jueves, 26 de agosto de 2010

664.- ÜZEYIR LOKMAN ÇAYCI


Üzeyir Lokman ÇAYCI
Poeta nacido en Bor (Turquía), Realizó estudios primarios y secundarios en esta pequeña ciudad turca. Luego hizo la carrera universitaria en la Escuela Superior de Artes Industriales Aplicadas de la Academia de Bellas Artes del Estado, de donde salió en 1975, con el diploma de Arquitecto de Interiores y Consejero Industrial. Sus trabajos, plenos de originalidad, han llamado permanentemente la atención de los entendidos, por lo que han sido admitidos en muchas exposiciones. Igualmente sus obras aparecen publicadas en revistas especializadas. Escritor de extraordinaria sensibilidad social, se perfila como uno de los poetas más lúcidos de Turquía, con una fuerte presencia en Europa, donde ya es leído con entusiasmo.

POEMA QUE ME HA ENVÍADO EL POETA ÜZEYIR LOCKMAN ÇAYCI
EL 4-12-2010


ESCRITO EN LA OSCURIDAD POR LA GUERRA

No podrás más calentarte,
tus manos frías ya no se tenderán a la amistad.
Tienes el tiempo justo para mirar atrás
y observar lo que alguna vez fue y ya no es.
Repasa por un momento la época
de tu amistad con las flores,
el dulce placer de amar,
la luz que derramabas desde la tierna belleza de tu corazón.
Es triste pero aquí están quienes deciden tus mañanas.
Quizás no alcances el mes de marzo.
Tus pies de niño no podrán hundirse más en la nieve.
Después de ti,
las marcas de la guerra
jamás serán borradas de las escuelas.
Los libros hablarán de ti.
Métete por última vez
entre los brazos de tu madre,
antes de ver las huellas de muerte de la sangre,
de experimentar el sufrimiento.
Con la respiración contenida, dile adiós a las flores.
El tiempo se estrecha
a medida que la penas pisotean tus sentimientos.
Jamás serás olvidado
mientras tu recuerdo esté sembrado
en el corazón de los vivos.
En vez de dejar en su lugar la cólera,
¿porqué desean hacer la guerra?
¿Jamás has pensado tú,
qué desean ellos de ti?
Es su propio enemigo interno quien los mueve.
Yo sé que te encuentras de cara a la insania
de quienes no pueden entenderse a sí mismos.
No puedo hacer nada.
No puedo impedir la animosidad
de quienes hacen de ti una víctima de guerras
cuya esencia es la muerte
y la provocación del llanto.
¡Tú eres tan pequeño y te amo tanto!
Mañana, serán exhibidos, unos tras otros,
los falsos sentimientos contenidos en las recetas y los ingresos
de quienes buscan la oscuridad para sembrar el miedo
y temas para canciones tristes.
Las pasiones harán temblar las manos de algunos
mientras ellos dibujan manchas de sangre con su tinta de fuego.
¡De eso puedes estar seguro, mi niño!
Si en la mesa, tu madre hambrienta cae sobre ti, llorando,
antes de probar un bocado de pan,
no olvides sonreírle, mi niño.
En el presente, tú vives bajo amenazas de guerra
que buscan el petróleo.
Irak vibra delante de tus ventanas.
Las viejas líneas igualmente se ponen a seguirte.
Yo sé que las flores no viven en las afueras de los cañones.
La guerra trae pesadumbre a los hogares, no alegrías.
Métete por última vez
entre los brazos de tu madre,
antes de ver las huellas de muerte de la sangre,
de experimentar el sufrimiento.
Con la respiración contenida, dile adiós a las flores.
El tiempo se estrecha
a medida que la penas pisotean tus sentimientos.

Üzeyir Lokman ÇAYCI
Mantes la Ville, 01.03.2003
Este poema ha sido escrito por Üzeyir Lokman ÇAYCI ,
originalmente en turco.
Traducido al español por Mercedes Ortega González-Rubio,
a partir de las versiones inglesa y francesa.




¿Están listos, niños?

Hoy escogeré a uno de ustedes,
un niño sobre el que caiga una sombra,
arrinconado entre las líneas,
una margarita trayéndonos sufrimientos de su casa,
un botón de rosa solitario en la masa,
silencioso en medio del azul que se hace gris,
un ser vivo pleno de secretos
en quien el corazón propague luz
mientras el sol va descendiendo a las aguas
y los faros del vacío caen delante de él uno tras otro.

Díganme si tienen problemas.
Si ustedes hacen parte
de una vida llena de puntos negros,
mezclados a la noche,
rodeados de colores rojizos,
muéstrense con ella.

Yo sé que sus guardianes no se protegen.
A pesar de las guías de hielo sobre los caminos
en que las identidades de otros humanos se cimentan,
¿han podido ustedes determinar su destino?




EL GUÍA DE LOS PÁJAROS

Yo he escrito mis poemas con el corazón

Yo he escrito mis poemas
con el corazón.
He callejeado en el extranjero
con mis manuscritos.
He dejado huellas
en mis dibujos.
Avalanchas de sufrimiento
me han atropellado.
He llevado pesados años
sobre mi espalda.
He guardado secretos
en mi memoria.
A menudono he podido realizar los viajes.
He sido indispuesto
por los hipócritas.
Ante mis ojos,
las madres han llorado
y los huérfanos y los abandonados
han mostrado sus pesadumbres.
Yo he escrito mis poemascon el corazón.
He callejeado en el extranjero
con mis manuscritos.
He dejado huellasen mis dibujos.
Avalanchas de sufrimiento
me han atropellado.


Estar a salvo

Cuando se le dijo que estaba a salvo,
significaba justamente que había nacido un niño.
El vecino,
con quien se hallaba en malos términos,
ha muerto al caerse de la escalera.
Los otros han testimoniado contra él
y ha sido juzgado y condenado
a pena de prisión.
Muchos años después,
totalmente agotado,
ha salido de la cárcel.
Entonces sus vecinos,
que habían dado testimonio contra él,
le dijeron que estaba a salvo.
Después de cierto tiempo,
su cuerpo se ha resistido a continuar
con la carga de la vida.
Respiraba difícilmente
en medio de sus penas,
y al final, ha sido hospitalizado.
Los médicos y enfermeras,
al pie de su lecho,
le han dicho que no presentaba un mal de cuidado,
así que bien podía soportarlas crisis del porvenir:
Estaba a salvo
y podía abandonar de inmediato el hospital.
La cadena de indiferencias y sufrimientos
que lo había perseguido hasta golpear a sus hijos,
terminó por partirlo en dos.
Un día,
solo en su casa,
se derrumbó sin fuerzas.
Entonces le volvieron a decir: “Estás a salvo”,
y se murió…


Es el tiempo en que ellos disponen
peleas de gallos con nuestro pueblo

Es el tiempo
en que ellos disponían peleas de gallos
con nuestro pueblo
mientras las sombras visitan Ankara
y nuestra gente
lanza sus lamentos en Anatolia.
Los poemas son escritos
bajo eclipses artificiales de sol
y edificios transformados en prisiones.
Los espectadores sobre los escenarios
y los actores en las salas
se baten a puñetazos.
En estos lugares
donde no se escuchan los cantos de los pájaros,
hay aullidos y alaridos rompiendo los oídos.
Es el tiempo
en que ellos disponen peleas de gallos…
Los abismos
El azul del cielo
ha caído sobre tus orillas.
Los sueños han llegado
a las escaleras de tus muros.
Las voces vacías
han sido suspendidas en tu corazón.
Él ha puesto la mano en los abismos,
ha retirado tu impotencia
de delante de tus ojos.
Las gotas se han dispersado
en los cielos de la primavera
y a medida que descienden de las alturas,
las miradas se han cargado de color.
De los labios de las mujeres,
él ha escuchado su türkü*
y ha partido sin sentir
los más dulces efluvios de los perfumes.
Sus dedos han deambuladosin tocar sus mézés**
mientras se iluminaban los cuerpos
de las mujeres desnudas.
No ha podido ponerse de pie
frente a los abismos creados por las estrellas.

*El türkü es un canto popular de Anatolia,
que contrasta con la música clásica turca.
**El mézé es un bocadillo de coctel para
acompañar las bebidas alcohólicas durante
las fiestas.


El cazador se ha hecho guía de los pájaros

El cazador se ha hecho guía de los pájaros
con sus dos rostros contra las dos alas.
Ha cortado unos árboles
y fabricado otros
con medianas ramas secas
para que los pájaros allí se posen.
Ha arrancado las flores
para adornar los pequeños árboles
que atraerán a las aves.
Ha puesto pequeñas piedras en los platos,
como granos de trigo,
para que los pájaros coman.
Ha construido postes con lápices
y torres con postes
y ruinas con torres
para que los pájaros allí se abriguen.
Ha dispuesto signos,
todos diferentes,
sobre las hojas secas,
con sus dos rostros
que nadie percibe.
Después de un tiempo,
cazando los pájaros de uno en uno,
se vanagloria diciendo
que los jueces y procuradores son sus amigos.
Como muchos otros,
sin tardar,
los pájaros han comprendido la verdad
y, de hecho, han emigrado
a otros comarcas
y allá han encontrado países,
gentes de bien,
árboles,
granos de trigo en los platos
y flores multicolores.
Así,mientras ellos viven apaciblemente,
el cazador va con sus dos caras
contra las dos alas.



La ciudad que vive en ustedes

Ustedes viven en la ciudad
que compraron en una subasta silenciosa.
Nuevamente fueron incapaces
de pagar sus deudas.
Bajo sus pupilas ennegrecidas,
ensayan sentir ciertas cosas.
Sin darse cuenta de su propio distanciamiento,
parten lejos,
utilizando sus cuerdas de pensamiento
como un teleférico.
Su temblor aumenta
cuando tocan los incontables elementos.
Con sus gritos,
ponen en fuga a los pájaros,
cuando sienten las sacudidas dadas
por el eco de palabras que superan su pensamiento.
Con sus respiraciones,
las rosas se marchitan.
En los momentos de locura,
los cristales caen de sus tejados.
Cuando su radio de pensamiento se encoge,
su ciudad crece.
De tanto correr calles y avenidas,
ustedes se han fatigado.
Mientras las luces de tantas máquinas de tensión
invaden las noches,
sus seres humanos se robotizan.
En las aguas negras,
los sapos tienen miedo a los cocodrilos.
Su viaje interior los ha envejecido.
Sus alaridos interiores se amplifican.
Ustedes producen dificultades a cuarenta manos.
Las celdas auxiliares de sus laboratorios
niegan cualquier momento placentero.
Mientras sube y baja el indicador del miedo,
no tienen la posibilidad de hablar.
A cada movimiento del reloj,
las estaciones se separan de su corazón
y la soledad no deja de atravesar su espíritu.





El gusano en la manzana

El gusano en la manzana
roe el interior blanco
para alcanzar
el corazón de la vida.
Mientras se retuerce
en la oscuridad,
como un recién nacido,
chupa el jugo salado
de la naturaleza.
En el magma de su miseria,
la lava se desborda
sobre su egoísmo.
Se duerme... Se despierta.
Nada ha cambiado.
Se queda ahí,
con el sabor
del corazón del tiempo.
Con su máscara teje una tela
mientras consume todo
en las fosas que ha cavado.
Juegos sinuosos
inventa en su negro ojo.
Mientras abraza
el verde de la manzana,
el sol cruje y se oculta,
y él se esconde.
Su esencia se pudre
en el estómago
lleno de semillas cenicientas.
De los muros que él mismo ha construido,
las piedras, una a una, caen hechas polvo.
Al final,
él queda al descubierto




El valle de los culpables

En el valle de los culpables,
sé paciente.
Quédate plantado en tus piernas
para que te golpeen
los que llegan y los que parten.
No mires atrás,
que nadie vea el peinado de tu nuca.
En el valle de los culpables,
mientras llueven los insultos,
no digas nada.
Haz como el ruiseñor,
que come una mora
mientras el humano la desprecia.
Que el golpe en tu nariz
no tenga impacto en tu espíritu.
Sabe que tu lengua arde si comes ají picante
y tu corazón arde si hablas amargamente.
Antes que nada,
olvida a tu madre y a tu padre.
No es necesario inquietarse por su suerte,
si son débiles de cuerpo
o se arrastran por la tierra.
No digas nada,
deja caer,
deja que tus esfuerzos se derrumben,
deja que el mástil se venga abajo.
Sigue tu camino, sin mirar a nadie.
Si ves a un amigo caído,
no tengas sentimientos ni piedad,
y si te da la gana, dale otro puntapié.
¿Sabes que nadie piensa en ti en este momento?
Si te cruzas con un pavo en tu camino,
degüéllalo sin decir nada a nadie y ¡cómetelo!
Nada de pánico,
quédate tranquilo,
sentado allí donde te escondes bien.
De todas formas, estás en el valle de los culpables.
Serás mal visto si trabajas mucho,
perseguido si dices la verdad,
aplastado si vas por los caminos del amor,
derrotado de diversos modos si te resistes a la tiranía.
Sabes que es mejor no descuidar ciertos cosas,
de todas modos estás en el valle de los culpables.
Sé despiadado,
sabe que se habla de la integración única,
que a menos que tu carnet de identidad sea como el de ellos,
se te interrogará con insistencia.
Si a pesar de todo, no te gusta lo que digo,
haz lo que quieras,
actúa según tus deseos o tus logros,
nunca se sabe,
¡puede que te acepten!





El día nace en la noche

En los mismos lugares que frecuentan los cocodrilos,
viven también los pavorreales.
Las amapolas crecen por los caminos.
El sol nace en nuestros sueños.
Los reflejos poéticos de las estrellas
nunca se extinguen.
Siguen en nosotros
las alegrías vividas.
El calor de nuestras relaciones
se mantiene en su nivel.
Enfados e introversiones no tienen lugar
en nuestras vidas.
Las amistades,
buriladas como diamantes,
brillan más allá de las fronteras.
La belleza respira.
Aumenta el valor de nuestra época.
No perdamos tiempo
hablando de la dificultad de las hipótesis.
Los derechos no se confunden
los unos con los otros.
Vayamos más allá de las diferencias
y borremos las dudas de nuestras mentes.
Sabemos
que es un placer vivir así.





Niños de media noche

Un silencioso recuerdo de guerra en ellos,
un cansancio en sus rodillas,
los niños de medianoche se postran ante el sol.
Esta es una de las miles de penas
que cubren sus ojos,
como si estuvieran sedientos
de una gota de la luz de la luna.
Los niños de medianoche
caminan en la oscuridad,
a la caída de la noche,
pareciéndose al cielo.
No puedo dejar indiferentes a los sensibles.
Aún no sé, luego de tantos años.
Los vuelvo a ver, llorando aún,
niños de media noche.





Tardes suspendidas

No hay ya más claridad
rozando la cabecera de mi lecho.
Esas tardes han envejecido en mis sueños.
Una o dos arrugas han surcado mis ojos
y hay un cambio en mis venas.
Bebo a sorbos
las tardes escondidas en mis sueños.
Las sombras bajan rodando a mis pupilas.
Aún espero por ti,
delante de una estatua.
Las tardes ondulan como el canto de un pájaro.
Mis esperanzas perdidas
caen en esa suspensión,
mis sentimientos te llevan en el corazón
y yo digo que esas tardes detenidas
no se oscurecerán jamás.






El triángulo de la existencia

Yo y ellos
estamos en las esquinas
del triángulo de la existencia.
Yo, el más pobre,
todo desnudo,
he crecido a través de ellos,
caminando sobre el sufrimiento.

Las mariposas
se han reunido a mi alrededor
para engrandecerme,
posándose en mis rosas.

En estos momentos,
he respirado profundamente,
mirando correr las lágrimas
desde los ojos del porvenir.

Ellos me han dado el nombre de nostalgia,
extirpando de mi esencia el color violeta
para que mis pensamientos se parezcan a la rosa.

Ellos dieron felicidad
a mis pequeños pasos
pero sin ser suficiente,
movidos por mis miradas,
han cubierto con sus labios mis pómulos.

Ellos me han protegido con sus sus insomnios
hasta hacerme decir «Oh, padres míos»,
construyendo puentes
en sus corazones.

Yo y ellos
estamos en las esquinas
del triángulo de la existencia.
Yo, el más pobre,
todo desnudo,
he crecido a través de ellos,
caminando sobre el sufrimiento.






Traducción de textos por: Mercedes Ortega
y Manuel Guillermo Ortega sobre la traducción
al francés de Yakup Yur



+++++++++++++++++++++



El callejón sin salida de la rosa


Los dolores invadieron tus sueños
Escucha pues al mar
Entre todo lo que ves.
Acuérdate de las regiones azules
Llenas de sol
Mientras las penas allí duermen
La mano en la mano
Las noches traerán pecados
Tus ojos beberán el cielo
No podrás soportar
El susurro de una desaparición
En el callejón sin salida de la Rosa.

Los poemas serán allí silenciosos
Las canciones te harán llorar
Los vasos se quebrarán en tus manos
No podrás pensar
Y entonces... has de saberlo
No podrás verme más
En el callejón sin salida de la Rosa.




El espejo

El ser humano se mira a sí mismo
En el espejo...

Se queda al otro lado pensativo
De un momento a otro
Ve figuras deformes
Ve las cosas al revés...

Busca un culpable
Constantemente
Ve los tejidos
En pedazos...

El que es acusado
Es él mismo...
El ser humano cortés
No puede acusar sin conocimiento...

Aunque el ser humano viva en París
O en Konya
Las verdades son invariables
En el universo...

El ser humano se ve a sí mismo
En el espejo...




La humanidad

Desde que las aspiraciones primitivas
Se unieron a la lucha de intereses
No quedan vestigios de la amistad
Amigo mío...

Todas las conductas viles
son la propia altura de individuo...
Los intentos de dañar
Van detrás del bien...
El que lleva sus asuntos egoístamente
No puede hallar amigos
Hermano mío...

Todo está bajo observación aquí abajo
No son los instrumentos
Sino el hombre el que está descompuesto...
Es el día de la diligencia
Tras la amistad...
La maldad no se olvida
Hermano mío...

Ciertas criaturas no son
El Muro de las Lamentaciones
Se han vuelto allí a llorar...
Las pasiones
Arrastrando al hombre tras ellas
¡no son vacas de amarrar!
Aquel que tiene un ciego por guía
No puede alcanzar su objetivo
Hermano mío...

Traducidos del turco al francés por Yakup Yurt,
y del francés al castellano por Leo Castillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario