lunes, 20 de septiembre de 2010

1201.- TAHAR BEKRI

Tahar Bekri nació en Gabès, Túnez, el 7 de julio de 1951. Vive en París desde 1976. Escribe en francés y árabe. Ha publicado una veintena de obras (poesía, ensayo, libros de arte). Su poesía, aclamada por la crítica, está traducida al ruso, inglés, italiano, español, entre otras lenguas, y ha sido objeto de trabajos universitarios. Su obra, marcada por el exilio y la errancia, evoca las travesías del tiempo y del espacio continuamente reinventados. Palabra interior, ella está arraigada en la memoria, en la búsqueda de horizontes nuevos, en el cruce de la tradición y de la modernidad. Ella quiere antes que todo ser canto fraternal, tierra sin fronteras. Él es hoy considerado una de las voces importantes del Maghreb. Es actualmente maestro de ceremonias de la Universidad de París X-Nanterre. Libros de poesía: Le Laboureur du soleil (El labrador del sol), 1983; Le Chant du roi errant (El canto del rey errante), 1985; Le Cœur rompu aux océans (El corazón roto en los océanos), 1988; Poèmes à Selma (Poemas a Selma), 1989; Les Chapelets d'attache (Los rosarios de atadura), 1993; Les Songes impatients (Los sueños impacientes), 1997; Journal de neige et de feu (Diario de nieve y de fuego) , 1997; Marcher sur l'oubli (Marchar sobre el olvido), 2000; L'Horizon incendié (El horizonte incendiado), 2002; La Sève des jours (La savia de los días), CD, 2003; La brûlante rumeur de la mer (El ardiente rumor del mar), 2004; Si la musique doit mourir (Si la música debe morir), 2006; y Le Livre du souvenir (El libro del recuerdo), 2007.


Afghanistan

Si la música debe morir
Si el amor es obra de Satán
Si tu cuerpo es tu prisión
Si el látigo es lo que sabes dar
Si tu corazón es tu barba
Si tu verdad es un velo
Si tu refrán es una bala
Si tu canto es oración fúnebre
Si tu gavilán es un cuervo
Si tu mirada es hermano del polvo


¿Cómo puedes amar al sol en tu guarida?

Si a tu cielo no le gusta los cometas
Si tu tierra es un campo minado
Si tu viento está cargado de pólvora
Y no por el polem fecundo
Si tu moral es una potencia
Si tu puerta es un dique
Si tu cama es una trinchera
Si tu casa es un ataúd
Si de tu río fluye sangre
Si tu nieve es un cementerio


¿Cómo piensas amar al agua en la ribera?

Si tus montañas no son que espinazos de valles
Humillados sin altura
Sus lomos para injustas ciudadelas
Sus entrañas abiertas para endurecer la piedra
Si tu valle no es para alimentar tu sueño
Como una rosa en el zafiro
Si tu arcilla está colmado de duelo
Tampoco para erigir una escuela
Como un arbaricoque en flor
Si tu cálamo no es un lapicero


¿Cómo puedes habitar la luz?

Si tu labor es sembrar espantapájaros
Un escondite cobarde para la dormidera
Si tu caballo es esclavo de tus anteojeras
Desprecia el despliegue de buques en los aires
Si tu valle vomita sus zafiro
Así señor de la guerra
Si las trenzas de mujeres son cuerdas
Si tu estadio es un matadero
Si tu camino es invisible
Si tu noche es una tumba para las estrellas


¿Cómo piensas prometer la luna?

Si Gengis Khan es tu maestro
Si tu hijo es grano de Tamerlan
Si tu rostro es sin rostro
Si tu sable es tu verdugo
Si tu epopeya es ruinas y alabanzas
Si todo el llano no puede lavar tu índice
Si tu deseo es un árbol muerto
Si tu fuego es ceniza
Si tu llama es humo
Si tu pasión son las granadas y cañónes


¿Cómo puedes seducir la paloma a tu ventana?

Si tu pueblo es un campamento
No un nido de golondrinas
Si tu casa es una caverna
Si tu origen es un espejismo
Si tu vestido es tu mortaja
Si la muerte es tu mausoleo
Si tu Corán es un turbante
Si tu rezo es una guerra
Si tu paraíso es infierno
Si tu alma es tu sombra carcelaria


¿Cómo puedes amar la primavera?



Traduction espaognole de Carlos Rodriguez-Najar


* * *


Amaba las golondrinas por encima del mar
y no sabía por qué,
lluvia y viento izaban sus velas, de guerra
en guerra, contaba a las rosas salvajes sus
iras, los horizontes llevaban sus pasos hacia
el olvido, las arenas heridas destruían sus pasos
perdidos.



De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino

* * *

Viejo océano, decías, Lautréamont,
por qué no te habré escuchado, gritaba al sol
perdido, el corazón como chamicera, desierto que
avanza,
levantaba diques contra lo efímero, las algas
robaban sus sueños, allí en el muelle
de su dolor.

De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino

* * *

Los días transportaban sus silencios
en los bosques sonoros, palabras arrancadas
a las tempestades, este país es mío, decía
a las mañanas de bruma, sí, Yalal Al-Din Rumí,
¡el mundo cual copo de espuma!



De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino

* * *

Como vuelos de pájaros indiferentes, las voces
volvían sin cesar, el eco en los mástiles
serraba su fervor, los remos lanzados contra
las paredes,
errar,
recordaba es una hiedra subiendo hasta las
ventanas, poco a poco, las puertas se volvían a
cerrar
sobre sí mismas…





De: Los sueños impacientes
Traducción de Leonor Merino

* * *

A muestras voces sus veranos
A nuestros inviernos sus primaveras
Ese embellecimiento tan súbito

Bajo la luz suave y como aturdida



De: Líneas de fuga
* * *

XI

De río
En río
Le robaba a la noche sus luces
Reflejos amenazantes
Piraguas río abajo
Orillas jamás tocadas
Sus gritos se perdían a lo lejos

Ahogados como sollozos



De: Líneas de fuga

XIII

Aunque la sabana
Devore definitivamente a sus hienas
Sus huellas volátiles
Surgirán sin cesar
Bajo las suelas culpables
Las acacias milagrosas
Refugio de la noche frondosa

No podrán ocultar la hiel de la sangre



De: Líneas de fuga
I
Emprenden el vuelo
las palomas
a la sombra de los caminos de luz
la piedra
con el peso de los pasos
será columna de oro o polvo

Por los reinos de fuego. la ceniza





De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal

* * *

II
Aterrada
tierra
debilitada por la duda y el olvido
como canción amarga
calcinada
será tu rebelión o en flor olivo

Nacida del dolor de la yema, el rocío







De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal

* * *

III
En los labios
del sol
ebrio de veranos puros yo me llevo
tu voz en la mañana de los presagios
al atardecer como una rosa en trance
camino aguas arriba el río seco

En el ruedo del recuerdo, el incendio



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal

* * *

IV
Incendiario
del vacío
tras las horas escasas
y el cruce del silencio
como una herida en la tormenta
el campo quemado aviva mis plegarias

En el secreto de las nubes, la fuente



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal

* * *

V
Ligada
al brillo
de los cielos avaros palabra de ultramemoria
petrificada esta lluvia en el hueco de mi voz
precisaré todas las golondrinas
y las crines del ensueño para alumbrarla

En los brazos del labrador, los pájaros



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Francisco Torres Monreal

* * *
VI

Condenado
a la hoguera
en zarzales lejanos
rezo suras coléricas
peregrino de lluvias fecundas
inundado mi corazón como un arrozal

Entre las sordas estelas, el laurel



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales

* * *

VII

Por caminos
secretos los halcones enajenan
mis ojos privados de ruiseñores
descalzados los estribos
mis pies tiemblan y caigo

En la piedra herida, el fulgor



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales

XV

Desgrano los días
en los rosarios que me atan
pájaro preso
las alas me abandonan
a los collares deshechos de sus horas

Presente en el pebetero, el incienso



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales


XIX

En Xàtiva
los plátanos
bajo el cielo como lana rosa
ocultan mis penas derramadas
las pausas entre los azulejos
hurtadas a las trampas de la lluvia súbita

Guardiana del alegre valle, la ciudadela



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales


XXXVIII

Golpeaban ellas
sus cuerpos
con las manos cautivas
hasta implorar que la sangre dejara de fluir
tambores de infierno
en los llantos de sacrificio del búho

Ladrón de soles errantes, el eclipse



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales


XXXIX

Las sonoras
pulseras
cinceladas en alientos deslumbrados
acompañan con su ritmo mi tumulto
en los juramentos proscritos
lejos de ti celosa luna mía mi Andalucía
Amar es un dolor con nombre, tiranía



De: Les chapelets d’attache / L’exil d’Ibn Hazm,
Traducción de Juan José Perales


IV

Cuántos flamboyanes
Le hacen falta al petirrojo
Para seducir
A las piraguas y poner fin a la imperiosa
Danza de los buitres
Por allá van las caravanas dando tumbos
Entre autopistas

Sus sales son sus ofrendas para no volver



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


X

Cuántos gritos
Mar
Te hacen falta
Para perdonar



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


XIV

Todas esas mujeres desaprensivas
Bajo la luz andante
Nos devuelven un arco iris
Mecido por nuestras oraciones
En las secas
Reverdecen los pasos
Sin saber cómo

Nos descaderamos arrastrados por los aires



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.
Versión de Conrado Tostado



XVI

Extraviadas
Las caravanas
Se enfrentaban con nuestros peligros
Abrevaderos
Desolados por tantas vicisitudes
A lo lejos
Tu sombra parecía

Una sorda melancolía



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


XIX

Siempre volvía
El llamado del mar
Olas rebeldes
Espumas brumosas
¿Qué es un país?



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


XXXVIII

Mangos minaretes gritones
Ay de ti río
Tan ancho
Perdido en la bruma
Dime quién trastocó
El oro de tus reinos
Tus alfabetos ilustres

Los pergaminos sordos de tus orillas



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


XL

Con el deslumbramiento
Atado en las heridas
Cruzaba la tierra ocre
Prisionero de plantas premonitorias
Cráneos de simios y ridículas plumas
Extrañas cortezas y raíces podridas
Abrevaba sabias palabras

Atormentado por los vendedores de sueño



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


XLII

Aquí están los puestos
De mil colores
Cosas barnizadas
Luz cegadora
Calles turbulentas
Sometidas a rudas pruebas
La arena cubre tu boca

La acera como botín de guerra



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


XLIII

Aquí están las mesas milagrosas
Las secas frituras
De mejores banquetes
Improvisadas
Calabazas vacías de sus tesoros
Bajo el baobab
El refractario sueño se rebelaba

Vida somnolienta y sombra solemne



De: L’Horizon incendié. Poésie du Maghreb.,
Versión de Conrado Tostado


L

El azufre cubría a la ciudad
Olorosa a aceite de oliva
Jazmines atizados fuego hierro y desperdicios
Incesantes ruedas abejas activas
Altavoces sillas en la calle radios gangosos
Automóviles destripados a lo largo de las vías
férreas
Utopías altas como fortalezas

La cuenta regresiva tan despojada y tan sin prisa.



Traducción de Francisco Torres Monreal


















COQUELICOTS POUR LA COMPLAINTE DE BETHLÉEM


Si ton char tue ma prière
Si le canon est ton frère
Si tes bottes rasent mes coquelicots
Comment peux-tu effacer ton ombre
Parmi les pierres?


Si mon église est ton abattoir
Si tes balles assiègent ma croix
Si mon calvaire est ton bougeoir
Si les barbelés sont tes frontières
Comment peux-tu aimer la lumière?


Si ta haine par-dessus le toit de ma maison
Confond minaret et mirador
Si ta fumée sature mon horizon
Si tes haut-parleurs assourdissent mes cloches
Comment peux-tu honorer le levant.


Si tes griffes mordent mon sanctuaire
Si tes casques sont tes ceillères
Si tu arraches mon olivier
Ses rameaux pour ton fumier
Comment peux-tu retenir la puanteur des cendres?


Si Jenine en arabe est fœtus et embryon
Que tu enterres vivant oublieux de l'Histoire
Si la poudre est ton encensoir
Si tes fusées blessent ma nuit sombre
Tes dalles se consolent-elles d'être mes décombres?


Si le mensonge est ton épine dorsale
Si tu nourris tes racines de mon sang
Si tu caches mon cadavre
Pour étrangler le cri de la terre
Comment peux-tu prétendre qu'elle est ta terre?


  
MAÎTRE DE LA POUSSIÈRE


II hurle comme un loup à la lune
Je suis Néron Attila Gengis Khan Tamerlan
L'œuf du serpent dans les forêts noires
Du blé j'aime la paille morte
Les autodafés mes lampes la nuit ma tanière


Les roses écorchent ma vue
Les merles m'aveuglent d'être si noirs
A moi les barbelés les miradors les chars
Je vomis les luths les kôras les mimosas en fleurs
Mes amours tranchées macchabées et cimetières


De vos fleuves je ferai des caniveaux
Toute la mer une pissotière
Les oiseaux migrateurs pour les grands brasiers
L'acier est mon frère dans les ciels de fer
Mes crocs pour déchirer toute la terre


Je suis l'aigle le vautour par-dessus vos jours
Mes berceuses grenades et bottes d'enfer
Mes griffes contre vos muguets vos arcs-en-ciel
Les fraternels rameaux les mille soleils
Ivre de sang je me nourris de tonnerres




SALAM SUR GAZA


Dans les bras de la lumière
Et la beauté du monde


En dépit du plomb durci
A la barbe des sanguinaires


Ces flocons de neige
Pour apaiser la terre


Du feu qui lui brûle les lèvres
Pourquoi aimez-vous tant les cendres


Quand la braise nourrit mon cœur
Tendre dans les cours des rivières


Pourquoi détruisez-vous mon limon
Réduit en poussière


Le soleil vous fait-il peur
De voir votre propre ombre.




L'EPOPEE DES NUS


Ils arrivèrent sombres et nus
Aux portes des villes repues
Le ciel sourd aux étoiles
Les mouettes pour seules compagnies
Et des rêves comme des mirages
Remplis d’or et de défi
Ils échouèrent sur le large des côtes
Où le partage a couleur d’oubli
Où ton nom
Déroule sa houle
Dans les affres du sable humilié sans merci
O vieil océan
Quel gouvernail pour attendrir les vagues
Quelle mer pour recevoir les fleuves et les rivières
Mêler sel et douce source
Sans bois morts
Sans eaux troubles
Mais le limon
Fertile et fraternel.




OUED, GABES


Dis-moi si l'eucalyptus endurcit
Ton écorce si la pierre écoute
Toujours le vent si le sable retient
Nos demeures dans l'ardent souvenir
L'attente des eaux entremêle absence
Et retour des mirages Sur les bords ravinés
Se dessèchent les ans comme figuiers avares


Ami des crues las des rives monotones
Noué dans le lit des lauriers amers
Tu cries aux vallées ingrates à pleine gorge
J'emporte vos échos chants bravant l'orage
Noces de feu dans les ciels sauvages
Cette palmeraie née de mes entrailles
Debout entre mes yeux et là mer.




GOLFE DE GABÈS


Et dans la palmeraie de l'enfance l'insouciance
Reine des fins d'après-midi d'école
Ravissait nos retours désinvoltes
Parmi les talus aux épines alertes
Cahiers dans les couffins et plumes rares
Nos petits corps à la poursuite des troupeaux
Endiablés attisés par le bouc sonore.




C'ETAIT LE TEMPS...


C’était le temps des jarres remplies de dattes
Dans les cabanes aux toits de palme
La lampe à pétrole notre trésor
Les citronniers parfumaient nos demeures
Guêpes et abeilles pour la meilleure aigreur
Dans les treilles se confondaient raisins et étoiles


La nuit tombait céleste comme une figue noire.




SEGURA, MURCIA 


Combien de fleuves dois-tu porter
Dans la naissance des jours
Par-delà les pont qui se souviennent
Par-delà les matins frémissants
Les silences des lauriers surpris de tes pas
Ici et là lettres dérobées à la nuit
Dans les murailles séditieuses 


Te revoilà fleuve inlassable confident 
Ni le sapin ne console tes cours
Dans l'allante mémoire
Ni la mer n'embrasse tes vieux souvenirs
Emportés par l'infidèle source
Laissant là la noria de ton cœur à nu
Suspendue sur les seguias de l'éphémère.




SONGE À TRIESTE 




Te revoilà vieille mer
Remplie de mes ancres
Ni la vague absente
Ni le silence de la lumière
Ne disent à la mouette
Soit douce
Pour mes voiles
Combien de rides
Cordes offertes à l'errance
Faut-il au soleil
Pour être sourd aux canons
Voici mes mâts
Ja1ousant les insouciants sapins
Plus inquiets que les collines
De trop aimer les clochers
Sarajevo brûle
Que n'as-tu aboli les frontières
Dans les veines du vent
Ulysse
Aux secrètes amours
Dérobées à l'horizon.


Te revoilà épuisée mer
Des pas alourdis
Sur les quais
Ni le port
N'a ravi les corsaires
Ni la pierre
N'a sauvé les neiges
Les souvenirs
Portés par les écumes
Le sel blesse leurs ailes
La nuit vole leurs vols
Cime après cime
Tu crains les aigles
Leurs griffes comme des balles
Dans les brumes sonores
Que n'as-tu imploré les rochers
La désinvolte hirondelle
Mer meurtrie
Pour étreindre la frivole eau
Dans les bras du soir écarlate
Et éteindre tous ces incendies.




PAYS MÊLÉ, MARTINIQUE


Et l'île retenait son trou au diable
Ses arbres à pain ses larmes
Ses bananiers ses cannes à sucre ses flancs
Ce flamboyant comme amant sur braise
Pour consoler la pluie à verse soudaine
Dans les bras du fleuve si rutilants
L'acajou égrenait les siècles marrons


Et le soleil ivre dédiait à la mer
Ses chaînes ses blessures ses victoires
La tête si lourde d'ombrages
Les merles dans les manguiers perdaient
Patience Le volcan disait aux cimes
Brumeuses Soyez colères noires
Ou amoureuses mères-courage.




DE GUERRE EN GUERRE 


La mer ne sait d’où lui vient toute cette eau
Au large des déserts assoiffés de tant de fleuves


Une aile toute seule ne peut suffire à la mouette
Pour apaiser les brûlures de la vague et du sable


Toutes ces feuilles qui tombent sous la tyrannie
De l’hiver n’empêchent l’oiseau de se poser


Sur les branches libre et indomptable
Son chant nourri des neiges et du soleil


Qu’a-t-elle donc la terre pour gémir ainsi
Sous les décombres la palme percée par le tonnerre


De tant de nuits déchirées par les éclairs
Les primevères rasées par les bottes d’enfer


Je vous reconstruis saisons des veines
Des arbres, du sang de la lumière


Par-delà les frontières par-delà les murs
Si vous tremblez vous remuez ma poussière


Comment peut-on laisser l’enfant se nourrir
De galettes d’argile parmi les larmes du crocodile


Visages d’ombre chiffres sans nombre
Tours d’orgueil hippopotames lourds dans la boue


J’ai de toi île la colère de l’orange verte
Toutes ces failles dans la fêlure du vent


Comme une fissure béante dans la césure
À moi bourgeons contre tous ces cimetières.




EPOPÉE DU THYM DE PALESTINE
Mahmoud Darwich en mémoire


J’embaumais collines et plaines
Nourri de l’éclat de la lumière
Et tenais compagnie aux pas des errants
Dans le sacre de la terre
Tous ces dômes clochers et temples
Offrandes pour mille prières


Cette pluie soudaine pour mêler
Mes fragrances à l’endurance des pierres
Toujours aux aguets des fissures béantes
Les roches retenant mes chutes
Au crépuscule des siècles qui se couchent
Dans la fosse de l’Histoire


Je t’aimais rumeur de la mer si près
Qui consolais mes frémissements
Alliés aux flûtes bercées par les oliviers solaires
Ils sont venus de nuit avec leurs chars
Reptiles aux chenilles aiguisées raser mes brins
Piliers du songe bâti comme une rivière


Et je vous revois enfants brûlés au phosphore
Les cendres noircies par les nuages blanchis
De sang et de lâche poussière
Sous les ciels blessés par le plomb durci
Les hôpitaux saignés par cent obus
Les écoles comme des cimetières


Et je n’oublie la course du vent
Pour éteindre vos torches sans génie
Comment prétendre que le fusil se cache
Dans la farine les fusées dans la cuisine
Quand les lits sont éventrés sur les corps
Endormis les seuils souillés par l’infamie


Comment ne pas vous voir chauves-souris
Dans la cécité de la nuit
Bottes conquérantes qui marchez sur mes étés
Lavés de citronniers séculaires
Comment ne pas vous reconnaître corbeaux
Dans les drones sans cerveaux


Et l’hiver couvert par les pleurs des sirènes
Les maisons comme des tombes sans sépultures
Parmi les cris sombres parmi les décombres
Je consolais les étoiles réveillées en sursaut
Affolées par les traînées de vos poudres
Mes feuilles tendres martyres de vos incendiaires


Je vous le dis le thym c’est pour parfumer
Le pain à l’huile d’olive pétri de mes feux
Non pour allumer les brasiers
Ni le romarin compagnon de mes cyprès
Ni l’eau détournée de sa source
Ne pardonneront à votre mémoire ses trous


Je vous le dis le thym c’est pour les chemins
Augustes et fiers non pour les vautours
Le thym c’est pour le repos des oiseaux
Libérés de leur peur et de leur détresse
Non pour affamer les arbres et les nids
Non pour punir les mères et leurs berceaux


Je vous défie hyènes et vous casques
Le thym même cerné par le Mur
Percera la mer le ciel et la terre
Tant d’armées pour une herbe
Ne pourront empêcher mes arômes
D’être dédiés aux humains à bras ouverts. 


TOMBEAU DE MAHMOUD DARWICH


Tu disais à la pierre inconsolée
Sur cette terre
Maîtresse de la terre
Il y a ce qui mérite la vie
Le sapin sourd à la prière
Le thym reclus aux frontières de l’oubli
Combien de murs
Combien de fils barbelés
Faut-il détruire pour confier à la colline
Ceux qui confisquent les oliviers
Et séquestrent la lumière
Sombrent dans la cécité du cimetière.




LISBONNE, TOMBEAU DE PESSOA


La ville qui monte
La ville qui descend
Et toi
Le passé qui remonte
Le présent qui redescend
Sans Tage
Sans Port
Tu attends
A Alfama
En suspens
Que se pose
Sur le toit de ton coeur
Peut-être une colombe
Ou la parole qui lève l’ancre
Ou que se lève le vent
Sans voiles
Ni statues
Ta barque
Toujours l’océan.




Portugal, 2000.




SENGHOR A BEL-AIR


Qui dira à la mer la douleur de l’écume
Le silence de la tombe sous nos fronts émus
Fleurs en plastique ciment encore frais
Oraisons sous l’œil de la tourterelle farouche
Inconsolée sur les branches nues
Cette herbe sauvage pour seule compagnie
Comme pour bercer l’élégie majeure
Et nos pas tremblants pour te voir ami
La parole dans l’indifférence du cimetière
Assourdissante dans le trouble des acacias
Perdue nouée dans nos gorges avares
De tant d’oubli
Fallait-il au rêve
Poète aux Chants d’ombre
Tant de vicissitudes pour célébrer la farce solennelle
La visite inattendue des oiseaux migrateurs
Et répandre la sombre nuit à midi
Bel Air et sourd à la pluie!
Que n’as-tu écouté le vent
Le gémissement des palmes sans abri
Les affres du soleil cloué anonyme
Bafoué sans merci
Avais-je frère du ficus solitaire
Une flûte une darbouka ou une kamanja
Que tu chérissais tant au bord de l’azur
Qui souriait de ses millions de lèvres de lumière
Pour réveiller ta kôra sans tam-tam
Sous le ciel du continent endormi
De Dakar à Carthage
Nos paupières ouvertes et si meurtries.




2005




LIBAN, MA ROSE NOIRE




Ils redoublent de férocité
Et crient aux cèdres


Nous sommes les seigneurs de la guerre
Nous fermons la mer le ciel et la terre
Et pissons sur vos prières
Nous mangeons les collines et les montagnes
Nous détournons les fleuves
Volons les lacs les plateaux et les arbres
De chiffres sans nom
Nous remplissons vos cimetières


Nous sommes les nouveaux aigles
Nous aimons les ruines et les décombres
Le sang des chevaux éventrés
Les larmes des murs
Les enfants sous les pierres


Nous sommes les bâtisseurs de vos cauchemars
Coupeurs de routes
Coupeurs de ponts
Démolisseurs d’aéroports
Brûleurs de vos réserves
La farine est notre ennemie
Votre pain poudre pour notre canonnière
Nous mettons l’air à genoux
Le vent à feu et à sang


Nous sommes les ravageurs de centrales hydrauliques
L’eau c’est pour laver vos morts
Nous sommes la nuit de votre détresse
Destructeurs de centrales électriques
Amis des chauves-souris
La cécité guide nos cœurs
Assoiffés de vos linceuls sans cercueils


Nous sommes les rois de la lumière
Nous tuerons la lune s’il le faut
Pour disperser vos cendres
Dans les trous de notre mémoire
Nous prierons Dieu pour ouvrir son Enfer
Croix et croissant pour nourrir nos brasiers
Et nous ferons de vos frontières nos pissotières


La bannière étoilée est notre chandelier
Dans le ciel déchiré par nos mâchoires.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario