domingo, 12 de septiembre de 2010

STÉPHANE CHAUMET [1.037]


Stéphane Chaumet

Nació en el norte de Francia, al borde del mar, el 26 de marzo de 1971. Ha vivido, entre otros lugares, en Estados Unidos, México, Siria y China. Autor de cuatro libros de poesía: La morsure et la pierre (La mordedura y la piedra), Dans la nudité du temps (En la desnudez del tiempo), Urbaines miniatures (Urbanas miniaturas) y La traversée de l’errance (La travesía de la errancia), también de una novela, Le goût du vertige (El gusto del vértigo), de diversos cuentos y de un relato Au bonheur des voiles (El paraíso de los velos) que cuenta su experiencia en Siria. Es también traductor de poesía latino-americana contemporánea. Al decir de Lucía Samarra, en la obra de Chaumet “… podemos descubrir y contemplar los múltiples territorios velados, seguir paso a paso la lectura de su universo entre la intuición, la obsesión… Encontramos la sutil transparencia, el paso casi imperceptible del tiempo que aguza los sentidos y nos deja en la linde de la inmovilidad y del viaje. La palabra es tiempo, en la metamorfosis de la luz y de las horas el poeta tiende puentes entre la sensualidad, el vértigo, el abandono y la indiferencia. La sensualidad es una vibración presente, una influencia permanente que rige su recorrido y su exploración y que incluso en la soledad y en el caos ejerce ésta su poder ordenador y también su fuerza dinámica. La desnudez es al humano lo que la luz a la flor. Las etéreas metamorfosis que se producen gracias a todo lo que excita el cuerpo y por ende al espíritu desde el susurro, el chasquido, el trino, el silbo, el rumor, el arrullo hasta el grito, el grito mudo y contenido, como también la lluvia y todos los elementos que avivan el tacto, el viento, las texturas, los colores, las formas, la caricia pero también el influjo solar que hace de la piel una vastedad de poros y de la corteza terrestre una extensión palpitante, en este libro el abismo insalvable entre los cuerpos es sobrevolado y la armonía es una victoria arrebatada a la fantasía, a la imagen y a la metáfora, lazos a la vez frágiles y vigorosos que nos obligan a vislumbrar la infinitud de las dichas efímeras. “Y sobre un pequeño caballo azul ir hacia la muerte”…”






La muerte sube la columna vertebral de los días.
Nuestras pieles izan murallas de ternura
besamos las uñas violetas que las asaltan
y se mellan amorosas
en los dedos de lo real.
La muerte despelleja el cielo.
Rechazamos tragar su grito
las mandíbulas de nuestros horizontes le repercuten
en la tibieza que se escurre
nuestras frentes desconfían del terciopelo
disfrazando el alba.
Una ojera de claridad bajo nuestras pasiones.
La angustia se carcome sola en su viejo rincón.
La muerte no tiene gusto
tu cuerpo sí.
No busco más la clave, la fórmula mágica, la señal fatal.
No hay.
La realidad teje constelaciones
minúsculas e indescifrables que nos ligan.
Intentamos percibir su forma en la noche, horadar el sentido
pero siempre nos escapa
y sólo la intuición permite rozarla.
Rara es la visión.
Los sueños nos extravían y nos extraña ser decepcionados.
Esa voz secreta que busca alertarnos
en el cruce de caminos, no la comprendemos
la escuchamos, pero habla una lengua que nuestra memoria
nos deja en la punta de la lengua, al bordo del olvido
una lengua extranjera de la que uno se acuerda que si
un tiempo ha debido sernos familiar, la hemos perdido.
Rara es la visión.
¿De qué luz es tu rostro
que vive sin mí o sobre las tierras del recuerdo?
¿A qué debemos la vida?
La vida que no tiene necesidad de ninguna Penélope
para deshacer imperturbable aquello que nosotros
nos ensañamos en tejer.
Si trazamos todos los actos de nuestra vida
qué dibujo veríamos:
¿nuestro rostro, nuestra desnudez, un caos?
Y si le superponemos el de
nuestras intenciones, sueños, pensamientos:
¿un destino, un delirio?
¿De qué color es el tiempo que
nos devora cuerpo y memoria?
el tiempo que fatiga que nos ofrece ese fruto
de sabores cambiantes que es el recuerdo
que nos ha dado el sueño en revancha
sobre lo eterno que no duerme
el tiempo que es nuestra suerte.
¿Qué sombras se disiparán de mi rostro
cuando mi vida naufrague?
¿De qué luz será tu rostro
cuando mis jardines se ahogarán?
Si la muerte llega a mal tiempo
sin haber podido desbrozar un poco de sentido
de esta espera que trabaja
de esta confusión de este enigma
de ese poco de cosa compleja
que es una vida
(ni siquiera de ello sacar sabiduría una lección
estar ya demasiado lejos o demasiado cerca
para alimentar de pesares hastiarse de amargura)
Si la muerte llega a mal tiempo
¿Qué espejo roto nos mostrará ella?

Del libro Los cementerios engullidos


recorro los cementerios engullidos y remo solo sobre esta agua muerta
entre flores descompuestas donde la noche reverbera su aceite
entre los grandes pinos que desdeñan la vanidad
entre amnesia flotante y espumas eclipsando las piedras
entre el alma enmohecida de lugares de piedad y abuso
entre el hedor de alegrías difuntas que disfrazaban sus días
entre las joyas de la infamia arrancadas de cuerpos sin nombre
entre el hueso prostituido e imágenes del reino que se desmigan
recorro los cementerios engullidos y busco los ojos de una mujer

***

Miro el mar prohibido
el mar mancillado
embarcaciones testiguan de viajes muertos
de la incesante lengua de agua del ardor de la sal
madera y chatarra semillas guijarros y plásticos
una brújula satelital pegada en la nada

Pienso también en los muertos viajes encallados en cada uno
en los restos que se cuelgan de nosotros
esos lazos de sombra que nos amarran

Luciendo en la noche
en la cala los huesos lamidos hasta el blanco
y me pregunto
un muerto es
un cráneo lleno de oscuro

El ruido de las olas
El viento



LA TRAVESÍA DE LA ERRANCIA
(2003-2006)


En el envés de los párpados
una tiza dibuja
la indescifrable huella
el destino sin clave
de tu presencia en el mundo.

La noche vigila sobre la palabra abandonada.

Como por motín
un silencio explota en tu cabeza.


***


Intentar retener lo informulable
como el agua en el cuenco de las manos
para ver pasar un secreto del mundo
o nada más que su reflejo
su trazo de rayo en el agua
antes que todo se derrumbe y desaparezca
en el polvo donde marchas.




La palabra, fisura del espíritu y del cuerpo ? Sería necesario poder arreglarse sin las palabras sin renunciar, sin que se trate de encerrarse en el mutismo.

¿Dónde templar la palabra en respuesta al desastre y encontrar el lazo con el espíritu ?

Tener las uñas capaces de deshacer los nudos del grito, la aguja de horadar la bolsa de lágrimas que apaciguaran las voces subterráneas, las voces que rondan bajo los crepúsculos amargos y se infiltran en el nido del sueño, las voces borradas, la voz de tu voz en mi voz muda.
Si el grito, las lágrimas pueden apaciguar la palabra. Uno quisiera que algo explote, y deje lugar al vacío, uno quisiera que desaparezca aquello que entumece nuestra pesadez.

¿Dónde templar el cuerpo en respuesta al desastre y encontrar el lazo con el mundo ?





Lo que se acarrea en el relincho petrificado de un caballo que rabia
en el agua fangosa de las calles sin asfalto donde penden rejas
que rodean su impotencia
baches y cobertores en hilachas de abrigo.

Y al fondo los restos de un templo que un árbol se obstina en cubrir.

Pequeñas casas chapotean
su abandono sin más tristeza
que lo real tiene al estropearse.
Sobre la farola se agitan todavía al viento bombillas muertas.

Escribir sobre una mesa volteada en el barro y la lluvia.
Escribir la impotencia de un relincho petrificado.




El gusto de las provisiones
echa a perder el hambre del hombre

Sudando por adoquinar y por balizar el camino
él desfigura el vértigo de la danza

Obnubilado en escrutar el horizonte
él sabotea su mirada

Obsesionado por el cáculo y el desciframiento
de modernos augurios
él pisotea su simiente

Enemigo del tiempo
él lo gangrena.




Una silueta se aleja en la nieve
una sombra se afila
una huella bebida
Un sin nombre para el después
Nieve tu noche
se borra





Muerde en la muerte una niña
con bellos dientes
Y su risa glotona rie de la muerte.
Vanidad la vida dice su sonrisa
y alto su valor
Dice una niña
Más fácil es sin duda morir que vivir
pero no le diré el momento llegado.
Muerde en la muerte una niña
y canta su elogio de la vida
más difícil que nuestras letanías de apocalipsis.
Ella dice Detrás del miedo de la muerte
se esconde un miedo por la vida.
Una niña que muerde en la muerte
dice Tu muerte no será más que el espejo de tu vida.
En la muerte no hay más espejo.



a Li Qingzhao

Nosotros también bebemos
los ojos brindando
y es en ella en quien de súbito pienso
el alfiler que resbala de los cabellos en el abrazo
la traspiración ligera que moja su vestido
la seda que venda los pies
esta voz frágil en el agua del tiempo
y los rumores guerreros
la fuerza siempre vulnerable de la primavera que uno otea
en lucha con la nieve
el sollozo de las ruedas trazando la fisura sobre el camino que lleva
al éxodo al duelo la sacudida mirada que pende de la amarga nostalgia
una flor que pierde el fulgor de su rojo
como rojo borrado de los labios en la violencia de un beso
Acuérdate
En la pérdida en la gloria de las horas robadas
por la intensidad el don de un instante
destello de luna olor de canelero cuerdas de cítara
de una ebriedad, aquella del vino que ella tanto ha amado
y de mucho más que del vino
dame tus ojos
húndamonos juntos como ella canta en esta copa
ese volcamiento que nos retarda el paciente abismo.





No tiene mi lengua palabras para decir
el ruido de las hojas en el viento.

Saborear la plenitud de no hacer nada.
Dejar zumbar la conciencia como hojas al viento.





Haces resbalar el rayo de tu vestido
verifico el estado de la noche
vamos a beber un alcohol ligero y negro
opacarnos aun en la intimidad
la posible tristeza conjurar
por la suerte de una separación sin adios
conjugar nuestros vértigos o las indolencias
vez que presentimos la última
y que olvidamos, que vivimos
y es todo.




Rojas uñas de los pies como el vuelo de tu falda
elevándola blanca sobre tu tatuada pierna
la otra desnuda hasta la rodilla me fascinan
aunque no alcanzan a borrarme tu rostro
donde caigo y me libero.

Festejamos la belleza del vicio sin dañarnos
mientras que un asno de azules ojos falsifica la Historia.




No he hecho más que pasar.

Ella cortaba ramitas para alimentar un fuego donde calentaba su tetera negra de brea. En la boca un cigarrillo, ella se apartaba y gesticulaba un poco para no ahumarse más los ojos. Sus manos, manos polvorientas que uno hubiera querido limpiar suavemente, y luego lamer. Un rostro sin cuidado, brutalmente bello como las piedras que la rodean, de golpe bello, tenaz, y que ha sabido guardar una dulzura secreta.

No he hecho más que pasar, y sin embargo, tenía un terrible deseo de quedarme en ese rostro, de acostar ilusoriamente el final de mi errancia.




Has soñado siempre ser un viajero sin valija
regresar con las manos vacías de un muy lejano país
a un lugar que aun tu juegas a crear
como si fuera el tuyo.
Pero no eres un viajero
y tu equipaje es siempre demasiado pesado.
Y aun partes
con el secreto deseo
de exparcir en la ruta tu valija.





El viento que da a las agujas de pino
un temblor eléctrico.
El rumor de los lagos.
Esta gente que vive más lejos, siempre más lejos
en el crecimiento continúo de la ciudad
sobre las pendientes.
Trocar el trozo por un tiquete.
El fantasma de un arca.
La lenta deriva de las existencias.




Tus senos que inclinan en los yaros
una plena brasada
déjame recoger el olor tu piel
la página arrugada
déjame respirar tus senos
apagar esas bocanadas de no sé qué
que adentro ahogan
entregar las armas del miedo
sostenerme vulnerable en la distancia
déjame pasar la cortina de tus cabellos
aprender a aceptar
sin resignación
déjame volcar en tu enigma
y perder todas mis posesiones
déjame partir
alcanzar el desapego
sin la indiferencia
déjame vacío.







Poemas de Stéphane Chaumet
(Dunkerque, Francia, 1971)


Stéphane Chaumet (Dunkerque, Francia, 1971). Es autor de las novelas: Même pour ne pas vaincre (Le Seuil, 2011) [Aun para no vencer, Vaso Roto ediciones, 2013], Au bonheur des voiles (Le Seuil, 2013) [El paraíso de los velos, crónicas de Siria], Les Marionnettes (Le Seuil, 2015) [Los Títeres], y de los libros de poesía: Dans la nudité du temps (L’Oreille du Loup, 2007) [En la desnudez del tiempo], Urbaines miniatures (L’Oreille du Loup, 2007) [Urbanas miniaturas], La traversée de l’errance/La travesía de la errancia (La Cabra ediciones, 2010, México), Les cimetières engloutis (Al Manar, 2013) [Los cementerios engullidos], con dibujos de Jimena González Restrepo. Fentes (Al Manar, 2015) [Fisuras], con dibujos de Cecilia García Saracho. Es traductor de poesía latinoamericana y española contemporánea. También tradujo a la poeta alemana Hild Domin y a la persa Forough Farrokhzad.


Del libro Los cementerios engullidos / Les cimetières engloutis
Traducción Myriam Montoya y Stéphane Chaumet


soy el cuchillo que se esconde
en la sonrisa del niño humillado
el hueco que la noche excava en el insomnio
la respiración de los asmáticos
el espejo de la leprosa
la última sombra del perro en medio de la calle
buscando su muerte de metal
la rodilla rota al horizonte de la frontera
la gota de ácido que cae y carcome la lengua
soy el balbuceo de la lengua carcomida

/

je suis le couteau qui se cache
dans le sourire de l’enfant humilié
le trou que la nuit creuse dans l’insomnie
la respiration des asthmatiques
le miroir de la lépreuse
la dernière ombre du chien au milieu de la rue
cherchant sa mort de métal
le genou cassé à l’horizon de la frontière
la goutte d’acide qui tombe et ronge la langue
je suis le balbutiement de la langue rongée



***


  Cargamento de niños a quienes se viola el espíritu
  carceleros aúllan su miedo a la vida en bocas de una muchedumbre electrizada
  kamikazes a quienes se les llena el cráneo de explosivos
  almas mendicantes que gimen como goznes oxidados como perros que se apedrea en invierno
  y aquellos que muestran sus excrementos como golosinas – pero cuando el alma tiene hambre de todo come
  y esta metralla de angelismo que se niega a tener enemigos y contabiliza las víctimas
  y aquellos que se fusilan en el espejo
  y esta parada tiñosa este bochinche de las virtudes que envenena por el bien de los imperios.

  Salvado quien haya aprendido a nadar
  salvado quien tenga la audacia de su voz
  salvado quien sepa dónde en él está su guerra

   /

   Cargaison d’enfants à qui on viole l’esprit
   geôliers hurlant leur peur de la vie dans les bouches d’une foule survoltée
   kamikazes à qui on bourre le crâne d’explosifs
   âmes mendiantes qui geignent comme des gonds rouillées comme des chiens qu’on caillasse en hiver
   et ceux qui présentent leur excrément comme des friandises – mais quand l’âme a faim elle mange de tout
   et cette mitraille d’angélisme qui refuse d’avoir des ennemis et comptabilise les victimes
   et ceux qui se fusillent dans le miroir
   et cette parade teigneuse ce boucan des vertus qui envenime pour le bien des empires

   Sauvé celui qui aura appris à nager
   sauvé celui qui aura l’audace de sa voix
   sauvé qui saura où en lui est sa guerre


   ***


   recorro los cementerios engullidos y remo solo sobre esta agua muerta
   entre flores descompuestas donde la noche reverbera su aceite
   entre los grandes abedules que desdeñan la vanidad
   entre amnesia flotante y espumas eclipsando las piedras
   entre el alma enmohecida de lugares de piedad y abuso
   entre el hedor de alegrías difuntas que disfrazaban sus días
   entre las joyas de la infamia arrancadas de cuerpos sin nombre
   entre el hueso prostituido e imágenes del reino que se desmigan
   recorro los cementerios engullidos y busco los ojos de una mujer

   /

   je parcours les cimetières engloutis et pagaie seul sur cette eau morte
   entre des fleurs décomposées où la nuit réverbère son huile
   entre les grands ifs faisant fi des vanités
   entre l’amnésie flottante et les mousses éclipsant les pierres
   entre l’âme moisie des lieux de piété et d’abus
   entre la puanteur des joies défuntes qui déguisaient vos jours
   entre les bijoux de l’infamie arrachés des corps sans nom
   entre l’os prostitué et les images du règne qui s’émiettent
   je parcours les cimetières engloutis et cherche les yeux d’une femme



   ***


   el tiempo nos separa de un mundo sin huellas

   hay una luz en el insomnio que no borra la sombra

   algo de salvaje tengo por horizonte

   y aunque algo grite
   como si te limaran los dientes
   como al despertar de una pesadilla donde te olfatea la muerte

   y aunque sobre mi noche gentes escupan
   no tengo más miedo

   /

   le temps nous sépare d’un monde sans empreinte

   il y a une lumière dans l’insomnie qui n’efface pas l’ombre

   quelque chose de sauvage j’ai pour horizon

   et même si quelque chose crie
   comme on te limerait les dents
   comme au réveil d’un cauchemar où la mort te renifle

   et même si sur ma nuit des gens crachent
   je n’ai plus peur



   ***



   sobre el camino del regreso
   la tensión afila tus sentidos
   buscas las bifurcaciones
   donde perderte
   donde aún pueda surgir
   un momento de esplendor

   sobre el camino del regreso
   llueve pájaros muertos

   /

   sur la route du retour
   la tension affûte tes sens
   tu cherches les bifurcations
   où te perdre
   où puisse encore éclore
   un moment de splendeur

   sur la route du retour
   il pleut des oiseaux morts



   ***



los muertos del futuro
José Carlos Becerra

flores mutantes invaden los suelos un oso vuelca desde una ventana su pata sobre una muñeca con los ojos reventados de orín enormes caracoles se arrastran por una cama colchones tirados como charcas viveros de virus en los techos perforados se mecen monos fosforescentes un búho sobre un poste vela ciervos con enramadas de acero braman en un vestíbulo jabalíes se divierten en desfondar hangares ajenjos perforan el asfalto las hierbas lo roen como gusanos liebres fornican en las calles entre los restos de plásticos baterías cables ferritas en proceso lento de descomposición gatos por centena asedian una galería que fue sin duda comercial jardines vueltos impenetrables menos por los insectos y roedores las bóvedas de un templo se cubren de murciélagos y arañas más tenaces que la fe que lo edificó avispas zumban alrededor de un hueso temporal huevos de aves esperan en un armazón de gabarra plantas araliáceas cercan los rascacielos un lobo yergue la oreja a la orilla de un barranco

y la nieve cíclicamente sobre todo eso y la hosquedad del sol
y nada ni nadie para llorar la ausencia de los hombres



/



los muertos del futuro
José Carlos Becerra

des fleurs mutantes envahissent les sols un ours bascule d’une fenêtre sa patte sur une poupée aux yeux crevés de rouille d’énormes escargots rampent dans un lit traînent des matelas comme des mares viviers à virus sur les toits troués se balancent des singes phosphorescents un hibou sur un poteau veille des cerfs aux ramures d’acier brament dans un hall des sangliers s’amusent à défoncer des hangars des aluines percent l’asphalte les herbes le grignotent comme des vers des lièvres forniquent dans les rues parmi les restes de plastiques batteries câbles ferrites en lent processus de décomposition des chats par centaine font le siège dans une galerie qui fut sans doute marchande des jardins devenus impénétrables sauf aux insectes et rongeurs les voûtes d’un temple se couvrent de chauves-souris et d’araignées plus tenaces que la foi qui l’a bâti des guêpes bourdonnent autour d’un os temporal des œufs d’oiseaux patientent dans une carcasse de péniche des plantes araliacées enserrent les gratte-ciels un loup dresse l’oreille au bord d’un ravin

et la neige cycliquement sur tout ça et la hargne du soleil
et rien ni personne pour pleurer l’absence des hommes



***



   Recuperamos los restos que caen de los camiones sobrecargados atravesando el pueblo
   una ruina de nada un bosquejo de pueblo al borde de un hoyo

   Nuestro paisaje es un lago irisado de aceite negruzco
   un barro helado donde la hojarasca enmohece
   una montaña roída que espera derrumbarse sobre ella
   achacosa resignada a ese sabotaje
   un cielo agripado donde se hunde el murmurio de nuestros cantos

   Somos generaciones a las que han cosido por la boca y los párpados la máscara sucia del heroísmo
   y cosechamos nuestro sudor y sangre
   para engrasar dos palabras claves cuyas puertas aquí nadie vio
   el crecimiento y el progreso de la nueva bandera
   Sin embargo nos obstinamos en señalar con una cruz los raros días que se festejan

   Un día nuestros hijos no tendrán más miedo de la muerte
   y formarán a pesar de ellos un pueblo
   Inagotable y sangrienta la resistencia
   de un pueblo que no tiene miedo de la muerte 

   / 

  Nous récupérons les restes qui tombent des camions surchargés traversant le village
  une ruine de rien juste un brouillon de village au bord d’un trou

  Notre paysage est un lac irisé d’huile brunâtre
  une boue gelée où des fanes moisissent
  une montagne rongée qui attend de s’effondrer sur elle-même
  infirme résignée à ce sabotage
  un ciel grippé où s’engluent le murmure de nos chants

  Nous sommes des générations à qui on a cousu par les paupières et la bouche le masque sale de l’héroïsme
  et on récolte notre sueur et nous saigne
  pour graisser deux mots clés dont personne ici n’a vu les portes
  la croissance et le progrès du nouveau drapeau
  Pourtant nous nous obstinons à marquer d’une croix les rares jours qui se fêtent

  Un jour nos enfants n’auront plus peur de la mort
  et ils formeront malgré eux un peuple
  Inépuisable et meurtrière la résistance
  d’un peuple qui n’a plus peur de la mort



  ***



   Algunos voraces hipertrofiados tomándose por dioses inician la cuenta atrás del hundimiento y sus termitas se apresuran
   apostando sobre nuestros intestinos infunden el virus de la insignificancia confiscan nuestro tiempo y que perezcan gérmenes y lugares nocivos
   sus apetitos no son más a la medida de un planeta

   El mundo ya no es absurdo es el embrutecimiento del mundo
   entonces
   sigan su consejo publicitario pongan su pensamiento en una bolsa de basura (biodegradable) y échenlo en el vertedero de la historia

/

   Quelques voraces hypertrophiés se prenant pour des dieux déclenchent le compte à rebours de l’effondrement et leurs termites s’activent
   pariant sur nos intestins ils infusent le virus de l’insignifiance confisquent notre temps et que périssent lieux et germes qui nuisent
   leurs appétits ne sont plus à la mesure d’une planète

   Le monde n’est plus absurde c’est l’abrutissement du monde
   alors
   suivez leur conseil publicitaire mettez votre pensée dans un sac poubelle (biodégradable) et jetez-le dans la décharge de l’histoire



***



a la Eva mitocondrial
La arqueología de la lentitud
el culto de lo instantáneo
el sueño de abolir la espera
de deslizarse sobre el gran flujo límpido y arborescente al infinito
nuestros mapas de trayectorias sobre las pantallas de control
el abandono de territorios
alrededor de ciudades climatizadas de metrópolis sin transeúntes
la recuperación de territorios
franjas urbanas mordiendo las costas
desertadas por ciudades flotantes y nómadas
donde refugiados de lujo se dan miedo
observando las poblaciones piratas
la inundación humana
ríos de esperanza en pánico
desbordan sin brújula las fronteras enloquecen los radares
la deportación climática
la belleza mortífera de los virus
el hombre ensartado en su progreso técnico
sin saber cómo mutar
la revolución mental abortada
la descarga eléctrica de la neurona artificial
el retrato-robot de nuestras almas
las memorias regidas por el derecho
y los cementerios transformados en vertedero
/
à l’Ève mitochondriale
l’archéologie de la lenteur
le culte de l’instantanéité
le rêve d’abolir l’attente
de glisser sur le grand flux limpide et arborescent à l’infini
nos cartes de trajectoires sur les écrans de contrôle
l’abandon de territoires
autour de villes climatisées de métropoles sans piétons
la récupération de territoires
franges urbaines rongeant les côtes
désertées pour des villes flottantes et nomades
où des réfugiés de luxe se font peur
à observer les populations pirates
l’inondation humaine
fleuves d’espoirs paniques
débordant sans boussole les frontières affolant les radars
la déportation climatique
la beauté létale des virus
l’homme enferré dans son progrès technique
ne sachant comment muter
la révolution mentale avortée
la décharge électrique du neurone artificiel
le portrait-robot de nos âmes
les mémoires régies par le droit
et les cimetières transformés en dépotoirs



***



   Insectos hormiguean sobre la faz amarilla e hinchada de un ángel      onagros con vientres abiertos donde viejos buscan un poco de calor      fémures que uno agita como ramas en las puertas de ciudades-feria venta libre cuerpo y medicinas atibórrense miam-miam las cybergatas y ratones que con ellos mismos trampean
   remueven intestinos y milagros en el fondo de un antro con cúpula      coral de vírgenes clavadas en la codicia de aprendices mártires      cadáveres anónimos hechos migas de pan desmenuzados por los peces no gritarán venganza
   los gigantes cuchillos de la envidia se afilan en los conciliábulos del poder se comercian allí saberes y hambrunas       los notables nos convidan al entierro de una medusa estropeada nuestra memoria colectiva que muchachos encapuchados pagados con hachís revientan a bastonazos

   mientras que la tierra gira en el asador bajo los oleoductos en fuego (vuelta completa 24 horas cocción lenta) deje asar deje las grasas vegetales animales escurrirse deje calcinar bola negra y cante los dulces apocalipsis digestivos deje gemir los cánticos en luto de los ecologistas bienpensantes y límpiese con ellos el pico



/



   Des insectes grouillent sur la face jaune et gonflée d’un ange    des onagres aux ventres ouverts où des vieillards cherchent un peu de chaleur    des fémurs qu’on agite comme des rameaux aux portes des villes-foires vente libre corps et médicaments gavez-vous miam-miam les cyberchattes et les rats qui rusent avec eux-mêmes
   on remue les intestins et les miracles au fond d’un bouge à coupole    des chorales de vierges clouées sur la convoitise d’apprentis martyrs    des cadavres anonymes devenus mie de pain déchiquetée par les poissons ne crieront pas vengeance
   les géants couteaux de l’envie s’aiguisent dans les conciliabules du pouvoir on y marchande les savoirs et les famines    les notables nous convient à l’enterrement d’une méduse avariée notre mémoire collective que des gamins encapuchés qu’on paye de hasch éclatent à coups de bâtons

   tandis que la terre tourne à la broche sous les pipelines en feu (tour complet 24h cuisson lente) laissez rôtir laissez les graisses végétales animales s’égoutter laissez calciner boule noire et chantez les douces apocalypses digestives geignez les cantiques en deuil des écologies bien-pensantes et torchez-vous le bec avec





***



he bebido el vacío a morro
tan negra era mi sed

y nado
para escapar a las horquillas
para buscar las fallas
para socavar las raíces de viejos reflejos mentales
articulo mi lentitud desafío mi herida
borro con negro mis huellas

y tanto nadé
que en la punta del agotamiento
allí donde se hiende el insomnio
allí donde se tensa el nervio escondido
donde la máscara se rompe
donde el hueso quiebra el vidrio
donde la sangre recupera su fuente
encuentro una mujer
bella como un bosque en llamas

/

j’ai bu le vide au goulot
tant ma soif était noire

et je nage
pour échapper aux fourches
pour chercher les failles
pour saper les racines de vieux réflexes mentaux
j’articule ma lenteur défie ma blessure
efface au noir mes traces

et j’ai tant nagé
qu’à la pointe de l’épuisement
là où se fend l’insomnie
là où se tend le nerf caché
où le masque se casse
où l’os brise le verre
où le sang récupère sa source
je rencontre une femme
belle comme une forêt en feu



Antes que todo se derrumbe.



HAY CAMINOS que no tienen regreso
he leído en el servicio de inmigración mexicano.
Caminos
cuántos he tomado, abandonado
cuántos me han encantado, decepcionado
en cuántos me he perdido
perdido y abierto, perdido y encontrado
donde encontré al otro.
¿Qué han trazado mis suelas? ¿Qué he traído?
¿Esos caminos el mismo siempre? ¿El mío?
Hay caminos que no tienen regreso
otros que no llevan a ninguna parte
Pero el regreso es un señuelo
y ninguna parte se llama búsqueda.
Tu camino no es más que una red
que teje tu vida y que tu vida teje.



INTENTAR RETENER lo informulable
como el agua en el cuenco de las manos
para ver pasar un secreto del mundo
o nada más que su reflejo
su trazo de rayo en el agua
antes que todo se derrumbe y desaparezca
en el polvo donde marchas






CASA HOGAR
palabras que suenan extrañas
casi portadoras de un misterio
y me digo
paraíso perdido que hubiera aceptado perder
sombra de búsqueda
y me digo
estufa de donde era necesario escaparse
fuente de huida

casa hogar
palabras con las cuales no hay que contar
ni esperar construir
de la casa no conoces más que el jardín
donde la mirada descansa
la acogida que sólo te retiene un momento
la belleza de los umbrales

a veces me digo
no tengo otro lugar que la marcha
a veces me digo
no tengo otro lugar que la lengua
casa hogar
palabras




OTRA VEZ debes partir
dejar las luces de la ciudad
y a esta mujer
doblemente extranjera
¿quién la visitará?
pero dejar ese equipaje de angustia
no puedes
sobre el agua de aceite por donde te alejas
alumbra una vela
para ella y contra ese cielo
mudo y negro
sin remedio

después húndete en el olvido
que es la verdadera memoria del tiempo




Derrapar

para Elena
noches XI.97

el heno negro que mastico es amargo
como una carencia de desnudez

lo que derrapa lleva al encuentro

una lluvia desenfoca los cuerpos
aprovechan se arrugan

tu falda arrancada
donde secar mi rostro
trapo con la huella de un miedo

arañazo
entre las piernas lisas

no sabemos nada uno del otro
salvo el olor





COLISIÓN DE cuerpos
fosforescencia del deseo
en pánico se inclinan
rabiosa docilidad
lengüetazo de las pieles
lenguas crudas
excitación de las grietas




ARAÑAZOS de luz
en el cuarto
uñas diamantes negros
resquebrajan mi hielo
me descuartizan a la medida
de tu grito




CENIZAS EN LAS SÁBANAS el deseo
sudores de aquello que desgarra
rostros hundidos en lo oscuro

una cucaracha se arrastra a lo largo del colchón

esperma sobre los vientres

tus senos único resplandor
donde acabar el insomnio



CUERPOS VARADOS
en la hulla de una noche verde

obsesión
lo que se eriza en nuestros cráneo

nuestras lenguas con gusto a naufragio




RESABIO DE MIEDO animal
de ganas
desamparo rezumando que se resuelve
en la aspereza del placer

saliva en los rostros
cabellos empuñados
transpirar prensar sangrar
desmantelando nuestros diques

manchas sobre las sábanas nuestra hosquedad
nuestra insurrección impotente



EL ALBA para borrar
la tiza de los cuerpos
sus garrapatos furiosos en la sombra
sus huecos sus quebramientos
el alba para dormir






LO ÁSPERO es la pared
que nos sirve de párpado

nuestra dicha huele a pólvora
entre la chispa y lo irremediable

tu desnudez
bella como una cicatriz



ALCANZARNOS
nada más
sobre un colchón
escurriendo el malestar
sobre una vertiente
de abrupta intimidad
hasta el calambre
lamiendo
hasta el hueso
agotando

uno del otro
nada sabemos
salvo el olor.









.

No hay comentarios:

Publicar un comentario