lunes, 7 de noviembre de 2011

5117.- YANNIS DALAS


YANNIS DALAS
Nació en Filipíada (Epiro, GRECIA) en 1924 y estudió Filología Clásica
en la Universidad de Atenas. Creador y crítico, cuenta con numerosas publicaciones que no pasan desapercibidas al estudioso de la literatura neogriega. Poemarios: Federico García Lorca (1948),
Siete Heridas (1950), Intento de mitología (1952),
Persecuciones en círculo (1956),
Puertas de Salida (1960), Anatomía (1971), El precio (1981),
Perito en gremio (1984), El tiempo vivo (1985),
El poeta y el poema (1985), Depositario (1993),
Seña de identidad (1999), Generatrices (2004).

Estudios y ensayos (libros):
Supervisiones (1954), Ofi cio trascendental (1958),
Kavafis y la historia (1974),
Introducción a la poética de Miltos Sajturis (1979),
Los Salmos de David de Andreas Kalvos (1981),
Kavafis y la Segunda Sofística (1984),
El helenismo y la teología de Kavafi s (1986),
Estudios sobre Kavafis (1987), Estilo indirecto (1988),
La década creativa en la poesía de Várnalis (1989),
Andreas Kalvos (1990), La poética de Andreas Kalvos (1994),
El poeta Miltos Sajturis (1997),
El clasicismo de Andreas Kalvos (1999),
Romos Filiras, el hidalgo de la utopía (1999),
Materia flexible de los yaciminientos de Solomós (2002),
La lengua hablada de los antiguos (2001),
Zisis Iconomu: una poesía contracorriente (2001),
Konstantino Ceotokis: estudio crítico de una carrera
de prosista (2001), El signifi cado y el uso de un símbolo:
El Mono en los textos de Várnalis (2003), Ensayos sobre
la poesía y la prosa (2004).

Prosa: En la corriente del río (1986), Agujas de reloj (2004).
Traducciones del griego antiguo: Los epigramas de Calímaco (1960),
Romano El Mélodo (1999), Líricos arcaicos. Yambógrafos (1976),
Líricos arcaicos. Poesía coral (2003), Líricos arcaicos. Poesía mélica
(2004). Es profesor Emérito de Filología Neogriega en la Universidad
de Ioánnina y Premio Nacional de Literatura por el conjunto
de su obra (1999).
Más información
en www.yannisdallas.org





Y luego el sol derritió los minerales
derretía y reciclaba los sentidos
en el tragadero del alba.
El día echaba la red de la noche
y el sueño ojiabierto fue a arrastrar
las hipnotizadas marionetas
las arrastraba impotentes en la diaria
hibernación invernal en mercados
y en las sedes públicas

De La máquina, “14”, 1 .






Busco día y noche por ver qué se salva
qué queda en esta ciudad de basura
De la política carteles y del amor abortos

Cubo de basura y matriz, ¡qué dirección única!


15

Mediterráneo con un chirimiri se hace Laguna
se convierte en Cocito y Aquerusia.
Haciendo una barca con mis más negros manuscritos
puse proa hacia mi fraudulenta patria


De Los extremos, 1








Llamaniento

Como Maiakowsky en medio del Soviet
y como Jonás profundo en el cetáceo

Más adentro, como los fetos en sus matrices
y como los prescritos del abismo
así doy vueltas también yo y me retuerzo

Ah, ven fetuario también tú naufrago salvado.
Ven y agítame de nuevo por encima, Poesía.

El Poeta y el poema, 1 .





1

He aquí un poeta noctupompo de lo indecible
y cómo su Imaginación se agita por la acción
te agachas a oír en el momento en que anochece las llaves
de las palabras
oyes el álcese del verbo dentro del poema
tantos alzamientos y en los demás poetas cementerios de la memoria

De El Poeta y el poema, “Perito en gremio”, 1









Él iba silbando bajo los cañones de las ametralladoras
los amigos de ayer simiente pisoteada en la cunetas del camino
en lo profundo la sombra de una mujer chimenea que aún humea

Silbando consignas en quiebra marchaba hacia las remotas
islas

A las islas de los bienaventurados donde la luz se curva como alambrada
fuera de las corrientes del tiempo con la sal hasta la memoria suspendido
repudiado por todos como desaparición en las fauces de dos rocas
espera un milagro para volver a derramarse impetuoso en los caminos
como una roca en el regazo del seísmo

Y tras de mí el vómito del mar

De Anatomía, 1 1.









Despedida

Torre de Pisa tal vez más inclinado y no persona
así vine. Me detuve bajo la luz fruto que se desata.
Es tiempo de irme a otro barrio. Ahí dejaré
las obras de la tierra ésos mis dispersos sabuesos
y mi vida una ventana que se cierra hacia adentro.

Yo el solitario a vosotros mi propiedad comunal
yo el loco etc., etc., a los razonables.

La visita

Pasad. Avanzad. Pasillos.
Izquierda. Derecha. Pabellón. Escaleras.
Edificios y escaleras. Golpes. Abrid.

Sentaos. Los instrumentos están listos.
En la lengua una pinza. Los martillos.
El enchufe –un momento más. Sentaos.
Cables fuertes quiero decir vuestros nervios.
En las puertas de las rótulas ¿quién golpea?
En la espalda corre el nido de hormigas.
Mil candelas pero el bulbo se le salió.
Bien. No veo nada. Sentaos.

En algún lugar lo he visto. ¿Cigarrillo? Gracias.
Monedas en la mesa. Gracias. Peaje.

Fluye afuera el sol abeja negra.
Giros voces periódicos de la calle
se internacionaliza en algún lugar un canal.
Un istmo. Manifestación y banderas.

Mi cuerpo es un istmo sin peaje.

De la serie Exilio de la razón



Véase La Jornada Semanal núm. 709, 5/XI/2008

Versiones de Francisco Torres Córdova








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