martes, 16 de noviembre de 2010

1925.- OSMAR PISANI


OSMAR PISANI (1936- 2007) - Empieza su vida académica como profesor de Lengua Portuguesa y Literatura Brasileña en el Instituto Estadual de Educación en Florianópolis, Santa Catarina, Brasil, en 1961. Más tarde, participa de la fundación del CEART - Centro de Educación Artística de la UDESC - Universidad del Estado de Santa Catarina, donde da clases de 1974 hasta su jubilación en 1998. Tiene los siguientes libros de poemas publicados: O delta e o sonho, 1964; As raízes do vento, 1976; As paredes do mundo, 1981; Vens volátil como a paisagem de Delvaux, 1996; Victor Meirelles - pieza en tres actos, 2002; Variações lírico-pictóricas sobre o Boi-de-Mamão, 2003; Raízes d'Além Mar, en conjunto con los artistas plásticos Semy Braga y Vera Sabino, 2004. Participa de innúmeras publicaciones con poemas, cuentos y ensayos sobre artes plásticas. Mantiene la columna semanal Artes Visuais en el diario O Estado, de Florianópolis, de 1977 a 1988, y publica innúmeros artículos en diarios locales y nacionales. Miembro de la FUNARTE - Fundación Nacional de Artes de 1981 a 1984. Miembro del Consejo Estadual de Cultura de 1999 a 2006. Integró el ABCA - Asociación Brasileña de Críticos de Arte, desde 1978, recibiendo de esta institución, en 2006, el Premio Mario de Andrade en reconocimiento por su trabajo en pro del arte catarinense.





El Pescador

(Traducción de Antonia Javiera Cabrera)


I

¿El Pescador pesca el dolor?

El Pescador es un soñador
El pescado escaso mide la
gracia de la red en el espacio
dispone el garlito en el hombro
apoyado y el barco un pescado-arco
limita la materia de la red
disuelve sus calcañares
El pescado al fondo es en la 
superficie una sombra distante

II

presiente el pescador y anuncia
en la lectura de la marea
cardume inmenso en el mar
siente el pescado en la arena
y la euforia de tiempos

estallo en la madrugada
amanecen gaviotas
pasan ruidos salinos
el barco marea el pescado

la red es lanzada,
el canto de la bruja
reposa en la piel
tañe el pescado vigilante

forma el cuerpo y el pescado,
salitre que aprieta
acuática saliva
en la boca de la mesa parca

III

reparten la manta abstracta
olas se arrodillan de cansancio
el barco acero
peina el mar en aros
se traga el mar matinal
multiplica reclusión
el pescador vuela
alas abiertas se profundiza
desafía vacantes pertinentes
y él coge pescados en la garganta
de sol de la sal del viento

IV
el pescado consiente:
el espanto el plazo la nostalgia
el pescador es un soñador
renueva la fuerza de los pies
subvuela
el agua en el mástil
ni siente
en la faz-plata
el paño de la vela se deshace

V
¿el pescador pesca el dolor?
Vacila contra la certidumbre del barco
después de la pesca imprecisa
retorna crepuscular
es una piedra tranquila
de mariscos a la espera
aprende todo con el viento
islas y piedras largas
fondo de mar y faros,
náutico, resiste
el día tras día de esta nostalgia.

VI
serenas velas
contemplan el espacio
los nervios del viento
cubren tus manos
y tiran la cuerda transparente
en cuanto la red descansa
¿cómo servir el amor
que no perdura
en esta carta sin rutero?

VII
en el animal alegre
navega blanca agonía
libélula que asiste
a la furia montadaurora
y la coreografía del vértigo
enreda mirada de vidrio desvivido
¿qué ave prende tu condición?
mañana de alas, mañana sin alas
pairas en el propio arco
de tu presencia
y lanzas marino-vientre
otro lance de tedio resequido.

VIII

El tigre de la tarde
devora tus sueños
cargas el crepúsculo
casi nada
entre las manos del día
y el diente claro del sol
que refrange tu carne
tu visión multiplica
las quillas y escamas de aire
miras en el fondo
un cardume de estrellas
tan ágiles tan noches tan mares
y los ojos del viento llevan
tu lance por las honduras en los cabellos del tiempo
regresas ancladero.

IX
incorporas parte del limo-pescado
hesita el musgo
recreando tu faz-fortaleza;
¿qué procesión-marina
abre tus venas
y aboca en el limo inicial?
tu fibra es la demanda
que halaga largas tonturas.

X
es lo de menos tu esquivez.
aire: lámina en tus manos
halaga el bojo de la canoa-pájara,
es claro el tributo de haberes
y la nítida sal que rehace
tu silencio primario
sangre y marea,
circulan en tu desatino áspero.

¡ah! pescador de sueños-boreales...
las rugas y quemaduras 
masticas tu fibra.
aires brujescos
comen tu piel,
bendices con agua y sol
cábala y nuestro señor,
tu eres un ser acuoso
circula el garlito,
el gesto-pájaro
coge el pescado-bailarín,
se viste de estrellas del mar,
inventa el sol en las montañas
el tiempo bueno para pescar
rehace mantas y vigilias
vaga preciso en el oscuro.
mareado es un Soñador
a lo lejos ve la ballena
lleva la canoa para el mar
arponea la propia esperanza.


O Pescador

    

I

O Pescador pesca a dor?

O Pescador é um sonhador
O peixe escasso mede a
graça da rede no espaço
arfa a tarrafa no ombro
apoiada e o barco um peixe-arco
limita a matéria da rede
dissolve seus calcanhares
O peixe no fundo é na 
superfície uma sombra distante

II

pressente o pescador e anuncia
na leitura da maré
cardume imenso no mar
sente o peixe na areia
e a euforia de tempos

estalo na madrugada
amanhecem gaivotas
passam ruídos salinos
o barco mareia o peixe

a rede é lançada,
o canto da bruxa
repousa na epiderme
tange o peixe vigilante

forma o corpo e o peixe,
salitre que aperta
aquática saliva
na boca da mesa parca

III

repartem a manta abstrata
ondas se ajoelham de cansaço
o barco-aço
penteia o mar em anéis
engole o mar matinal
multiplica reclusão
o pescador voa
asas abertas se aprofunda
desafia vagas pertinentes
e ele colhe peixes na garganta
do sol do sal do vento

IV
o peixe consente:
o espanto o prazo a nostalgia
o pescador é um sonhador
renova a força dos pés
subvoa
a água no mastaréu
nem sente
na face-prata
o pano da vela esgarça

V
o pescador pesca a dor?
Vacila contra a certeza do barco
depois da pesca imprecisa
retorna crepuscular
é uma pedra tranqüila
de mariscos à espera
aprende tudo com o vento
ilhas e pedras longas
fundo de mar e faróis,
náutico, resiste
o dia-a-dia desta nostalgia.

VI
serenos velames
contemplam o espaço
os nervos do vento
cobrem tuas mãos
e puxam a corda transparente
enquanto a rede descansa
como servir o amor
que não perdura
nesta carta sem roteiro?

VII
no animal alecrim
navega branca agonia
libélula que assiste
à fúria montadaurora
e a coreografia da vertigem
enreda olhar de vidro desvivido
que ave prende tua condição?
manhã de asas, manha se asas
pairas no próprio arco
de tua presença
e lanças marinho-ventre
outro lance de tédio ressequido.

VIII

O tigre da tarde
devora teus sonhos
carregas o crepúsculo
quase nada
entre as mãos do dia
e o dente claro do sol
que refrange tua carne
tua visão multiplica
as quilhas e escamas de ar
vês no fundo
um cardume de estrelas
tão ágeis tão noites tão mares
e os olhos do vento levam
teu lance pelas funduras nos cabelos do tempo
regressas ancoradouro.

IX
incorporas parte do limo-peixe
hesita o musgo
recriando tua face-fortaleza;
que procissão-marinha
abre tuas veias
e emborca no limo inicial?
tua fibra é a demanda
que afaga longas tonturas.

X
é o de menos tua esquivança.
ar: lâmina em tuas mãos
afaga o bojo da canoa-pássara,
é claro o ônus de haveres
e a nítida salsugem que refaz
teu silêncio primário
sangue e maresia,
circulam em teu desatino áspero.

ah!pescador de sonhos-boreais...
as rugas e queimaduras 
mastigas a tua fibra.
ares bruxentos
comem tua pele,
benzes com água e sol
cabala e nosso senhor,
tu és um ser aquoso
circula a tarrafa,
o gesto-pássaro
colhe o peixe-bailarino,
veste-se de estrelas do mar,
inventa o sol nas montanhas
o tempo bom pra pescar
refaz mantas e vigílias
vaga preciso no escuro.
mareado é um Sonhador
ao longe vê a baleia
leva a canoa pro mar
arpoa a própria esperança.


El poeta en la Isla
Por Lênia Pisani Gleize * y Antonia Javiera Cabrera Muñoz *


Osmar Pisani es, antes de todo, un poeta. Un poeta intenso. Trae en su texto las inquisiciones pertinentes a su humanidad, a su finitud. Pero nunca abandona su lugar, pues necesita el mar, las montañas verdes que se sumergen en el mar de la Isla de Santa Catarina, para sentirse en el mundo. En el poema "O Pescador" (Raízes do Vento, 1976), se vuelve para la temática de la Isla de Santa Catarina, o, ciudad de Florianópolis, ubicada en el Océano Atlántico, litoral sur de Brasil, estado de Santa Catarina, en la figura simple del pescador artesanal, que pesca para vivir: come y vende o cambia su pescado, actitud ancestral iniciada en los Azores, Portugal, donde detiene sus más profundas orígenes. Entonces, la mirada comungante entre el pescado y la persona, se hace identidad con el destino humano, cualquier uno: el pescador repite, diariamente, el acto de pescar, con eso y por eso vive, ejerce la vida, acepta su sino.

Por la Isla pasaron muchos navegadores para descansar del largo viaje, retirándose después de ello. Entre otros, aportaron en la Isla Ruy Coschera, castellano, en 1536, procurando en ella establecerse. También Gonzalo Mendoza, sobrino de Don Pedro de Mendoza, fundador de Buenos Aires, que por orden de este llegó a la Isla a fin de abastecerse de insumos. En ese entonces ya existían plantaciones. Álvar Núñez Cabeza de Vaca llegó a la Isla en 2 de noviembre de 1540, con una expedición de 400 hombres y 46 caballos, destinada a socorrer a los españoles de Asunción. Al año siguiente, Cabeza de Vaca toma el rumbo de Paraguay, por tierra, dirigiendo por las praderas su pequeño ejército.

El camino hecho por el pueblo azoriano para desembarcar en Santa Catarina, en el siglo XVIII, ciertamente debe haberse revestido de mucho dolor y aprehensión. Pero, lo que esos inmigrantes plantaron en la cultura brasileña, especialmente de Florianópolis, cruzó siglos y continúa rindiendo buenos frutos, influenciando todavía hoy el escenario cultural de la región, como la tradición de la artesanía azoriana, que se hace apreciar en los tranzados de red, riendas "de bilro" y tramoyas, tapizarías de telar y en la confección de esteras, balayos y gayolas. Los platos hechos a base de pescados, moluscos y crustáceos enriquecen la culinaria de la Isla y del continente. En las danzas y holguedos, los ejemplos más vivos de esa tradición están presentes en la danza de "pau de fita" y en el holguedo del "boi mamão". La religiosidad también acompañó la gente azoriana, por eso las fiestas religiosas continúan siendo uno de los valores más expresivos de su cultura. De entre estas fiestas, vale resaltar la fiesta de "Nossa Senhora dos Navegantes", la "Procissão do Senhor Jesus dos Passos", la fiesta del "Divino Espírito Santo" y el "Terno de Reis".

La literatura se ha enriquecido con las "quadrinhas", el "pão-por-Deus", los proverbios, las cantigas y leyendas. No nos olvidando también del lenguaje oral, marca registrada del florianopolitano y que se caracteriza por un sonido cantado y por una alta velocidad de flexión de voz.

Por fin, se dice, como en el poema de Osmar Pisani, que un poco del alma azoriana por aquí quedó.

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* Lênia Pisani Gleize, nacida en Florianópolis, Santa Catarina, Brasil, es licenciada en Letras (Portugués e Inglés) por la Universidad Federal de Santa Catarina, máster en Literatura Inglesa por la UFSC y doctoranda en Literatura por la misma Universidad desde marzo del 2009. Desde 1987 actúa como docente y en 1998 ha ingresado al Instituto Federal de Santa Catarina como profesora de la enseñanza media, técnica y tecnológica en las áreas de Lengua y Literatura. Ha sido evaluadora del examen de ingreso a la universidad en los años 2005 y 2006 (UFSC) y desde 2004 (IFSC), elaborando también las pruebas del Instituto desde 2008. Ha publicado, entre otros trabajos, Vechietti: Pão-por-Deus (Editora Garapuvu. Florianópolis: 2002), edición bilingüe (en portugués e inglés) de los versos de "Pão-por-Deus" por escritores catarinenses, así como ha organizado el volumen de crónicas y cuentos de los alumnos de la Enseñanza Media de IFSC elaborados a partir de un proyecto interdisciplinar, Revisitando o Cotidiano Desterrense no século XXI (2004).

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