miércoles, 24 de noviembre de 2010

PEARSE HUTCHINSON [2.077]


Pearse Hutchinson

(1927-2012). Nació en Glasgow, Escocia, en 1927, de padres irlandeses. 

Murió el 14 de Enero de 2012. Se crió en Dublín a partir de 1932 y recibió su educación formal en Synge Street y University College Dublin. Hutchinson. En 1963 su primer libro de poemas Tongue Without Hands (Lengua sin manos – título tomado de El mío Cid) fue editado por Dolmen Press, en Irlanda. En 1967, después haber vivido diez años en España, regresa a Irlanda, donde se desempeña como poeta y periodista, escribiendo en inglés y en irlandés.


Mira, sin manos

Para Ernie Hughes

Lengua sin manos, cuemo osas fablar?
- Poema del Cid

Me molesto con las ancianas porque compran rosas de papel,
sin embargo arranco un diente de león: para cuando
llega a mi solapa se ha vuelto de papel.

Odio el invierno, y me molesto con los bebedores
por esconderse en bares oscuros cuando el sol brilla afuera,
y podrían disfrutarlo en las mesas de la vereda;
sin embargo cada vez que voy a una playa abarrotada
llevo conmigo pantalla protectora contra los rayos solares.

Por sobre todo la confianza considero motivo de elogio,
pero no permito que un amigo despache una carta por mí
por si acaso se detenga en un bar de paso para beberse un trago.

Admiro la piedra por su rigidez,
pareciéndome a ella sólo en su esterilidad
admiro la mariposa por su brillantez,
pareciéndome a ella sólo en su fragilidad.

Me gusta la velocidad, el verano, los caminos rurales,
pero nunca pude lograr andar muy bien en bicicleta.
Me gusta creer en Dios por la necesidad de alabar –
no obstante tan sólo el temor, hasta ahora, hace que desee orar –
si se me permitiera vivir cien años más
quizá aprendería
a orar.


Stephen’s Green

Un hombre pasó a mi lado en Stephen’s Green,
sorprendente cuán parecido a mí era:
la misma estatura, la misma complexión,
llevaba, como yo, una gabardina verde grisácea,
llevaba, como yo, anteojos,
cargaba, como yo, libros,
su labio inferior, como el mío, era grueso –
y he aquí la diferencia:
estimo que su voluntad es firme,
no floja como la mía.
Porque él es lo que se denomina negro,
y yo soy – observa ese espejo –
lo que a menudo se denomina blanco.
¿Por cuánto tiempo podrá gustarle este término
donde el inteligente puede llamarte
‘patológico’
por desafiar palabras como
‘negro’ dichas en forma peyorativa?

¿O deberíamos llevar amarillo este invierno?



Distorsiones

Qué sorpresa te llevaste –
mientras envejecías y usabas
tan tranquilamente a sexagenarios
como si fuesen espejos
que en realidad no distorsionan
sino que son simplemente proféticos
y tanto más confiables
que el vidrio del baño
que recibe el sol de la mañana
o el del vestíbulo
que no lo recibe jamás –
Qué sorpresa te llevaste
cuando un confiable espejo,
que se sabía 60 y no 40
de modo que no te necesitaba a ti
como espejo, pensó que eras carne
y no vidrio, humano y no mineral
y por tanto irrompible,
y sin verse a sí mismo como espejo,
a tu extravagante manera de ver las cosas
comenzó a tratarte
como un juguete, como a un hermano,
y aunque tú eras carne y no vidrio,
te rompiste, y sangraste,
no arena, tampoco calcio
tampoco pálido plomo rojo –
de modo que, cuán grande fue
tu sorpresa, al rearmarte sobre
el pavimento, carne y no vidrio
al observar cómo su erguida nuca
se desviaba, con calma,
como si jamás se hubiese visto
reflejado en una flor, en un niño,
o en otro anciano.



Distortions

What a surprise you got
—ageing yourself and using
sexagenarians calmly
as mirrors
not really distorting
but merely prophetic
and so much more reliable
than the glass in the bathroom
that gets the sun in the morning
or the one in the hall
that never gets any at all—
What a surprise you got
when one reliable mirror,
who knew himself 60 not 40
so could not need you as a mirror,
thought you were flesh not glass
human not mineral
and therefore unbreakable,
and not recognizing
himself as a mirror
in your extravagant sense
proceeded to treat you
like a toy, like a brother,
and though you were flesh not glass
you broke, and bled,
—not sand or calcium either
nor dull red lead—
so how surprised you felt
assembling yourself on the pavement
flesh not glass
watching his creased nape
moving away, calmly,
as if it had never seen
itself in a flower, a child,
or another old man. 






Cadenas de esclavitud

para Francis Devine

Cuántos esclavos alguna vez le habrán implorado
al conquistador:

haz que me sienta menos humano –
a pesar de que muchos después de un tiempo

pueden aprender a pedir:

haz que me sienta menos que humano
y al fin opresor y oprimido
pueden llegar a gritarse el uno al otro
mudamente implorándose el uno al otro:
haz que me sienta menos humano –
colaboradores escatófagos
rebelde y empleaducho intercambian sus papeles

de traidores

pistolero y conscripto intercambiándose entre sí
tratando de alcanzarse y violarse el uno al otro
hasta vomitar al final la respuesta
a la oración de la doncella demente:
las cadenas de mi maléfico cargo
son demasiado livianas:
esclavízame más aún.

Cuántos esclavos u hombres libres alguna vez
habrán implorado:

ven y oprímeme –

pero el poder puede rogarle a los cuerpos

que pisotea:

hazme menos.



Pulcherrima Paradigmata[i]

‘Los sopranos son hombres fuertes’:
se anunciaba en grandes letras blancas
de imprenta
sobre el pavimento en la calle Harcourt
a mediados de los años cuarenta:
permaneció allí durante varios días

En algunos dialectos del gallego
el vocablo que significa hermana
es el vocablo que significa hermano

‘Sabes’
le dijo La Reina Virgen
al Vigilante de la Torre
‘que soy Ricardo Segundo’

En irlandés
semental
es femenino

Y tal como Florence Nightingale
le dijo por escrito a su reina,
‘Yo me he acostado
con algunas de las más finas
mujeres de Inglaterra.’


[i] Pulcherrima Paradigmata significa paradigmas resplandecientes; la frase proviene de Erigena.

Traducción Jorge R. Sagastume

Pearse Hutchinson: Su poesía y los Desafíos de la Traducción
Jorge R. Sagastume (Buenos Aires, Argentina, 1963) Realizó sus estudios de doctorado en Vanderbilt University, EEUU, con especialización en literatura y filosofía. Es cuentista y crítico literario, y ha publicado tanto sobre autores argentinos como extranjeros, así como en el área de semiótica teatral y teorías de la traducción. En 2004 fundó la revista internacional y multilingüe Sirena: Poetry, Art and Criticism, publicada por la Johns Hopkins University Press. En la actualidad dicta clases de literatura hispanoamericana y estudios latinos en Dickinson College, Pensilvania, EEUU; universidad en la cual también cada año organiza el festival internacional de poesía Semana Poética. 

http://alpialdelapalabra.blogspot.com/



De "El alma que besó al cuerpo"


Perdón

No pienso pedir
humildemente perdón a ningún cura
encerrado en una caja estrecha
en color marrón oscuro
en gracia construida
por un atormentado.

No pienso desahogarme
en vosotros
presumiendo siempre
de camas vacías
ni esconder tampoco
mi vergüenza herida
bajo tus plumas,
tú que nunca te perdiste una seducción.

Pero a mis vecinos, a mis dioses,
al poder del sol,
a los seres que herí,
al dolor que hay en mí,
a ese hombre que esconden los hábitos
a mi espejo roto,
a ellos sí, pediré perdón.








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