viernes, 19 de noviembre de 2010

1978.- MIGUEL FALQUEZ CERTAIN


Miguel Falquez-Certain nació en Barranquilla, Colombia en 1948. Ha publicado cuentos, poemas, piezas de teatro, ensayos, traducciones y críticas literarias, teatrales y cinematográficas en Europa, Latinoamérica y los EE.UU

Es autor de seis poemarios, seis piezas de teatro y un libro de narrativa corta por los cuales ha recibido varios galardones. Licenciado en literaturas hispánica y francesa (Hunter College, 1.980). Cursó estudios de doctorado en literatura comparada en New York University (1.981-85). Coguionista y codirector de Emma Zunz (1.978), con la participación de Virginia Rambal y Elizabeth Peña. Fue subdirector de Ollantay Theater Magazine (1.993-2.000) y editor del libro de ensayos Nuevas voces en la literatura latinoamericana / New Voices in Latin American Literature (N.Y.: Ollantay Press, 1.993).

Su versión al inglés de Diatriba de amor contra un hombre sentado de Gabriel García Márquez estuvo en el Teatro Repertorio Español de Nueva York en abril de 1.996. Su pieza en un acto «Una angustia se abre paso entre los huesos» debutó en el teatrino L.A.T.E.A en marzo de 1.996 y fue publicada en Ollantay Theater Magazine en la primavera de 1.996. La versión al inglés de su cuento «¿Y cómo es parada, Padre Infante?» (premiado en el concurso Carlos Castro Saavedra en 1992) apareció en Bésame mucho: New Gay Latino Fiction (New York: Painted Leaf Press, 1999), fue adaptada al teatro por Francisco González y estrenada en el Cochrane Theatre de Londres en junio de 1.999.
Sus memorias sobre el pintor colombiano "Rafael Panizza (1.953-1.990): A Memoir" salieron publicadas en Latin Lovers (New York: Painted Leaf Press, 1999). Una muestra extensa de sus poemarios apareció en Entre rascacielos: Nueva York en nueve poetas (Riobamba, Ecuador: Casa de la Cultura, 1.999) y en Entre rascacielos / Amidst Skyscrapers: doce poetas hispanos en Nueva York / Twelve Hispanic Poets in New York (Riobamba, Ecuador: Casa de la Cultura, 2.000). Asimismo fue incluido en Veinte poetas al fin del siglo (Nueva York: Ollantay Press, 1.999) y en Veinticinco cuentos barranquilleros (Barranquilla: Ediciones Uninorte, 2.000).
Ha participado en las Ferias del Libro de Miami, Santo Domingo y Nueva York y como poeta invitado en congresos del Ecuador y de los Estados Unidos. Obtuvo el primer lugar en el concurso de dramaturgia "Nuestras Voces" del Repertorio Español de Nueva York en el 2.002 por su pieza en dos actos Quemar las naves (con la colaboración de Francisco Álvarez-Koki en la concepción de los personajes), cuyo estreno mundial fue el 25 de abril de 2.003 en la sede del teatro en Manhattan y se presentó con éxito durante varios meses. Bajo el adoquín, la playa resultó finalista en el Primer Concurso de Novela Breve "Álvaro Cepeda Samudio" de Bucaramanga en 2.003 y fue publicada por Sic Editorial como premio alternativo en febrero de 2.004. Obtuvo la primera mención honorífica en el Premio de Literatura "Álvaro Cepeda Samudio" de Procultura del Caribe 2005 con el cuento "Traigo de todo".






Inversión de la imagen

Hurgando en mi memoria sólo busco
el ritmo de mi sangre adormecida,
canícula perpleja que domina y
reverbera el oasis de mi vida.

Espejismos burilan mi conciencia
sin escanciar la savia verdadera,
el fusco ritornelo que trastorna
la frágil robustez de mi cordura.

Los retos, el placer y el desenfreno
refulgen congelados en el tiempo
reflejando la imagen invertida:

negativo fugaz que se deslíe
en el magenta impúdico y obsceno
de un presente grosero y atrevido.

De Palimpsestos (1994-1996)








III

Entre tus brazos, adormecido, impávido,
recuerdo los fulgores de un pasado,
la caricia sutil de una mirada torpe
abriendo las compuertas de la gracia.

La carne magullada en el retorno de
un efluvio mágico, remordidos los
labios con el azote impune del deseo,
las voces unánimes de las cataratas

nos brindaban su abracadabra en la
caverna intocada por el gesto humano:
los bálanos tensos y los odres incólumes,
repletos, dilatamos con lujuria la

barroca caricia, las lenguas audaces,
explorándonos con sabiduría y coraje.

De Doble corona (1991)









Retorno al sabor

Los manuscritos rotos, el marco fraccionado cues­tionando la verdad de la mentira, el sabor a fresón-con-nata de lo que desdice el decir contorneado de la fresa que saborea la mentira de un batido que reniega el contorno del sabor, que no lo dice y, sin embargo, explica “La cien” que contradice a Bobby y a Ricardo ― el sabor, las enmiendas de los años sesenta ― la emasculación de los decires, de las campanas tocando a tocsin.
No hay que cuestionar el crecimiento de los vellos desenfrenados, absurdos. ¿Acaso? Tal vez habría que regresar a Colombia y desmentir doce años de ausencia: “Pregúntale a todos si se enteraron”. El rey y la cruz resucitando del pasado adormecido. Es menester que decidamos.

De Proemas en cámara ardiente (1988)







Expansión mental

De sincopados ritmos
por la atmósfera surgiendo,
abarcando espacios lentamente,
luminosamente,
haciéndose presentes en segundas fases,
binomiándose con vértigo de dimensiones tristes,
asfaltándose en el aire,
es esto:
la música con violetas de hormigón,
lirios teñidos de rosado azteca
como buscando sentido
a la manera de un café florecido,
desierto solo
en lejanía doblemente triste,
apenas serenándose
ver un grito,
un choque de carros de granito,
oír sus coloraciones
de agudos tintes y matices,
tonalidades con notas en escala,
oír y verlo todo
en deliciosas inversiones,
permanecer estático
observando una brillantez ―
que no se ve,
que ni siquiera es brillo ―
de un rincón pequeño,
ceniceril y obscuro,
y volver a engañarse con puentes,
palabras e impenitencias ―
tal vez pecados ―
y tantos papeles inútiles.

Sólo que la vida
no se siente a veces
si conoces el palpitar
de un corazón gigante ―
acaso Tar ―,
lejano.

Preguntarás entonces
sin entonar siquiera
y sólo desearás
con tus ojos de capacho verde:
tienes-tener un fósforo
para encender de nuevo
y la mano agarrando
una gota lluviosa.

Atrás,
un cigarrillo raquítico ―
extrañamente largo ―
y volver a empezar
otro día más absurdo
entonces.


De Reflejos de una máscara (1968-1982)

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