lunes, 4 de octubre de 2010

1380.- ANDREU NAVARRA ORDOÑO


ANDREU NAVARRA ORDOÑO
(Barcelona, 1981)
Es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona.
Ha publicado los poemarios Suicidio Súbito (Barcelona, Erizo, 2006), Fiebre y ciudad (Madrid, Diógenes, 2009) y Canciones del Bloque (Barcelona, Paralelo Sur, 2010).
Publicó en 2006 el doble ensayo Dos Modernidades: Juan Benet y Ana María Moix (Badajoz, Abecedario).
Ha coordinado la antología Domicilio de Nadie. Muestra de una nueva poesía barcelonesa (San Juan de Puerto Rico, Isla Negra, 2008).
Se hallan muestras de su poesía en las siguientes webs:
ENLACE A: CÁTEDRA MIGUEL DELIBES
ENLACE A: DVD EDICIONES
ENLACE A: LAS AFINIDADES ELECTIVAS
ENLACE A: SLEEPING POETS



De Suicidio Súbito (2006),
Erizo editorial, Barcelona.


es nuestro tiempo
nuestro fervor
surjamos

nos invitaron a renacer
o eliminarnos
cada jornada

día
tras
día

sin recordar
son nuestras vidas
nuestros abrazos
nuestras charcuterías

nuestras manzanas
amores
ebrios

la humanidad contra el silencio
surge

la humanidad contra el silencio
sólo

la humanidad contra este verso
toda


***

amena anémona desgarrará mi upulpa
y humana mónada no me articulará este fin
si no me humíllame ni mi amanuense mórbido
no me enamores más con tus vanos mentírame

ecos rotura sufre la noche
hueso gritan las ánimas porque el horriso es peso
sufren las olas miles de mares ya que la noche incúlcalos
tan erizadas que de repéntidas se han obstinado a morir muertas
contra arrecifes imperturbables como tu amable
si matinal
sonrísida invernal que deseábamos todos nosotros


***


herida erupta que vertical
tenaz
en llamas
hoy me consumes

sepa tu irritación vandálica que descoyuntas mis cinco
anillos junto al condón occipital

no naceremos si teocéntrica explosión y espatularia nos barre a todos
sin resistencias
sin más adornos
que el calzoncillo o algún pijama odiado
que no arderá en la hoguera
de nuestros símbolos


***


excavo templos
que no sobreviven
ni un solo minuto

pinto maderas
que se te parecieron
antes de nacer

sin desaparecer
nos aceptamos
pútridos

ya sin posible
humillación
no hay
más remedio que
aceptar
la próxima equis ele
de la cancelación o piel


________________________________________



La ciudad del dolor
(fragmento)



el dolor abre las puertas de tus edificios
mueve los muebles de tus sentimientos
sienta las bases de la enfermedad constante
palpa tus emociones húmedas
se interesa por ellas
les pone de vez en cuando
una inyección de vitaminas
desmantela los camiones
los grifos
las mangueras de los bomberos
corta todas las esquinas
redondea tus direcciones
cuadra tus vísceras
asumió el control de los miembros que se te rebelan
desconoces este origen que se te desvela sin que quieras

convertido en tu propia ciudad
asumes la alimentación recién expulsada
de la chimenea
dices asumir tu desdicha
dices sí aunque digas no
(adoras imágenes que ya no existen)
mientras la serpiente de ti mismo
repta silenciosamente por el no paisaje
el nadie
algunas casas que no tienen dueño vertebrado alguno

los insectos hoy carcomen
el tapiz deslavazado
(medio pétreo)
de tu sed incrustada contra el árbol
que olvidaste

si no mojas tus raíces con la gloria pusilánime
en la libertaria desnudez del ángel
la blancura del rostro
la carencia de rasgos
atributos de expresión
esa cualidad del líquido
o lechosa senectud de la masa humana
en nichos sedentarios
que se apropian de tu voluntad
algún tú o tu nada o alguien
algo parecido a ti
esa como subnormalidad del ángel

aquel niño experimentaba más dolor que tú
indudablemente mucho más dolor que tú
exploraba los arrecifes de la soledad
con mayor minuciosidad y celo
residía en los lugares en los que la luz
no te incomodaba nunca
proyectaba mucho más lejos que tú
su sombra líquida

rincones de penumbra infantil
patio con ángulos y miedo
rejas de esperanzas en la gloria
de lo no radicalmente divino
ser a medias
el sabor espantoso de tus propias lágrimas
la rata de uno mismo
ha acorralado al niño
el niño aplastado y loco que huye
de su propia indiferencia y de su propio amor
o sufre

niño fruta
niño bicho
niño amor o nicho niña
con la frente dividida en dos
en algún lugar sin nombre que eres tú
o las dos mitades de ti mismo devorando lava
realimentas tu desidia cómoda

palpas tus propias proyecciones
dejas de reconocer este espectro viscoso
que no eres ni se parece al loco
abandonado en esta calle concreta
con otros seres casi tan inocentes como tú
pero que sin embargo te son frígidos
culpables como tú
quizá no tan asustados como tú

palpas la sien de un homúnculo sudado
le concedes cierta racionalidad
cierta capacidad de vida autónoma
sin embargo pierdes el control
tu ojo se cruza de oblicuas líneas
tu rostro se descompone en una serie de manchas
te conviertes en esas manchas
tus manos se licuan y se descomponen
del homúnculo anterior no queda nada
te devuelven el dolor laminado como un champiñón
la mancha en la pared de ti mismo
la casa desmoronándose
como tú mismo
o tú

observas con luz natural tus brazos arrancados
como el niño que aplasta el reloj de papá
para tratar de arreglarlo luego
como un sapo absurdo en el sofá

este piso lejano te obsesiona
ya no está y junto lo arrancado
desapareció todo lo todo
todo lo conjuntado
todo lo autónomo
la posibilidad del ser
los hemisferios del cerebro
los hemiciclos por desinfectar
ciertas alianzas que hacen fuerza con el no
y lo troquelan sobre el error absoluto
ya ni mi piel ni mis órganos
colaboran con esta mística mínima del no
ya ni siquiera la nada ni la luz
me inundan o llenan

no tiene nada de arbitrario
piensas
m encaminado aquí por propia voluntad
y a este rincón llegué porque yo quise
porque no pude/redimí mi propia historia
pude yo alguna vez (recuerdo cuándo)
haber realizado algún esfuerzo constructor
pero lo que no hice pesa mucho más
que las imágenes que pesan
por pura ausencia

pasillo sin puertas
pero sin ventanas
donde nada se puede hacer
corredor sin techo
pero con paredes
donde no puede calcularse nada
la trayectoria que no alcanza
pero tampoco llega
la basílica sin circularidad
nada más en esta nada
masticando un champiñón
mediodía en blanco radicado en un concepto
que se licua
bajo el nombre la existencia
incluso menos que algo

acumulas energías hacia tu prostitución
te resulta urgente corromperte
de forma irreversible
ojalá fueras una mujer
y los hombres supieran cómo apuñalarte
al fin
cómo se aplasta con celeridad
cómo se alcanza el saber hacer

te relegarías como un homúnculo acabado
la cola incendiada de tu propia vitalidad
como engaño de los revisionistas
los traidores
abandonarías toda lucha y te retirarías
(arte)
a meditar sobre tu propia desgracia

tu propia desgracia son tus propios hímenes
crimen como un himen
anudado al cuello
muerte por estrangulación
crimen como razón de vivir
tu razón para observar desde el umbral
cómo se te desvirga el cerebro
cómo se agita y se apuñala entre espasmos
cuando recuerda a la chica ya borrada
de los anales desfigurados
por el rencor y el tedio

esa chica te vio
a través de cejas hábilmente delineadas
(arte)
y supiste que se había propagado el daño
el dolor te inyectó cierta afición por esta vida

alimañas encerradas en un odio místico
incapaz de encogerse o desaparecer
nula sagacidad
decoro mínimo
la pared sin sendero de lo no expresado
lo yerto junto a tu propio incendio
la triste protesta fiel o balbuceo secreto
como una piedrecita amable en el centro
de tu vientre marchito



LOS POEMAS HAN SIDO SELECCIONADOS POR
EL AUTOR, ANDREU NAVARRA ORDOÑO PARA ESTA ANTOLOGÍA

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