sábado, 10 de julio de 2010

232.- MERCEDES CEBRIÁN


Mercedes Cebrián (Madrid, 1971), es una escritora española perteneciente a la Generación Nocilla o Afterpop.
Es Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, Master en Gestión Cultural por la misma universidad y Profesora de Clave por el Conservatorio "Arturo Soria" de Madrid. Entre 2002 y 2004 disfrutó de una beca de creación literaria en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde coincidió con otros becarios como los escritores Sandra Santana, Mariano Peyrou y Andrés Barba, el compositor Miguel Álvarez-Fernández y la artista visual Beatriz Barral. Asimismo, fue becaria en la Academia de España en Roma, en la residencia para escritores Ledig House (Hudson, Nueva York) y en el Civitella Ranieri Center (Italia). Ha obtenido diversos premios literarios en la modalidad de relato corto, entre los que destacan el Primer Premio en el Certamen de Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid (2000).
Es columnista del diario Público y colaboradora de medios como el suplemento Cultural de La Vanguardia y El Viajero (El País). Sus textos han aparecido en Babelia, Calle 20 y en las revistas literarias Turia, Eñe, Sin Embargo, Revista de Occidente y Clarín, así como en la revista Circumference de la Universidad de Columbia.
Su libro de relatos y poemas El malestar al alcance de todos (Caballo de Troya, 2004) recibió excelentes críticas en las que fue saludada como una de las voces novedosas de la narrativa española. Este libro fue calificado por el crítico literario Antonio Jiménez Morato como "el primer libro verdaderamente posmoderno de la literatura española".
En octubre de 2006 la editorial Caballo de Troya presentó su nuevo poemario: Mercado Común.

Publicaciones

El malestar al alcance de todos (editorial Caballo de Troya, 2004) (Relatos y poemas).
Mercado común (editorial Caballo de Troya, 2006) (Poemas).
13 viajes in vitro (Blur, 2008) (Crónicas).
Sala de máquinas (Ediciones de la librería Cálamo, 2009).
Cul-de-sac (Alpha Decay, 2009).




b

Porque había océano se produjeron
los desplazamientos. Los medios eran barco
y carta. Los elementos, agua, tinta
y un papel que pesara muy poco. El sello
se pegaba con la lengua. Todos bastante feos
en las fotos. Comer urgía, pero había algo de tiempo
para las trayectorias.
Cada uno con su trayectoria: lo que ocurría entre ellos se podía dibujar. Salían del trabajo, salían de los verbos
del movimiento, se detenían en la adjetivación y ahí, en ese punto,
se les abrían las vidas con la aceleración de las flores
filmadas, comenzaban noticias
que cobraban sentido, como lo cobran
........................................................hoy,
desde la electricidad y el aire.

Se aprendieron banderas, se alargaron
vocales, las voces memorizaron
nuevas tonalidades. El suelo era bailable. Mientras, se agradecían
los inventos a Edison, Marconi, Graham Bell. Los cables
y lo que no son cables.

.......Siguen cruzándose los puntos
en el plano, van entrando en escena
personajes y objetos
.......(de algunos, reconozco
el destello),
se comparten
maletas, las cosas no han cambiado
tanto: ataúd sigue sin llevar hache. La mano
se desplaza como siempre a lo largo
del cuerpo
.......–por supuesto el recorrido
es mucho menor.
Los inventos, detrás
de todo esto.



PYME

Pongamos una joyería. Una joyería en medio
de la luz. Las joyas en la misma manzana
que el polideportivo, cerca de las raquetas
y al lado de las duchas son necesarios
.......sortijas de pedida,
.......buenos marcos de plata.

Orfebre se llama quien repuja el marco. Orfebre
es una profesión. Orfebre existe y sabe
que no es posible despiece de porcino
en lo delimitado por la plata bruñida, por las turquesas
que brotan del metal. El ganado larnar
tampoco cabe en nuestra joyería, la boina
del pastor no está presente
detrás de la butaca tapizada. Nosotros sí supimos
interpretar las joyas: el mundo palidece
....... ....... ....... .......... ....... .......ahora
ante las ortodoncias
de todos nuestros hijos.


1

De acuerdo: las criadas que usen
nuestro perfume y vistan nuestra ropa serán
despedidas de inmediato, pero lo que nos
pasa, el centro mismo de lo que nos pasa, es justo
lo contrario de esa clase de arma
arrojadiza. Las tijeras
nos llevan gran ventaja divulgando
su modo contundente
de zanjar.

Nos disecaron mal: la mala taxidermia
nos permitió movernos en exceso e iluminar
ciudades con nuestros propios vatios. Nadie
nos lo pidió. El agua, en cambio, no logramos
copiarla.
Padecemos diásporas, símiles de diásporas;
padecemos también lo laborioso
de la empresa de hablar. Todo el esfuerzo
lo hacemos con la voz: avanzar, embestir,
empujar la negativa ajena,
ahuyentar los silencios. Lo mismo da
que miremos al frente o hacia un lado: hablar es
giratorio, la pena ante lo dicho por ejemplo esa
tarde también giratoria. De ahí que la voz persista y
module, y emita, y busque una
presencia. Y mientras, qué tenemos
para ofrecerle al otro sino un par
de temibles cuchillos
tan leves que ni
....... ....... .....cortan


Mercado común, Caballo de Troya, Barcelona, 2006


a

Aquí están los adultos de la Unión
Europea. Aquí también su manera discreta
de expulsar de sus vidas
a los otros adultos
—afortunadamente en todos sus armarios
hay una gabardina
azul marino o beige.

Si logro agazaparme en este recoveco
no me alcanzará ninguna directiva
comunitaria. No me alcanzarán tampoco
los proyectos. En este portafolios llevo
el mío: no lo voy a emprender, sólo quiero mostraros
su muerte, verjurada en la pulpa
de su propio papel.

Hay un inmenso vertedero de proyectos
muy cerca de nosotros. Os pido que salvéis
el plástico de todas sus carpetas. Os pido otro favor:
no os dejéis olvidados los unos a los otros
sobre las moquetas de vuestros aeropuertos.


Los temas escabrosos están en el azucarillo
de este descafeinado. No hay tiempo para hablarlos:
o echo a correr ahora
o pierdo para siempre el puente aéreo.


Mis zapatos ya no son venerados, mis suelas
no interesan y sin embargo
me siento afortunada
—de repente un minibar en pleno centro de mi dormitorio,
de repente alcohol en miniatura:

mi vida transcurre por fin en un hotel.







Estoy reunida y al estarlo,
ningún tipo de duelo es pertinente. La Primera
Carta del Apóstol San Pablo
a los Corintios

el amor se alegra ante la verdad, el amor es paciente

no tiene validez aquí: se está llevando a cabo
una negociación. Es frágil y puede
resfriarse. Abre los ojos y aún no nos distingue.

Estamos confundiendo otra vez
el trabajo con tajadas muy finas
de velocidad: en ocasiones ocurre que mastico
trucha y es una trucha laboral
y noble. A veces, la crema
catalana me habla de exportación.

Afortunadamente hay una gabardina
azul marino o beige
en todos los armarios y he conseguido un traje
semisucio
para la ocasión.

En una sala de juntas no necesitaría
alzar la voz. A través del micrófono
os diría

Cuidad vuestros ordenadores portátiles
y regad las pantallas de vuestros rododendros.

Pues claro que abrirán
muy pronto
sucursales de esta realidad.

(DE MERCADO COMÚN)




MOTHER TONGUE

Una lengua es un mapa de nuestros fracasos.
Adrienne Rich

Mi lengua latina, mi lengua
también llamada idioma. Su equivalente facial
lo desconozco, pero sé de sus métodos
para decir me pasa el vinagre. Acabo de decir
me pasas el vinagre. Obtengo lo que busco: la mera excusa
para entablar conversación y a la vez
...........el vinagre.

(El mismo paladar pronuncia mera excusa
y pásame el vinagre. El mismo paladar
diciendo lo que dice y su propia coartada.)

La hemos construido nosotros, la lengua,
y sin embargo nos sacará los nombres
que ella decida darle a la palabra
........................ojos.
Y entre aguacate y palta no sé elegir
con cuál me saben mejor
las gambas.


CLIENTELA

Me sigue sorprendiendo
que podamos pedir
lo que en los restaurantes llaman
naranja preparada, una naranja sin piel,
partida en finas rodajas y dispuesta
estéticamente en nuestro plato.
(La naranja cuesta allí
cerca de treinta veces
su precio de mercado: pagamos el exceso
a cambio del reposo de tendones
y músculos pequeños.)

Tras la puerta oscilobatiente de la cocina
una persona dedica su jornada
a transformar la parte gruesa de la zanahoria
en una especie de flor
de pétalos tenaces
ra que la elogiemos y no
nos la comamos.

Lo visual no se digiere
bien: se he de fijar lavista en esa flor
estúpida necesito abombar
con calma el cristalino.
No podemos cambiar el parpadeo
por naranjas o flores.





f
Permanecemos en la ciudad, al menos. El hielo
es transitivo
aquí –algo que hiela a alguien
Hielo y granizo
del mismo material que lluvia y nieve.

Aquí envejecemos, aquí se celebran
las citologías. La seducción se practica
con guantes aunque la intensidad
del frío
destruya los microbios.
No paran de vender sandalias
en las zapaterías, los pies de las mujeres
interesan.

El tejado a dos aguas es un bien
necesario en la ciudad del norte; en otras partes
es mera petición
de nieve que no cae. Aquí la nieve dificulta
el acceso, iguala cielo y suelo, y en medio
las viviendas, la risa humana
la ingeniería.

Todo lo que no es ciudad
confina. Lo que ocurre cerca
de la carretera es siempre
pernicioso, y me refiero a un cerca
muy antiguo, cuando las carreteras
estaban embarradas.
(No hemos tenido suficiente
contacto con el barro. No daremos
respuestas, por tanto, sobre el barro.)
Nos refugiamos
dentro: ya vuelven las radiografías
a adornar las paredes de nuestros
comedores. Es actual la luxación, el tobillo
inflamado, la cabeza del fémur. Hay algo vivo
filtrándose en aquello.



h

Oremos por el Barroco Europeo (que levanten la mano
sus copropietarios), oremos por nuestros pasaportes
a todas luces mejores que los vuestros. Oremos
por lo bueno, para que mejore todavía
más. Aprendí que lo bueno se situaba
arriba, lo malo más abajo: Viena encima
de algo, por ejemplo. Conozco al menos seis
realidades más temibles que ésta. Se curvan todas ellas
hacia abajo, hacia lo posterior
al pasaporte

mira, ese grupo de ancianos ha vivido de cerca
el desembarco

Aquí estamos a salvo, en nuestro territorio
la fuga es solamente una forma
musical. Cuando comience
nos refugiaremos
en el interior de una orquesta sinfónica.
Oraremos entonces por Salzburgo
y por el Clasicismo, por la casita
de Wolfgang Amadeus, por su cama
minúscula y por el clavecín
donde compuso la Pequeña
Serenata Nocturna.

Todo está pavorosamente bien
afinado
aquí. Casi todos somos
excelentes chelistas, nuestras misas
de réquiem son vertiginosas. Que levanten
la mano los propietarios
de Jean Philippe Rameau, los dueños
de Corelli, los beneficiarios
de la obra de Bach.

ahora Alemania nos trata con educación

Oremos para que algo sueco o noruego
nos ocurra, se pose sobre el suelo y haga
brotar una segunda voz.
El sonido, al igual que la carne, es necesario
saber de dónde viene. Oremos
por nuestros países, para que respiren
siempre hacia lo más
alto, para que lo que escupan
nunca parezca sangre.



PYME

Pongamos una joyería. Una joyería en medio
de la luz. Las joyas en la misma manzana
que el polideportivo, cerca de las raquetas
y al lado de las duchas son necesarios
sortijas de pedida,
buenos marcos de plata.

Orfebre se llama quien repuja el marco. Orfebre
es una profesión. Orfebre existe y sabe
que no es posible despiece de porcino
en lo delimitado por la plata bruñida, por las turquesas
que brotan del metal. El ganado lanar
tampoco cabe en nuestra joyería, la boina
del pastor no está presente
detrás de la butaca tapizada. Nosotros sí supimos
interpretar las joyas: el mundo palidece
ahora
ante las ortodoncias
de todos nuestros hijos.


(De Mercado Común, Caballo de Troya, Madrid, 2006)






Del libro: "Mercado Común"

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