sábado, 12 de marzo de 2011

3350.- ABEL GONZÁLEZ FAGUNDO



Abel González Fagundo
(Jagüey Grande, Matanzas, CUBA, 1973)

Poeta.
Ha incursionado en la crítica literaria y en la fotografía. Realiza, junto a la escritora matancera Laura Ruiz, la revista literaria "Mar Desnudo"

http://mardesnudo.atenas.cult.cu/ . Es miembro de la AHS desde 1991, atendiendo la filial de Jagüey Grande. Actualmente labora como Informático en la Dirección de Cultura de Jagüey Grande.

Ha publicado los poemarios:
El sitio de las memorias, Ediciones Matanzas, 1991 (Premio nacional de la FEEM, 1990).
Golpes de Dios, Ediciones Vigía, 1999 (Premio Rilke, 1998, a poeta joven, otorgado por la Editorial Vigía).
Extinción, Ediciones Matanzas, 2001.
El costal de los pecados, Ediciones Matanzas, 2006.
En el bosque francés de la calle medio, Ediciones Vigía, 2007 (Premio America Bobia, 2006).
El terco persistir, Ediciones Aldabón, 2008.
Poemas de su autoría componen las antologías:
Poetas en Matanzas V. Ediciones Matanzas, 1999.
La última Cena. Ediciones Aldabón, 2001.
Los Parques, Antología de Joven Poesía Cubana. Ediciones Mecenas, 2003.
Poesía Hispanoamericana. Argentina, 2004.
La Madera Sagrada. Ediciones Vigía, 2005.
Poetas en Matanzas VI. Ediciones Matanzas, 2006.
Voces Hispano-hablantes en el mundo. Argentina, 2007.
Unidos por la poesía. España, 2008.
Por su obra ha sido distinguido con:

Premio Nacional de poesía, FEEM, 1991.
Premio Nacional de poesía Rilke, al Joven Poeta, 1998.
Premio Nacional de poesía Rubén Martínez Villena, 1998.
Premio Juegos Florales, III encuentro provincial de jóvenes escritores, 2000.
Mención en el concurso de poesía de la Revista Videncia, 2004.
Premio del Concurso de poesía América Bodia, Editorial Vigía, 2006.
Premio en el Concurso de poesía Eliécer Lazo, AHS de Matanzas, 2006.
Premio de poesía y obtención de la Beca Aldabón, AHS de Matanzas, 2006.
Tercer premio en el Concurso Hispanoamericano de Poesía y Cuento Corto: "GUSTAVE FLAUBERT", Córdoba, Argentina, 2007.
Además, sus poemas aparecen en diferentes publicaciones seriadas dentro y fuera de la isla.

( Direcciones de correo electrónico: abel@mt.tsp.cu - jaguey@atenas.cult.cu )




del libro "El costal de los pecados", 2006

PERROS

La ciudad continúa disfrazando sus perros,
cruzan como fantasmas
que una vez tomaron el silencio de las calles.
Erarios que el asfalto condenó
al desperdicio vagabundo de la acera.
Criaturas enfermas de piedad,
descarnados, hambrientos,
con toda nuestra culpa como sarna social.
Sus ladridos se afanan contra el polvo,
ascienden sobre el viento
que más allá del eco se corrompe
que más allá del mar muere en silencio

La ciudad, perro a perro
dejó su alma en el callejón
donde la gente suele alzar un pie para orinar,
donde la gente perro a perro se aniquila.



Todo poeta
es un árbol torcido,
los años,
o corrigen el tronco
o lo quiebran.


(poema Premio America Bobia, Ediciones Vigía, 2007)

EN EL BOSQUE FRANCÉS DE LA CALLE MEDIO

Mi querido Duprey, quizás yo sienta un poco de temor,
pero no me alcanza el falo para orinarle el rostro a los soldados.
Tú eras de un pene más clásico, más francés,
no es lo mismo
orinar contra monumentos de soldados en el primer mundo,
tu pene se curva y florece sin el temor de parecer endeble.
No hay monumentos ígneos en Matanzas Jean Pierre,
la gente aprende bien temprano en esta tierra
que es peligroso el fuego,
incluso hasta la insinuación del fuego.

Claro que podemos caminar
cogidos de la mano sin cogernos,
dos hombres con los dedos cruzados
en algo aparentan el cuero del tambor,
al chivo que ha quedado en la memoria de los cuchillos.
Caminemos, Ir por la calle marcando a los suicidas,
sin decirles nada, déjalos en la arrogancia, vivos…
También aquí la muerte es real,
colorea, simula,
y nosotros como en París
le ponemos de cascabel la historia.

Es feliz esta gente,
los comprendo, aunque no los comprendes tú,
come sin ceremonias, cuando come,
bebe bajo los árboles,
hace el amor sin prisa ni pudor,
se divierte y canta.
Mira esta calle, o mejor, cierra los ojos, escucha,
dánzala si es que pueden tus huesos lentos.
Es el ritmo de la supervivencia,
la civilización y su orquesta mestiza,
en esto Duprey, la ciudad se parece a tu ciudad,
todos somos aquí refugiados de la suerte.

Quizás Jean Pierre, tu idioma florecido
consiga recostarse en la bahía matancera, navegarla,
no temas al dolor,
es el mar que en todas partes quiere vivir sus puertos,
la sal que todo lo corrompe,
secándonos el corazón día tras día.




del libro "El terco persistir", 2008

DIRECTOR DE ORQUESTA

No dejes
la batuta descuidada
los mediocres
los usurpadores
aún sin destreza
pueden en su
empecinado intento
destruir toda la sinfonía.

Luego nadie recordará la música real,
la memoria remota de lo bello.




EL MULO

El señor del pelo blanco
saca sus plátanos de la jaba criolla,
se mezcla el juego natural
de los colores que alimentan.

Yo jamás he trabajado
con la decencia que ese señor
espera de un hombre,
mis poemas no paren frutos
que puedan comerse
con la felicidad del sembrador.

Mis poemas son como mulos,
asisten al desequilibrio de la vida
pero no alcanzan
a reproducirla por si mismos.

El señor del pelo blanco
va a morirse en paz,
yo moriré con el dolor rabioso
de las almas inútiles.




SUTILIDAD DEL RASTRO

Tus manos que se resquebrajan
el cayo húmedo bajo el pie
la caspa
la grasa
los nuevos lunares.
Huellas que no aparecen
en las fotografías
grietas bajo la ropa
en los rincones del cuerpo…

El rastro de la muerte tras de ti.





EL TERCO PERSISTIR

Paul Eluard, escribió: (quizás)

………........................……..…La poesía debe tener como fin
………….......……la verdad práctica.

Tal vez quería burlarse de nosotros
con su francés social
o fue traicionado por la poesía
severamente,
como a un paria en el mundo
de los clásicos.

La poesía debe tener como fin
desfigurar la historia
escribir lo que pudo ser,
no lo que fue.

Reconocemos su inutilidad
aún así, persiste...

Tal vez quiero burlarme del lector
y la poesía me ha castigado,
severamente
como a un paria en el parnaso de los hatos,
bien al SUR.



del libro inédito "La sal que todo lo corrompe"

LA ISLA DE VIRGILIO

………...............................……….Ningún hombre es una isla,
…………...............................…….algo completo en sí mismo.
………..............................……………………..[John Donne]

Como a Virgilio, me prometieron una isla,
un pedazo de arrecife liviano
golpeado por las aguas, una franja de tierra
con espacio para la silla y el jardín.
Pero soy esto, la mala roca que busca
erupcionar en las entrañas del poema,
parir su libertad, sin nombres,
como un islote escondido entre las olas.

Desde el farallón del árbol viejo
siento al verano quemándome las fibras,
el sudor me atraviesa,
fluye hacia los baches del pavimento
como pequeños riachuelos
que contaminan la ciudad con mi dolor.
Mantengo un ritmo errático,
sin rumba, ni son, ni espinela dolorosa,
mi verdad es un anacronismo
en medio de la fiesta.

He estado en la comparsa torrencial,
en el entusiasmo de la multitud.
He comido las frutas legendarias,
el sabor mórbido y vanidoso de la carne
y la corrupción de sus delicias.

Aún así, persisto en la fresa utópica
del que nació entre los sinsontes,
rara avis que puede imitar al tocororo o al gorrión,
y sin embargo oculta, como yo, su canto propio.
Del que ha nacido rodeado por los bailes sensuales
de esta gente desinhibida y tierna.
lejos del té, de la puntualidad o el tarro de malta,
entre los cocodrilos y el canto impávido del tomeguín.

Como a Virgilio,
me negarán la isla.

(este poema es Tercer premio de Poesía en el Concurso Hispanoamericano de poesía
y Cuento Corto: "GUSTAVE FLAUBERT" Córdoba, Argentina. 2007)




POLLO CRIADO EN CASA

.......................................................................Ser real es esto.
............................................................................[F. Pessoa]

Fui real en el patio de esa casa antigua, pintada de azul,
con sus viejos alegres
que hacían del ejercicio de la vida un juego fácil,
nunca me pareció entonces que vivir fuera esta farsa.
Allá en Cuevitas, en el campo del mundo,
abuelo Rine se reía tranquilo,
disfrutaba de todo con una desproporción
que hoy me parece delirante,
sin miedos, sin rubor,
como si de verdad fuera posible ser feliz.

Mis labios no heredaron la risa, sigo en el campo,
invadido por el guión del aburrimiento y el alcohol,
sin entender a mis abuelos,
sin descifrar la sencillez de la alegría,
estrecho, como un pozo en el que no entra la luz,
sólo el hueco de aguas oscuras
que insisten en ahogar mi infancia.

No laboro en la raíz,
ni cultivo habichuelas que se alarguen
hasta el plato de arroz en mis empobrecidas tardes.
Sólo me quedan las palabras, signos y fonemas
que empapan con su lluvia el interior de la casa,
versos que no pueden cultivarse en esta tierra
de cítrico y tomates, de azúcar y pimientos.

Poemas que padecen mi infertilidad,
la aridez del hombre al que debí estar destinado,
el que desfiguró abuela Peruca
con aquellas lecturas sobre Isadora Duncan,
una mujer que cae amarrada en la rueda de lo imposible,
un niño sorprendido que cierra los ojos mientras dice:
-Yo quiero ser la bufanda terrible que va a enredarse en el futuro -
Y me enredé, de tal manera la hierba ha crecido alrededor,
sobre mí, dentro de mí,
que el ejercicio de mi vida consiste en esperar,
como la tierra, la semilla de todos los otros.






NACIÓN SALOBRE

…........……...........a Cuba

A Schubert no me lo imagino en este mar mestizo
con sus sonatas para piano hundiéndose en la arena.
Pienso en Arsenio Rodríguez,
en su bastón y sus manos grandes
dirigiendo las olas de agosto
y ese ritmo negro que sale de los parques,
que llega con su baile hasta las playas
mezclándose con la nación salobre.

Sol. Mar. Música. Sal.

Las corrientes nos traen su resaca,
los naufragios del mundo,
deseos de zarpar con un pedazo de país en el equipaje,
con la música Matamoros como sonido de fondo.

Ron. Cerdo. Arroz. Yuca. Café.

Comer y beber todo lo posible,
bailar, si no se puede con las piernas
que el cuerpo busque el movimiento
en el latido de sus carnes.
Un sarcasmo, la risa inteligente,
la burla como tabla de supervivencia,
dispuestos a remar en una u otra dirección
siempre que el agua nos permita el regreso.

Una espinela, una criolla, una mentira.
La madre, la patria, las promesas.
Intentar. Carecer. Partir.
Los parques, los puentes, los puertos.
El calor, el deseo, el miedo
Dios. Diablo. Disidente.
Río. Risa. Resistencia.
Folklore. Farándula. Fidelidad.
Son. Sangre. Sudor. Sexo.

Ni fiesta, ni tragedia.
ISLA SALOBRE ISLA
ISLA FINITA.






(inédito)

DÉJENLO SER SALITRE

Nos hundimos en las vísperas,
al agua sólo sirvió para nombrar la muerte,
la flora de marinos
estaba desgastada desde las primeras lunas,
podrida en su humedad,
y el navegante se hinchó
hasta parir esos gusanos que lo devoraban.
Éste es un barco con sus cadáveres a cuesta,
una fauna perdida
en el fondo de la diáspora azul.

Dejen en paz al náufrago,
que sirva de cobija,
de hueso marino,
no queda sangre
por beber en sus entrañas.

Déjenlo ser salitre,
arena,
caracol.




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