miércoles, 16 de marzo de 2011

PEDRO GANDÍA [3.435]



Pedro Gandía 

(Cuenca, 1953). Artista Interdisciplinar. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia, cursó a su vez estudios en el Conservatorio Superior de Música y en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos. Sus estancias en París, entre 1974 y 1976, marcaron su educación literaria. En las últimas décadas del siglo XX, realizó su obra pictórica y escultórica en hierro para centrarse luego en la fotografía y en el videoarte. Compagina la creación artística con la literaria. Ha colaborado con numerosos artículos, obra y crítica literaria en periódicos como “Diario de Cuenca”, “La Gaceta de Cuenca”, “Diario Málaga-Costa del Sol”, “La Prensa Literaria” (Managua) y revistas especializadas como “Solemne” (Universidad Autónoma de Madrid), “Menú, cuadernos de poesía” (Cuenca), “Ojuebuey” (Valencia), “Cuadernos de Traducción e Interpretación” (Universidad Autónoma de Bellaterra, Barcelona), “Canente” (Málaga), “Turia” (Teruel), “Gorc” (Valencia), “Debats” (Valencia) y “Arquitrave” (Cartagena de Indias, Colombia) entre otras.

POESÍA

- Sábana Blanca - Sábana Negra (1973).
- Cacería (1983).
- Tríptico del Tiempo, la Belleza y la Muerte (1983).
- Columnata (1990).
- Amuatar (1992).
- Bajo una luz antigua (1993).
- Hel i xs (1998) en catalán con interpolaciones en italiano y portugués.
- El perfume de la pantera (1999).


NARRATIVA


- Burdel (2000).


LA MUERTE DE NARCISO
EL NACIMIENTO DE UNA ESTATUA

Sol-
edad
de alaS
SordaS /
y hojaS
SecaS
Sin cauce /
flota cual corcho Sórdida /
Sola
Sobre la
Suave /
SilencioSa
Serpiente /

PePlo
de Pluma
Plúmbea /
Plaga
de Plata
Pliega / herida
árida
ida /
ensOrtijandO a EcO / que llOra ahOgadO niñO


(Del libro Cacería, 1983).


SALMACIS


Desarraigada y frágil, de soledad transida,
se abandona a sus sueños sobre el cristal del lago.

Las suaves curvas dulces de su calmo desnudo
incitan a las aguas a un martirio tiránico
de estigmas y de espadas, de rosas y de rayos.

En sus iris verdísimos, luchan infatigables
peces, nubes y pájaros, quietos en el deseo
de un presente que vive sólo por su mirada.

Como un venado que abre rosas de sangre al aire,
su irreparable espectro simula en el futuro
una absurda carrera en pos de otro principio.

Esclava del azar, se consagra al vacío.
Y el agua le sonríe, idéntica a sí misma.

Tras la revelación, la inanidad del ser.

(Del libro Tríptico del Tiempo, la Belleza y
la Muerte, 1983).


HIEROGAMIA


Ansiando ser esclavo de su pasión, inventa
Un desnudo gemelo y, en exquisito incesto,
Alcanza el goce sumo del éxtasis nupcial.

Etérea se abre y huye la flor en su perpetuo
Cambio. Seres duales de alas blancas y rojas
Unen fuego con agua en un éter alquímico.
¿Es el amor quien unge la secreta contienda?
Arden Eros y Anteros en el ara del tálamo.

Por la idolatría que él mismo se profesa
–Perfecto cuerpo de ébano que enloquece los mundos,
Vórtice de incesantes masturbaciones–, vierte
Su artificio o verdad en versos sin sentido.

Soñándose mil voces, convoca a su demonio.
Antífonas impuras, las Tinieblas lo inician.

(Del libro Amuatar, 1992).



DE LA NATURALEZA DE LOS DIOSES


De noche, lentamente, para deshabitarte,
te hundes en no importa qué lumpen de extrarradio
–el pensar es idéntico a los entes por quienes
se expresa–, y tomas de ellos
la fuerza necesaria para huir de aquí.

Encarnas, en sus cuerpos, los cuerpos que ideaste
–dentro del ente impera
lo igual–, y ellos te marcan
el canon de belleza.

Seguro que debieron a noches parecidas
su configuración, las antiguas deidades
–pues una misma cosa es el pensar y el ser–,
y Hermes y Apolo fueron en los brazos de Fidias
dos putos de a tres óbolos ilustrando los versos
de Parménides.

(De El Perfume de la Pantera, 1999).



Cinco poemas del libro Acrópolis


En el río Nfis

Una envolvente gloria de rocío esmaltada,
la demorada luna con el sol sobre el río.

Fugaz espejo copia su fulgurante plata.
Ninguno de los dos volveréis a estas aguas.

Apresúrate ahora y bébete su luz
antes de que las ondas su eternidad disuelvan
y nieguen tu verdad.



Sacro y profano

Ni Donatello ni Luca della Robbia
supieron definir su perfección.
Y, en la Città dei Fiori, en vano dulces
arias sagradas, mármoles danzantes,
intentan reflejar sus claras líneas.

También tu vida, tras esa luz pura
que mana de su carne, incendia el mundo
y justifica su extinción.

Azucenas vidriadas,
la materia ideal.


Presente eterno

Prendió fuego a la sombra al desvestirse.
Gocé su cuerpo mágico hasta el alba.
Despojo del olvido, ahora lo escribo.
Y vuelve aquella noche en estos versos,
y, en esta luna, luce su desnudo.



Qasida

Un alazán dantesco, con ojos de turquesa,
galopa por mi alma como seco herbazal.

En una llama de oro me elevo con mi amante,
y somos la ceniza que llueve de la luna.


Cartas por tierra

Arcángel venturoso, entre los brazos,
dura como un relámpago feliz.

Leve el amor eleva su desnudo.

Aire & negro,
el hueco de la estatua.





OCHO POEMAS INÉDITOS DE PEDRO GANDÍA,
EXCLUIDOS DE ACRÓPOLIS (Barcelona, DVD, 2011)



INTERIOR

Llueven y llueven
Torrencialmente
Los cuerpos del estío.

Cierra bien las ventanas
Y abre todos los libros
Para que sólo las palabras te vivan.

(1984)



GOCE MÁS TRANSITORIO QUE SU ESTATUA

Días perdidos, días malgastados.
Carne o mármol o luces derribadas.
Entre las hojas secas del recuerdo,
Ni la ficción conforta.

(1984)



TORMENTA DE VERANO

Llueve sombras la tarde.
Tras el balcón abierto,
Dios desnudo sonríe
Iluminando.

(1984)


ÚLTIMO INVIERNO EN TAORMINA DEL BARÓN 
VON GLOEDEN

Si, en este atardecer tan frío, la Belleza
Requiere a su cronista, urgente él corre a ella
Y fija y diviniza
Aquí estos suaves muslos, ahí esos ojos negros.

Sobre la fría arena, adolescentes
Desnudos representan, peor que actores pésimos,
A un esbelto chapero o Apolo de arrabal,
A un Hermes de extrarradio rascándose la pelvis,
A un rijoso Eros agitando la lengua.

Expira en un nocturno perfumado de luna.
Y sólo queda el mar,
Para siempre,
De un sepia luminoso.

(06 / 1984)



AUNQUE CIERRES LOS OJOS

Si cerraras los ojos
Y el amor floreciera,
Sobre la oscura rama
De tu ser, su belleza
Candente destruiría,
Tal rayo repentino,
Tu mentira o la vida.

¿Tras el cristal, qué sueño?
Desvivida existencia.
Pues el amor no existe
Aunque cierres los ojos.

(1985)




PARAÍSO SIN TI, NI IMAGINO NI QUIERO

Su orgullosa belleza
por la que el mundo era
ya no es verdad.

                          Un ángel
con su espada de olvido
                             te envenene de muerte
                                                eterna
atravesándote.

 (1986)




CREDO IN UNUM SATANUM

Ungido con los besos de tus siete
Serpientes de la sombra, negro dios,
Desde lo más profundo de la carne
Negada de los astros, te suplico
Que me arrojes tal dardo venenoso
Al tesoro obsesivo del no-ser.

(1986)




POETA ADOLESCENTE ANTE EL ESPEJO

Se inicia un dios en él.
Un sol, por él, en ti se inicia.

(1994)






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