sábado, 5 de noviembre de 2011

5073.- ARMANDO URIBE


Armando Uribe Arce (Santiago, 28 de octubre de 1933) es un poeta chileno de la llamada generación literaria de 1950, Premio Nacional de Literatura 2004.

Armando Uribe cursó sus estudios primarios y secundarios en el Saint George's College.
Sus primeros poemas aparecieron en periódicos alrededor de 1950, siendo estudiante, y su primer libro, en 1954 con prólogo de Roque Esteban Scarpa. Entre una y otra fecha, Uribe había participado en la academia literaria El joven laurel, que dirigía Scarpa en el Saint George, y participado en la antología homónima publicada en 1953.1
En 1957 contrajo matrimonio con Cecilia Echeverría Eguiguren, con quien vivirá 44 años, hasta la muerte de ésta en 2001, víctima de un ataque cardíaco. Al año siguiente, Uribe ayudó a publicar Inquietante extrañez, recopilación de los collages de su mujer.
Después de egresar de Leyes, Uribe viaja a Roma con su esposa, donde continuará sus estudios. Fruto de ese viaje y de sus lecturas latinas será, en gran parte, su poemario Los obstáculos.2
Uribe ejerció también la diplomacia: fue ministro consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores (1967), encabezó la delegación a la Asamblea Extraordinaria de Naciones Unidas en la que se aprobó el Tratado de No Proliferación Nuclear, tema en el que es especialista.3 Trabajó en la embajada chilena en Estados Unidos (1968-1970) y el Gobierno de Salvador Allende lo nombró embajador en China.
Después del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 Uribe rechazó de manera categórica al gobierno de Augusto Pinochet; destituido del Ministerio de Relaciones Exteriores, se exilió con su familia en Francia.
Sobre esa época, Romero dice: "No volverá a Chile, ni publicará poesía -en español al menos- hasta 1989, haciendo coincidir este silencio, en un gesto de protesta, con el período de dictadura. Ya de regreso, saca a luz Por ser vos quien sois, libro de verso medido y rimado, como usará desde entonces, compuesto por breves parlamentos líricos, rozando lo dramático".2
Uribe ha sido profesor en diversas universidades, como la Católica, la Estatal de Míchigan, Studi di Sassari (Italia), La Sorbona (París) y, por supuesto, su alma máter, donde ha enseñado por más de 30 años.
En 1990 regresó definitivamente a Chile.
Ha publicado numerosas obras de política, ficción, religión, Derecho Penal y de Minería, y es miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua (1993) y correspondiente de la Real Academia Española.
En 1997, Uribe decidió enclaustrarse socialmente, siguiendo el pensamiento de Blaise Pascal. Vive esperando el momento de su muerte en su departamente frente al Parque Forestal de Santiago.4
Sobre su anhelo de la muerte, señala: "Eso es evidente para todos. La diferencia es que lo puedo manifestar o decir a otros, en lo cual hay algunas mañas. Porque si yo por escrito, y en verso para peor, menciono tantas veces la muerte y manifiesto el hecho de desaparecer de este mundo, habría que preguntarse si no lo hago para exorcizar mi propia muerte, más que para deleitarme con ella. Cabría preguntarse si no lo hago majaderamente como una forma de vanidad, imponiéndole el anuncio de la propia muerte a terceros por escrito, más que la particularidad fúnebre de lo que digo".4
Autor prolífico distinguido con importantes premios, Uribe ha escrito también ensayos y obras políticas. Ha sido asimismo traductor de Ezra Pound y Giuseppe Ungaretti, entre otros.

Lo que caracteriza su obra, según el jurado que le otorgó el Premio Nacional de Literatura, "es el compromiso existencial del hombre frente a la vida y la muerte, manifiesto en un estilo dramático y singular desarrollado a través de una extensa producción".
Según él, sus poemas se le vienen a la mente en cualquier momento y él las escribe en una pequeña libreta que ha aprendido a llevar consigo todo el tiempo. Pero esto parece casi imposible y contradictorio con la impresión de pulcritud y limpieza que dejan sus poemas. Además, los extraordinarios juegos de palabras y acepciones hacen pensar que el verso fue poco menos que estudiado antes de escrito.
La mayoría de sus poemas no tienen título. Él dice que es muy largo titularlos y en cierta forma es verdad: sería ridículo que poemas de un verso tuvieran título (Pobre ave yo pero tú pobre jaula). Además, un título no se avendría con su economía excesiva de palabras.
La ironía es uno de los elementos más importantes en la poesía de Uribe. Ayudado por su amplio vocabulario y erudición, sus poemas a veces parecen una última carcajada de rabia de alguien que está a punto de morir. Dentro de la ironía destacan sobre todos sus poemas políticos, donde versifica sobre temas como su destierro y “el tirano” (Las poderosas manos sanguinarias sanguíneas del tirano).
Pero el tema más común de Uribe es, sin duda, la muerte, aunque no debe creerse que él le tema, o que esté triste porque se le va la vida y cosas así, sino que todo lo contrario: está enojado porque la muerte no se lo lleva nunca. Gran parte de sus poemas son desafíos públicos a la muerte. (Cuerpo, te pido por favor / sepárate del alma, o sea muérete / sea un masivo ataque al corazón / o sea lo que sea pero adrede). El deseo de morir en Uribe llega al punto de considerar el ser como un pecado (Para mí hasta las flores de los prados / hacen mal por el hecho de ser). Pareciera que vivir le es un trabajo dificilísimo (Vive; que no es morir el heroísmo mayor).
Al respecto, Uribe ha dicho: "Me sorprende ver hasta qué punto he repetido mi interés en los mismos asuntos. La muerte desde el comienzo; incluso desde los catorce años, que fue cuando escribí mi primera poesía. Eso me interesó desde que advertí que uno se moría. ¡Aunque uno quiera, no es eterno! Entonces, he repetido ese tema desde el comienzo hasta el final en términos que no son tan diferentes, salvo que tal vez, sin darme cuenta, he tratado de profundizar más".5
También está muy presente el tema de la existencia de Dios, sobre todo en la pregunta del qué sucederá después de la muerte. Uribe dice que no sabe si creer o no creer, pero que la divinidad es algo ineludible; es decir, cree. Se cuestiona las cosas, pero, al fin y al cabo, << Tú eres el Dios que se te ocurre ser>>.
Es común en Uribe que sus poemas comiencen con unos versos citados de otros autores o pensadores (los más comunes: Cervantes, Pascal, Stendhal y Petronio). Tiene que ver, quizás, con su vida recluida y erudita.
Otros temas que le preocupan son: la desigualdad social, las mujeres y en general otros temas metafísicos.

Premios
Premio Municipal de Literatura de Santiago 1990 por "Por ser vos quien sois
Premio de la Crítica 1990, otorgado por el Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso
Finalista del Premio Altazor de Poesía 2000 con Imágenes quebradas
Finalista del Premio Altazor de Poesía 2001 con Contra la voluntad
Premio Altazor de Poesía 2002 por A peor vida
Premio Altazor de Ensayo 2002 por Fantasma de la sinrazón y el secreto de la poesía
Premio Nacional de Literatura 2004
Finalista del Premio Altazor de Poesía 2011 con Vergüenza ajena

OBRAS
Transeúnte pálido, poesía, 1954.
El engañoso laúd, poesía, 1956.
De los delitos calificados por el resultado, 1957.
Los obstáculos, poesía, 1961.
Una experiencia de la poesía: Eugenio Montale, ensayo, 1962.
Pound, ensayo, 1963.
Extradición Walter Rauff, 1965.
Repertorio de palabras de la ley penal chilena, 1965.
Posesión minera, 1965.
Los veinte años, 1965.
Léautaud y el otro, ensayo, 1966.
Dominio minero, 1966.
No hay lugar, poesía, 1971.
El libro negro de la intervención norteamericana en Chile, ensayo, 1974.
Ces messieurs du Chili, 1978.
Por ser vos quien sois, poesía, 1989.
Antología de Ezra Pound-Homenaje desde Chile, 1995.
Alone, la sombra inquieta, 1997.
Odio lo que Odio, Rabio como Rabio, 1998.
Carta abierta a Patricio Aylwin, 1998.
Las brujas de Uniforme, 1998.
Imágenes quebradas, 1998.
Los Ataúdes-Las Erratas, 1999.
Las críticas de Chile, 1999.
El accidente Pinochet, 1999.
A Peor Vida, 2000.
Contra la voluntad, 2000.
El Fantasma de la sinrazón y el secreto de la poesía, 2001.
La inquietante extrañez, 2001.
Verso bruto, 2002.
Carta abierta a Agustín Edwards, 2002.
Memorias para Cecilia, memorias, 2002.
"Caballeros" de Chile, 2003.
Diario enamorado, 2003.
Cabeza de vaca, 2003.
El criollo en su destierro, 2003.
Obras reunidas (1951-1989), Tajamar Editores, 2004
Las críticas en crisis, 2004.
¿Qué debo hacer?, 2004.
50 Años de Poesía (Cds antología oral, 3 volúmenes, sello Leutun, 2004.
De muerte, 2004.
Conversaciones en privado, 2004.
El viejo laurel, antología poética, Ediciones Tácitas, Santiago 2004; selección y prólogo de Juan Cristóbal Romero
Desdijo, 2005.
Insignificantes, 2005.
Ahorcón, 2005.
Te amo y te odio, 2005.
La fe el amor la estupidez, 2006.
De memoria. By heart. Par coeur, 2006.
Coloquio del oro y del moro, 2006.
De nada, diario en verso, 2006.
Apocalipsis apócrifo, 2006.
Ídem, 2008.
Hecho polvo, 2009.
Vergüenza ajena (antipática, tonta y fea), 2010.
Baba, 2010.
Nunc, poesía, 2011; ilustrado con sus dibujos y collages de su fallecida esposa, Cecilia Echeverría
Hastío: o variaciones sobre lo mismo, Universitaria, Santiago, 2011




1
La muerte sola es caos.
¿Alguien ha visto un caos?
No tiene piernas, brazos.
Muerte en silla de ruedas.
Muerte, no tiene caso
ni suerte, y ruedas, ruedas.





2
Se dicen los adioses
finales. ¿Por qué lloras?
Es que no hallo las horas
de morir. Y no hay caso.
Marcho paso tras paso
detrás de las señoras
fatales. ¿Por qué lloras?
No me quieren los dioses.





3
Líbrame: flojo y aburrido
me saco chispas de centolla,
bestia redonda me suicido,
en este mundo ¿quién me apoya?
En este mundo, en este nido
no cabes, muerte, en esta olla.





4
Y cómo quisiera estar muerto,
en traje de muerto,
con cofia y este par
de ojos negros abiertos.




5
Es muy probable que no seas
ni aquello ni lo otro
ni esto ni lo uno.
Adiós, adiós. ¿Qué hubo?
Qué me resta.










No te amo...

No te amo, amo los celos que te tengo,
son lo único tuyo que me queda,
los celos y la rabia que te tengo,
hidrófobo de ti me ahogo en vino.

No te amo, amo mis celos, esos celos
son lo único tuyo que me queda.
Cuando desaparezca en esos cielos
de odio te ladraré porque no vienes.

de No hay lugar. Editorial Universitaria.Santiago,1970.









La muerte despiadada no hace excepciones: uno
por uno nos recoge del suelo en que vagamos
como hormigones negros -cuando menos pensamos
pero en nada pensamos- cuando nos llega el turno
despiadada nos coge con sus pinzas de fierro
nos traslada al lugar de nuestro entierro.

La catástrofe el holocausto el fin
del mundo el cielo y el infierno
la loca el imbécil y el estafermo
bailando en honor del delfín
que me lleva en su lomo
y en la cabeza tengo un cono
con las letras: culpable
pues me prohiben que hable.

La baja estofa y la mala ralea,
los mentecatos, los canallas
y los mediocres sus primeros hermanos
por más que mucho se laven las manos
y alcen como abanicos sus agallas,
muy mal olor que no se orea.

Siniestra sordidez, abre tus alas de paraguas,
agítate murcielago peludo,
calvo, panzón, desnudo,
rondan la cama mariposas vagas.
Este, que fue mi amigo ya no lo es.
Siniestra sordidez
de todo lo que me rodea,
todos sonriendo y portando una tea.

Los zorros y los lobos tienen sus madrigueras
pero el hijo del hombre los hijos de los hombres
¿dónde reposan dónde descabezan
sus sueños? Pesadillas. ¡Y que troten
las caballerías de los degüellos!
Que se abra el lacre de los sellos.

"No comen, ni tienen excrementos mayores:
aunque es opinión que les crecen las uñas,
las barbas y los cabellos".
¡Encantados cadáveres! Amores
sepultados ahora son pezuñas
que se mezclan con vellos.











Las Críticas de Chile



3/La dictadura
no fue un error, tiene apellidos,
como colas de rata o lagartija,
y su elenco de honor para asesinos
los regocíja todaví y dura
indefinidamente; no fue un malentendido
sino la voluntad de pasar una lija
de hierro por encima de los niños.
(Críticas de la Vida Política)


1/ ¿Y qué fue del chileno
viril, culto, vernáculo,
señor de alguna tierra,
que sabe algo de leyes,
tranquilo? Se acabó, estará enterrado:
ya no corren los trenes,
las cortinas de fierro ya se cierran,
la ciudad y los campos son como cementerio.
(Crís de la Vida Social)


2/Ciudades complicadas y secretas
y los terceros pisos en penumbra!
Libros de estampas japonesas,
Grabados en los muros, y abanicos,
Borlas de terciopelo y correas de seda,
Espejo grande oblicuo.
Amarrada a los pulsos, de los pies amarrada.
Sonrisa dolorosa con rouge color violeta.
Y la grupa es un grupo de amores que retozan
Con suaves movimientos de caballo las crines al aire del aliento.
Crimen de la virtud y delicia del vicio,
Anchas manchas violáceas, moretones
Dulcísimos, saliva como jugo
De agua marina, joyas en anillos
plateados, instrumentos de torturas
vehementes, el sol nos deja ciegos
con su relámpago y su rayo que desnuca.
(Críticas de la Vida Sexual)

Del libro "Las críticas de Chile
Be-uve drais Editores, Santiago, 1999






CRÍTICAS DE MIEDO

Los muertos que fuimos ya se aburrieron
de estar muertos. No renacimos sino que nacimos
mal hechos unas furias, maltrechos y con caras
de ningunos amigos de nadie en absoluto.
En eso estamos. Nos barrieron
debajo de los pies con escobas de arbusto.
Luego después de lo cual nuevamente nos fuimos
a las regiones lóbregas desde donde apagamos
.......... las lámparas.









"No comprendeís aún la vida,
¿como querríais comprender la muerte?"
Empezad por la vida. Está compuesta de esta
incomprensión. La pregunta atrevida
no la perturba. (Desperécela y vierta
en su útero). Dormid con ella siesta.









Los Ataúdes
(Be-uve-dráis, 1999)

I

/1/
Sic transit gloria mundi, y las miserias
también son transitorias -las frecuentes
desgracias y la muerte de las fuentes
que se secan -el pasto de las eras
se estraga -y en las ferias
de los vivientes danzan calaveras.



/2/
Los muertos sufren calambres, pruritos
y otros males. Nadie hay para atenderlos.
Están en el hotel deshabitado
que se llama Ataúd. Es un estado
sin parangón. Los acucian los hielos,
pero son insensibles y ríen con sus rictus.



/3/
Ex -hombre con caras de tiza
metidos en cajas que se abren
como los tarros de hojalata,
decid: cómo es ese otro mundo.
Es inmundo.
Propio para la rata.
Se sufren hambres.
No digáis más, que el corazón se triza.



/7/
(cfr. del griego)
"Aiai, aai", siempre habremos de morir,
somos tan transitorios como las flores,
como los perros, e iremos a dar
a los montones excrementicios o a los hoyos
de donde no se sale aplastados por un dedo
pulgar. Así se cesa.



/12/
(cfr. carta de Gabriela Mistral a M. M.)
"No dudo de Dios, no: dudo de mí."
"Un mundo que es una carroña fofa"
hizo de mí esta baja estofa,
esta calaña, esta ralea, y -
y lo que es peor, me gobernó el gusano.
No tengo un solo hueso sano.
"Fetidas de miseria" mis heridas
que ya no quiero llamar mias (miasmas)



/25/
De qué les sirve la poesía.
Ni siquiera la leen.
Creen que es mariposas
efímeras. Sentados en sus comitées
arrellanados en sus fosas
cómodos cuidan sus hidropesías





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