lunes, 23 de agosto de 2010

610.- TALAT SHAHIN



Talat Shahin nació en Egipto y residió en España durante dos décadas. Actualmente vive en El Cairo, desde donde ha venido para compartir con todos nosotros. Escritor, periodista, traductor, poeta y profesor universitario. Habla inglés, español y árabe. Doctor en derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

Ha trabajado como corresponsal en España para diversos medios de comunicación árabes. Ha traducido 36 libros del español al árabe. Entre sus autores traducidos figuran Gabriel García Márquez, José Saramago, Juan Goytisolo, Rubén Darío, Nuria Amat, Julio Llamazares, Mercè Rodoreda, Lauro Olmo, Clara Janés o Antonio Buero Vallejo. En 1986 le fue asignado el Premio Wallada de poesía, en Madrid.

El Dr. Talat Shahin ha publicado el libro de ensayo La estética de la negación en el teatro hispanoamericano, en 2003, y es autor de cuatro libros de poesía, a saber: El alfabeto del amor, 1986; Canciones para mi tierra, 1973; El libro del amor y sangre, (2001 y 2005) y, en Costa Rica, La montaña del té verde, 2010.

Ha sido miembro fundador del Instituto del Teatro Mediterráneo, la Asociación de Periodistas Árabes y el Club Internacional de Prensa en Madrid, entre otros.



L I B R O D E L A M O R


CUANDO LA HERIDA SE CONVIERTE EN MI AMANTE

Cuando me bordes la vela,
pon mi nombre junto al tuyo
para que el viento nos vea

Fernando Villalón .

Te encierro como herida que se desangrara en mi pecho.
Tu amor penetra como dardo en mis entrañas,
y la herida permanece abierta en el corazón
Siento en mi pecho las huellas
de los pies del tiempo,
que se extiende como heridas,
en mi interior el hambre,
y pierdo la nociَn del tiempo
entre los surcos del rostro.

Mi corazón destrozado reposa sobre tu pecho,
mientras la herida se calcina en silencio
y mi sangre dibuja círculos
que crecen y crecen .....,
adquiriendo el tamaño de la tierra,
extendiendo sus raíces
por las profundidades de la orilla
hasta convertirse en fuego ardiente.
Te llevo en mi pecho como heridas e insignias.
Las condecoraciones de dolor
se esparcen por mi pecho como flechas,
y tu cara cobra fuerza en mi recuerdo
brillando tu hermosura.
Abnoud sobre tu cara, manzana de amor.
Raíz que brota en el trigal
y eclosiona del fondo del corazón,
tiñendo de verde su sangre.
En tu cara,
la rosa se torna manzana de amor
pendida de tu rama.

Diálogo:
- Tu amante sigue ocultando la cara de las flores.
Pone su mano sobre el corazón.
- Mi amante es señora del Universo.
- La flecha del amor alancea otro corazón,
la flecha es traición
- La flecha del amor sobre el pecho de la amada,
campos y orillas.
- El palpitar de mi corazón en sus ojos,
una tierra verde.
La palma de su mano,
un jilguero sobre la ribera del río
desplegando sus alas de amor,
Cierre.

nuevo ritmo.

،Abraza el germen!,
abrázalo,
yo soy esperma de amor
esparcido sobre la palma,
y tú,......
manto de nostalgia,
tejido de añoranza,
rosa silvestre.

،Abraza el germen!,
yo en mi agonía,
en mi agonía.......,
sigo enamorado,
Enamorado.


FACCIONES

Iluminación:
La murmuración llena de injurias,
oprimía mi pecho.
El anillo se tornó lacra de amor,
me convertí en anillo.

1.
Las olas recalan en la playa como llanto
de niño,
el mundo aparece ante mí,
y la gente de ojos penetrantes busca en mi pecho
la pureza de una sonrisa.

Sus miradas se clavan en mis ojos
cual plomo acerado,
y lanzan su pupila con odio mezclado con vanidad
minando la sonrisa que brota de mis labios.

2.
Veo al que se acerca sin mirarme,
es un rostro cortado por la cisura del espejo.
Miré al horizonte,
y se ocultó con ojos de amor.
Un rayo en los ojos de la amada.

CAPÍTULOS DEL LIBRO DEL AMOR

Llegué a ti como llega el río al mar.
Sacrifiqué en un momento
mi cauce y mis montañas.

Te regalé mi memoria como un rizo de pelo,
no duermo sino en tu hielo......

Louis Aragon.


PORTADA

Como sombra agitada,
echaba la cabeza hacia atrás,
el pecho hacia adelante,
y los pezones como brotes
adheridos al vello erizado.
Como arboleda el pelo sembrado,
columnas de mármol,
o creyentes en un templo.

Tus ojos,
oasis en la profundidad del desierto
desplegado tras el valle,
y la mirada amante
perdida en tu oasis del paraíso.
En el desierto sediento
pacen mis camellos, caballos y ovejas.
En él me asalta mi niñez y mi locura.

CAPÍTULO I.

A un signo de tu dedo
mi reino en tus manos,
como vaso de vino y brazalete de plata,
grabado con el faraَn y Dios del sol
que emerge tras la línea oscura
del horizonte.

Mi brazo será ajorca en tu talle,
tú serás princesa,
y mi reino diadema de coral brillante
suspendida sobre la noche caída
ciñendo el resplandor
de tu rostro iluminado.

* * *

Sueño, sueño realidades
no sueño fantasías.
Sueño en lo realizable
y ahora,
te abrazo en mi encendida lujuria.

* * *

Eres bella,
loca enamorada.
Me prendes en tus pestañas
con una mirada temerosa de mi lujuria.
Me adhieres a tus labios,
oasis perdido de verdor,
mientras yo, loco de mí!,
no me sacia el manantial de amor
de la tierra
cuando el horizonte se cubre de nubes
cargadas de lluvia.

Derramo mis lluvias
entre las grietas del labio sediento
hasta empaparlo.
Serás oasis,
y de nuevo serás adolescente
soñando con la belleza de la luz
encendida en mi pecho.

Duermo bajo el umbrío temblor del oasis,
y apareces ante mí
con un vestido luminoso
con tu verdor tejido.
Penetro en tu cuerpo cobijándome,
duermo sobre tu pecho,
duermes sobre el mío,
y rezamos a los árboles plantados
sobre tus orillas regándolos con un mismo sueño.


Crecen los árboles convirtiéndose en oasis
protegiendo a la gacela y a las fieras,
mientras duermen los sueños cansados.

* * *

Yazco dormido en tu pecho,
tu cabeza reposa en el mío,
y agotados nos fundimos
formando un sólo cuerpo.

Seremos la palmera nubia,
ofreciendo los dátiles del verano,
dátiles maduros.

CAPÍTULO II

Te he amado seductora mía tanto,
que no me asusta el mundo,
ni estas rejas
alineadas como melodía de cuerdas rotas.

Te he amado tanto,
que tu cielo cubierto
tiñe de melancolía mi cara,
y detiene este torrente sombrío
lleno de firmeza.

Mis bosques,
azahares cobijados al amparo de tu pecho.
Mis bosques,
chumberas y trigales.
Abrazo al mundo en mi pensamiento,
y se hace negra hogaza
sobre la mesa contaminada.

Me alimento de una firmeza necia,
me baño con leche cuajada,
me perfumo con aluvial almizcle.

* * *

Mientras, mi mundo continúa perdido,
enredado en la cascada voz de una canción.
Viene hacia mí,
compartimos el café,
compartimos mi hogaza,
y permanezco erguido
sin debilitarme ante tus ojos.

Ardo en palabras,
me consumo por entrar en la batalla
de las cosas,
se estremecen las letras
como germen que brota en tu mente
y pierdes los tatuajes.

De nuevo se perfila el amor,
se purifica en el útero infestado,
y oigo tu voz llamándome,
voz que yace fuerte en mi oído.

Engendro una bomba en el seno de la música,
me acerco a ti y aparece la letra virgen
acariciando mis cuerdas.
Se tensan,
y una melodía te ofrece una hogaza dorada.

CAPÍTULO III

Me arrastran los carros luminosos,
llamo a las puertas de las murallas,
ante mí se abren tus ventanas
y sueño con tu amor salvaje.
Se abren ante mí tus puertas
y su entrada me invita.

* * *

Me envuelve tu voz:
- ،Vete de mi regazo!
mis brazos cobijan hoy otro amante.
Vuelvo a la calle
y los coches me empujan como humo.
Me disperso en el viento del cortejo,
con rostro polvoriento y sombrío.


Palpo en los ropajes de la noche,
resquicios de luz perdida.
De nuevo surge la voz,
me llama,
y de nuevo regreso a ti

guardando los sueños deseados
entre mis manos,
mancillados por el asombro.


Llamo a las puertas
buscando las velas del río embravecido
en el báquico manantial
que cobijan tus piernas.
Odio sentarme en tu cuarto apestado,
pero me acurruco en tu trono y canto:
- Tú, hechizada entre los brazos,
،ven pura y límpida!

CAPÍTULO IV

Sentado en el café,
furioso mastico mis tristezas,
tristezas que se queman
cual restos de impurezas,
y regreso a ti cantando mi canción:
- tú, hechizada entre los brazos,
!ven pura, limpia y llena de esperanza!
tu corazón se purifica en mi pecho.
،Ven y lávate!
tú, hechizada entre los brazos.

CAPÍTULO V

Cuando profundizo en tus ojos,
me convierto en remolino que descuaja,
en jinete que conquista
todos los parajes desconocidos,
dibujando versos de fuego,
racimos de letras,
de luz,
de poesía.
Mi verso se convierte en velas
de descubrimiento.

Cuando ahondo en tus ojos,
soy marinero
que asciende por la superficie helada
hasta atrapar el calor de las gaviotas
y a los peces de colores
en la profundidad de tus océanos.
Ven, lava en mi pecho la sal de mar!.
Mi pecho es remolino que asciende
talando bosques,
abriendo en tu pecho un río.


Se agitan las orillas del río embravecido,
el azul se convierte en manto de mis cosas
y el rojo en pincel sobre mi manto.

Izo las velas,
y al llegar a la orilla
escribo sobre la arena:
" Un marinero se perdió en tu cara ".

Al derramarse el aceite en tu orilla
se iluminó la playa,
convirtiéndose en mi almenara.

LOS PASOS

El paso de la gente se hace lento,
y los ojos se aniegan en lágrimas.
Sus ojos se clavan en el rótulo,
en el periódico,
en la luz perfilada por la tristeza.

* * *

Con un gesto de mi mano,
les dejo pasar.

IMAGINACIÓN

Recosté la cabeza ....
y llamé a las puertas abiertas,
no oí sino sus ecos.
Mis llamadas se mezclaron con el vaso herido,
con la ceniza del tabaco.

* * *

De los paraísos de las letras
llegó el eco de unas voces
lanzándome a la cara estas palabras:
- detrás de la puerta
hay un amor mudo.

NEGATIVA Y ABANDONO

La negativa quieta en tu mirada,
dibuja
la melodía del amor rimado,
despliega
el arco iris de matices perdidos,
susurra
la lectura del recuerdo.

* * *

Mis espinas en el regazo de la tierra,
sofocan con risas,
el llanto de amor perdido
en tus ojos.

* * *

La negativa quieta en tu mirada,
dos vasos de té.
Bebo en ellos
el fondo de luz plena sobre tu pecho.
Luces espectrales
quebradas en tus ojos.
Me pierdo
entre las melodías pendidas
como corona brillante,
entre las luces agitadas
ensartadas en el inicio de tu frente.

* * *

Me pierdo
entre jardines verdes,
floto en ellos,
me lanzo ..., me ahogo,
parto en dos tu noche hasta romperse,
baño mi rostro en tu luz,
resplandezco ....
resplandezco ....

ROSTRO ACTUAL

Sueña con su juventud
y embrida al caballo salvaje.
En sus pupilas se diluye el paso del tiempo,
y el tiempo asesinado se convierte en caído.

* * *

Se desvanecen los sueños,
lloran con ojos mortecinos.
Engendran
lágrimas
en las que se apaga la vida de los enamorados.
Engendran
besos,
en los que mueren todos los deseos.

CINCO CASIDAS EN EL CAFÉ RICHE

I

Pasa triste entre los asientos,
coge las colillas de los cigarros,
vé un pedazo de chicle,
lo pone en su boca
masticando,
mirando las caras torpes.
(El movimiento de mi boca
no es menor que el de las suyas
que emiten sandeces).

II

El gran poeta creador,
recostado en su asiento de madera
observa a las mujeres que pasan
recreándose en las piernas.
Va a su cuarto
y se crispa en su lecho mullido
anunciando el comienzo de un poema.

III

Farid "el rubito"
se arrastra bajo los asientos
acariciando sus piernas temblorosas.
Levanta su cabeza risueña
y se rompen los vasos de cerveza
y las copas de vino añejo.
Se vuelcan los platos de aperitivos,
se ríen y,
Farid les insulta
con su tierno balbuceo.

IV

Llega la vendedora ciega de lotería
guiada por su hijo pequeño
y dice:
- Dios bendiga al que ayuda al pobre desvalido.
El dueño del coche ostentoso,
pone en su mano una monedilla
creyendo ser el único que conoce a Dios
reflejado en la cara de su hijo pequeño.

V

Se acerca,
lee mis breves casidas
impidiéndome mirar a los rostros necios.
Me pide que escriba una casida por su amor,
penetro en sus ojos felices
y dibujo letras
formando un círculo.

LLAMADAS

Un jinete de luz está preso,
preso y vomita tinieblas.
Se ciñe con calaveras,
esqueletos y tumbas.
Por las venas de los soldados fluye un río
inundado en sangre.
Muere el río transformándose en lago,
su fétido aliento se desborda y arroja
insolencia y sombras,
luces y albricias.

Un jinete de luz está preso
y vomita su corrupción
entre las cabezas de los niños,
encendiendo ideas y locuras.
El jinete de nuestra sangre galopa
sobre el valle,
se convierte en espada
sobre los cuellos de la gente,
y enloquezco en la bَveda abierta
crucificado por el rayo de luna ante el eclipse.

En la órbita del ojo,
se agita un lago de mercurio.
Yo, me convierto en rosa,
que se ofrece por ti.
Bríndame una sonrisa en el hoyuelo
de sus mejillas,
y llévame a hombros en la noche suspendida.

Renazco en tus ojos,
y me aferro a tus pechos en mi lactancia.
Grita mi boca
y aprieto mis dientes.
Me atormento en la maldición de tu pecho,
desfallezco.
Enamorado estoy de mi asesina,
pero no callaré.
Tengo larga vida y teñido de alheña,
desde que nací te odié.
Odié tu libertino corazón
y... odié su pureza.
¡Ay! ... si volviera tu amor
y te convirtieras en novia virgen,
un lecho no te reuniría en la noche
con un amante.
Vuelvo a ser como era,
semen ardiente,
óvulos en tu útero sin menstruar.
Aún soy tu pequeño,
planto en tu cara una rosa en medio
de un mundo impuro.
Escribo tu nombre envuelto en pureza
y te tornas fuerte, tierna,
oasis,
hurí del paraíso.
Vuelvo a ti del seno iluminado,
renazco,
y en pos de mí camina la semilla.

EL ASCETA

Al artista fallecido abry `Ezzat.

Dibujo con tonos suaves sobre los cuadros,
el pincel trae el color de la sangre.
Borra mis palabras
y oculta la sonrisa la cara de mi amigo:
- la muerte sale al camino
y las ratas asaltan los rincones
de nuestra ciudad mameluca.
No escribas sobre los cuadros.

* * *

Hablo sobre las cosas y dice:
- Ahora no.

* * *

Me indigno,
me rebelo y aparece la sonrisa
llevando la calma a la orilla.

* * *

Vago entre sus colores
y me abraza
atravesando los murales
la línea del tiempo.
Me clava la mirada,
nos hacemos promesas.
Regreso a su encuentro contento y escucho:
-se fue el asceta en un instante de amor.


Un instante de evasión y arrebato.

* * *

Mi amante penetraba en las luces,
se bañaba en el arco iris
y tejía sus colores sobre un manto multicolor,
dijo:
- siete son los colores,
respondí:
- no.

* * *

Me adentré en la niebla empuñando mi espada,
segando los colores.
Desapareció la rosa en el arco iris
se tornó violácea,
dijo:
- siete son los colores,
respondí:
- no.

Se acerca el octavo color
a grupas de la yegua tan esperada.
La palma de su mano levanta un estandarte
de sangre
y un minarete de palabras aceptadas
en el mundo de los poetas.

* * *

AYN .....
Letra que lleva a mi cara abierta....
la rosa,
rosa que se esparce
conviertiéndose en minas.

* * *

N .....
Letra que llega a lomos del tiempo,
vacia el ojo de letras antiguas,
pinta el trinar de "los pájaros en libertad",
y entreabre un tragaluz para la yegüa desbocada.

* * *

Q_F .....
Estallido de rosa temprana,
que eclosiona.


`Ayn ..., _n..., Q_f...
Se abrió la rosa toda,
estalló sosegada,
indómita a lomos de nuestra terca yegua,
y se esparció la sangre al nacer.
Vinieron las plañideras faraónicas
de cabezas descubiertas
y ojos abiertos por el llanto.
Dijeron:
- aquella fue vuestra desgracia,
que enmudezcan las cosas,
que las casas apaguen sus velas,
y cese "el goteo del agua"
a la espera de una nueva desgracia.
Respondí:
- NO,
las tres letras
están en mi sangre,
en la sangre de los poetas.

ABECEDARIO DEL AMOR

Conquista:
Entré en el mundo de la poesía,
conquistador,
la poesía se me entregó,
y sobre su trono me coronó,
poeta.
El amor me eligió,
y en su trono me erigió,
amante y muerto.

Letra primera:
Vi grabado sobre el rostro del Nilo,
tatuaje de colores:
amor,
dolor,
agotamiento.
Mi amante viene de la tierra fértil,
por las líneas de su mano
corre el aluvión del Río,
el sabor de los árboles,
el secreto de los limones,
en sus ojos
navega un aluvión orgulloso.
Alcé la voz,
y dijo el rostro:
- ،sígueme!
y en pos de él caminé hacia el norte.

Letra segunda:
Me regaló el rostro
las ciudades aluviales del Nilo,
tatuaje sobre los ojos de mi amante.
Escribí poemas sobre el Nilo,
seguí la voz sobre él tatuada,
y dibujé a la amada en la herida
del agua.
Dijo la voz:
- Tú eres el amante,
tú el amante.

Letra tercera:
El mal del cuerpo es el corazón,
del corazón el amor,
del amor el dolor.
Grabado en el pecho como huella,
agonizando letra a letra,
dibujando un río de venas abiertas,
mientras la barca de mi amada
asciende sobre la herida.


Letra cuarta:
¡Oh barca de mi amada!,
el dolor ardiente se apacigua ante ti.
Sube a la herida, viaja a través
de la vena
y abre en ella una vela de nieve.
Teje los vestidos que sueñas,
borda tu vela,
y dibújame en ella un tatuaje.

Letra quinta:
Apareció el rostro
surgiendo entre las aguas.
¡Oh corazon, abre tu herida!.

* * *

¡Acércate!.....
mi llaga está abierta,
(sangrando aguas
en el aluvión del pecho).

* * *

La palma de mi mano abierta
está al amor.
Abraza mi pecho,
aprieta mi mano,
cobija el dolor,
yo, soy el amante.

AMANTE DESBOCADO

Iluminación:
Este es el mundo,
el vino es asesino,
la borrachera debilidad,
y la espada resurrección.

* * *

Voces:
Se perdió tu amada
y el origen del amor.
Hebras en los sueños de las rosas.
Sube esta montaña
que se desangra ante el terror de tu partida.

Enamorado:
El reloj marca sobre el muro,
un momento para la muerte,
un instante para el amor.
El amor es una pieza del mapa
de la región del sol.
Estas letras,
la desgracia del enamorado en mi pecho,
viejos talismanes bordados en mi traje.
Ascienden lentos por mi cara,
como hilos tejidos por la gélida muerte.

Voces:
Sube y cobija al amante en tu pecho.
La montaña sumisa a tus pies,
collar de talismanes.
Se regocijan los inundados de amor,
y ofrecen hasta la saciedad,
vino y migas.

Enamorado:
Cabalgando va mi tragedia
y el amor en tu cara.
El mundo es el paso en falso de mi amor.
Ven con la dulzaina y los caballos,
bailemos con el mundo una danza de amor.
La luna adormecida se abre
ante el tiempo al acecho de la muerte.
Se convierte en grupa
y yo, el enamorado en cíclope.
El sol habita en mi pecho,
y me torno espada,
luz.
¡Coged las bridas de mi amor!

EL LIBRO DE LA SANGRE

NO ACARICIES LA SANGRE

1.

Intentan mezclar nuestra cara
con sus vergüenzas,
y el aluvión de nuestro Nilo
intenta alejarse de la sangre de la muerte.
Muerte que sube por sus caras,
sangre que corre por nuestras venas,
traición que se mezcla en su sangre.

2

Se desangran nuestros ojos.
¡Oh nuevo amanecer!,
no recibas al traidor a la llegada de sus aguas,
ni estreches las manos que llevan puñales.
Tal vez afrontes el color de nuestra sangre,
y la aniquiles en los ojos de tus asesinos.
No acaricies la sangre
en los dedos del viejo traidor,
ni la palpes en los dedos del nuevo.

¿Quieres que las espadas duerman en mi sangre?,
o, no quieres en mi sangre las espadas afiladas.

4

Que espere la traición,
que espere la traición,
nosotros no resistimos,
el muerto yace aún ensangrentado sobre la arena.
Aún se desangran las heridas
de su antigua traición,
y siguen abiertas nuestras viejas heridas
apuntando como puñal sobre nuestros cuellos.
No soportamos
a quien besa los dedos del ensangrentado,
nuestra sangre fresca está en los dedos.

* * *

¿Acaso el mártir se desangra,
para que el traidor entregue las espadas al enemigo?
¿Acaso el mártir se desangra,
para que el traidor entregue las espada
al enemigo?

UN NUEVO DÍA

Entre las flores ahorcadas,
un sueño quebrado
muere hilando su capullo.

* * *

El beso sobre los ojos,
nota vigía
que rasga las cuerdas de la tristeza.

* * *

Junto a nuestros verdes brotes
se detiene la imagen iluminada,
y la puerta se mantiene firme bajo sus marcos,
mientras un negro guarda
el palacio del dormido.

* * *

Entre los soldados,
traza surcos la cara del sol,
y desgarra los miembros ardientes
en el fuego del sacerdote.
Chisporrotea el fuego
y se extingue la cara.

* * *

El tiempo macilento se difumina,

y el día bajo sus pies,
se convierte en esclavo del ayer.


CANCIÓN DEL SOLDADO DESCONOCIDO


Ante el brote iluminado bajo el sol
se desvanecen nuestros pasos,
hasta convertirse la piedra yerta en agua,
y el corazón impuro se lava en ella.

* * *

Ante el brote iluminado bajo el sol,
extendemos la llama
hasta romper la tumba,
propagándose la luz.
(Entre las palabras grabadas sobre el muro,
el muerto se levanta de su tumba
y se rompe la espada hacia él tendida).

LA ESTRELLA CAYÓ DE TU MANO

Al poeta `Amal Dunqul

Veo sobre tu pecho la sangre cuajada
en la pupila de la estrella de la noche,
sueño y sangre en la garganta del valle.
Tú..., caído,
asesinado al medio día.
Te lloran las acequias del Nilo,
el sol,
los árboles.
Tú eres la promesa diseminada,
tú..., el tiempo vencido.

* * *

No mires hacia atrás,
se cayó la estrella.
Cayó de tu mano,
para prenderse en su pecho.

* * *

Tu esposa me daba calor en la noche,
tu color me dolía en sus ojos,
me inquietaba.
Me olvidé del pan duro,
del poso de sal
sobre unos labios secos por la sed del desierto.

* * *

Tu color me dolía en sus ojos,
tu herida me rodeó cuando nos acariciamos,
era pegajosa.
Huyo de ti al sentirte tierno en su seno
dibujado en el tatuaje de la noche,
Huyo al sentirte niño que corre
recogiendo la sal del desierto,
la estrella del mar y las crines de los caballos.

* * *

Ahora es invierno,
tu herida se desangra,
tiembla,
dibuja un niño,
escribe versos,
un pueblo.
Se descorre el velo de la noche
y canta al silencio.

* * *

Cuando te fuiste,
¿no ocultabas tu cara al silencio? o ¿o nadabas
en el tiempo muerto?

* * *

No mires hacia atrás,
se cayó la estrella,
cayó de tu mano,
para prenderse en su pecho.

BEIRUT

Beirut ....
el corazón sale a tu encuentro
cargado con pan y vino,
y la tristeza es potro desbocado y esquivo. * * *
Se fundió la tierra en El Líbano,
y murió una tierra santa.
Lo que queda...
muchachas que sueñan
con el amor,
con pañuelos blancos,
con rosas esparcidas
por los caminos del pueblo.

* * *

Ven Beirut,
para que soñemos con la luz que se acerca,
con la sombra que se aleja,
con la aurora que llega con el rocío.

* * *

Se durmió al fin el niño hambriento,
y se desmoronaron todos sus sueños,
mientras las flores de los lirios
por la tierra dispersas,
se convertían en minas,
minas,
minas.

* * *

¡Beirut!
entramos en la quimera de los sueños,
paladeamos la cara de la muerte,
con nuestras propias manos
la alimentamos de notas,
niños que aún no han sabido enmudecer.

* * *

Los pies salvajes,
aún pisan restos de miembros.
y las lágrimas frescas de los niños,
se mezclan con las bayonetas enemigas.

* * *

¡Ven Beirut!
El mar se enturbia en tus ojos y tu voz canta,
mientras a mis niños
los pisotean los pies de los soldados.

OCTUBRE... LA GUERRA

(Obra de teatro en medio minuto).

Escenario:


Arena de rojo intenso.
Un soldado arrodillado,
taladrada la espalda.
Un soldado polvoriento,
mira al vacío.

* * *

Apuntador:
¡Oh puente debastado,
flotando sobre el río!.

* * *

Diálogo:
- ¡Oh!
- ¿Qué pasa?,
¿acaso la herida abrió el corazón,
o se derramó sobre la tierra
parte de tu sangre?.
- !Oh!
- te enfades o no,
que tu pecho se alimente
de la melodía del quejido.
Luego siguío una bala,
siguió una bala.

UNA HOJA DEL ARBOL DEL MAÑANA

Al amparo del sol
crecen los árboles altos, erguidos,
extendidos sobre la orilla.
En el corazón del enamorado
brota una coraza,
y las banderas del sol
se izan orgullosas.

* * *

Al amparo del muro,
bajo el casco,
brota una sonrisa.



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