lunes, 5 de septiembre de 2011

4610.- ANA MARÍA ARROYO



Ana María Arroyo
Nacida en Ciudad Real en 1970 y residente en Valencia. Lectora acérrima, su pasión por la poesía la ha acompañado desde la infancia. Comparte su actividad profesional de Administrativa con la escritura. Ha sido finalista del Certamen de Relato Breve "La Molineta literaria" en 2003 con su relato "Sobre Ascuas". Y finalista en dos ocasiones en el Certamen de Centro Poético con sus poemas "Lluvia" (2007) y "Dulce Primavera" (2008). Desde el año 2009 forma parte del colectivo Toc-Arte, donde publica con regularidad y desde el año 2010 participa con sus poemas en la revista literaria DeGozel. Ha colaborado en colegios de educación infantil escribiendo relatos para niños y leyendo cuentosil. "En la piel del verso" es el primer poemario que publica



POEMAS:

EN TUS SUEÑOS...

Surjo desde tu bruma para provocar
la niebla envolvente,
la fuerza despiadada
que todo lo puede.

Recorro cada palmo de tu frialdad dibujando sinuosos caminos de carne.

Decido el color
de tu deseo
con un millón
de pinceladas atrevidas.

Y desde el poder de saberte vencido te alimento con pasión.

Derramo cada gota de rocío en tus extremos ávidos.
Difumino tu invierno.

Y te obligo a estallar
en un sinfín de brillos
cegados de amor,
antes,
de volver a perderme en la noche.

Hasta el próximo sueño.








AZUL...

Vestiré...
de azul
mi piel de brisa.
Azul de mar. Azul de viento.
Déjame ser
leída.
Adiós al rojo
desatando el fuego de mis pronombres.
Adiós al negro
que oscurece la soledad de estos verbos.
Ni verdes pausas.
Ni rimas en rosa.
Ni marrones henchidos con barro de palabra.
Ni cada destello de plata
que escribe tristezas
sobre el mar adormilado.
Ni un sólo rayo dorado
versado y caliente
quiero en mi rostro.
Ahora, azul.
De antes.
Del principio
escrito en el párrafo de mi vida.
Lento y sereno.
Símil de agua.
Azul.
VÍSTEME.









EN TU NOMBRE...

Alas batidas y tardíos vuelos
acaparan los cielos de tu nombre.

Escapas...
en el decir del viento,
en el contorno de la nube,
en la lluvia enfurecida.

Garras de amor y presas amadas
desnudan los rasgos del deseo.

Despliegas...
el cautiverio de tu piel,
el dulce castigo de tus manos,
el lento peregrinaje de tus labios.

Y ahí quedo yo...
nombrada por tu piel.









MÁS TARDE...

Después
de tanta vida
habituada a tu nombre...
desechando sombras
y atenuando miedos.

Después
del vértigo alado
que sobrevuela en mi pecho...
abriendo heridas
y siendo silencio.

Más tarde.
Mucho más lejos.
-Está el destino-

Cuando llega el tiempo
de enfrentar caminos
bifurcando el alma
para ser costumbre.

Cuando no hay opciones
de no ser tristeza
ni lágrima abierta
dormida en tu almohada.

Allá en el abismo
temido y silente
que reza su mal
hiriendo los sueños.

¡Tan tarde!
...
¡Me dueles, tanto!
...
Tanto mal
hubo entonces
y hay ahora
y habrá siempre
y después.

Tanto frío.












SER PALABRA...


La
poesía
invade
(trémula
e
insaciable)
cada
vértice
de
mí.
Convoca
a
mis
musas
de
manos
heladas




y
susurra
a
mi
oído
y
dice
a
mis
espaldas:
"Eres
toda
para
mí"
"Sólo
has
de
ser
palabra"









PRENDAMOS LA NOCHE...

Tatuada
en tu sombra
está la causa de mi poder.
Si vuelves
la vista atrás
el júbilo te obsequiará
con el dibujo de mis labios.

No dejaré de guardar tu ternura.
No dejaré de envidiar tu piel.

Seré paciente,
cauta,
hasta que tú quieras ser mío
y admitas
que siempre estoy
en tus pasos...
en tu pulso acelerado...
en tu mente ardiente.

Lo sabes... persigo tus caricias.
Así que... sitúate en mí.
¡Prendamos la noche!








SILENCIO Y BRUMA...

Relojes de arena
marcan los segundos
del mar del tiempo.
Te obligan y dirigen,
a pesar de todo,
al puerto de la nada.
Minúsculos granos se deslizan.
Miles de vueltas hemisféricas
nos dicen dónde,
cuándo...
encontraremos el rumbo
de los sueños borrados
por las olas oscuras...
atravesaremos océanos
de voces profundas
que invitan al gozo...
navegaremos vidas
que sostienen el horizonte
de cada amanecer.
Seguir es marcar distancias.
Morir es seguirte amando.
En un minuto de brisa...
sin el rumor de tus horas...
con el corazón ahogado. Sólo.
Silencio y bruma.


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