sábado, 30 de abril de 2011

3778.- NARES MONTERO



Nares Montero. Paradoja y poetisa. Nace en Madrid en agosto de 1982, con la ciudad cerrada por vacaciones, aterida de frío en uno de los días más calurosos de aquel año. Con raíces en los pies y alas en la cabeza, tuvo una infancia llena de ángeles que ella supo maquillar de cuento. Fotógrafa, actriz, animal lleno de melodías, le salieron hace tiempo las muelas del juicio pero conserva aún dos dientes de leche.

Te llamaré Delirio



Te llamaré delirio es su primer libro de poesía. En él, Nares Montero se desviste de impaciencias y presenta poemas escritos entre 2006 y 2009. Deposita sus sentimientos en nuestras manos, nos permite transitar por su vida, consciente de que transcurre con ritmo cinematográfico, autofracturada en cada esquina. Sin caer en la tentación de mitificarse, libre, se muestra como es, sin olvidar en ningún momento que lo importante es que el lector entienda. Sólo comprendiendo se puede sentir.





Lo he intentado
lo juro

escondí el bombo
y los platillos,
las castañuelas,
las chácaras,
incluso el papel albal
y las bolsas de plástico
para no hacer ruido
pero el primor de los cascabeles
ah, esos no

guardé el silencio
de feria ambulante
el previo al aplauso
de boca cosida
con las agujas del carmín

pero ya no aguanto
lo juro

si he de recitarte
henchida
violeta y temblorosa
a quemarropa
que así sea

a mares en plena libertad
donde haga falta

vocalizaré tus verbos subversibos
desbrozaré nombres y adjetivos
y si mi lengua se entorpece
volveré a empezar

volveré a recitarte

donde haga falta
lo juro










Odio sin título a la muerte

Tengo gato a tu suelo
de mimbre,
a tu botella litrona de todas
las lágrimas,
a tu atmósfera pisada con miles
de flechas,
a ese recodo que hacen
los caminos siniestros
por donde maúllas y pisas,
serena,
con todas las llaves como respuesta,
con el miedo midiendo
mis pasos
y todo el engaño en vallas, y vas,
publicitaria.
Te malquiero, y
quiero que
me existas antes de existir a otros,
antes de ocupar esos cuerpos que no
te pertenecen,
que no son tuyos,
que son las voces
de un futuro sin ti,
sin tú,
sin el dolor anegando las ramas,
sin el temblor de otro niño que cae
de este árbol que es lumbre
de ese brasero donde te calientas.
Te detesto por ignífuga,
eterna mariposa,
que vuela sobre toda la belleza.











El primer verso se obvia.
No encuentro la manzana en la que vives,
el sueño se desata con el beso
soñado, por supuesto, algo más real
quizá tu nombre en alguna página
amarilla o tu coche en batería
siempre en carga y descarga.
No encontré al verso primero besado
ni al gato de los desayunos locos.
Te cuento y no me exprimo las naranjas,
será por eso.









Caerte en gracia,
caer en la blanda gracia tuya y
lamer tu mano como el perro lame
a las visitas,
sabiendo que se van, y tú te quedas
idéntica al aliento del desamor,
morada e insaciable. Esperando
ser siempre la rabia de los que nacen.






en construcción

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho
Ángel González


Me propongo construir un tiempo lleno,
a pesar de mi llanto y manos rotas,
otro tiempo con diferentes notas
al que aún se le pueda llamar bueno.

Tan necia soy con el claro veneno
que no lo administro en cuentagotas
y a tragos largos como los idiotas
vengo a beber sin que haya freno.

Para, sé cauta, que entre sorbo y sorbo
puedas ver el aliento que descargas
y el oxígeno que tomas en cada

bocanada no sea un estorbo.
Expira cada una de las cargas
no empieces este tiempo acongojada.






El origen perdido

El lector conoce que
ningún lunes es inofensivo.
El inicio suele erigirse
como un monumento,
un coloso, becerro de oro;
pero puede ser menudo y hermoso
como el desdén o un pendiente
mecido por el viento.
Entonces siente el movimiento en los pies
como en el lomo húmedo de un cocodrilo
o en el minúsculo vuelo
entre el negro plumón del mirlo.

Todo es misterioso jubileo,
sueños de cloroformo,
futuro miedo.
No existe ferroso comienzo
ni escritor inofensivo.






La amistad prudente


Permanezco
a una distancia de bolsillo,
(no siempre abierto)

La vía del tren, su cremallera de dientes
el hilo del puente, en su zigzag suspendido
como el atuendo correcto
de la desconfianza

No ser asiduos de los mismos delitos
negar que nos sea común el idioma, los suspiros,
o las piedras que juegan histéricas con nuestros dedos

La boca estomacal en un resistirse contínuo
a hallarte en la rueda de reconocimiento a la que he sido convocada,

en la morgue maquillando
los rostros de mi espejo

permanezco a una distancia de bolsillo



3777.- MARINA CENTENO



Marina Centeno nace y radica en Progreso Yucatán México. Poemas de su autoría se encuentran en las Antologías: “Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana”, “Antología Mexicana” y “Poesía Femenina” compiladas por el poeta de origen peruano Leo Zelada y Lord Byron Ediciones de Madrid, España. Su trabajo poético ha sido traducido al Catalán, Inglés , Rumano, Frances y Húngaro. Ha publicado en la Revista bilingüe multicultural “Contemporary Horizon” de la cual es colaboradora y que dirige el escritor rumano Daniel Dragomirescu. Parte de su trabajo se encuentra en la edición "CONTEMPORARY HORIZON’S ANTHOLOGY” compilado por Daniel Dragomirerscu. En la página virtual “Arte Poética” del Poeta de El Salvador, André Cruchaga; “Mis Poetas Contemporáneos” del Poeta Argentino Gustavo Tisocco y “Botellas en el mar”del Poeta mexicano Irving Berlín.




Breve para Julia

para Julia Palma

La primera razón de la existencia
entre la gravedad de lo imposible
en el grito de un pueblo
que desde el hambre
y la leve mirada del que implora
es caricia en los nopales

Ahí -Julia- con la perseverancia
que emprende la aventura entre la tierra
se embellece el polvo y la ceniza

como el simple crecimiento de las flores

porque aún hay estaciones que precisan
del azul infinito

y del polen








De árboles

Hay árboles varados al camino
solemnes
taciturnos
cubiertos de quietud
y aún así
pueden hablar de campos y de noches
de invierno y de insomnio

Los árboles observan
como cae el otoño en la naranja
y el verdor del verano en la maceta
la textura del polvo
cuando llega la noche por sus cuevas


porque saben –los árboles-
que de la soledad nace el poeta







De pájaros

Los pájaros tienen la destreza
de acampar en el aire sus costumbres

Saben de la continuidad de las nubes
cuando la tarde atropella con las sombras


Permanecen cerca de los techos
de la jaula y los ruidos
del poema y la flor







Del olvido

La forma intrínseca de aspirarte
por ese laberinto que rasga los papeles
de tu nombre a la tinta
de tu eco a mi voz

Se declaran las sombra
en la quietud de los espejos
para llenar los huecos de la habitación

y pensar que el reflejo
es el halo de viento que se juega la risa
al beber la distancia que nos sobra
en las horas que aturden la conciencia

para luego mojarnos el olvido
tú el faro que urge en la neblina
yo la espuma que arroja su dolor








Desconstrucción

Los gatos tienden el sopor junto a la luna
y el otoño arrasa con las plantas

Hay una autonomía en el teclado
donde la soledad
hace caer su tinta en el cuaderno

De ayer a hoy me torno entre lo espeso
amenazo con vaciar el gris sobre la falda

La olla que hierve -me recuerda-
que no sólo el hambre es lo que mata








La sombra que debilita la luz

Se van quedando ciegos los umbrales donde hiende la muerte

Quise ser eterna
rasgando el aire con las uñas
protestando por las agujas que se clavan al cuerpo

Camino entre sombras que apuran el descenso
de los relojes que dan la espalda
a impenetrables dioses
que arrastran la carne por la calle
para dejarla morir a sus pies como los perros -entre festín de moscas-

No más historias
en esta mansedumbre de los años
que se vierte a la espalda que se encorva
y a la distancia que crece entre los dientes

El hilvane de letras se anuda al borde de la cama
donde muero de muerte en agua
por vacío de rostros y palabras

Tengo frío

Todas las sombras llegan a la vacuidad de la noche
para hacer callar al verso
sólo al verso









“Pudimos haber sido estos árboles
estas flores blancas amándose en el revés de los días”
–Just Gafar-


Pudo ser

Pudimos haber sido estos árboles
hundidos en la penumbra
con la nota de Chopin enredada a la brisa

Sí -pudo ser-
que enero se extinga en la copa del árbol
y las hojas marchitas se devuelvan al aire
para hurgar en el viento la palabra concisa
que profese la huida de las flores caducas


Y también pudo ser
que al caer de la lluvia mi boca temblara
como la golondrina en el tapiz de la tarde
porque somos -aún- dos paisajistas

A cada pauta
surgirán otros signos que nos reinventen
en la cual las esquinas buscarán sus indicios
en estas flores blancas amándose en el revés de los días






Sobre la espalda

Si un día unimos tu soledad y la mía
y trenzamos la tristeza
-tú en mi pelo y yo suspirando entre tus dedos-

Dime qué piensas cuando mi presencia te alborota
y te crecen los pensamientos
hasta topar las mas soberbias metas

La noche es una impostora que se acuesta a tu derecha
y te soba la espalda con su lengua de hembra
hasta arrastrarte al centro del vacío
para que sueñes con albercas de seda
tornado entre mis piernas

Algún día haremos realidad los imposibles
mataremos carneros
destapando botellas de cerveza

En tus ojos el vidrio se difusa

si te tengo cerca soy un simple agujero
donde tropieza tu soledad

Al cerrar la puerta olvidarás mi nombre
como una imagen que se disipa en el agua






Encuentro

Algo se va
para cambiar el rumbo de los nombres
el índice que amortaja la historia en lo imperfecto

Algo se queda
con la rigidez que esculpe espacios en el dogma
antes de libertarse al tiempo

El amor –nuestro amor- es un designio
que traza su terreno sobre nada

se detiene
prosigue
se desata

Nos devolvemos uno al otro
porque bastan los ojos para besar al mundo
cuando la voz no alcanza su palabra


Entre página y página existe un punto de encuentro
que envuelve de renglones al silencio










“Por qué tocan levemente mis campanas
notas de niña arrebatada”
Marina Centeno


Cama.leona

Soy la que muerde los desiertos
cuando tiemblan esferas en la escarcha
la que tiende horizontes
en la soga que estiran las campanas

Saco a pasear
a las arrugas que innovan su metáfora
cuando el invierno pende telaraña
porque teje su historia menopáusica

El abismo es un punto
donde doblo los codos
y hundo la frente en cada página







Nuestra Casa

………………………………………………………a Manuel Centeno


Se aguarda el eco en la distancia
reclamándole edades a la risa
porque quedaron rotos los cometas
que gravitaron por toda nuestra casa

Aún se oculta la tarde en la palmera
y el gallo canta en la albarrada
donde tu abrazo es nudo
y el silencio se cuelga de la hamaca
cuando se mece el sueño en el asbesto
porque la lluvia canta su calandria

Del arcaico ropero del abuelo -zaguán de cucarachas-
surge el agorero son de la guitarra
y te espera el fantasma –me imagino-
presintiéndose solo sin el dote servil te tu mirada

nuestra casa es un cielo pasajero
con la triste senectud
que hoy alberga silencios y añoranzas

Si pudiera cortarle la tristeza
bajaría los gajos de la adelfa
para alfombrar el frío del mosaico
y juntar nuestras manos
acariciar paredes
agujeros
sacudir el rescoldo con el guano
desempolvar el odio
y que ladren los perros
al corretear los juegos que partieron
al caer las aldabas

Volverían -quizá- los buenos tiempos
aletear las cortinas y floreros
repartiendo alegrías a las tazas
y sacarle el brillo a la cuchara
con la sopa caliente
en repleto manjar del chocolate
que batiéndose está dentro del agua
con el pelo revuelto y las manos pequeñas
sosteniendo migajas de esperanzas

…pero el tiempo surca la inclemencia
y decora las líneas de la cara
se desdoblan las puertas
las llaves tiritan
se gotean los clavos por los huecos
para darle quietud a nuestra casa





viernes, 29 de abril de 2011

3776.- CARLOS OSORIO GRANADO


Carlos Osorio Granado (Caracas, Venezuela, 1955) Poeta, traductor, artista plástico y músico. Es licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas, por la Universidad de Carabobo. Trabaja en el Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la UC. Es Subdirector de la revista Poesía y pertenece al Comité Organizador del Encuentro Internacional Poesía Universidad de Carabobo (EIPUC), que se realiza en dicha casa de estudio. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés y al portugués. Ha recibido varios premios tanto por su poesía como por su obra plástica.
Actualmente reside en la ciudad de Valencia, Carabobo.
Obra poética:
Saravá (1988)
Albricias (1992)
Caminería (1998)
Vaivén (1999)
Amatoria (2004).






ODISEA

Entre la luna y el sol va la tierra,
el hombre la pulula sin saber
a dónde deberá conducirse.
La tempestad de ruidos
lo contiene anidando tesoros,
que apenas poseídos se hacen nada.
O él mismo será nada,
a no ser que este hombre
se resguarde en el acto
de buscar convertir sus palabras
en silencio que toque
la luz del camino.






VAIVÉN

Esta piedra
conserva al calor del
día
aunque la noche
se lo irá llevando
sin daño
pero blando
no soy
y volverá
a recibir el sol
sin ninguna clase de
contento.









ALERTA

Todo queda oscuro cuando llegan las sombras
de la otra cara del cielo y nos dan ganas
de salir de nuestras vestimentas.
Por debajo, por arriba
nos estamos buscando y no nos vemos.
Ni vemos que los recuerdos están para distraer.










RESIGNACIÓN

Paremos la carrera porque el cuerpo
en desventaja nos deja.
Si acaso nos vamos a morir que no sea corriendo
ni estirando las manos para alcanzar fantasmas.
Si es lo contrario:
que el fuego se haga cargo
de nuestra permanencia.










VIAJE

Subiendo por el gran río que no llega
ni a su misma corriente, sino cuando lo decide
el barco que se mueve por la selva
donde mi vida encalla y se va quedando
hasta que cante un pájaro desconocido.
Para que las luciérnagas se espanten y
la noche permita un nuevo día.









DESTINO

Hay intentos por descubrir la ruta
remontando ríos y en amores
que llegan siempre al mismo punto.
Una memoria los considera
para dejarlos en la casa y cuenta
la misma historia muchas veces.
Es un sueño que empuja hacia otro sueño
donde la muerte come.





Oportunidad

El eucalipto bailó esta tarde con la lluvia
Se me dió el chance de sentirlo
No existía más nada
Al escampar, todas las cosas
de siempre me inundaron
Dejé de ver la calle,
la vida de los árboles y la mía

De “Amatoria”

3775.- MIREN AGUR MEABE


Miren Agur Meabe nació en Lekeitio, Bizkaia, en 1962.
Se diplomó en Magisterio, dentro de la especialidad de Ciencias Sociales, así como licenciada en Filología Vasca.
Durante unos años fue profesora en una ikastola de Bilbao, pero desde 1990 se dedica a la dirección y gestión editorial dentro del grupo Giltza-Edebé.
En 1986 publicó el libro de cuentos Uneka... Gaba (Por momentos... la noche; Labayru), y cuatro años después su poemario Oi, hondarrezko emakaitz! (¡Oi, mujer de arena!; publicado a modo de separata por la revista Idatz & Mintz en 1999) recibió el premio otorgado por el Ayuntamiento de Lasarte-Oria.
En 1997 su poemario Ohar orokorrak (Notas) fue premiado dentro del concurso Imagínate Euskadi. Varios poemas de los citadas obras sirvieron a la autora para sentar las bases de su obra más ambiciosa: el poemario Azalaren kodea (Susa, 2000; El código de la piel, Bassarai, 2002).
El código de la piel recibió el premio de la Crítica en 2001.
Un año después, la autora recibía el premio Euskadi en la modalidad de literatura infantil y juvenil por Itsaslabarreko etxea (Aizkorri, 2001; La casa del acantilado, Edebé, 2004).
Tras esa publicación Meabe ha continuado escribiendo literatura infantil y juvenil, muestra de ello son Bisita (La visita; Gara, 2001), Joanes eta Bioletaren bihotza (El corazón de Joanes y Bioleta; Elkar, 2002), Etxe bitan bizi naiz (Elkar, 2003; Vivo en dos casas, Editores Asociados, 2003), Nola zuzendu andereño gaizto bat (Giltza, 2003; Cómo corregir a una maestra malvada, Edebe, 2003), y Amal (Gara, 2003).










Isiltasunaren geografia

Honako hauek ditut isiltasunaren mugarri:
hozkailua, harraska eta labea, iparrean;
arasa eta kaleko atea, ekialdean;
trastegela, mendebaldean;
eta euskal paisaien egutegia dituen horma, hegoan.

Erdigunean hazten naiz, arbola gardena baldosa batean.
Baldosapean, leize bat hedatzen da,
mintzairaren zeinu zurtzak negu-lore dituen desegitura.
Mataza bat gomutarazten dute, pintore baten kapritxoa.
Haizeak burua eztitzen badit,
sustraiñoren bat azaleratu, eta gora egiten dit altzora,
eradoski dezadan.

Sukaldeetako isiltasun goizekoa.

Fertilitatearen geografia.

(2004ko abendua)





Geografía del silencio

La geografía de mi silencio está delimitada por
frigorífico, fregadera y horno al norte;
alacena y puerta de la calle al este;
trastero al oeste;
y pared con calendario de paisajes vascos al sur.

En el centro crezco, árbol transparente en una baldosa.
Bajo la baldosa se expande un abismo,
desestructura donde invernan los signos huérfanos del lenguaje.
Conforman una madeja que evoca el capricho de un pintor.
Si el viento mesa mi cabeza,
una raicilla aflora y trepa hambrienta a mi regazo,
para que la amamante.

Silencio de las cocinas por la mañana.
Geografía de la fertilidad.

(dic. 2004)







Interrogatorio

Dónde están los latidos ebrios
que íbamos a cosechar de toda nuestra euforia.
Dónde el hogar ambulante
que íbamos a construir con madera de naves.
Dónde está la patria nueva
que pensamos decorar con rayas de tigre.
Dónde los paisajes soñados
que conquistaríamos pellizcando al pasado.
Dónde quedó el reloj de nuestro primer lecho.
Dónde perdimos el agua del misterio,
Aquella que servía para bendecir las utopías.
Dónde guardaste la maleta de la imaginación.
Qué hay ahora dentro.










El código

Reivindico otro código:
un código distinto al de la palabra
un idioma no verbal,
un lenguaje imposible de condensar en la memoria,
un decir que desmienta juramentos,
un hablar mudo
sin libro de reclamaciones ni listado de tarifas,
sin fluir permanente de mensajes ambiguos,
la expresión de aquello que no se puede expresar.




3774.- GABRIEL ARESTI


Gabriel Aresti Segurola (14 de octubre de 1933 - 2 de junio de 1975) fue un escritor y poeta español nacido y fallecido en Bilbao y que escribió en lengua vasca, tal vez el más importante del siglo XX en este idioma.
Creció en un entorno castellanohablante y aunque su padre hablase con sus abuelos en euskera, el niño Gabriel no la aprendió como lengua materna. Empezó a estudiar el idioma de forma autodidacta a los doce años y a los veintiuno ya colaboraba en algunas publicaciones.
Comenzó su andadura literaria con una obra de carácter simbolista, Maldan Behera (Cuesta abajo), en la que se observa la influencia del pensamiento filosófico de Nietzsche y la estética de T.S. Eliot. Esta primera obra tuvo escaso éxito de crítica, sumiendo al escritor en una crisis creativa. En esta época conoció a Blas de Otero, con quien compartía inquietudes artísticas y sociales, en la Tertulia de La Concordia, y este hecho pudo influir en el giro de su trayectoria poética.
Sus obras más importantes son las que componen la serie "Harria" ("Piedra"): Harri eta herri (Piedra y pueblo, 1964), Euskal harria (Piedra vasca, 1968) y Harrizko herri hau (Este pueblo de piedra, 1970), vinculadas a la corriente del realismo social, pero la última obra que escribió fue "Azken harria" ("La última piedra"). En ellas se observa la creación de un imaginario personal y colectivo, ligado a la historia y a la antropología vascas, con símbolos claves como el árbol, la casa o la piedra, que comparte con artistas vascos como Jorge Oteiza. Uno de sus poemas más conocidos, precisamente, se titula "Nire Aitaren Etxea" ("La casa de mi padre").
Cultivó todos los géneros literarios: poesía, novela, cuento y teatro. Se vio muy influido por Bertolt Brecht y se lo considera uno de los padrinos del movimiento teatral en el País Vasco. Fue un excelente traductor al euskera; entre las obras traducidas destacan las de autores como Federico García Lorca, T.S. Eliot o Giovanni Boccaccio. Según se cuenta, durante un registro en su casa la Guardia Civil le confiscó un manuscrito de la traducción del Ulises de James Joyce, del que nunca se volvió a saber. Entre sus discípulos se cuentan los poetas Joseba Sarrionandia, Jon Juaristi y Bernardo Atxaga.
Como miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) defendió activamente la creación de un idioma común unificado (euskera batúa), defendiendo el habla popular frente a las tendencias puristas. En esta línea, en alguno de sus poemas dice que él escribe en un euskara klarua, echando mano de un préstamo coloquial del castellano. Fundó la editorial Lur, que acogió a los nuevos escritores como Ramón Saizarbitoria, Arantxa Urretabizkaia o Xabier Lete. Colaboró como letrista con cantautores como Mikel Laboa y el grupo de folk Oskorri. Polemista mordaz, publicó numerosos artículos en periódicos.







LA CASA DE MI PADRE

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.

Traducción: Gabriel Aresti
Versión original: NIRE AITAREN ETXEA







MALDICIENDO EN EL MUELLE DE ZORROTZA

El barco alemán ha atracado en Zorrotza.
Trae cemento en sacos de cien kilos.
Mientras tanto,
estaban Anton y Gilen
con la sierra
tronzando un tronco.
Con cuerdas...
No hay cables...
Tira que tira,
ahora Anton,
luego Gilen,
cuando me moriré, Gilen.
Aquí en euskara,
y allí en castellano.
Juraban.
Porque la injusticia no es políglota
y trata igual
al castellano
y al vasco.
Tomé las medidas del tronco.
Se me mojaban los cristales.
(Mi madre por la noche llegó a pensar
que me había caído a la ría). Y dije:
Siempre me pondré
al lado del hombre.
Anton.
Gilen.


Traducción: Koldo Izagirre
Versión original: ZORROTZAKO PORTUAN ALDARRIKA






SI POR DECIR UNA VERDAD

Si por decir una verdad
han de matarme
las hijas,
han de violarme
la mujer,
han de derribar
la casa
donde vivo;
si por decir una verdad
han de cortarme
la mano
con que escribo,
la lengua
con que canto;
si por decir una verdad
han de borrar
mi nombre
de las páginas de oro
de la literatura vasca,
en ningún momento,
de ninguna manera,
en ningún lugar
podrán
acallarme.


Traducción: Gabriel Aresti
Versión original: EGIA BAT ESATEAGATIK





La medida del mundo (Munduaren Neurria)


Hablo sobre mí mismo porque yo soy la medida del mundo.
Que me perdonen.
Cada cual ve las cosas según sus ojos.
¿Y quién me dice a mí que el campanario de la iglesia
de Llodio no puede ver? ¿Quién me lo dice?
Debo hablar sobre mí mismo,
porque yo soy
lo que mejor conozco.
Mi pecho es un laberinto, un dédalo,
y conozco perfectamente todos sus recovecos:
por él puedo caminar como de la cómoda a la cama,
hasta el día que me cieguen los ojos del alma.
De todas formas yo soy el que hablo
y digo mundo,
con mi vara debo medir el mundo,
porque no puedo usar mejor medida.
Lo que hay dentro de mi pecho,
sólo eso quiero yo saber.
Hablo sobre mí mismo.
Vive en Zarauz un hombre, que antes de la guerra
comulgaba diariamente.
¡Ahora sólo una vez al año,
pues qué protestar, sí,
qué demontres!
Tiene una hija de veinte años,
que estudia piano, pintura y alemán;
al año que viene se le casará
nada menos que con un ingeniero de puentes.
A ese hombre no le gustará
que hable yo sobre mí mismo, pero
no se da cuenta que soy
el hombre más sabio de este mundo.
No está sabedor de ello el pobrecito.









POESÍA

Dirán
que esto
no es
poesía,
pero
yo les diré
que la poesía
es
un martillo.

Piedra y pueblo, 1974. Traducción del autor.





POESIA

Esanen dute
hau
poesia
eztela,
baina nik
esanen diet
poesia
mailu bat
dela.

Harri eta berri, 1964.






SIEMPRE DIRÉ…

Siempre diré
la verdad.
De mi boca no saldrá palabra
que no sea verdad.
Me romperán los labios,
se me caerán los dientes,
me cortarán la lengua,
pero
yo
nunca
mentiré.
Y si alguna vez,
rompiendo mi juramento,
digo una mentira,
será
para que el sol no se oscurezca,
para que la luna alumbre,
para que la rosa gane algún pétalo,
para que el clavel no pierda su perfume,
para que el niño siempre goce de la teta
y para que a la doncella
se le vaya la virginidad
con nobleza.

Piedra y pueblo, 1974. Traducción de Javier Atienza.


BETI ESANEN DUT…

Beti esanen dut
egia.
Nire ahotik ezta hitzik aterako,
egia eztena.
Ezpañak apurtuko zaizkit,
hortzak eroriko zaizkit,
mihina ebakiko didate,
baina nik
eztut
gezurrik
esanen.
Eta inoiz,
nire juramentua hautsirik,
gezur bat badiot,
izanen da
eguzkia ilundu eztadin,
ilargia argitu dadin,
arrosak orriren bat irabaz dezan
krabelinak usainik gal eztezan,
haurra beti ditiaz goza dadin,
edo dontzeiliari
birjindadea joan dakion
nobleziaz.

Harri eta berri, 1964.




3773.- JUAN LUIS ZABALA


Juan Luis Zabala (Azkoitia, 1963).




Me rompí

Me rompí,
hace mucho tiempo,
en la infancia,
no recuerdo cuándo.
Nadie vio nada,
y tampoco yo me di cuenta
cuando me rompí.

Me rompí,
hace mucho tiempo,
en la infancia,
no recuerdo cuándo.
Nunca me he recompuesto,
pues ni yo ni nadie sabe
cuándo y cómo me rompí.

Nunca me recompondré,
y ya ni siquiera lo deseo,
porque lo mejor que he sido
lo he sido siempre roto,
porque roto me he amado
de verdad a mí mismo.






Tendencia a verlo todo oscuro

Tendencia a verlo todo oscuro,
con un filtro interno que todo lo difumina.
Mareante y placentero deseo de caer,
obstinación de precipitarse sobre el asfalto,
enfermo hasta el último extremo,
dulcemente resignado de antemano
a golpear todo lo circundante con brazos y piernas.
La belleza de lo inexpresable en las entrañas.
Menos mal que al menos nos queda
la posibilidad de guardar estas rupturas,
la garantía de la distancia,
sostén de las ventanas interiores
para el respirar del verdadero ser nosotros
en el carnaval de las sonrisas livianas.







Reunión

Se reunieron todos
los objetos rotos,
y constituyeron una asamblea irregular
para proclamar la independencia.

La cabina de un camión quemado
citó el arte y la herrumbre,
retretes y lavabos alabaron la hendidura,
se hicieron encendidas loas al lodo y a las cenizas,
las agujas de los relojes miraban a cualquier parte.

Todo consistía en quedarse allí,
interminable aprendizaje de alto nivel,
permanencia y unificación universal.
La ruptura era una nueva vida
—asamblea eterna,
solidaridad sin fisuras—,
que había de vivirse desde las entrañas,
y podía sentirse el futuro llamando
torpe y tambaleante por entre los trastos
transformado en televisor averiado.






Como el reloj en la muñeca

Como el reloj en la muñeca,
quieto en su espacio,
señalar la hora exacta y permanecer.
Estar, ser, casi casi nada.

La muñeca es espacio pacífico,
sencillo y acogedor.
Se está bien
como el reloj en la muñeca,
descansando,
tornando neutral el tiempo,
sin compañeros, sin amigos,
simple ser, matiz,
elemento visible de la muñeca
que la nada rodea.
Pero se siente el llamado de los precipicios,
los imanes que pretenden marear las agujas,
los martillos deseosos de romper el cristal.
Deseos de agarrar el tiempo por las agujas,
pellizcar la muñeca,
abrir de repente nuevos estares al ser.
Eternizar en el destiempo
el grito del reloj en la muñeca,
quizás.

Como el reloj en la muñeca,
estar, ser, casi casi nada,
profundizar en las simas vacías del silencio,
retomar fuerzas
para una pelea que no puede sino perderse.







El dolor de la felicidad breve

No sabéis bien cómo me duele
esta blanca felicidad.
¿Porque es inmerecida?
¿Imposible de repartir y egoísta?
¿Porque se basa,
con elegantes disimulos y nebuloso olvido,
en la inmoralidad de horribles injusticias?
No. Soy tan bajo como mi felicidad.
Es porque sé que es breve,
como toda felicidad,
aunque quienes de verdad merecen la felicidad
no se den cuenta de ello.





Lo que somos

Y nosotros: ¿qué somos nosotros?
¿Los que nunca somos nosotros?
Sin formar un nosotros, nosotros.

Miramos el mundo a través de la miopía,
buscamos apoyo en pequeños cantones, que suelen ser también golpes.
Nuestros pasos están entre la danza de vanguardia y la cojera torpe.

La palabra nos surge del precipicio de la impotencia,
se nos torna vacío en la boca, contrario.
Lo que decimos está entre la canción minimal y el bramido grosero.

No sabemos otra cosa, no conocemos otro modo.
Nadie puede ser lo que no es.

No cuando menos nosotros, sin formar un nosotros, nosotros.
¿Qué somos nosotros?






Ahora lo entiendo todo

Ahora lo entiendo todo.
El valor sociológico del fútbol,
el emocionante encanto de las bodas fastuosas,
el éxito de la gratuita alegría verbenera.
Camiones cargados con idéntico material
en las dos direcciones de la autopista.

Ahora ya sé qué es el fin de semana,
conozco las variadas habitaciones de que dispone para moldear el absurdo.
Sé por qué se congregan las masas de gente.
Sé, por decirlo rápida y groseramente, para qué es la Policía.

Ahora lo entiendo todo.
Cruzo los ríos sobre el puente.
Tengo abiertos los caminos para sentir cualquier cosa.

Ahora encajan perfectamente
todas las piezas de este prosaico rompecabezas.
Pero siempre me inundará de emoción
observar la coja torpeza que las caracteriza en su soledad.





Escampada

En interminable bruma nos mojan las palabras,
palabras hechas de mensaje, hablando gota a gota, H2O;
escaso cobijo, paraguas cansados,
propaganda de la humedad colgada de esbeltas y elegantes nubes.
No es difícil, por otra parte,
en la cuesta abajo de la costumbre,
aun reconociendo que hay también rosas,
vivir sin gabardina
y, en el aturdimiento de la velocidad,
juntar y mezclar todas la visiones húmedas.

A veces, sin embargo, escampa totalmente.
Escucho entonces la voz de mis laberintos internos
comparando las diferencias entre las gotas que me han mojado:
«demasiado hidrógeno, poco oxígeno», suele quejarse,
eso dice por lo menos casi siempre.

En la infinita llanura de la reflexión,
descanso, recuperación de fuerzas, paz de los ojos,
repaso sin confusión las lluvias pasadas:
en la medida en que sepa qué agua conviene a los laberintos
más fácil me será saber por dónde salir.

Eso por lo menos, si más no se puede,
no es poco, mejor que nada.


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3772.- PAKO ARISTI

PAKO ARISTI
Escritor en euskera nacido en el barrio de Urrestilla de Azpeitia (Gipuzkoa) el 17 de septiembre de 1963. Licenciado en Periodismo. Ha practicado mucho el periodismo de opinión y las entrevistas y reportajes. Ganó el Premio Ricardo Arregi de periodismo en 1992 y 1993 en la sección de reportaje, y en los meses de agosto de los años 2000 y 2001 ha publicado un artículo diario de opinión en el periódico "Euskaldunon Egunkaria".
En 1999, Aristi ofreció en muchas localidades el espectáculo de palabra y música Tribuaren hitz galduak (Las palabras perdidas de la tribu), junto con el guitarrista Mikel Markez. La creación se publicó en forma de disco. Al año siguiente, publicó una crónica de un viaje realizado por tierras venezolanas, en compañía del cantante Markez. Se tituló Venezuela, iraultza isilaren hitzak (Edit. Txalaparta), y analizaba la gestión del presidente Hugo Chávez, con un balance finalmente bastante favorable. El libro mostraba también testimonios de vascos exiliados a Venezuela en diferentes épocas. También en el 2000, publicó Nire Uztapide (Edit. Bertsolari), una biografía heterodoxa del bertsolari Uztapide que tenía la pretensión de mostrar lo que el bertsolari había silenciado en su autobiografía.

Aristi ha cultivado también la poesía: Iraileko gutun eta poemak (Edit. Elkar, 1989, libro que incluía también cuentos), Castletown (Erein, 1996) y Oherako hitzak (Erein, 1998). En el año 2001 se publicó, dentro de la colección XX. mendeko poesia kaierak (Edit. Susa), una antología de su poesía, con prólogo de Koldo Izagirre, que escribió lo siguiente: "En la poesía de Aristi lo importante es la acción, las andanzas y opiniones de los personajes. (...) Sus poemas parecen guiones, pequeños cuentos, los leemos como si fueran cortometrajes. Por qué algunos de estos poemas son poesía y nó prosa, es algo difícil de precisar técnicamente, pero muy fácil de expresarlo: el autor sabe encantar, tiene magia". Aristi es autor de varios libros de cuentos para adultos, uno de los cuales (Auto-stopeko ipuinak, Erein, 1994) fue traducido al castellano y publicado por la casa Hiru en 1997, con el título Los informes informales. También tiene un libro recopilatorio de trabajos periodísticos (Bezperan entregatu nituenak, Edit. Elkar, 1989) y varios de cuentos para niños, como los siguientes: Martinellok ez du kukurik entzuten (Edit. Erein, 1985), Hamasei paisa eta paralítico bat (Edit. Erein, 1988), Azken lamiaren bila (Edit. Erein, 1991) y Benetako lagunen aterbea (Edit. Ibaizabal, 1998).

En sus libros para chavales, Aristi generalmente coloca como principal protagonista a una cuadrilla de nños. Según Xabier Etxaniz y Marijose Olaziregi (Euskarazko Haur eta Gazte Literatura Idazleak, Edit. Gobierno Vasco, 1998), estos textos de literatura infantil "son vivos, amenos, narraciones entretenidas y, a menudo, divertidas que se leen con rapidez".
En 1984 decidió dedicarse a vivir de la literatura y las colaboraciones esporádicas en prensa. En 1985 publicó sus dos primeros libros, que tuvieron mucho eco y aceptación: por un lado, su primera novela (Kcappo, tempo di tremolo, Edit. Erein), y por otro una historia de la Nueva Canción Vasca (Euskal kantagintza berria, Edit. Erein), en la que por primera vez se daba detalles de la ruptura del grupo Ez Dok Amairu. Ha sido organista de la iglesia de Urrestilla y domina otros instrumentos, entre ellos la gaita, fruto de sus numerosas estancias en Galicia.
Publica en 2003 Libreta horiko poemak (Susa). En 2004, Nemesioren elefantea (Elkar), nº 16 de la colección "Kuku" con dibujos de Jokin Larrea y Gauza txikien liburua (Erein), obra esta última en la que mezcla poesía y narrativa. En abril de 2004, y seis años después de su publicación original en euskera, la novela Urregilearen orduak, se publica en castellano con el título de Las buenas palabras en traducción de José Luis Padrón.

En octubre de 2005 presenta en Donostia-San Sebastián su Note book (Erein).





INDUSTRI BIRMOLDAKETA

Untziolak itxi egin zituzten
eta bizitza osoa
itsasuntzien eraikuntzan
enplegatutako arotz zaharrak
enkarguzko lan ezberdinetan
hasi behar izan zuen.
Alabaina,
batelen formakoak
ateratzen zitzaizkion gurdiak,
txalupen okerdurakoak hilkutxak,
izkina borobilkoak ziren
haren altzariak,
kurbarekiko maitasuna aitortuko
luketen olerkiak bailiren.
Itsasoak gidatzen zuen
bere eskuen indarra,
azaleko zimurrek osatzen zituzten
uhinen bidez.






RECONVERSION INDUSTRIAL

Cerraron los astilleros
y el viejo carpintero,
después de toda una vida
dedicada a la construcción de barcos,
tuvo que aceptar
los encargos más diversos.
Sin embargo,
sus carros tenían
la forma de los bateles,
sus ataúdes las curvas de las lanchas,
sus muebles tenían
los bordes redondos,
como si fueran poemas que declaraban
su amor por las curvas.
El mar guiaba
la fuerza de sus manos
a través de las ondas que formaban
las arrugas de su piel.

(Castletown, Edit. Erein, 1996)












SLOGANA

Maiteminduta bazaude,
poesia irakurtzea da
zoriontsu izateko modu bakarra.
Eta maiteminduta ez bazaude,
zoriontsu izateko modu bakarra
maitemintzea da.





Si estás enamorado,
la única forma de ser feliz
es leer poesía.
Y si no estás enamorado,
la única manera de serlo
es enamorarse.







Poema de medianoche

No se enamoran como antes
y se saben incapaces
de conmoverse ante nada.
Lo dicen así, sin más,
y que es inútil llorar
por unos ojos que ya no se recuerdan.
Para la gente de mi edad,
la medianoche
es solo la hora de apagar la tele.
Las personas de mi edad
dicen que ya no se emocionan
como antes,
que han superado la edad del pavo,
y que qué gracia tiene
eso de salir a conocer gente.
Para ellos, la medianoche
es sólo un trozo de cansancio.
Algo nuevo ocurre
que me hace renegar de todos ellos
desde que te conozco
y siento que mi corazón se derrama
si me miro en tu mirada,
y conspiro contra las leyes del cálculo,
alejado de la aseada existencia
de quienes desisten al abismo de vivir.
Ahora que te he conocido
entiendo que aún no haya cumplido
la edad de la gente de mi edad,
y que su madurez es un río
en cuyas aguas jamás he de nadar.
Tu locura me ha curado,
y es lo que quería hacerte saber
desde la soledad de un poema escrito
en la medianoche de mi llanto.





jueves, 28 de abril de 2011

3771.- HEDOI ETXARTE


Hedoi Etxarte (Iruña, España 1986) :
En 2008 publicó (Susa) el libro de Poemas "Suzko Lilia". En 2009 y junto con Alain M. Urrutia hizo la novela de imágenes Ihes Ederra (Alberdania). En 2004 tocó en China con la EGO y en 2005 con la JOPS en Japón. Tocó el violín en la banda de música Mirant al cel (Talka) de Fermín Muguruza. Toca en Dilistak y Nublia. Vive en Gasteiz.


LA AUTOPSIA ES UNA LOCURA
(AUTOPSIA EROKERIA DA)

la frase es pez
y la palabra escama
sudando en charco

tus costillas
palpitan
en los pulmones

romper un libro entre dos:
doblar la alegría
en media sonrisa

acecho ciego

la frase es pez
y la palabra escama
sudando en charco

el cuchillo no está limpio
al sacarlo del ojo de kathy,
no está claro si le causó impresión

a la tormenta han llamado tempestad
y los ciudadanos se han quedado bajo los tejados,
el florero sabe que se trata sólo de un chaparrón
y se dirige a mojar los calcetines en los charcos

el martín pescador es el pájaro que más bebe

tomar distancia frente a las situaciones
permite analizar mejor las situaciones,
distancia significa muerte,
al analizar lo muerto estamos más cerca de la verdad
y cristo en la cruz (al convertirse en gurú)
es antítesis del abrazo

resumen y
síntesis
dospuntos
autopsia

al marcharte hemos salado el paraíso marítimo

a la tormenta han llamado tempestad
y los ciudadanos se han quedado bajo los tejados,
el florero sabe que se trata sólo de un chaparrón
y se dirige a mojar los calcetines en los charcos

acecho ciego

romper un libro entre dos:
doblar la alegría
en media sonrisa

la frase es pez
y la palabra escama
sudando en charco





CAMELLOS AMARILLOS
(GAMELU HORIAK)

los cuerpos olvidados
han encontrado el amanecer de cañas
en las cicatrices de vino

mirando dormido
esta noche
los muertos no podrán bailar
y no porque les hayan cortado las orejas
no
ni porque les hayan robado los zapatos
no
los muertos no vendrán
porque no tienen bocadillos de nocilla
alrededor del ombligo

la soledad amarilla nos viene de frente
cuando me he mojado el hombro y el cuello
mientras tiene las rosas de chocolate en las manos
—los tejados al sol—
la soledad amarilla,
en esta ocasión iba a decirte que no me dejaras
—conejos ensangrentados—
soledad amarilla en los llantos y sonrisas
queriendo mostrar que el tiempo es un regalo
en esta ocasión iba a decirte que no me dejaras
el radiador se ha roto en mil pedazos
agosto es en otoño

llega la soledad amarilla
sartén de mantequilla sin olor a pescado

los amigos de los libros verdes —los de izquierdas—
han acudido al mar que casi está en silencio
como los sapos a la estación
llega la soledad amarilla:
tomando toda la calle obesa
ha nacido muerta

seguiré de pie pese a que se me terminen las baterías
mirando los camellos
mamando el silencio
alrededor de tu ombligo
en el pasillo







LA BANDERA DE LA RDA
(DDRKO BANDERA)

ante las bellas mujeres
soy la boca derretida de Lewinsky
en la entrepierna de Clinton

ante las alternatibobohemiasestiloberlin
soy Milú
tras Tintín

ante las sabias y maduras
soy un conductor que espera
a la vaca que está en medio de su camino en las calles de Nueva Delhi

ante las de rayanegramorbosabajoelojo
soy el bailarín de ska
en el último concierto de The Clash

ante las escotadas amantes de Britney Spears
soy la silla
en la final del campeonato de bertsolaris

ante las pijipis
soy el trigo
que rodea la bandera de la RDA

ante la voz gravedulce
soy una visera ecléctica








TRES LENTEJAS NIHILISTAS
(HIRU DILISTA NIHILISTA)

habéis abierto la puerta con hacha
y habéis destruido la flor
y quien lo ha intentado con balas
ha agujereado el tronco que está tras la puerta
pero el fruto no ha caído

los gusanos y ojos cortados
que se amantequillan por debajo de las sillas
tienen el pantalón azul como objetivo

y pedimos lluvia cuando tenemos frío
porque nuestro único modo de llegar es el placer
entonces gritarán «no me conviertas en libro de estilo»

cuando llegue la hora
los mayores ciervos del deseo
y los dos burros de enfrente
estoy convencido de que se suicidarán
es tan naïf

soy naïf
cuando eres naïf
y cuando el cielo enrojece
las nubes azules despiden al día

de pequeño uní los números con líneas
y surgían imágenes
uno dos tres y después cuatro:
la liebre en el bosque

ahora uno los tapones de
las botellas de agua que me diste
y con el cansancio
se me derriten los anillos

amanecer agujereado
verdad involuntaria arrugada
noche sin despertar
garganta del estado frío
cobijo a exigir...
eras mi cinturón
donde los tejados eran sueños

en la época del trigo estéril
bienvenidas las lentejas secas

habéis abierto la puerta con un hacha
y habéis destruido la flor
cuando venía la hora
de los mayores siervos del deseo

bienvenidas las lentejas
en los tiempos estériles
donde los edificios se deshacen
donde los platos que no se han llenado son hojas secas
abre la puerta con un hacha






SHALALA
(XALALA)

y al quemar el lirio en el fuego
hemos sido infinitos:
al igual que las noches lo son
hasta la apertura de labios
al igual que los cuerpos tiemblan
con la música de la discoteca

alzaremos los brazos
cuando la cruz roja se lleve a los heridos,
cuando nos quieran hacer llorar
wir sind friedlich
was seid ihr?
os cantaremos shalala desnudas
porque somos las niñitas que sonríen
moviendo sus nalgas
y nos lo comeríamos todo mezclado con humo
entre cortinas
bailamos descalzas
adornadas con luces que vienen y van
encima de los adoquines rotos
porque la lascivia es nuestro objetivo final

y al quemar el lirio en el fuego
hemos sido infinitos:
como profunda es la noche
que no puede abrir los ojos cosidos
al igual que tiemblan los cuerpos
con la música de la discoteca
os cantaremos shalala desnudas

la vida es amarga
y a veces es también dulce
para que no olvidemos
que es amarga
la vida es amarga
y os cantaremos shalala desnudas








DIECISEIS
(HAMASEI)

(el anillo nos tomará
dentro de un minuto
hasta la calle Hermann
pero el instante en el que alguien
decide sentarse o no
prefiere seguir de pie)

te he esperado durante mucho tiempo
y ahora cuando apareces
abres y cierras los labios
produciendo sonidos
pero sé
que no te escucho
sólo me repito a mi mismo
aquello que esperaba escuchar

soy el que va al concierto conociendo las canciones
en los directos repito en mi mente
aquello que escuché en la grabación
no escucho desafinaciones
no me doy cuenta de las palabras truncadas
es aquél que va a escuchar al grupo sin conocerlo
quien escucha mejor:
aquél que no tiene prejuicios positivos

yo
me he repetido en demasiadas ocasiones
aquello que quería escuchar de tus labios
y no puedo volver a ser virgen
ante tus palabras
este árbol tiene demasiadas astillas
lunares demasiado crecidos
y las manzanas están en la punta de la punta
no llego con mis manos
y el recuerdo es demasiado circular
y su barbarie demasiado circense

te quiero a ti prado húmedo
a ti árbol florido
a ti prado florido
te quiero a ti prado húmedo
sembrando los campos con vasos

los bajos matorrales afincados en la tierra
nos apagan
pero yo
te quiero ver a ti
árbol florido
cuando germinas sonrisas

nächste station: heramnnstrasse
endstation, bitte alle aufsteigen

los anillos se han alcantarillado
como la pintura roja
en la cara blanca

si me hubiera quedado en mi mismo
ahora sollozaría con el sol
si me hubiera quedado en mi mismo
no sollozaría por los sucesos imprevistos
si me hubiera quedado en mi mismo
sin salir de la estación

.

.

c

h







TU ROSTRO
(ZURE AURPEGIA)

tu rostro
no es una página blanca
porque tiene ojos

tus ojos
no son diccionarios
porque no conversan con palabras

tus rincones
son bosque
de árbol en árbol

decimos olor-a-lluvia
cuando en realidad es olor-a-ozono

a favor de la libertad:
la prohibición

como tiene ojos
la oreja es hielo

la fresa es dulce
gracias al zumo de limón

decimos respeto
para decir muro

decimos distancia
para decir miedo



Traducción: Hedoi Etxarte / Aitor Etxarte

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3770.- EDU ZELAIETA


Edu Zelaieta Anta (Gasteiz, Araba, España 1973)
Doctor en Filología.
Poesia:
Jendakiak urruneko familiatan (2002, Arabako Foru Aldundia)
Mugaldekoak (2004, Susa)
Aldaira urdinak (2010, Alberdania)




LA FUENTE

Hacía tiempo que no bebía agua de una fuente
al contacto con el grifo.
Atrás quedó la infancia, muy atrás.
Piensa: vete a saber qué agua bebemos.
Hace mucho que canjeó
sueños e ilusiones por rutina diaria.

Hoy, del trabajo camino a casa
ha levantado la mirada un momento:
un niño juega alrededor de la fuente,
navegando con su imaginación de papel, saciando su sed.
Ha recordado súbitamente que
en las tardes bochornosas de verano
a él también le gustaba chapotear en los charcos
de la fuente próxima a la casa de sus padres,
y besándola saciaba la sed.
Improvisaba barcos de papel
para jugar en los riachuelos de la plaza.

Ha durado un instante, mientras observaba al niño,
como si fuera un sueño que nunca existió. Después
ha reemprendido su marcha hacia casa. Rápido.

El hombre obtuso no encuentra sentido alguno
a la fuente que tiene al lado de casa,
no ve más allá del óxido de sus ojos.
La fuente tan solo es un juguete para niños.
Un monumento a los tiempos perdidos.






COBARDES Y VALIENTES

Cuando morimos en vida
unas irremediables ganas de escapar nos invaden.

Sólo los más valientes se atreven
a huir de las funestas sombras de la realidad.
Porque los que se acurrucan dentro
no quieren arriesgar la poca miseria que tienen.

Esclavos de una montaña de excusas y pretextos.

Y los cobardes que consiguen fugarse
no se dan cuenta
de que huir
no es más que otro uniforme de presi-diario.







EN OCASIONES

En ocasiones parece que nuestro niño interior
anda jugueteando arriba y abajo.
Para hacernos recordar, si queremos,
que aun somos dueños de sueños e ilusiones.

A veces paseo por el casco antiguo
calle arriba, calle abajo.

Es como si al pasar por la iglesia evangelista
de los gitanos
consiguiera agrietar nuestras fronteras.
Como si los problemas que me unen
a marroquíes y argelinos
se fueran a extinguir en ese instante.

Cuantas veces habré estado a punto de entrar
en el locutorio latino
con la excusa de una llamada falsa.

En ocasiones pienso en todas esas personas
antes de venir a aquí.
Del nuevo universo que se ha creado
en una sola calle.

Aunque parezca mentira,
la iglesia, la mezquita, el locutorio y el convento de clausura
se encuentran en la misma calle
unos al lado de los otros.

A veces patrulla la policía
coche arriba, coche abajo
en labores de vigilancia.

No se hasta cuando durará esta pequeña victoria.
Hasta cuando la grandeza de la infancia.
Para hacernos recordar, si queremos,
que aun somos dueños de sueños e ilusiones.

En ocasiones pienso que
jamás entraré al locutorio
ni tampoco a la carnicería norafricana.
Temo de mi extraña presencia.

A veces cruzo la calle de lado a lado:
no entro en ningún sitio, no hablo con nadie,
simplemente imagino.
Imagino que paseando calle arriba, calle abajo
se ha de corromper alguna de las barreras.
Antes de que el tiempo nos endurezca demasiado.







EL CARTÓGRAFO EN EL NAUFRAGIO

botellas, mapas y botellas

Y no se desarman las fronteras,
no se inventan vacunas,
o inventadas no las distribuyen.
Y no cierran los bares
cuando el borracho ya no puede más.

Una pandemia atroz recorre mi cuerpo
al soñar con cartas carentes de mensajes.

En el espejo del agua salada
me parezco a la cuarentena.

¿Cómo se delinean las islas que no veo?
¿Cómo se trazan las líneas que no se hallan en mi?

Solitarias van mis pateras
cruzando el árido secano.





LA LÍNEA VERDE

A un lado de Behobia [1]: los griegos.
Al otro lado de Behobia: los turcos.
Todos son behobianos.
A pesar de que para los turcos
los del otro lado sean griegos.
A pesar de que para los griegos
los del otro lado sean turcos.

Inesperadamente han habilitado
huecos para atravesar la frontera.
Ha comenzado a disiparse
la línea verde que divide Behobia.

Cuando hayan pasado cien años
los behobianos de uno y otro lado no recordarán
que antiguamente existía una línea verde
que partía Behobia en dos.

Dentro de cien años
la línea verde del pasado
se habrá tornado azul de mar.
Y los fronterizos de la isla anfibios para contarlo.

[1] Behobia es un barrio dividido por la frontera franco-española.



Traducción: Jordi Serra y Edu Zelaieta

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ESTER VALLBONA [3.769]


Ester Vallbona Domínguez

Berga, Barcelona, España, 1970
Ester Vallbona, filóloga por convicción, correctora editorial de profesión y escritora por devoción, se atreve con todos los géneros: poesía, relato, cuento infantil, teatro, microtexto…, y ha cosechado en los últimos años varios premios:

En mayo de 2004, el Teatro Ponent de Granollers representó la obra colectiva Dones sota traïció, en la que Ester Vallbona participó con el texto dramático «Flores para Ana».

En junio de 2006, su relato Conversaciones a solas fue finalista del III Certamen de Narrativa Breve Canal de Literatura.

En octubre de 2006 quedó finalista en el «XXVIII Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla» con su libro de poemas El verbo presentido, que figura en Laberinto íntimo.

En abril de 2007, ganó el primer premio del V Premio de Cartas de Amor, organizado por el Ayuntamiento de Granollers (Barcelona), con su texto Carta de amor de un desconocido.

En julio de 2010 ganó el Primer Concurso Dues Tintes con su texto Un tal León.

En febrero de 2011 ganó el VII Concurso de Literatura Hiperbreve
Pompas de Papel con su texto En tres palabras.

Esta autora colabora en varias revistas y páginas web literarias y, desde 2005, tiene su propio blog, La Letra Escarlata.

http://www.canal-literatura.com/
http://www.tierradepoetas.com/foro/
http://forum.letrasescondidas.net/bb/index.php?
http://www.ariadna-web.org/

Títulos publicados:

Laberinto íntimo (2008)
El mismo mar, la misma sal (cuento infantil) (2012)

Página web de la autora:  http://www-laletraescarlata.blogspot.com
Correo electrónico :          estervallbona@gmail.com




DÉJAME DECIRTE

Déjame decirte lo que ayer no supe.
Deja que llene,
para siempre,
mi carne de calma.
Déjame contarte
por qué no pude darles
más que espadas a tus labios
y abrojos a tus manos.
Déjame que llore hoy la dicha perdida,
déjame pasar cuentas con este torpe ser
que habita en mí a escondidas.
Si no te di lo que esperabas,
si no busqué dentro de mí,
fue por temor a que,
detrás de espadas y abrojos,
creciera fuerte
una flor con tu nombre.




NECESITO

Necesito creer en un mundo en el que un día alguien abra su mano
y otra la ocupe sin preguntas.
Creer que si extendemos los brazos,
otros los abarcarán sin detenernos.
Necesito ver un horizonte libre de fronteras, colores o banderas.
Necesito creer que pronto encontrar la paz será una opción personal
y no el ruego de una nación mordida por la guerra.
Necesito que mis hijos sepan que quizá no les legué un mundo demasiado amable,
pero sí que hice todo lo posible porque lo fuera.
Por eso necesito encontrarte en ese mundo que quiero para mí y para ti.
Necesito que tu mano reconozca la mía y que nuestros brazos se vistan de abrazos.
Necesito que tus ojos me devuelvan la calma que hoy huye a mis espaldas.
Pero, por encima de todo, necesito que tú también me necesites,
aunque el nudo de este trabalenguas se empeñe en enredarse entre tú y yo
y se me ponga el alma en carne viva al descubrir que aún no te encontré
y ya te estoy perdiendo.




DETESTO

Detesto a la gente que me condena sin tomarse la molestia de conocerme.
No soporto a los que no miran de frente,
a los que miran por encima del hombro,
a los que hablan a la espalda.
Aborrezco a aquellos que te valoran por lo que tienes o,
peor,
por lo que no tienes.
Me repugnan los que creen que el dinero lo compra todo y a todos.
Maldigo a quienes no respetan la vida
y ponen en manos de críos máquinas de matar y no juguetes.
Me aburren quienes no tienen nada que decir
y se conforman con lo que dicen los demás.
No aguanto la envidia.
Censuro la maldad.
Reniego de la mentira.
Me apenan los que traicionan la palabra confianza.
Desapruebo las batallas,
si no son por amor.
Sin embargo,
valoro a quienes se toman la molestia de conocerme
antes de juzgarme.
Me seducen los que me miran cara a cara,
con mirada franca.
Aprecio a quienes me quieren por lo que tengo
y lo que perdí.
Me cautivan los que no venden su alma,
la regalan.
Admiro a quienes saben hacer felices a los demás,
a los que regalan a un niño un sueño, una esperanza, una ilusión.
Me interesan quienes miran hacia dentro
y descubren que necesitarían dos vidas para explicar todo lo que ven.
Me entusiasma la generosidad.
Alabo la bondad.
Bendigo la verdad.
Me alegra poder conjugar,
día tras día,
el verbo confiar.
Apruebo las batallas que se ganan con palabras,
con besos.
Y, por encima de todo,
te amo a ti,
por lo que eres,
por lo que haces de mí.




UNA PALABRA SOLA

Una palabra tuya
bastaría para sanarme.
Me redimiría de esta pena
que me has impuesto
y de la que no sé la causa.
¿Qué pude hacer
para merecer tal castigo?
¡Hasta el ser más ruin
y miserable de la tierra
tiene derecho a saber
por qué se le condena!




ESPÉRAME EN LA ORILLA DE TU MAR

Espérame en la orilla de tu mar
cuando atraque en el puerto la tristeza.
Espérame en tu mar de espuma juguetona
y olas tibias de caricias.
En tu mar, seré tu abrigo.
En mi mar, serás sirena.
Espérame en la costa al naufragar
y seré el viento que amaine tempestades
en las tardes perfumadas de risas y anís.




NO PIDO TANTO

No pido tanto para ser feliz.
Sólo pido tener a alguien a mi lado que sepa leer en mis ojos lo que callen mis palabras;
que me observe en silencio y me pregunte dónde estoy cuando descubra mi mirada perdida;
que me diga «no te vayas sin mí,
yo también quiero navegar contigo por ese mar por el que vas huyendo»;
que cuando le mire a los ojos me pregunte qué leo en ellos;
que sonría cuando me vea sonreír, aunque no sepa el motivo;
que me pida que le lea un poema al oído, despacito, para que sea sólo nuestro, suyo y mío;
que cierre los ojos cuando siembre en sus labios semillas de esperanza
que regaré cada mañana al despertar…
Sólo pido tener a alguien a mi lado que invente mil historias al vuelo
con que ahuyentar la tristeza que amenace mi alma;
que se vista de mimo, bombero o mago por robarme una sonrisa;
que recoja mis lágrimas una a una,
las coloque en un avión de papel y las eche a volar gritando:
«¡Hasta nunca, no os queremos más por aquí!».
Que apoye su cabeza en mi regazo y,
mientras contemplamos las caprichosas formas de las nubes,
dibuje en el cielo,
con su dedo,
un corazón.
Que se entretenga a desenredar mi pelo,
alborotado por la brisa,
y teja con sus manos un lazo invisible entre los dos.
Que me arrope de noche con su voz y de día con su risa.
Que sea capaz de admirarme y decírmelo,
sin sentirse por ello inferior.
Que me escuche cantar en silencio y me susurre al oído:
«Canta en voz alta, por favor, cántale al mundo».
Que se emocione con una nota, una palabra, una canción,
con las lágrimas de dos desconocidos unidos por un mismo dolor.
Que las únicas guerras que apruebe sean por amor,
que sus armas sean besos y abrazos,
que dibuje en un papel una pistola de la que asoma una flor.
Que me diga:
«Tengámosle la maleta preparada a la monotonía, al desamor».
Sólo pido eso y todo eso,
tener cerca a alguien que me entienda,
alguien como yo…





PROMÉTEME

Prométeme que jamás dejarás de buscarme cuando te sientas perdida,
y yo te prometo que sabré dónde encontrarte.
Prométeme que jamás dejarás morir una caricia que me tengas destinada,
y yo te prometo buscarla con todas mis fuerzas.
Prométeme que no dejarás de mirarme con esos ojos de niña con que me miras,
y yo te prometo llevarte donde ellos me pidan.
Prométeme que me prestarás tu risa,
y yo prometo devolvértela intacta,
prendida en la mía.
Pero prométeme también que no te dejarás llevar por la tristeza,
porque es un frío que atraviesa el alma
y que devora el aliento y la entereza.
Prométeme que lucharás contra ella con todas tus fuerzas,
y yo prometo prestarte las mías
cuando tú las pierdas.




RAZONES DE CÓMO TE QUIERO

Puede que algún día te preguntes si te quiero.
Puede que algún día me preguntes si te quiero.
Y, cuando llegue ese día,
no tendré más remedio que decirte
que te quiero y no.
O mejor,
que sé cómo te quiero y cómo no te quiero,
lo que, en realidad, es decir que sí te quiero.
Así pues, no debería embarcarme en trabalenguas absurdos,
pero ya sabes que me encanta liar, anudar, enrollarlo todo,
y sentarme a esperar que me rescates del embrollo.
Yo sé cómo te quiero.
Te quiero como el mar a las gaviotas,
como el verano a la fruta,
como la voz al silencio,
como la noche a la albura.
Y sé cómo no te quiero.
No te quiero como el yugo que aprisiona.
Ni como el cerco que acorrala.
No te quiero como un lazo que aprieta y ahoga.
Ni como un arma cargada de promesas afiladas.
Yo te quiero como la tinta al papel,
como la palabra a un verso,
como un beso sin cuartel.
Ahora ya sabes cómo te quiero y no.
Y puede que algún día te preguntes si me quieres,
y puede que me quieras y no.




SI SOY RARA

Si soy rara por intentar sembrar en el camino semillas de alegría.
Si soy rara por sonreírle a la vida aunque me lo ponga difícil.
Si lo soy por creer que el mundo es un ser vivo que tiene derecho a recibir,
no sólo a dar.
Si lo soy por prestar oídos al pulso de la naturaleza
en lugar de a los engañosos cantos de sirena de la sociedad.
Si defiendo que la ayuda no se compra ni se vende,
sino que se presta.
Si me emociona el retorno,
cada año,
de una golondrina al nido que la vio nacer.
Si me indigna ver a una mujer con las manos ajadas de trabajo mal recompensado.
Si me duele el niño de mirada marchita
que se cruza en mi camino.
Si soy rara por pensar que a la humanidad le queda una esperanza
mientras haya una sola persona que lo crea.
Si consiguen embelesarme el sonido de una nota,
el arrullo de un mar en calma.
Si no escucho las palabras
porque me pierdo en la voz que las pronuncia.
Si soy rara por despertar,
a media noche,
con la urgencia de un verso prendido en mi boca.
Si soy rara por creer que el corazón me da la libertad y la razón me la quita.
Si soy rara por vestirme de payaso para robar una sonrisa amiga.
Si lo soy por mirarme en unos ojos con la esperanza de verme reflejada en ellos,
entonces, sí.
Entonces confieso que soy rara,
y mientras quede en mi cuerpo un soplo de vida
lucharé por seguir siéndolo y por dejar constancia de ello.




ME GUSTARÍA

Me gustaría ser capaz de decir todas aquellas cosas
que esperaste oír un día.
Me gustaría saber explicarte por qué nunca las dije,
aunque las pensé.
Me gustaría que entendieras que,
si alguna vez te herí,
fue sin querer.
Fueron mis palabras o mis no-palabras,
mis acciones o mis negaciones,
incluso mis contradicciones,
seguro que sí,
las que te dolieron.
A veces perdemos lo más hermoso del mundo
por una palabra mal entendida,
mal escogida,
mal remendada de tanto equivocarnos.
Me niego a perder a alguien en vida por eso,
a que me aparten a un lado sin saber siquiera por qué.
Jamás pensé que se pudiera herir a quien más quieres,
simplemente por quererlo.
Ahora lo sé.




A PROPÓSITO DE UN INSTANTE

Por un segundo he asistido
al derrumbe inminente de tus ojos,
y te he visto ganarles la batalla.
He visto una lágrima nacer y morir en un instante,
sin tiempo para quejarse.
La he visto reflejada
en el espejo empañado de tus ojos,
buscando una salida,
y la he visto retroceder,
de nuevo,
vencida.
Has conseguido postergar la pena para más tarde,
guardarla para ti sola,
quizá para protegerme de ella.
Pero es imposible.
No rehúyas el consuelo amigo.
No me niegues la oportunidad de dártelo,
en ese instante,
segundo acaso,
en que me has hecho testigo mudo
de tu melancolía
y he muerto y vuelto a nacer
a la vida
sin tiempo para quejarme.




DUDUKI

Debo pedirte calma,
que tus ojos no me lleven la luz de tu mirada
si no es para salvarme.
Debo pedirte que no me preguntes qué me pasa,
si no te dan estos versos la respuesta por mí.
Entonces quizá entiendas
que tras la sombra de un silencio
se esconde mucho por decir.
Porque no te busqué,
y sin embargo te encontré,
y te llevé al fondo de mis versos y mi alma,
donde resuenan hermosos acordes
que me interrogan en una lengua antigua y sabia
que no he aprendido a descifrar,
una letanía acusadora
que me hace cómplice de una historia
sin principio ni final.




CREO

Creo en ti.
Tu palabra es mi fe,
tu amor, mi religión.
Tu cabellera, mi bandera,
tu piel, mi perdición.
Tu voz es mi himno,
tu cuerpo, mi nación.
Tu risa, mi ley,
tus labios, mi oración.
Creo en ti.
Sólo en ti.




LATIENDO UN CORAZÓN

Cuando pienso en ti
se me escapan las palabras
bordadas de metáforas.
Cuando estoy contigo,
sin embargo,
enmudecen,
me rehúyen,
se esconden.
Por mucho que las busque
no doy con ellas.
Y cuando me rindo y las doy por perdidas,
como niñas traviesas,
afloran de mi mirada,
se desprenden de mi risa,
se descuelgan de estas manos
que reprimen la caricia.
Me falta el coraje para decirme lo que siento,
para decirte que lo siento,
que no encuentro el modo de hacerlo.
No puedo hacer más que ser quien soy,
no sé si eres un espejismo,
si tu amor,
si mi amor,
son puros frutos de mi imaginación
o el oasis que necesito
para seguir latiendo este corazón,
tan incompleto
como yo.




SI TE ACERCAS

Mi entereza
es un castillo de naipes
que se desmorona,
pieza a pieza,
si te acercas.




PARA QUE VUELVAS

 “El mar sonríe a lo lejos.”
(Federico G. Lorca)

Desde la isla encendida
te escribo.
Desde un rincón escondido
te extraño.
No llegas con la luna
a desgranarte en mil abrazos.
Celebraré tu llegada
tejiendo mil caricias con sabor a madrugada.
Mi cuerpo será tu almohada;
después,
sutil encrucijada
donde perderte si te quedas...
Para que vuelvas de nuevo,
mar,
hoy me ha vestido la noche
con hilos de luz y seda
bordados por olas mansas
que despiertan a tu vera.





HOY ECHO DE MENOS

Hoy echo de menos la leve caricia de tu mano buscándome,
ésa que me grita en silencio estoy aquí,
reclamando suavemente mi atención.
Hoy echo de menos contestarla tendiendo sutilmente mi mano
para que la recojas y la recorras despacio.
Hoy echo de menos el lenguaje secreto de tu tacto,
que desentraño distraídamente atenta
al devenir de tu piel,
a la caricia que no puedo evitar devolver,
contenida en apenas unos segundos
que alargaría hasta el infinito,
si fuese capaz de sustraerme al miedo
de que escape a mi control y,
despojándose de su ropaje comedido,
se muestre tal cual es,
me muestre tal cual soy.




DEMANDA

Rebasa con creces mis expectativas.
Resucita mis horas muertas.
Llena mis páginas en blanco.
Sé la nota que afine mi vida.
Tatúa tu nombre en mi repliegue más oculto.
Sé la gota que colme mi vaso medio vacío,
la pizca de locura en este espíritu sombrío.
No te rindas,
no enarboles la bandera blanca,
sigue luchando:
no te acostumbres a vivir sin mí.
Deslía la maraña de mis dudas.
Hazme dudar cuando lo tenga todo claro.
Sé mi dios ateo,
protégeme de los demonios de este tiempo.
Sé constante en mi inconstancia,
la ola atormentada
de mi mar en calma.
Pero no te rindas,
no arrojes la toalla,
sigue luchando:
no me acostumbres a vivir sin ti.




SIN TÍTULO

Mis palabras,
pequeñas huérfanas
malinterpretadas,
ignoradas
hasta la saciedad,
confiaron y perdieron.
Desde este momento,
las declaro culpables
y las condeno a una pena
de silencio absoluto.
Se levanta la sesión
y se cierra el telón.
Fin de la función.










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