jueves, 9 de diciembre de 2010

MARÍA WINE [2.406]


María Wine

01/01/1912 - 01/01/2002


Suecia

Maria Wine, la gran poetisa sueca contemporánea, nació en Copenhague en 1912 y, tras su matrimonio con el poeta Artur Lundkvist, se trasladó a Estocolmo, donde vivió toda su vida. Escribió fundamentalmente poesía, aunque publicó libros autobiográficos en prosa y otros de prosa poética En Suecia se la considera como la poetisa del amor, un amor que, según la autora, debe estar basado en la libertad, en la responsabilidad y en la confianza mutua. Esa libertad de los amantes que, aunque cause intensos dolores, es indispensable para que viva el amor. Lo cotidiano está tan presente en su obra como el amor. Maria Wine nos señala las alegrías que hay en la vida diaria, nos insinúa la obligación que tenemos de ver, de descubrir cosas, para no perdernos nada de lo que nos ofrece la vida. Hay en su poesía algo de reflexión bienhumorada, de razonamiento en tono sereno, delicadamente pedagógico. En toda su obra hay un afán de libertad y de paz; la poetisa, no sólo alza su voz para protestar contra la injusticia, la guerra y la inhumanidad con ira o con humor, sino que también lo hace para despertar a los indiferentes. Escribió más de 30 poemarios y recibió los más prestigiosos premios de poesía suecos, el Bellman y el Ferlin, entre otros. Su obra se ha traducido a numerosos idiomas. Falleció en Estocolmo a la edad de 90 años.



Expedición de descubrimiento


Si no tuvieras
tantísima prisa
(a tu muerte llegarás en todo caso a tiempo)
podrías darte cuenta de muchas más cosas.
Podrías por ejemplo descubrir
que la yema de tu dedo
tiene la misma forma abovedada
que un grano de uva
que su piel tiene el mismo dibujo
de pequeñas estrías acanaladas
que la piel de la uva
y que cuando aprietas la yema de un dedo sobre otra
la sensación de blanda dureza es la misma
que cuando la aprietas sobre la uva

Descubrirías
que los párpados de los ancianos
bien están toscamente arrugados como piel de higos
bien tenues y transparentes
como la película del ojo de un pájaro
Tendrías tiempo de ver
que en el esmalte brilla una sonrisa
que el cuchillo en realidad es un rayo capturado
y que la caballa ha sido asada a la parrila por la sombra

Descubrirías que
a menudo una piedra dura protege
un secreto blando
y tendrías tiempo de escuchar la melodía
que suena dentro de cada pelo
Podrías leer el mensaje de la escarcha
en el cristal de tu ventana
y asombrado descubrirías
lo difícil que es llorar
bajo un sol deslumbrante
así como que se necesita coraje para atreverse a reír
en la oscuridad nocturna

Si fueras un hombre
descubrirías
que la mujer que llevas dentro ansía
permiso para echarse a llorar
y si fueras mujer
que el hombre que llevas dentro ansía
permiso para dar cuenta
de tu malgastada debilidad
Descubrirías
que casi todo lo que les reprochas a otros
es un reproche que has evitado hacerte

Si te dieras tiempo para contemplar
la alfombra del paisaje que has tejido con tu vida
podrías descubrir muchos senderos que te has saltado
a los que nunca podrás volver
Y quizá gracias a tu descubrimiento
dejarías de saltarte el día
para alcanzar rápidamente la noche
dejarías de saltarte el invierno
para llegar rápidamente al verano
y con este conocimiento
alargarías tu vida considerablemente.

Traducción: Francisco Uriz






Desolación


Ella siguió viviendo su vida
en la habitación donde él había muerto
para seguir respirando siempre
sus últimos suspiros
reflexionar sobre las últimas
ideas que él pensó-
Se metía en sus ropas
se sentaba en su sillón
y leía una y otra vez
el último libro que él había leído
pero nunca pasaba de la página
a la que él había llegado-

Llevaba en la muñeca
el reloj de pulsera de él
que había hecho tic-tac a la velocidad de su pulso vivo
y ahora lo hacía débilmente al compás
del pulso renuente y triste de ella
Comía con los cubiertos de él
bebía de su taza favorita
Se peinaba con el peine de él
delante de su espejo
Se quedaba largo ratos mirando
al espejo buscando inquisitiva
como si esperase que la profundidad
le fuera a devolver por compasión
el rostro de él.

Traducción: Francisco Uriz



DENTRO DE CADA POEMA

Dentro de cada poema
brilla una lamparita

En el espacio y en el tiempo
en el mar y en la tierra
en el hombre y el animal
en todo lo creado
por la Naturaleza y por la mano del hombre
hay un poema
que brilla como una lámpara

Si buscas con detención
quizás descubras también una lámpara
dentro de tu oscuridad más profunda.

La fuente de piedra, 1954. Traducción de Justo Jorge Padrón.



ÁRBOL Y POEMA


Aquí hay un árbol:
el viento canta poemas sin palabras
en su ancha corona.

que el destino del árbol es ser papel:
un papel que añora palabras

una palabra que añora estar en el papel
una palabra que añora poder traer un poema

un poema no escrito que añora su primera palabra
un poema que añora su poeta
Pero también sé
que el poeta sufre
cuando talan el árbol para hacerlo papel.

Nattlandia, 1975. Traducción de Justo Jorge Padrón.




EL POEMA


I

El poema
nuestro tercer pulmón dador de vida
está presente en todas partes
Es el ojo
que mira alrededor de sí mismo
la rueda que eternamente gira
y teje su propio viento
Desnuda la oscuridad
con manos de luz
desafía la profundidad con la altura
el odio con el amor
forja palabras que despiertan
pero no hieren
Busca la verdad
pero le desagrada considerarla como una estatua
es movilidad: la intranquilidad palpitante de la vida
pero también el umbral momentáneo del descanso

El poema
nos contempla desde fuera y desde dentro
es enemigo de la ausencia de la fantasía
y los vicios de la costumbre
nos obliga a salir de la cuna del día cotidiano
con sus desgastados patines
nos ofrece una visión nueva:
la riqueza de la alegría de descubrir

El poema
estira su arco hasta el límite de quebrarse
para que el tono más puro suene
construye puentes entre sueño y realidad
entre el pensamiento y la actuación
su alegría centellea en cada gota de lluvia
y en el manto de la oscuridad
borda hilos de oro y plata

El poema
está presente en todas partes
un salvavidas que socorre
nuestra alegría a punto de ahogarse
y en la mano fría del dolor
coloca una joya que da el color de un recuerdo
El poema es nuestro tercer pulmón
dador de vida.


II

Sí, el poema está presente en todas partes
El brillo de diamante
en la piel negra del caracol del bosque
El pájaro
que construye el nido en una oreja de elefante
El elefante
que cuidadosamente levanta su pie torpe
para avanzar sobre un niño durmiente
El gatito
que amamanta la loba
Los monos
que cuelgan en las ramas de los árboles
igual que imágenes de nosotros mismos
La mariposa
que te seduce pero sin embargo
se niega a dejarse apresar

Todo es el principio
o el final de un poema
La brizna de hierba
que se abre paso con su lengua fresca y verde
en medio de los labios secos de una rendija de piedra
El clavo
que engendra una rosa de sangre
La fosforescencia marina
que cabalga sobre el mar
Chispas
que surgen entre el cabello y el peine
y sin embargo no encienden el pelo
convirtiéndolo en arbusto llameante
Los signos rúnicos difícilmente interpretados de las arrugas
El pájaro
que se empeña en dar brinquitos delante de ti
como si quisiera enseñarte el camino
de su nido secreto
Todo esto es poesía
que puedes hallar
si solamente aprendes a mirar
con el ojo siempre presente del poema.

Nattlandia, 1975. Traducción de Justo Jorge Padrón.



Abandonada por su pie


Abandonada por su pie
queda la huella sola
con su vacío interrogante.
Tú puedes verla en todas partes:
En el bosque
en los caminos rurales
en los senderos nevados
o congelada en el hielo.
En todas partes llama tu atención
Se te presenta con su leve profundidad
De oscuridad y vacío.
Me da pena de la huella
que añora su pie
porque ningún pie añora
volver a su huella.

Traducido por el poeta Justo Jorge Padrón.




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