jueves, 17 de marzo de 2011

3477.- TERESE SVOBODA


TERESE SVOBODA
(Ogalalla, EEUU)
Originaria del estado de Nebraska, ha estudiado, entre otras, en las universidades de Stanford, Oxford, Colorado y Montreal. Vivió un año en Sudán, grabando documentales y traduciendo canciones del pueblo Nuer.
Es una reconocida narradora y ensayista. En 2008 obtuvo el Premio Graywolf de No-ficción con Black Glasses Like Clark Kent, nominado también como Mejor de Asia de ese año por el Japan Times.
Ella misma ha llevado al cine casi toda su producción poética. Algunos video-poemas han sido expuestos en el MoMA. Ha enseñado en muchas instituciones, entre ellas la Universidad de Hawaii y la de San Francisco.
Acaba de publicar su quinto libro de poesía, Weapons Grade, con poemas publicados en New Yorker, Yale Review, Times Literary Supplement y otras. Actualmente vive con su marido e hijos en Chinatown, Nueva York.
Estos tres poemas son inéditos.






Traducción: Ángel Paniagua y Natalia Carbajosa



El avión perdido

Un avión de Northwest Airlines vuela 150 millas más allá de su destino.
21 de octubre de 2009

Vemos la cabina, por el foco de luz
del primer oficial o reflejado en el hielo
de las nubes. ¿Un cargamento de esclavos
maneja las turbinas y de albatros
clavados en el morro? Perdidos estamos.

Pero vemos los programas de cocina,
así que no golpeamos las ventanas
ni salimos a estirarnos. Nadie nos observa.
Aun así el destino es nuestro, corre y cae:
¿Deberíamos saludar? La blanca estela escribe

sus cacahuetes de elipsis. El avión
se espolvorea como si fuese un anuncio,
pero nadie grita, Espera, ¿no era eso la torre?
Aterrizarán sin duda los perdidos. Nuestra luz roja se enciende,
nuestros pilotos bostezan, fuman tras el sexo.







Holofernes

La rendición aparece.
Le toma en sus brazos
y le aplasta contra ella.
¿Cómo habrían de existir tontos así?

Rebuscando bajo el Otro
del esfuerzo —el amor, digamos—
adereza ella un guiso
con las sobras.

Él es guapo. ¿Pero cuánto tiempo
puede aspirar ella a una cabeza
en una cesta —la felicidad
de una heroína— caliente para luego?

El coro se ha meado encima,
Llora, agita los brazos:
Estamos vivos.
La traición nunca falla.






La nueva era

Los niños hablarán en eructos y gemidos,
morderá la juventud sus orejas como adorno,
los más inteligentes hablarán con las manos.
Nadie saldrá a buscar mejor bocado
ni plumaje aunque la luz cambiará de todas formas,
cubrirá cueva, arco y barro.

Un hombre que conozco ahora declara vacación
la primavera —pero incluso él trabaja.
Porque todo costará todo,
El destello del oro en una ladera no traerá elección.
Los desnudos y mudos y andrajosos
vitorearán a esta era eterna.



[http://www.elcoloquiodelosperros.net/numero26/esp26te.html]



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