lunes, 13 de diciembre de 2010

2449.- ARTURO MÉNDEZ CONS


Arturo Méndez Cons, (Cádiz, 1980). Abogado de Oficio, reside en Valencia. Ha publicado los poemarios: El trigo del loco (Cocó 2008), poemario que quedó finalista del I certamen de poesía para jóvenes Caja Castilla la Mancha Terrestre Islavaria 2009 y Ví a Proust, lo Juro, (Baile del sol 2010). Ha escrito dos novelas, SUR y Heredarás estos Zapatos, finalista ésta última en el Ix certamen de novela para jóvenes escritores Caja Castilla la Mancha. Poemas suyos aparecen en la antología Estaciones Desnudas (Cocó 2007). Participa en el libro colectivo ilustrado por Pablo Gallo Libro del Voayeur (Del Viento 2010).




Poemas


Un flojo cachorro de agua ha de ponerse el traje de una manzana a punto de llorar

(Sólo) ha sido tu mirada.

Así eres terrestre en el palacio de los pómulos dormidos.

Sin la ventaja de la sábana usada, su santidad acosando-
te...en el presagio del frío hecho en los aeropuertos el pájaro roto en tu oído las

costillas equivocadas de tristeza adivinada en el restaurante de carretera
donde comimos una vez pescado azul en silencio

Esta niebla la distinguí yo ya
en la forma que tenías de coger las tazas y las cosas inútiles

El cristal desperdiciado en la sonrisa de los ángeles
que nacía y moría como

una carretera invisible, dañando en secreto la fauna de los jardines abúlicos

Todo lo que en fin
mientras miro hacía otro lado me dice

que empezará a llover cuando te marches

De el Trigo del loco, (Cocó 2007).





ALGO HA ROTO LA PAZ AQUÍ.

Todo cuanto sabemos del
magnetismo y la electricidad
nos lo enseñó el pájaro guía

tampoco es cierto que la
tormenta (Helios) haya barrido
el habla noble de los héroes
caídos pero a rastras
la flor hizo llorar
a los valientes y en el hongo
(Hiroshima) entre los dedos
visible
no la sangre
los nudos (carne, nieve y luz)
dejaron las pisadas
negras como el corazón,
cazador blanco
vértigo frío
sobre el papel, fino
y madura, estalló así
la memoria de las baldosas
rotas

La lluvia ácida, también sobre mi,
desde entonces, cae sobre
las estatuas y sobre sus oídos de cemento,
un perdigón
dibujado en mi cerebro
ésta es (según se mire) la desgracia
o la cojera, me
afecta la prudencia de los vivos,
mi cerebro, maldito chisme
desbaratado, a plazos, en la sombra
o de golpe y sobre la hierba (derrocados)
los labios, como los de un difunto y tú
tu corona, qué protege,
la reliquia y el significado del trigo
en medio de todo esto
ya lo dije (la distancia)
los tentáculos prohibidos
los que tienen sed de tu mejilla
endurecida, el laurel entre las losas
flor vertical de espasmo rojo
la absolución, 9 milímetros
parabellum
vuelvo al olvido
a casa a tiempo
de ver morir las rosas


De Terrestre (Islavaria 2007)





Vacaciones en Lima

Entro en el lavabo a oscuras
mientras dejo a Miguel, fuera
hablando solo, quejándose de

lo deteriorada que está su relación
paterno filial por culpa de la Juez, del

psicólogo y no le doy al interruptor porque
logro distinguir la taza y se está mejor
así, parece que pueda oírse la lluvia con

mayor nitidez, que el aire
limpio, más que de costumbre y
las gotas, golpeen con lentitud la ventana
traslucida y por algún motivo

todo eso me proporciona cierto, momentáneo
estado de serenidad, y aunque lo lamente,
esa es la verdad, por Miguel y por su
hija.
Es curioso, que las personas

se distancien así. Sin saber porqué

un día puedes tomar un avión y despegas
con un alka seltzer en el
bolsillo de la camisa, tragas
un martini seco con el cinturón de

seguridad bien abrochado y cruzas el
océano una vez la azafata y el resto
de la tripulación os han
ilustrado sobre como sobrevivir
a una tragedia aérea, os desean

feliz viaje y os recomiendan comprar
algún artículo (probablemente inútil)

de dutty free
De poco sirve la serotonina a
los maníaco depresivos y veintiséis
años, por ejemplo, pueden no ser nada y
muchos seres humanos viven menos

que eso, esta lluvia no parará nunca,
tiro de la cadena y abro el grifo, me
parece un desperdicio de agua, agua, y

más agua, me seco las manos, no lo
reconozco con precisión pero juraría
que he oído un carraspeo, casi una tos o un
sollozo y al salir le digo a bocajarro, -Tranquilo
Miguel, ya lo verás:
que
todo se arreglará-. Y él,
alza el rostro
algo aturdido y a su vez pregunta-. ¿Pero
no está muy
oscuro
aquí?

De Ví a Proust, lo juro.




Publicado por las afinidades electivas - España










Entro en el lavabo a oscuras
mientras dejo a Miguel, fuera
hablando solo, quejándose de lo deteriorada
que está su
relación paterno filial
por culpa de la Juez, del psicólogo y
no
le doy al
interruptor porque
logro distinguir la taza del bidé y se está mejor
así, parece que pueda oírse
la lluvia con mayor
nitidez, que el aire
limpio, más que de costumbre y
las gotas golpeen con lentitud, la ventana
traslucida y
por algún motivo todo eso me proporciona
cierto momentáneo estado de serenidad y aunque
lo lamente, esa es la verdad, por Miguel y por su
hija.

Es curioso
que las personas se distancien así. Sin saber
por qué un día puedes tomar un avión y despegas
con un alka seltzer en el
bolsillo de la camisa, tragas
un martín seco con el
cinturón de seguridad bien abrochado y
cruzas el
océano una vez la azafata y el resto
de la tripulación os
han ilustrado sobre cómo sobrevivir
a una tragedia aérea
os desean feliz viaje y os
recomiendan comprar
algún artículo (probablemente inútil) de dutty free

De poco sirve la serotonina a
los maníaco depresivos y veintiséis
años, por ejemplo, pueden no ser nada y
muchos seres humanos viven menos que eso, esta
lluvia no parará nunca, tiro de la cadena y abro el grifo, me
parece un desperdicio de agua, agua, y más agua, me seco las
manos, no lo reconozco con precisión pero juraría
que he oído un carraspeo, casi un tosido o un
sollozo y al salir le digo a bocajarro, -Tranquilo
Miguel, ya lo verás:
que
todo se arreglará-. Y él,

alza el rostro
algo aturdido y a su vez pregunta-. ¿Pero

no está muy
oscuro
aquí?











El trigo del loco




NO DUERME la sangre sino transita por cirios salvajes

Cuando recitan los locos sobre el pájaro puerco
se pierde fácilmente la oscuridad del ácido
pero no el odio que no une imita a la nada
Compré un alma en el frasco de psicoanálisis
y una peonza negra difícil de desatar

Predicha la ruina como podrás leer los
pelos del demonio sino en la ruina
o en el suelo que calla qué perro querrás que

ladre dentro del rezo si has conseguido

alejarme de la retina con la justicia de un
suicidio y en cada abrazo
llueves sobre Dios

con el dibujo de un grito

(o de un gato)
muerto



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