lunes, 13 de febrero de 2012

JOHANNA ROZO [5.854] Poetas de Colombia



JOHANNA MARCELA ROZO ENCISO

Poeta colombiana (Pamplona, Norte de Santander, 1985). Fundó la tertulia literaria El Túnel, que bajo su dirección ganó en cuatro oportunidades el premio de las mejores tertulias literarias del país según el Ministerio de Cultura y Fundalectura. Contadora pública de la Universidad de Pamplona, donde reside y dirige el taller literario y el programa radial Rayuela (Radio Unipamplona 94.9), desde el cual ha impulsado iniciativas como “Al margen de la ruta”, primer Festival de Poesía de Pamplona, y gestionado el concurso “Nuevas letras de nuestra ciudad”. Poemas suyos aparecen publicados en el diario La Opinión y en revistas como Contexto y Árcades, de Medellín. Ha publicado el poemario Al otro lado del asfalto (Editorial Java, 2007).




Homenaje a la tristeza


No llegues tarde
Porque tal vez
Los ojos ya estén cansados
De verter su sangre.
No llegues tarde
No esperes a que el tiempo
Cobije a la amargura
Exiliando sin pudor y
Con ambigua sutileza
Al cansado amor.
No llegues tarde
Porque entonces
Los fracasos tendrán nombre
Y las alegrías serán
Discretas fotografías
En blanco y negro.
No llegues tarde, muerte,
No llegues tarde
Y si puedes ahora mismo
Adelanta tu reloj
Que iré detrás de ti
Como Eurídice detrás de Orfeo.


Petición



No convoques
Al puerto aciago
Donde sólo llegan
Las falsas confesiones.
Ni al miedo turbio
Ni al espanto equivocado.
No invites
Al territorio impune
Donde se acostumbró
A vivir tu voz
Embriagada de dolor.
No convoques
La razón villana
Que recluta nombres
Para dejarlos
Sin remordimiento
A la intemperie.





Eterno Caín



Prefiero el sigilo
De los acantilados
Y las calles húmedas
Bajo mis pasos
Que los ojos impávidos
Ante el terror del mundo.
Prefiero un lejano verso
En la boca lacerada
De un dios arrepentido
Que las palabras extraviadas
De un amigo que no ha sido.
Prefiero el desconsuelo de la soledad
El acervo de la tristeza y
El sollozo incesante de los huesos
Que la mano que me ofreces
Para llevarme camino al hades.



Utilidad del oficio


Para afrontar
La tragedia
De estar siempre
Del lado de la derrota.
Para espantar
A la muerte
Que asoma con cinismo
Su anémico rostro,
A mi abrumado corazón.
Para entender
Que no sé morir
De otra manera
Que el poeta sirve solo...
Para descubrir de a poco
La desolación del mundo.





Y LOS OJOS SE LE LLENARON DE LÁGRIMAS



Esta escondida la tristeza
en algún lugar oscuro


tiene en sus ojos
la expresión singular
del llanto que aún no quiere nacer


va de aquí para allá
viviendo debajo de los parpados secos
o de cristales húmedos por la neblina


cuando llega por la noche
congela la espina dorsal
y se aprieta fuerte en las rodillas


en el día aparece en el espejo
cuando la mujer desnuda ha decido no llorar


ella es una sombra humilde
escondida en una garganta ronca


o en un semáforo con esa canción de fondo
don’t cry… don’t cry.





Johanna ROZO, Pamplona, Norte de Santander (Mayo 29 de 1985). Fundo la tertulia literaria El Túnel que bajo su dirección ganó en cuatro oportunidades el premio de las mejores Tertulias Literarias del país según el Ministerio de Cultura y Fundalectura. Contadora pública de la Universidad de Pamplona, donde reside y dirige el taller literario y el programa radial RAYUELA Desde Rayuela Johanna ha impulsado iniciativas como "Al margen de la ruta" -primer Festival de Poesía de Pamplona y gestionado el concurso "Nuevas letras de nuestra ciudad".. Poemas suyos aparecen publicados en el periódico La Opinión y en revistas como CONTEXTO y ÁRCADES de Medellín. En mayo del 2007 la Editorial Java publica "Al otro lado del asfalto", su primer poemario que consta de treinta poemas en los que -en opinión de Julio César Barrera Vélez quien escribiera el prologo- "la existencia en toda su densidad es leída con el asombro de quien percibe por primera vez la belleza del paisaje o como quien tiembla ante el asalto del primer beso".

Sitio:
www.lenguajedemujer.blogspot.com
E-mail: mujerdeniebla29@yahoo.es



ASFALTO

Al ritmo calcinante
Del caos de la ciudad
Mis pasos se aceleran.
En un día han pasado
Tantos rostros
Donde el milagro
No puso sus manos
Para que me vieran
Al otro lado del asfalto.


CIUDAD

Si pudiera corresponderle
A la mano mendiga que se extiende.
Pero no puedo.
Tengo mis manos ocupadas
Contando en cuanto puedo
Vender mi tiempo.


CAOS

En este corazón
La ausencia ha trazado
Un laberinto oscuro
Donde ni el Minos
Quiere habitar


SENTENCIA

¿Y yo, qué puedo hacer?
Si soy una pobre ficha
De este juego.
Y aun no he podido
Conmover a esta mano
Que nos mueve.


MIEDO

Tengo una herida
Tan honda que no sangra
Y el mundo me cae encima
Como una bandada
De pájaros muertos.
Por eso no insistas
Hoy no esculpiré
Nuestro amor en mi vientre.


A FRIDA KAHLO

Que tu mano
Aún sostenga la mía
A pesar de las grietas
Que trazó el dolor
Significa
Que por fin comprendiste
Que el amor es
El único capaz de humillar
A la muerte.







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