sábado, 4 de septiembre de 2010

884.- SAADI YOUSSEF


Biografía de Saadi Youssef:
Nació en Basorah, Irak, en 1934. Poeta, ensayista, traductor y editor. Es considerado uno de los más influyentes poetas árabes de la actualidad. Ha publicado 27 libros de poemas desde 1952, entre ellos: The pirate (1952); Stars and ashes (1959); Away from the first sky (1970); Poems of lesser silence (1979); Collected Works (1980); Who knows the rose (1981); Paradise of the forgotten things (1993); All the wine skops of the world (1995) and The tavern of the Thinking Moments (1997). Ha traducido a Walt Whitman, Constantino Kavafis, Federico García Lorca, Giussepe Ungaretti y Wole Soyinka. Es licenciado en Literatura de la Universidad de Bagdad en 1954. Trabajó y viajó ampliamente por el Medio Oriente y Europa. Editor en jefe de AL-MADA, Cultural Quarterly (establecido en 1993). Otras de sus obras son: Diary of the last exile (1984), Thoughts in low voice (selección de ensayos,1987), When in the heights (drama, 1989) y Triangle of the circle (novela, 1994).



El ermitaño


1.

Los poetas se van
Uno tras otro, al final de la noche.
No llevan mas que las provisiones
de un hombre pobre
Y tiquetes de regreso abierto.
Yo os digo: “No apresuréis vuestros pasos,
Hermanos, esperad otra hora.
Nos hallamos al final de la noche”.
Pero ellos se van.
El cielo no ha cerrado sus compuertas.
Solo las nubes
Caen profundamente.
Cómo podríamos decir: Las pequeñas ondas
en el agua son nuestras.
Cómo podríamos decir: Las ramas son nuestras
y el otoño dorado
Y nuestro el principio de la rama.
Aún así ellos se van.

Árbol, estas bendecido. Floreciente,
estas bendecido
con plumas aguamarina y la cresta
de abubilla. Tu eres
sagrado allí donde las hormigas
descargan sus huevos.
El puercoespín te circunda persiguiendo la estrella,
y desde tus ramas
los grillos cantan. En la noche de plata
te abanicas con aire del paraíso. Y en el
dorado amanecer destilas metales blancos.
Yo diré: tú eres
mi primer árbol. Mi cabaña y mi tumba
y la corona que porto.
،Buenos días, poesía!

4.

No te culparé
No te diré adiós a través del erial de alcohol,
No me doblegaré cuando estalle la tormenta
Repetiré tus nombres
Y tus cielos.
Yo seré el guardián fiel que dejaste atrás.
Yo seré el príncipe de polvo.

5.

En la noche
al final de la noche
los pájaros vendrán a mi
y los lobos de la pradera vendrán
húmedos de rocio
y la gacela vendrá

Al final de la noche
Siete poetas se refugiaran en mi cueva...

Amman, 29 de noviembre de 1994.









Visitación

La nieve cae sobre el cactus,
luego un llanto y un café, _ una estrella
y campamentos, la túnica del sacerdote
alquilada por lobos.
Zapatos hechos de cuero fino.
Cómo se estremecen las tortugas en
las playas de Hadramout?
La luna plena gime
desde el fondo del rió...
y las muchachas gritan
en su arrebato. No necesito una bala.
Mi única fortuna
en este mundo es el muro tras mi espalda. ،
Qué verde el pasto en las estepas
de Shahrazour! Vi una soga
suspendida. ¿Dónde esta Yousif?
Estaba en los mercados
de Timbuktu... y trabajaba. Una noche
un barco nos condujo a través
de las hondonadas de Djibouti.

Mogadishu lanza carne de cordero
a los tiburones. No tengo
destino. Tengo un gato
que últimamente comenzó a
contarme la historia de mi vida.
Eternidad, siempre acercándote
¿por qué me has traicionado? Esta
tarde aprenderé a beber la brutalidad
de las flores.
¿A qué sabe la traición? Una vez viajé
transportado por mi canción. Rueda el tren
con los soldados...
Rodando. Rueda. Rodando. Rueda. Rodando...
La nieve de Moscú entibia mis lagrimas.
No hay virtud en _ los pastores
al asentarse y al prepararse para el viaje.
...Las ciudades disuelven las aldeas
con el blandir de un _ dedo.
Mi pan esta hecho de harina
de arroz crudo y la sal de mis
peces es ceniza. No hay opción
de que sea su amante
esta noche en el dormitorio
de las muchachas. No... Los sábados
me cierra ella la puerta.
Quemaré los papeles.
El inspector puede llegar.
En el tren nocturno me adormecí
entre cadenas. Y la silla de madera e
ra mi avión
estrellado. Ellos cantan para ti, muchacha
de la taberna del puerto.
Los forasteros regresaron de
su búsqueda de diamantes.
En la piedra de Hejja
las águilas de Hemair descansan.
Una vez casi encuentro al niño-luna
en mi palma. ¿Por qué
la gente abandonó el parque?
No quiero tu mano.
No me lances tu soga andrajosa.
Hoy he descubierto otro torrente:
Bienvenida a la vida...
Bienvenida, mi otra amante.

Amman, 23 de marzo de 1997









Una fiebre

Por días el viento no se ha detenido
Viniendo a mi desde el mar.
Toda la noche alucina.
Me ofrenda cangrejos
Y medusas
En cestos hechos de cuerdas
De hundidos barcos,
Y camisas impresas con tigres que ríen
Toda la noche alucina,
Y se lamenta.
Un gato rasguña la puerta,
Y bajo mi cama escucho
Los pasos que vienen...

¿Por qué estos cangrejos
usan zapatos de lona?
¿Quién les dijo que estoy aquí
en el fragor de la fiebre?
¿Y esta gata
Saltara acaso a través de la ventana
Como un canguro?









El momento

En la habitación
En la terraza al frente del mar,
El pirata en retiro prepara su cena...
Media hogaza de pan
Un filete de carne
Una botella de vodka...
Cierra su puerta con firmeza
Y de su caja de hueso extrae sus libros mayores
Sus mapas
Y anclajes.
Ahora esta solo
Y feliz.

Mas el pecho resuena
Y los ojos son pequeñas nubes.

¿Quién toca a la puerta?
¿Quién viene aquí siguiéndole hasta su buhardilla?
El pirata en retiro cierra su caja de hueso
Y los secretos de sus libros mayores
Sus mapas
Y anclajes
Y meciéndose, camina unos pocos pasos
para beber el aroma del mar.

¿Será el ciego quien toque a la puerta?
¿El ciego en forma de mujer?
Que vendrá a socorrerle en el momento
en que su edad sea sellada?










__________

Tomado de DAILY CHORES



Ataque por sorpresa

La habitación tiembla
Con las distantes explosiones
Las cortinas tiemblan.
Luego el corazón
Y tú, donde estabas en medio de todo
este sacudimiento ?






Agua

Un pájaro carpintero bebe,
Una estrella bebe,
El océano bebe
Y el pájaro,
Y la planta en la casa bebe,
Y los niños de Sabra beben
El humo de las bombas explosivas.







Una habitación

Nada en ella, excepto
Una cama
Y un afiche.
Un avión de guerra pasa raudo
Eleva la cama por los aires
Y al último libro,
Y llora proyectiles
Que se incrustan al afiche.







Electricidad

De repente recordamos las noches de las aldeas
Y las orquídeas
Y el irnos a la cama a las ocho.
De repente aprendemos los usos del alba.
Escuchamos el llamado del muecín
Y del gallo
De la pacifica aldea








Adónde

¡Adónde fue este niño
En esta extraña tarde?
Una botella de agua y una granada
Adherida a su amplio cinto
Y el arma que nunca le abandona?
¿Acaso se dirige al mar?
¡Ah! extraño niño!








Radio

En pocilgas de tierra o en palacios
Nuestra radio viene con nosotros
En medio de la repartición
de las tazas del te,
Y de explosiones aquí y allá.
Podemos cantar un poco.
Podemos dormir un poco
Y nuestra radio permanece
Como el clarín del día del Juicio









La casa de Cavafy’s

Calle Six Lipsius
¿Era tu Alejandría el mar?
O era el giro
Hacia el cual el callejón se estrecha
Y dispensa una tenue luz
Como un brillo en caracoles hirvientes.
Tal vez tu Alejandría era esta puerta
Esto no lo sé.
Tal vez era el mascullar que temblaba
en los labios
Nunca liberado...
Tal vez el jarrón
O la terraza del palacio donde el dios
Previó a Antonio...
Calle Six Lipsius:
¿De dónde vinieron los griegos nocturnos?
¿De dónde vino este vino?
¿Dónde se encuentra la vacilante canción?
¿Y esta cátara quebrantada?
¿Y este aire que es Alas, Alas
El aire aireando su Ah, Ah?

Calle Six Lipsius:
El balcón se oscurece...
La habitación se rinde
ante el espejo de tocador,
La blusa vuela hacia el mar
Y el mar esta ausente...

Si eres Antonio, espera entonces.
Tal vez desde los fragmentos del espejo
Un dios habrá de levantarse
y te llamara por tu nombre.









Raciones

¿Qué habremos de comprar con ellas?
Acaso no es suficiente tener una sola camisa
Y un viejo par de jeans,
¿La mitad de una hogaza de pan y queso,
Y flores que recogemos tras la cerca?
¿Qué habremos de comprar con ellas?
Tal vez un momento de gloria.










Artillería

Retruena al alba
Y el mar circunda la ciudad como humo

Retruena al alba
Y un pájaro se aterroriza.
Ya están aquí los aviones

En el apartamento vacío
La planta se desmaya silenciosa
Y los platos se estremecen.



(Fundació Antoni Tàpies)


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