jueves, 8 de marzo de 2012

6051.- ALFONSO AGUADO ORTUÑO


Alfonso Aguado Ortuño

Picassent (Valencia) –España– 1954

Pintor y poeta valenciano con ascendientes en el mundo de la creación (música, pintura, teatro, literatura), su formación en Ciencias Empresariales ha terminado sucumbiendo ante su pasión por el arte.
Tiene en su haber varias exposiciones de pintura al óleo diseminadas en largos espacios de tiempo. Después de unos comienzos poco conocidos en los que el tema principal eran “los quecos” –como él los llama– pintados en diversas técnicas (cera sobre todo) y cuyo reflejó quedó en la exposición de La Torre de Torrent (1980), ha pasado por un expresionismo que plasmó en la exposición de Mislata (1986) y que al final ha desembocado en un modo de pintar un tanto peculiar que denomina esguitats, donde el óleo salpica con belleza sus maderas eludiendo toda pincelada (exposición de Picassent, 2010)
En el campo de la poesía tiene publicados cuatro poemarios: Heridas en el papel (2006 - edición limitada, no venal), Diálogos con el papel (2008), Poemas desde mi jardín (2010) y recientemente Desde mi balcón (2012), así como poemas sueltos en varias revistas físicas (Vulture, Fábula, Cuadernos del matemático, etc.) y en otras digitales.
Paralelamente ha hecho incursiones en la fotografía (exposición en F. Domingo de Valencia, 1998) y últimamente, bajo el ámbito de la infografía (fue seleccionado en el 2000 por el programa del SARC de la Diputación de Valencia, para la difusión de las artes plásticas) está teniendo fuerte repercusión su poesía visual publicada en la revista física Veneno (2010) y en otras revistas electrónicas de la Red.

Otras publicaciones:

Poemas con forma, 2008 (Bubok)
Poemas caseros, 2008 (Bubok)
Otra poesía, 2009 (La sombra del membrillo)

Páginas Web: http://www.alfonsoaguado.com/
http://alfonsoaguado.blogspot.com/







ETIOPÍA


Fue como un temblor. Se arrugó el agua de tus ojos rojos.
No comprendí. Resbalaban jabonosas las palabras
en la escalera de tus dientes, muy cerca de tus labios.
Por tu vestido de tierra rojiza trepaba el ámbar
de un alacrán. La muerte se vistió de sed bajo el cielo
azul cobalto y el silencio dibujó tu calavera.


(Del poemario Escorpión)












17 PAREADOS


I


Esta es la feria de las vanidades y las envidias.
El final decepcionante. Una mentira la vida.


II


Yo ladro. Pero soy fiel. Olvido. Si quise, quiero.
Tú maúllas. No perdonas. Arañas los sentimientos.


III


Ven, hermana. Sueña el sueño. Cabalga. Pica espuelas.
Que allá adonde vamos, padre, aunque muerto, nos espera.


IV


Delante de mi un geranio. Simple criatura esclava
de la tierra. Yo, con piernas, soy esclavo sin alas.


V


Los árboles no huyen ni gritan. Sólo permanecen.
Nosotros unos cobardes huyendo de la muerte.


VI
Un zarpazo en el corazón. En el ojo una espiga.
Desde entonces sangro y lloro, mi querida asesina.


VII


Ya sembraste. Espera. No te tires. Quizá algún día
llueva en la tierra de tu cuerpo y sientan tu poesía.


VIII


En estos días de lluvia mi perra me acompaña
y ayuda a soportar este diluvio de nostalgias.


IX


La soledad me ha cogido de la mano y me lleva
al álbum de fotos donde mi padre se revela.


X


Tu cuchillo no cortará el agua, ni la tristeza
de mi corazón, ni el hilo suicida de mi poema.


XI


Llegué tarde pero dicen que nunca es tarde para
empezar y ser lo que quisimos ser: polvo y nada.


XII


Rojo, rosa, perfume, vaso, agua, sed, por ti sangro,
llevo clavada la rosa roja de tu cuerpo árido.


XIII


En el jardín se ha quedado solo. Sólo se mueven
las hojas. Lo demás está quieto como la muerte.


XIV


Esperar. Siempre esperar. Cuánto tarda todo. Tengo
raíces por pies, hojas por manos, ramas por deseos.


XV
Duele. No apagará este dolor ni la misma muerte.
Abrid mi tumba. Aún veréis mis huesos retorcerse.


XVI


Corre el año dos mil ocho. Tengo cincuenta y cuatro
años y nací en mil novecientos cincuenta y cuatro.


XVII


Caen sobre el velo de novia doce campanillas
calabazas. En el suelo hay otras doce marchitas.











Poemario de Alfonso Aguado Ortuño, 2010
Venta del libro en Librería Soriano de
Valencia, c/Xàtiva 15 - 46002 Valencia
Tfno 963 510 378
www.libreriasoriano.com
En Librería Primado de Valencia, Av. Primado Reig, 102 - 46010 
Teléfono 96 361 60 64 Blog: http://www.libreriaprimado.blogspot.com/
Y en la Librería París Valencia, c/Pelayo 7 - 46007
Teléfono 963 671 958 y Web: www.parisvalencia.com




Poema de presentación:


2


Está nublado. Estoy solo. Las cornejas
no dejaron una sola breva en pie.
Cruzan el cielo los vencejos. Los gatos
sacaron el pez de mi pecera y mi alma
es pasto de tijeretas y babosas.








VACÍO


5


Sintió ese hueco
de ascensor estropeado
en su alma vieja.






SOLEDAD


21


La densa palabra
que nunca quieres escuchar
soledad se llama.








SILENCIO


38


Todo sonido
se ausentó eternamente.
También el habla.




(Haikus inéditos del poemario Silencio,soledad y vacío)






DESDE MI BALCÓN





8)


La terraza de la finca ocre de al lado es como
una película muda pasada de moda:
Un marido gordo lee tumbado en la hamaca,
una mujer va de acá para allá con los platos,
un perro pachón duerme, un niño juega en la pila
de fregar con un barco y una joven atractiva
toma el sol y se broncea con sueños y amores.






30)

Estas estrofas son de siete versos pues siete
son los días de cada semana por la que
transito. Cada verso tiene catorce sílabas
pues catorce son los barrotes de mi baranda.
Catorce por siete, noventa y ocho que son
los años que quiero vivir. Esquivé la rima

porque no soy animal rítmico ni sonoro.













Poemario de Alfonso Aguado
EDICIONES FRUTOS DEL TIEMPO 2008
Venta en la página web de la editorial: www.frutosdeltiempo.com/libros_autor.php


Poema de presentación: ENCUENTRO


(He vaciado mi vida
por el costado
y la tinta
que me llenaba
se ha estrellado
contra el vacío
salpicando
estas páginas.)




POEMA 18 (del poemario Poemas Caseros)


(Al poeta Vicente Gallego)




Todo va a perderse. El modo de pasar
el tiempo da igual. Voy a regar las plantas.
Después regaré mi estómago con vino.
Con el rotulador dibujaré cruces
en aspa en todas las fotos del periódico
de hoy. Dibujaré una cruz latina, sobre
mi fotografía, a lápiz. Tacharé
el pasado con tiza. Y me iré a dormir.
(a raiz del artículo-entrevista en el periódico Levante de 03-02-08)










LA TORTURA


Todo empezó con un dolor agudo en los hombros.
Casi no me podía peinar y al acostarme
el dolor se avivaba y me impedía dormir.
Al día siguiente sentí como si se hundiera
en la cabeza un punzón incapaz de aguantar.
Mi mujer me calmaba: “quizá estés incubando
alguna dolencia”. Mas cuando un día me caí
–fue como si se me hubieran quebrado las piernas–
mi estado anímico decayó ante el sufrimiento
que desgarraba todo mi ser. Exiguas eran
mis fuerzas y espantados mis ojos. No lograba
descansar. Ido, colérico, abriendo cajones
en busca de algún calmante, todos los vacié.
Un muñeco con agujas clavadas cayó
al suelo. Era yo y sin duda alguna mi mujer
el monstruo, la hechicera, la encarnación del mal.










A VICENTE FERRER


Enjuto, sencillo. Te respetarán
hasta los gusanos. La cruz de tu cuerpo
suavizó las llagas que no cicatrizan
y tus clavos reventaron los neumáticos


de la vanidad. Te pedimos que no te
murieras y te has muerto hoy sin haberte ido.
Pequeño gran hombre que como en el arte
todo lo pequeño es bueno, desde aquí


esperamos tu espíritu vague siempre
por las regiones de los necesitados
levantando polvaredas de denuncia


en los caminos del hambre y que sirva de
vergüenza para aquellos que dilapidan
mientras otros se mueren por escasez.


(19 de Junio de 2009, día de su muerte)










MARRÓN


Andamos en el barro.
Somos los de siempre:
los comedores de patatas
de pelo castaño
y piel de terracota.


En vez de pepitas, castañas.
El vicio de fumar tabaco.
Comiéndonos el marrón
sin derramar una lágrima
nuestro ojo de buey.
Perdiendo al marro.
Podrida nuestra madera.
Luchando por el cambio de color,
de este color de mierda.


(Del poemario Colores)


POESÍA VISUAL















11 (la vejez)

Y serán perchas en la barra
espantosa y amarga
de la soledad.

Y nadie colgará sus prendas
en sus hombros frágiles
de plástico roto.


33

El alhelí pinta
una solitaria flor entre
sus hojas con sabia

destreza. Sus pétalos
apenas perfuman
el aire muerto que respira.

(Del poemario Soledad de 2011)






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