Olga Elena Sánchez Guevara nació en Bayamo, Cuba, en 1952. En 1976 terminó sus estudios de alemán en la Universidad de la Habana y en 1977 inició su trabajo como traductora literaria en el Instituto Cubano del Libro.
En el año 2000 obtuvo en Cuba el Premio Nacional de Traducción Literaria "José Rodríguez Feo" otorgado por la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba).
Junto a numerosas apariciones de sus textos en revistas tales como Revista Mexicana de Cultura Arte y Literatura (La Habana), Revista Antenas (Camagüey), Revolución y cultura (La Habana), ha realizado también publicaciones propias: El informe Viamontes, el último vuelo (2003, prosa corta), Cartas de la nostalgía (2004, cuentos) y Conversación con Ángeles (2005, poemario).
Poemas
I
Tu silueta se mueve en la cocina donde,
bajo la mesa, los gorriones se afanan picoteando
las migajas del desayuno. En el gran patio
al que se abren las puertas de la casa, la ropa
está tendida al mediodía quebrado por la sombra
de las arecas y la zarza.
El silencio casi puede tocarse, y una lenta nostalgia
El silencio casi puede tocarse, y una lenta nostalgia
navega en el cantero de las mariposas.
Desde muy cerca llama tu voz para el almuerzo,
y todos nos sentamos ahuyentando gorriones.
La eternidad comienza en la cocina
La eternidad comienza en la cocina
donde la tarde cae.
II
Todas las tardes se sentaba en el portal,
II
Todas las tardes se sentaba en el portal,
de blanco, bien peinadas las rubias trenzas,
viendo a los otros niños que descalzos y alegres
pateaban un balón o perseguían lagartijas.
Soñaba ser adulta y escapar de su cárcel
sin rejas.
En sus ojos marchitos, la anciana del portal
En sus ojos marchitos, la anciana del portal
guarda la imagen de una niña que sueña
ser adulta y escaparse muy lejos.
VI
VI
VOLKSGARTEN
Desciende y viene a mí: vamos, yo te guiaré.
Miro hacia atrás y veo el trono gris vacío,
la sombra apenas perceptible de un fantasma,
y las rosas.
***
berlín o la nostalgia del paraíso
(parque de friedrichshain, 21-09-03)
si estuvieran aquí
si pudiera verlos correr despreocupados
la gravilla crujiente debajo de sus pies
cerrar los ojos y escuchar la música del agua
sentir el leve golpe de las hojas de otoño
rapunzel en la fuente suelta la cabellera
mientras hansel y gretel corretean en torno
de los árboles
estuve lejos tantas veces
y nunca como ahora me asaltó la tristeza
rodeada por los cuentos de grimm
estuve lejos tantas veces
y nunca como ahora me asaltó la tristeza
rodeada por los cuentos de grimm
y sin varita mágica
*****
sentada junto a un río donde ya me mojé
las manos, atardece: rumor de la memoria
en aquel campo de las tunas
a esta orilla se llega después de atravesar
a esta orilla se llega después de atravesar
un puente que termina en el tronco hueco
de una ceiba
estar dentro de un árbol, tocar, oler esas paredes
estar dentro de un árbol, tocar, oler esas paredes
vivas: es poeta aunque nunca escriba un verso,
el que ideó tallar el pasadizo
dulce maría, el almendares, la ciudad: aquí solo
dulce maría, el almendares, la ciudad: aquí solo
es el río y las palmas mecidas por la brisa,
y el canto de los pájaros
es cuba a orillas de un riachuelo,
es cuba a orillas de un riachuelo,
aguas que van al mar, jorge manrique.
agua del mismo río, en un extremo
y otro del yang tsé...
cada vez más silencio, empieza a oscurecer,
cada vez más silencio, empieza a oscurecer,
y quedan solo el río y su rumor
para jorge abilio
para jorge abilio
*****
el día es gris
y hay frío
ángel de las ausencias
teje un velo
que cubra la tristeza
y murmura en mi oído
la palabra que espero
*****
se desdibuja un rostro
arden
las palabras no pronunciadas
la ceniza
es memoria del fuego
*****
réquiem, michaelerkirche
las voces
- no la muerte,
sino trompetas
de resurrección -
saludándote
wolfgang
inmortal
*****
te amo
no como el primer día sino más
como el árbol va ahondando sus raíces
en la tierra que lo sustenta y nutre
mi amor no es una hoguera
que el tiempo hará ceniza:
tú eres mi otra mitad
te amo
no como el primer día sino más
***
lugares comunes
mi libro de poemas
junto al pan
en la cocina de mi amiga
mi libro de poemas
con paradiso, de lezama,
en las manos del joven a mi lado
mis poemas
hechos pan
en nuestra mesa
*****
lo intento
una y otra vez:
no vuelve
ni tampoco su voz
solo su eco
pero
de pronto
un niño me sonríe
ahí estás…
LAMENTO DE ANTÍFONA
para Antón,
por Los siete contra Tebas
1
antígona es mi nombre y permanezco
apegada a esta tierra
en la que dimos los primeros pasos
mis hermanos y yo
polinice está lejos
se dice que prepara la guerra contra eteocles
y como su enemigo volverá
no comparto sus odios
mi amor es impotente ante su ira
2
ah ismene
hermana mía
no puedo tener paz
si fuera sólo polinice
pero incontables son los que abandonan tebas
y él tapia sus oídos y sus ojos
y no quiere saber
no hay paz para mi alma mientras mi tierra
se desangre por esas dos heridas que son una
y la misma
3
tal vez alguien encuentre lo que escribo
me han mandado callar como sucede siempre
las mujeres que callen
o algún día
si esto que escribo no lo encuentra nadie
el viento irá diciéndolo al oído
de quien lo quiera oír
y escribirán sobre nosotros
y seremos palabras
para seguir hablando a los mortales
también en esos tiempos que vendrán
en que ya las mujeres no tengan que callarse
4
no era sólo mi hermano
era mi amigo
vi en sus ojos la niebla
la soledad y el frío de parajes remotos
cuando me dijo adiós
y no me hallo a mí misma si no lo hallo
al clarear cada día como era cuando niños
5
tanto amor sin decirlo es como un río
represado en mi pecho y me sofoca
todo guarda silencio en mi silencio
no están tus manos ni tus claros ojos
ni tus palabras para darme aliento
no hay lágrimas ni sueños
qué me queda
enterrar tus despojos
y el desierto.
3
tal vez alguien encuentre lo que escribo
me han mandado callar como sucede siempre
las mujeres que callen
o algún día
si esto que escribo no lo encuentra nadie
el viento irá diciéndolo al oído
de quien lo quiera oír
y escribirán sobre nosotros
y seremos palabras
para seguir hablando a los mortales
también en esos tiempos que vendrán
en que ya las mujeres no tengan que callarse
4
no era sólo mi hermano
era mi amigo
vi en sus ojos la niebla
la soledad y el frío de parajes remotos
cuando me dijo adiós
y no me hallo a mí misma si no lo hallo
al clarear cada día como era cuando niños
5
tanto amor sin decirlo es como un río
represado en mi pecho y me sofoca
todo guarda silencio en mi silencio
no están tus manos ni tus claros ojos
ni tus palabras para darme aliento
no hay lágrimas ni sueños
qué me queda
enterrar tus despojos
y el desierto.
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