martes, 8 de noviembre de 2011

5129.- DANA GIOIA



Michael Dana Gioia (nacido el 24 de diciembre 1950) es un escritor estadounidense, crítico y poeta. Se retiró temprano de su carrera como ejecutivo de una empresa en General Foods para escribir a tiempo completo. Del 29 de enero de 2003, hasta el 22 de enero 2009, fue presidente de la National Endowment for the Arts (NEA), la agencia del gobierno de EE.UU. artes, y ha trabajado para revitalizar una organización que había sufrido duras polémicas sobre la naturaleza de las subvenciones a artistas en la década de 1980 y principios de 1990. En agosto de 2011, se convierte en juez Gioia Widney profesor de Poesía y Cultura Pública de la Universidad del Sur de California en Los Angeles, California.Se ha tratado de fomentar el jazz, que él llama la única forma particularmente americana del arte, para promover la lectura y el rendimiento de Shakespeare y de aumentar el número de estadounidenses lectura de literatura. Antes de tomar el puesto NEA, Gioia fue un residente de Santa Rosa, California, y antes de eso, de Hastings-on-Hudson, Nueva York.Michael Dana Gioia, su apellido se pronuncia "JOY-uh" - nació en Hawthorne, California, hijo de Michael Gioia y Ortez Dorothy. Su hermano menor es el jazz historiador Ted Gioia. Gioia creció en Hawthorne, "hablar italiano en un barrio mexicano", dijo. Su padre era el hijo de inmigrantes de Sicilia y su madre era un californiano de origen mexicano. Asistió a Junípero Serra High School en Gardena, California.





Insomnio

Ahora escuchá lo que la casa tiene que decir.
Tuberías que crujen , el agua que corre en la oscuridad,
las hipotecadas paredes que se desplazan incómodas,
y voces que se amontonan en un interminable zumbido
de pequeñas quejas, como los sonidos de una familia
que año tras año has aprendido a ignorar.

Pero ahora debés escuchar las cosas que poseés,
todo aquello por lo que has trabajado en estos años,
el murmullo de la propiedad, de objetos en mal estado,
las partes flojas a punto de quedar desechas,
y retorciéndote entre las sábanas recordá todas
las caras que no pudiste llegar a amar.

Cuántas voces se te han escapado hasta ahora,
la caldera que humea, el piso de madera bajo tus pies,
las constantes acusaciones del reloj
que cuenta los minutos que a nadie importarán.
La terrible lucidez que este momento trae consigo,
el entendimiento inútil, la oscuridad intacta.

Traducción: Gustavo Solórzano Alfaro, 2010.






Lo no dicho

Cuánto de lo que vivimos se queda dentro.
Las penas escritas en secreto, los callados dolores
de un amor no reconocido no son menos reales
por haber permanecido sin ser dichos. Lo que ocultamos
siempre es más de lo que nos atrevemos a expresar.
Pensá en las cartas que escribimos para los muertos.

Traducción: Gustavo Solórzano Alfaro, 2010.





Dinero

El dinero es una forma de poesía.
–Wallace Stevens

Dinero. El gran Bien.
Lana, fajo, varo, plata
o simple pasta.

Atáscate, móchate,
despilfárralo. Míralo
bolsillos corroer.

¡Estar hecho de él! ¡Hacerlo
quemar! Billetes y monedas
a raudales e hipotecas.

Engrasa la palma, empluma el nido,
mantiene cabezas sobre el agua,
hace vivir al día.

Dinero engendra dinero.
Acumula interés, diariamente compuesto.
Siempre en circulación.

Dinero. No sabes en dónde ha estado
pero lo llevas a tu boca.
Y habla.

Trad.: Rebeka Lembo




Money

Money is a kind of poetry
– Wallace Stevens

Money, the long green,
cash, stash, rhino, jack
or just plain dough.

Chock it up, fork it over,
shell it out. Watch it
burn holes through pockets.

To be made of it! To have it
to burn! Greenbacks, double eagles,
megabucks and Ginnie Maes.

It greases the palm, feathers a nest,
holds heads above water,
makes both ends meet.

Money breeds money.
Gathering interest, compounding daily.
Always in circulation.

Money. You don't know where it's been,
but you put it where your mouth is.
And it talks.








Tres canciones de Nosferatu
Por Dana Gioia


1. EL SUEÑO DE ELLEN

A una mesa llegué para un festín dispuesta,
Adornada de plata y encaje delicado.
El cristal refulgía a la luz de las velas.
Rosas de talle esbelto cada lugar ornaban.
Pero estaban manchados y rotos los encajes.
Y las rosas quebradas, retorcidas caían.
Los platones vacíos. La habitación helada,
Y el único huésped allí eras tú.

Escuché la quietud de una ave capturada
Con las alas vencidas y el corazón batiendo.
A un pescador miré agarrar un cuchillo
Y cercenar de un tajo su pesca fulgurante.
A la araña observé ir tejiendo su tela,
Donde engarzado en cuentas el rocío brillaba.
Mas cuando la polilla quedó atrapada en ella,
La única presa que vi eras tú.

Bajé por la escalera a una puerta atrancada,
Toqué la cerradura y el pestillo cedió.
Me encontré en una vasta habitación sin sol.
De la que no podía salir aunque quisiera.
Y era una capilla alumbrada con velas,
Pero la cruz se había despedazado en dos.
Un cáliz de sangre el sacerdote alzaba
Y allí en el altar quien estaba... eras tú.



2. LA SERENATA DE NOSFERATU

Yo soy la imagen que tu espejo oscurece,
La sombra que cae dondequiera que pasas.
Yo soy el sueño que olvidar no podrás,
La cara que recuerdas y no viste jamás.

Yo soy la verdad que no debe ser dicha,
El voto a medianoche que no puede romperse.
Yo soy la campana que descuenta la hora.
El fuego que alumbra, calienta y devora.

Yo soy el hambre que tú has negado,
El deseo punzante que hiende tu costado.
Yo soy el pecado que nunca confesaste,
La mano prohibida que a tu seno acercaste.

Tú me has oído dentro, hablando en tus sueños,
Suspirando en el mar, murmurar en el río.
Yo soy el futuro que tú anhelas y temes.
Tú sabes lo que traigo. Y aquí hoy me tienes.





3. CANCIÓN LOCA

Zarpé en un navío
En el mar tormentoso,
Y todos se ahogaron
Excepto yo.
Nadé la noche entera
En las olas heladas.
Y oí a mis compañeros
En sus tumbas hundidas:
¡Buena suerte en tu vida,
muchacho, suerte en tu vida!

Fui a luchar en las guerras
A una tierra estéril,
Y de la ruda banda
Ya ninguno quedó.
En un campo de muertos
Sólo yo estuve libre.
Y desde un árbol seco
Un cuervo ciego rió:
¡Buena suerte en tu vida,
muchacho, suerte en tu vida!

Escalé una montaña
De hiriente y fría roca.
Otros se despeñaron
Y yo solo ascendí.
Cuando alcancé la cima
El viento era salvaje.
Pero un cráneo a mis pies
Volteó a verme sonriendo:
¡Buena suerte en tu vida,
muchacho, suerte en tu vida!~


Nota y traducción de Elsa Cross

A tono con ciertas vetas del gusto tenebrista contemporáneo, estas “Canciones de Nosferatu” pertenecen a un libreto de ópera escrito por Dana Gioia y con música de Alva Henderson, que se inspira en la antigua película de Murnau. Las Canciones, con resonancias de Lovecraft, logran crear la atmósfera de una angustia que va in crescendo, casi con ritmo de película de terror, hasta llegar a un clímax cuya revelación produce el mayor terror de todos: el espanto nos ha alcanzado ya, o peor aún, está en nosotros mismos. Las Canciones pertenecen a Interrogations at Noon, libro que obtuvo el American Book Award. El poeta norteamericano Dana Gioia, egresado de Stanford y Harvard, es autor de varios libros de poesía y ensayo. Actualmente preside el National Endowment for the Arts. La presente traducción intenta conservar al menos un ritmo en los poemas, que originalmente están escritos con rima y métrica regulares.


“Dana Gioia es uno de los poetas más significativos de la actual poesía norteamericana.” “Gioia busca las razones por las cuales la poesía ha dejado de ocupar un lugar fundamental en la cultura y se ha convertido en la actividad de una secta académica. En sus poemas, Gioia nos muestra de una manera admirable como el cuidado extremo del lenguaje significa también crear un espacio de comunión, construir un puente hacia el lector.” Víctor Manuel Mendiola.


EXILIADO EN EL OTOÑO

Bajando por el sendero del jardín
desde esta casa que no es la tuya,
piensas una vez más en lo crudo
que resultaba el otoño en tu hogar.
Ataviado como si acabaras de dejar
el patio del palacio de verano,
paseas por las lindes del parque,
cuentas los pasos que das cada día—
millas que no abarcan distancias,
viajes en la luz del sol hacia la oscuridad.

Siéntate a observar cómo el día juega
ociosamente en los haces de las hojas
refulgiendo sobre nuestras cabezas
en el dominio absoluto del otoño.
Nada de cuanto perdiste supera
a estos imperios de luz solar.
Pero incluso aquí la brisa más sutil
conspira con invisibles sombras.
Una ráfaga de viento y de repente
el sol se desploma de los árboles.

[Versión al castellano: Jesús Jiménez Domínguez]








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