lunes, 19 de septiembre de 2011

4766.- JOSÉ ALBERTO VELÁZQUEZ


José Alberto Velázquez López
(Las Parras, Las Tunas, CUBA 30.05.1978)
Poeta y narrador.
Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y egresado, 2001, del Centro de Creación Literaria Onelio Jorge Cardoso.
Ha publicado los poemarios:
• Yo desierto, Ed. Holguín, 2006
• En busca del cielo perdido, Ed. Sanlope, 2006

Tiene en proceso de edición los libros “La burbuja heroica” (poesía) y “La civilización sin fuego” (narrativa). Mantiene inéditos los poemarios “Ghetto” y “La casa del banquete”, así como las novelas “Pura sangre” y “Dunas de vapor”, entre otros.

Cuentos, reseñas y poemas suyos aparecen en revistas y antologías de Cuba e Iberoamérica.

Ha obtenido varios premios, tales como:
• Premio Concurso de Poesía del Sur, 2006-2007
• Beca de creación Incurable, 2007
• Premio Concurso de Poesía El árbol que silba y canta, 2008
• Premio Concurso Nacional de Poesía Manuel Navarro Luna, 2011, con el cuaderno “La burbuja heroica”
• Premio Nacional “Celestino” de Cuento, 2011, con la compilación “La civilización sin fuego”

( Dirección de correo electrónico: bmmajibacoa@tunet.cult.cu )






EMIGRACIÓN

Mi casa
es esa mancha
grave
que va quedando al fondo del paisaje.


[ 01.12.10 / 06:26 p.m. ]

Cada vez escribo mejor lo que me pasa:
lástima que cada vez me vaya peor.
[Felisberto Hernández]

Para no escribir yo sentía animales reventando (en) mi estómago.
Nubes como árboles, todo lo demás: la semana sin ti,
la fiebre boba seca, línea de tus ojos, disparos rojos
(vacío de vacío:) y el aguante desde lo quemado: torbellino
envolviéndo-nos, noche enfermándo-te, la patria imperturbable,
mi verde no (te) gusta ni esta palidez impropia: poema que repito,
deslumbramiento: “aquí veníamos, aquí no llegamos”(aquí la vida se rompe
sin necesidad de banderas o deslumbramientos: sin necesidad de ti).


[ 02.12.10 / 08:06 a.m. ]

Siendo muy duro salto de setenta y ocho.
La Biblia un tobogán del medio, buena literatura.
Contra el abdomen roto, contra seguir, contra, contra.
Amiga: el dolor sí es transferible. Amiga: qué trabajo
o qué fraude la construcción de tierra. Aquí
y dondequiera, y a mi hermano Alto, y a mi sueño de angustia
lo difícil es el cielo fabricado para hundir desprendimientos.
Melancolía municipal. Niña loca: eres de aburrimiento,
como las ondas que suben del esparto cada lunes.
Yo y el setenta y ocho corremos. “¡Dale, gordo!”,
me dice el setenta y ocho, pero su risa no es cruel.
“¡Ya entiendo, ya entiendo...!”, y voy, es el ochenta y nueve,
la carcajada, me agacho, ¡los círculos sollozan gozo,
yo ofendo sus madres y corro perseguido por los años!
Mala vianda el asunto de la poesía, la obesidad, la barbie pseudoamándome.
Del setenta y ocho en adelante hay lanza de afecto y sorna comunitaria.
Y no dejo de correr un día. Como si tuviera serpientes en los ojos.





[ 02.12.10 / 08:28 a.m. ]

Fundo letales ladrillos congelados de genoma de poesía tremenda.
A ver: de esa línea hacia acá no pasan tú ni tú ni tú a la mil.
Caben: trenes fracasados lo mejor del mundo. A quienes
síndrome-abstinencia desvela justo a las dos treinta y nueve.
los que sí son tú y tú y tú. Y la línea formidable. Lo mejor del mundo.






[ 02.12.10 / 09:42 a.m. ]

Ombligo del polvo, del fango si lloviera.
Parábolas artificiales: el mastín de ayer
y el dogo de hoy se parecen en que nada.
(No me atiendas mucho: la costumbre
de que nos contemple orgullosa
termina por enfermar: a la de tres corremos).
¡Conque no se puede confiar en nadie!
Ya me inventaré pasado, no te apures.
Potestad expresa soy escribidor notable, pero.
Del pero en adelante es que aaaaaaaaaaaayyyyy.
Soy artículo en saludo a. nadie me compra, ni siquiera.
Abrazo a mecanismo, patea mi boca, la niña y Juan José
escarban y dale que ya no despierto, de qué manera.
Me parezco al de ayer en que no mañana.
Dos manos derechas pulsan fuerte, bueno que soy.
Dos corazones rotos esperan, come de ellos, si total.








[ 02.12.10 / 10:03 a.m. ]

Hoy vence la tristeza y la integridad cuesta muy cara, vale poco.
Hoy de veras, sinécdoques y sinécdoques no apuran el bocado puro,
el bocado-fin-en-sí-mismo, el -bocado- Ortega y Gasset, vaya, ¿qué te parece?.







[ 03.12.10 / 08:43 a.m. ]

Siento la necesidad de llorar sobre el pan de lujo
de la dominación y del amor, sobre el pan de gloria
que está afuera. ..
[H. Michaux]

La gratitud del pan enfermo es la peor de las suertes. Dividirse para obedecer, la fragmentación y lejanía que siempre nos imponen (de Dios, de la ciudad, del lujo) hacen de nuestra pobreza el animal comido un poco y que ya se pudre: avivó el hambre. La realidad combustiona con sufrimiento. El lenguaje es gracias gracias gracias. O no. //
Si mi odio fuera tan real como mis esperanzas, tal vez pudiera llegar lejos, muy lejos.//
Ir del exceso de agua mareador hasta la quemante sed. Sufro increíble lejanía de la buena mitad. Pero algo me enaltece: una valentía de niño borracho frente a las palabras.//
A mi vieja edad no sé qué puedan ser algunas cosas. En cambio sé que no son lo que dicen que son. Ni que pueden llegar a no ser lo que dicen que no son.//
Cuánto empuje o aprendizaje para ser capaz de escribir lo siguiente: estoy enfermo de amor. Estoy muriendo de fastidio.








[ 03.12.10 / 8.46 p.m. ]

Volúmenes-oscuridad sobre tu boca beso.
Canon brevísimo: yo y luciérnagas cortadas o complementadas:
esto que amo de siempre y es montón-sed-vidrio:
esto que amo de siempre y es tu espalda o lengua:
in-vocación de in-fluir hasta encadenamiento: azul y dómine,
la cruz de las mujeres muertas: amo y qué/ me escondo y qué:
voy al aire en que sub-vives sobre-mueres: te amo tanto y qué y qué y qué.
(Versos rotos. Tu sexo huele a mar. Sobre la trampa de la noche vuelas).









[ 04.12.10 / 8:32 a.m. ]

Habría que romperse el ánimo: ver si tú o el sabbath se bastan, y a mí, y yo a vosotros.
En la inamovible oblicuidad que arrolla y yo colgado para compensarte escucho “nada
que ver”, y quieren amarrar las manos para que no funda rescate en chorro hostil/ descenso precipitado, tuve línea ancha de vacío, la histeria pronunciando Go!, el poema borrándose,
la victoria en torbellinos, esta figura con pie de página difuso, vida terminal. (En la versión perdida pregunté alguna cosa y no del todo intempestivo hice de mi sueño aún cercano tierra de labranza: bajo la resonancia que soportas y la red espuria ni lo que tiene valor vale para mí.) Cuatro noches soñándote son demasiado como para que no salga de nuevo a emborracharme. Digo que no más arribe Y. voy a romperme el alma con alcohol.
En el texto que perdí y en este buscarás en vano. En la vida que rompiste y la siguiente
no estaremos de frente a la luz, como si nada.









[ 06.12.10 / 08:45 a.m. ]

Navidad, vieja babosa: me iré pronto lejos de ti y del Shakespeare.
Leviatán y Gólem de manicomio. Dime si ves mis brújulas: son largos lagos de horror.
El pataleo arrambla hijos. Que padre suelte el fierro. ¡Si ustedes me amaran...!
Lunes para qué la sopa sibila, podencos trasgos morderán tu hocico:
en las hondas mal. Sí sí, ya voy. A cubierta un gajo inútil, bombillitos mierderos.
[Llevo once días luchando. Creció mi cabeza. No cabe en la casa Mejor del Mundo.
Azazel, perro cochino, vete. La imagen es que no me salgo de la fiesta. Puedo ascender.
Déjenme ascender, niños, no saben, no saben. Yo los amo. Está escrito.]
Equidna de huevos hueros. Oh santísi, felicísi, grato tiem podená vi dá.
Vayan en la calma de Belén. Búmbata. Vísceras en el alambre.
Madre quemada, los que escupen napalm te saludan.
Los que son viejitos antes de nacer te besan, te besamos antes de volar la boca.








[ 12.12.10 ]

a)
Pájaro de paja resquebraja su boca en (el) extremo.
Hasta las once de la muerte en punto no le abras a nadie.
Que venden a sus hijas: falso. Que hay pan y miel.
Ellos se espantan de la radiación. Su arte ve un mundo calcinado.
Yo cierro los ojos. Busco respuestas que humeen y no maten.

b)
El mar y México y el apéndice están de lo peor.
Para beber tu saliva tendremos que someterse duro,
dieciséis navegan al salir de la niñez podrida.

c)
Miedo a salir de casa.
A que termine la noche privativa.
A que “el tiempo” arrebate mis notas.
A que los amigos crucen y los enemigos queden.
Miedo al miedo. Miedo. Miedo. Miedo.

d)
Desperté y habías muerto.
Un solo segundo, un dolor desconocido.
En el Depósito de Cadáveres me trataron mal.
Gemía como una muchacha pusilánime.
Cuando vi tus uñas sucias, las puntadas
que diste ayer a tus únicos zapatos
me sentí culpable.
Siempre te pensé un obstáculo.
Sin ti no me alcanza la tristeza.








[ 23.12.10 ]

Los oasis lanzan aullidos concéntricos,
los catalejos se venden más que los condones,
y es la misma miseria.
[Roberto Bolaño]

La pregunta no es te vendes, sino cuánto vales.
Huyo de la música autóctona en un submarino ex-púrpura.
Vi a los que degollaban y a los degolladores: poca o ninguna diferencia.
El marabuzal no es cómodo: libros atravesados; fosas perimetrales.

La falta de nieve me emborracha. La imagen de tu sexo ofrecido me ahoga.
(Pero tú ya no respiras. Un año muerto; una vida desollada.
Los de la iglesia vuelven. Los pintores, espantados por la terminación del grupo,
a veces llaman: nada qué hacer, les espeto, no alcanzo a salir de casa).

Gente de ojos de cloaca cierran la pared cuarteada: relieve de sangre de clones tristes.
La mañana es sensibilidad: puede conducirte a esquizofrenia.
(Las piernas y el estómago irradian quemante dolor. En mi cabeza
electricidad de excesiva lectura me hace hablar solo. Algo sugiere/
que llevo treinta y dos años de más/ sobre la tierra).

La pregunta no es lo que valgo. La pregunta es ¿valgo algo?
De la realidad me separa un puente fabricado en el Burgo Trascendente, que va a sí.
Allá hay oxígeno para la nariz; premios a los residentes; panes de hoy.
Por entre las espinas vi a quienes escriben y a Los Que Escriben.
Creo que la diferencia era grande. Creo que esa es la causa que me tiene aquí.








(La llegada al pueblo)

“Dieciséis-mente” desnudas, ego locamente borracho,
desde la emergencia de luz parece una gran hoguera apagada,
lubrico tus grandísimas areolas, el tono sobresale rápido, me hundo
entre tus piernas o donde sea, me hundo en tanto el carretón-historia traquetea,
donde estuvo mi glande bebo tus pezones, qué diferencia, humedad humedad,
porque golpeas y abres más y te apresuras me derramo , afuera
hay una pared que dice Bienvenidos a la Patria de los Necesarios Mártires.

Descendemos. (Todas gritan). La felicidad: un bosque en serie: cada/ letrero/ se/ repite.

Sin piernas quedo en el montón de libros intocados ciego.
Sin brazos tu cintura avanza hasta cuál punto blanco,
la forma en que cierro frases una vez al día, una eternidad por show,
a veces, como siempre, nunca.








(Ha empezado a llover. Transición)

Hay quien tiene menos que una lona mojada para combatir la fiebre -porque hiervo,
y la humedad es caballos que mi cráneo cascan, un corredor de humo, una delicadeza
imposible (pan fresco, chocolate) y recordar su rostro; yo decía antes de escribir
“todos los trillos conducen a tu boca”, pero ya es tarde, el show termina, la gente huye
de la lluvia y yo me apago y soy menos visible en esta opacidad perfecta.









(Lunes de agua. Lagunas viejas. Descanso)

1-
Ceremonia es ofrendarte piedras, sé tú misma,
explosión de trillos artificiales nos conducen a …………. la adolescencia.

2-
Suavidad permanecer bajo la superficie.
Islotes de Brobdingnag, bellísimas cabelleras verdes avanzan, pienso en tu lengua.
Lo que prefigura la primavera ardiente, seudopelícanos sin miedo.
El aroma de tu sexo rompe la dureza: tu levedad es mi oxígeno.
Última torpeza del cielo que me devuelve a la nación o a la noción del aire
donde el gran anuncio es sólo ardor, o escribir(te) con los dedos reventados.

3-
Al salir del espejismo
tu desnudez cubriste
con la mejor bandera
……............………. para que yo
…….............………. no te besara
……………. más.
Y yo
libérrimo y solemne
te besé más.









(Temblor de estrella)

Todo lo que me estremece. Soles de vértigo leve descienden (por) tus caderas.
Cien días sin alcohol. La no lectura: manifiestos dirigibles.
El pobre sábado en que tu cuerpo arde para mil personas. Oh vueltas
de sentido/ sobre el átomo/ girando sobre mí/ mismo/ y la enorme aldea
que (me) recibe/ como se recibe lo que somos: un circo de lisiados.

Yo que estoy abierto al rectángulo-vidrio, y hay otro cordón hachando mi nuca.
Huyo del más bien infame país en horizonte. (Niña: qué firmeza de sal,
cómo los espinos avanzan, y mitad-Dios nos sofoca: un machete entre nuestras bocas -
lo que fueron nuestras dos bocas ávidas hoy son una boca y una boca secas).

Tengo las uñas sucias y todavía debo consignar poemas.
Amo todo lo amable en cien marabuzales a la redonda.
Me pudro con la hábil certidumbre de que tu amor y mi tristeza son todo
lo que me estremecen, lo que existe.




http://alascuba.blogspot.com/









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