domingo, 10 de julio de 2011

4132.- LOLA RODRÍGUEZ CORTÉS


Lola Rodríguez Cortés. Paradas, Sevilla. Ha publicado dos libros de poemas: "Entre el cuerpo y el alma" y "Amores cercanos". Tiene varios proyectos todavía inéditos: una obra de teatro infantil titulada "El canto del sur", una recopilación de artículos publicados que se llamará "Espejo claro", un libro de relatos sobre los grandes iconos de la Historia del Arte titulado "La voz de las estatuas" y su próximo libro de poesía "Mercado de esperanzas". Es lectora del Circuito Literario Andaluz y también colabora en la prensa y en emisoras de radio. Actualmente tiene un espacio literario semanal en Protagonistas Sevilla, de Punto Radio. Siempre inmersa en actividades culturales y sociales, apasionante lectora que transmiten inquietud intelectual y su amor a los libros, su labor ha sido reconocida en varias ocasiones. Entre ellas cabe destacar dos premios literarios y la propuesta para el Premio Meridiana 2004 del IAM por el colectivo de mujeres "5 de Abril" de Montequinto.

Publicaciones
"Amores cercanos". Poesía. 2000.
"Entre el cuerpo y el alma". Poesía. 2000.

Premios
VIII Certamen de Poesía Antonia Guerrero. . Poesía. A.M. Peñas Blancas, Estepona.
II Certamen de Poesía y Narrativa Femenina. . . Ayuntamiento de Arahal.






“A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo:
manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo.
Y un nombre que me sube por la boca
y no quiero que llore mis secretos.
Yo soy tierra feliz que tengo el arte
de ser pobre y dichosa al mismo tiempo”

Gloria Fuertes



De mi libro “Entre el cuerpo y el alma”

POESÍA

A ti quiero decirte mis versos esta tarde
porque vives conmigo, poesía.

Te llevo de mi mano,
eres el baluarte de mi tiempo.
Te abrazo cuando amo, cuando trabajo,
cuando rezo...
¡Hasta vienes conmigo cuando duermo!
Y te sueño vestida, con sedas vaporosas,
llenando de belleza el universo.

Porque tienes que estar aquí, entre nosotros,
para ser contrapunto a tanto desatino.

Te tienes que mostrar en las escuelas
y ponerte por norma en los carteles,
Te van a recitar los niños en la cuna
y las madres cuando los llevan en su vientre.

Y estarás en la mesa sagrada del hogar,
unida a la familia, cuando parte su pan.

Hablarán en mil formas tu lenguaje
porque eres infinita, poesía.
Te dirán en sonetos y te dirán en rimas.
Cuando estén muy alegres
te cantarán en forma de coplilla
y luego, si están tristes, te evocarán en dulces elegías.

Voy a estar a tu lado, Poesía.
Te he de llevar como bandera al viento.
Te cantaré allí donde me encuentre.
Recitaré mis versos sin rubor ni miedo.
Y tú me ayudarás, porque vives conmigo,
porque te llevo dentro.











PLEGARIA

Voy a pedir a Dios esta mañana
que pare ya la guerra.
Que vaya a detenerla una oración,
un mensaje de amor,
los versos de un poeta…

Por Cristo, por Alá, por Dios bendito:
¡que acabe ya la guerra!
Que vaya una legión de voluntarios
A tumbar a esa fiera.

Los doctos, los egregios, los sensibles,
los eruditos hombres de la ciencia,
los seres que proclaman la verdad,
los que viven por ella,
¿cortarán la cabeza de una vez
al monstruo de la guerra?

Que venza por amor la fuerza buena.
¡Que venza!

Que salgan a las calles de los pueblos
los niños, portadores de inocencia,
llevando en sus manitas asustadas
un blanco pañolito en forma de bandera.

Que suenen los clarines en las plazas
llamando a la bondad y a la decencia.
Que la tierra da fruto para todos,
que debemos cuidarla y protegerla…

Hay suficiente pan en los trigales
para tornar el hambre por hartura.
Aún brotan cristalinos manantiales
y los árboles dan la otra mejilla,
con su fruta madura.

Voy a pedir a Dios esta mañana
que pare ya la guerra
y estalle, si algo tiene que estallar:

¡Un torrente de risas por cascadas de Paz!

De “Amores cercanos”













MADRE

Ya vienes otro año.
Fragante, milenaria, cálida, nueva…
Aspiro tu perfume en la noche serena.
El mirto, los jazmines,

el olor a lavanda por los jardines.
La sangre por las venas
va galopante
y en la niña morena
revuelo de volantes.

¡Otra vez primavera!

Dicen que fue una noche
clara, limpia y serena.
Cuando un manto de seda
cobijaba la tierra,
que una madre gritó:
¡Alerta!
¡Que ya llega!

Y sin otra demora
vio cumplida la espera
se abrieron sus entrañas
y germinó la siembra.
Sí, diez hijos alumbró.
Y yo, la más pequeña,
le contaba mis cosas
entre juegos y risas
y con besos de azúcar
le alegraba la vida.

Hoy es mi cumpleaños
otra vez…
Y hace ya tantos que me falta ella.

Pero tengo dos flores
aquí, en mi jardinera,
que las veo crecer
con fuerza y sabia nueva.

En tardes azuladas
cuando abril resplandece
y tras la lluvia mansa
todo el campo florece
yo le cuento esta historia
a mis hijas pequeñas.

Fue una noche de marzo
clara, limpia y serena.
Preñada de jazmines, ebria de hierbabuena.
Cuando croan las ranas
alegres en la alberca
y en medio de los mares
la gran luna riela.

Cuando clama en el surco
la voz de las cosechas
y en los patios del Sur
crece la madreselva.

Cuando los alhelíes
asoman su inocencia
y el canto de los gallos
saluda a las estrellas.

Aquella noche clara,
fértil, lúbrica y nueva,
en una humilde alcoba
dio a luz mi madre buena…

Sí, fue una noche de marzo del cincuenta.
En el mágico instante
que la tierra parió:
¡su eterna primavera!



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