava que fosse um sujeito escaleno.
— Gostar de fazer defeitos na frase é muito saudável,
o Padre me disse.
Ele fez um limpamento em meus receios.
O Padre falou ainda: Manoel, isso não é doença,
pode muito que você carregue para o resto da
vida um certo gosto por nadas...
E se riu.
Você não é de bugre? — ele continuou.
Que sim, eu respondi.
Veja que bugre só pega por desvios, não anda em estradas —
Pois é nos desvios que encontra as melhores surpresas
e os ariticuns maduros.
Há que apenas saber errar bem o seu idioma.
Esse Padre Ezequiel foi o meu primeiro professo de agramática.


http://www.antoniomiranda.com.br/poesia_brasis/























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