martes, 24 de agosto de 2010

638.- EEVA-LIISA MANNER


Eeva Liisa Manner, poeta finlandesa (1921 - 1994). Nació en Helsinki . Vivió largos períodos en España. Trabajó en editoriales. También escribió teatro, considerada como una de las poetas mas notables de su país. Algunos de sus libros son: Este viaje (1956) Si la tristeza Dejara una estrella de humo (1968) Los cantos órficos (1960) Huyen las velas a toda vela (1971) Piedra escrita (1966) y Fahrenheit 121 (1968).



EXPERIENCIAS DEL YO EMPÍRICO

Si el dolor humease,
la tierra se cubriría de humo.
Y sin embargo, debajo de este dolor
también hay un fuego,
mi corazón arde, sin consumirse.






JUEGOS PARA LOS QUE ESTÁN SOLOS

Los caminos son largos y ardientes.
El cielo está blanco. Las cornejas vuelan
gritando insultos, una nube ronca, chillona.
Las ventanas son ojos. Mi sombra, un muñón.

Adonde iría, mi casa
está llena de historias extrañas, frases como
trampas, palabras pesadas, que abrasan
como estaño líquido,
y presagian, proyectando sombras por las paredes.

Tengo mucho peso, desde mi herida crece un árbol
de hojas apolilladas.
A través del árbol se ve un cielo fulgurante,
mi entendimiento no alcanzará tan lejos.




MURIÓ EL OTOÑO DEBILITADO

Las alamedas se vuelven rojas, los bosques,
amarillos,
las montañas se oscurecen en una lluvia lejana,
en los corrales arden las hojas del otoño,
humeando,

El hacha resuena mas sonora que antes,
las voces más hondas del bosque cuentan
del paso del leñador por la cuesta
del Cerro del Halcón,
El eco corre por la orilla opuesta, agudo, claro,
como si una mano invisible cortara
en una orilla vacía árboles supuestos.
A veces se saludan,
aquél, y el otro, el hombre de los ecos,
gritándose algo
a través de un lago silvestre, calmo, profundo,
frío.

(Traducción de Matti Rossi)





Dedicatoria a Ogai Mori

Tres cosas son necesarias a la experiencia artística:
claridad, armonía, belleza ( dijo Tuomas),
y ruptura añado,
porque la belleza en sí misma ya no es bella,
y nunca lo ha sido. Los cazadores
lo saben: aquellos que aman
al animal que matan por placer: ese instante
en que ven la vida rompiéndose en los ojos.





***



Lo abro a la luz de la lámpara,
el libro amarillento que huele a hierba y moho.

Lo hojeo, es como el sonido de lluvia
y una ligera brisa pasa de hoja en hoja

y por el campo de batalla.
El humo de las explosiones se desvanece
como pelusa de ranúnculo.

Estrépito; silencio. Numerosos caballos
vagan perdidos
y hombres sin caballos. A través
de las grietas del enrejado
sonidos y aromas campestres.
Agudos gritos de golondrinas.
Anís y perifollo. Amapola, pelusa de ranúnculo
y el humo de los proyectiles en las páginas del libro.

El suave círculo de la lámpara encierra
el campo de batalla.

1.968





Bach

Hay una corriente,
piedras que se ordenan formando puentes,
dorados dragones grabados adormilados
bajo el agua,
escaleras para subir a muchas casas blancas,
descanso y libertad en una profundidad
de azul Giotto.

Tiempo detenido
construye una ciudad
con otra ciudad dentro de sí,
puentes con otros puentes dentro de ellos
para caballos blancos como la nieve
y carros de luz, escaleras, eco, multiplicidad
de puertas en el espacio:

Y las puertas se abren, se abren.
Se abren los picos púrpuras, son variación
y flauta,
se abren las alas arrojadas, se elevan,
es una fuga, palpitan las torres, la hierba
que fluye armoniza música de luz y agua.

El mosaico de la noche, y las hojas iluminadas.





Adonde van las mañanas

La verde mañana desciende de los árboles,
a través del follaje de los árboles, los pájaros
desgranan su canto
a través del follaje de los árboles.

Las mañanas caen, los pájaros, las canciones,
cae la lluvia; las nubes, nómadas del cielo
se deshacen en el viento.

Vuelven las estaciones, el otoño
con los vagones de la cosecha
por los serenos valles.

El invierno abre su manto, cubre los cuadros
de los campos.





Cuando leo, alguien piensa por mí

Cuando leo, alguien piensa por mí.
Cuando escribo, mi mano piensa por mí.
Cuando duermo no pregunto ¿existo?
Existo y sé que no soy libre,
no puedo engañarme: estoy en un sueño.





No conozco el ser de las cosas, sí sus cualidades

No conozco el ser de las cosas, sí sus cualidades.
Conozco tu ser, no tus cualidades.

¿Por qué esta infinita intriga y capricho?
¿decir cosas frías abrasadoramente?
¿cosas abrasadoras, fríamente?

Cuadratura del círculo, qué multitud de aristas,
y volver a empezar desde el principio:
escribir con niebla.

Mira lo que hace en el espejo la mano
que escribe: lo hace todo al revés.





Nada

“No se puede vivir sin amar”
“Sí, se puede”, dije
y me vestí de negro
para el último baile de disfraces.

Y tenía la boca llena de polvo
como si se me hubiese secado de tanto llorar
(ahora no había llorado en cincuenta años).

No quiero vuestro cielo, compañeros,
las mendaces promesas, los falsos amigos,
las calles de besos,
las mentiras de espejos huidizos.
Quiero romper el último sello,
la luna que no da luz,
la noche en la que no brilla nada.





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