lunes, 27 de febrero de 2012

FATIMA NAOOT [5.986]



Fatima Naoot

Poeta egipcia y arquitecta nacida en El Cairo el 18 de septiembre de 1964. Después de su graduación de 1987 como arquitecta en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Ain Shams de El Cairo, trabajó en esta profesión durante diez años y la abandonó para dedicarse a la literatura. Ha escrito varias colecciones de poesía, antologías traducidas al Inglés y un libro de crítica literaria, de los que destancan los diwanes "A un centímetro de la tierra" (2002), "Sobre la mano de una mujer" (2004) y "Una botella de pegamento" (2007). Ganó el premio de poesía árabe de 2006 de Hong Kong con el diwan "Una botella de pegamento", que ha sido publicado en chino y en una edición inglesa en 2007. Ha participado en el "Moutanabbi International Poetic Festivald" de Zurich y en el"International Poetry Festival" de Rotterdam en 2007.



Pan de dátiles

Es inevitable que tus dedos ahora
desciendan de tu boca
después de poner en ella el pan de dátiles
al hacer escala en el aeropuerto de Barcelona.
Tus dedos
cuyas falanges ondearon en la mano
en mitad de tu última mirada,
aquellos débiles dedos tuyos
que dibujaron la casida
y fracasaron en consolar a una mariposa
que aleteó
con sólo un ala.

Bote de pegamento, El Cairo, 2008
Traducción de Manuel Jiménez Lucena




Ángel

Me asombra no haber muerto hoy
a pesar de que por la mañana decidí darles la mano
a todos los que esparcieron tierra en mi vaso
a todos los que destaparon su olla de grillos
para comerse mi muñeca rota,
entonces
no fue el ángel de la muerte el que al alba sacudió el velo.
Fue el ángel de la poesía.

Bote de pegamento, El Cairo, 2007
Traducción de Manuel Jiménez Lucena




Así

Cuanto más me alejo de ti
más blanca me vuelvo.

Bote de pegamento, El Cairo, 2007
Traducción de Manuel Jiménez Lucena




Infancia

No le importa que se destruya el mundo
ni le dan miedo las tumbas
ni que caigan los alminares y las torres,
durante la noche
los vuelve a levantar con palitos de cerillas
y un trozo de arcilla.

Bote de pegamento, El Cairo, 2007
Traducción de Manuel Jiménez Lucena




Cuando yo sea una diosa

Cuando yo sea un diosa
quitaré la bola del mundo de su ropa
sacudiré el mapa
y se caerán los manuscritos de historia,
los meridianos, los paralelos y las fronteras,
clasificaré las montañas y las fuentes,
el oro, el petróleo, el tiempo y las nubes
proporcionalmente,
pasaré mi pluma
sobre los rostros cansados
y el blanco, el negro y el amarillo se disolverán
reducidos todos ellos en el color albaricoque,
quitaré el habla y las lenguas
y fundiré en mi crisol
un diccionario blanco sin errores
depurado de fastidiosos términos,
antes de aposentarme en mi trono
mediré los ángulos del sol y el ecuador
y modificaré las leyes de la lluvia.
los amigos aplaudirán mientras rompo el mapa:
Espartaco, Gorki, el Ché,
y la hija del zapatero cuya dote fue mayor que la mía
Y en medio de un gran júbilo mascullaré:
¡Mi tarea es la arquitectura de la existencia!
Al comienzo de la Tercera Guerra Mundial
me mantendré en silencio un rato
después devolveré la bola del mundo
a su forma inicial.

Bote de pegamento, El Cairo, 2007
Traducción de Manuel Jiménez Lucena





Fatima Naoot (El Cairo, 1964) es una arquitecta de las palabras. No sólo de las palabras: licenciada en Arquitectura en la universidad egipcia de Ain Shams trabajó durante una década en este sector. Y no reniega de él: ser una mujer de Ciencias, asegura, enriquece su universo poético.

El lenguaje de Naoot es clásico en todos los sentidos: escribe en el árabe formal (fus·ha) e incluso vocaliza sus textos, un mimo de la palabra escrita que no es habitual en la literatura árabe (normalmente se prescinde de escribir los vocales). Imágenes cotidianas, íntimas, con cierto eco juanramoniano (no será casual encontrarnos con un verso que habla de la soledad sonora), que trazan un retrato emocional de la autora. El amor reflejado en la ausencia de quien ayer estuvo aún aquí, el futuro que pudo ser, la reflexión sobre la armonía en la Historia.

Naoot, una de las voces más conocidas de la poesía egipcia, ha dirigido la revista literaria Qaus Quzah, hoy desaparecida, que reunía diferentes voces de la poesía y narrativa egipcia. Ha publicado siete poemarios, entre ellos A un centímetro del suelo (2003), Sobre la palma de una mujer (2004), Un bote de pegamento (2007, premiado en Hong Kong) y Mi nombre no es difícil (2009). Además, es traductora. Egipto le debe las versiones árabes de algunos libros de Virginia Woolf y John Ravenscroft, así como antologías de poesía anglosajona.

La poeta escribe como columnista regular para varios periódicos de Egipto y Omán. Aunque en su poesía no hay obvias referencias políticas o sociales, se considera comprometida con una visión abierta e ilustrada de la sociedad, frente al avance del fundamentalismo religioso.

Fatima Naoot ha seleccionado para M’Sur cuatro poemas, tres de ellos escritos en 2009 y uno durante su visita a Córdoba en abril pasado.

M’Sur ofrece, asimismo, una entrevista con Fatima Naoot: «Pese a la lengua común, los pueblos árabes nunca se unirán».

[Ilya U. Topper]




Traducción del árabe: Eva Chaves


Mi casa es tu quinta columna
 بيتي طابورٌ خامس

Tu plato tiene miedo, tiembla,
tu vaso llora,
lo aferré con mis labios para protegerlo
no me hizo caso
y se suicidó:
fragmentos de porcelana sobre las baldosas,
las baldosas están polvorientas
y las Pléyades nubladas.
Tu sillón, el de allí,
ha doblado una pata,
ha arrugado sus cojines.
Tu cepillo de dientes
pierde las cerdas
y tus toallas blancas
hace dos días que rechazan beber agua
para convencerme
de que lloran.

Los libros, silenciosos, en la librería
no se pelean como siempre.
Las fotografías de las paredes
me apartan la mirada.
El flexo naranja de mi despacho
está frío,
se ha negado a darme algo de luz para escribir.
Y los lápices han conspirado
encerrándose en los cajones.
La terraza está cruzada de brazos,
ha agachado la cabeza, distante,
hacia el parque.
El parque está perezoso
porque las golondrinas se fueron.

Y allí,
en el fondo de la cesta de la ropa
duerme tu pijama azul,
se acurruca como un bebé
que no quiere salir al mundo
Una casa triste
y cosas
que se rebelan contra mí
porque no vas a volver.

Mi casa es tu quinta columna

El Cairo · 1 Abril 2009

صَحْنُكَ خائفٌ يرتجفْ،
كوبُكَ يبكي
ضممتُه إلى شفتي لأُطَمْئنَه
غافلَني،
وانتحرَ:
نُثارَ خَزَفٍ فوق البلاطِ،
البلاطُ مُغَبَّرٌ،
والثريا غائمةٌ،
مِقْعَدُكْ الذي هناك
ثنى ساقَه
وغَضَّنَ وسائدَه،
فرشاة أسنانِكَ
تفقدُ شَعرَها
ومِنشَفَتُك البيضاءُ
ترفضُ أنْ تشربَ ماءَها ليومين
لتوهمَني
أنها تبكي.
الكتبُ في المكتبةِ ساكنةٌ
لا تتعاركُ مثلَ دائمًا،
الصورُ على الحوائطِ
تشيحُ عني،
أباجورةُ مكتبي البرتقاليةُ
باردةٌ
أبَتْ أن تمنحَني بعضَ الضوءِ لأكتبَ،
والأقلامُ تآمرتْ
وغلَّقتْ على نفسِها الأدراجَ
الشرفةُ عاقِدَةٌ ذراعيها
وأطرقت برأسها بعيدًا
صوبَ الحديقة،
والحديقةُ كسولٌ
لأن العصافيرَ غادرت.

وهناك
في قاعِ سلَّةِ الغسيل
ترقدُ بيجامتُكَ الزرقاءُ
تتقلَّصُ مثل جنين
يرفضُ الخروجَ إلى العالم

بيتٌ حزينٌ
وأشياءُ
تتآمر ضدّي
لأنكَ لن تعود.

بيتي
طابورُكَ  الخامس!

2009 القاهرة · 1 أبريل 


Me habló la rama y me dijo   
حدَّثني الغُصْنُ فقال 

Brotes de jazmín blanco
ramitas de gardenia
hojas de albahaca
pueden sustituir tu sonrisa
que como una nube
se fue.

Las sombras grises de los transeúntes
que observo desde la ventana
al atardecer
contando el eco de sus pasos en la acera
saben
como colmarme del calor que se fue
desde que te fuiste.

dejo la silla del balcón
vuelvo a mi misma
la planta no me traiciona.

La planta es la rama que se enreda entre las rejas del balcón
extiende su esbelto cuello por el hueco de mi habitación
que está callada por tu voz,
alcanza mi soledad sonora,
gotea sobre mi corazón
un poco de música
y un hilo de perfume
esforzándose en buscar mi única nariz
mientras mis ojos esperan
una hoja niña
que se confunde en su débil verdor
que saca cada tarde mi amiga la verde
para distracción de los niños de la calle
y los residentes.

Fátima, allí está lo que respira contigo
allí está quien comparte el aire de la habitación con tus pulmones.
Me habló la rama y me  dijo:
Mi brote, yo soy tu amante
la planta, sola,
¡no traiciona!

El Cairo · 7 Octubre 2009



شَتْلةُ الياسمينَ البيضاءُ
عودُ الفلِّ 
وأوراقُ الريحان
تقدرُ أن تعوّضَ ابتسامتَك
التي مثل غيمةٍ
بَرَحَت.

ظلالُ العابرين الرَّماديةُ
التي من نافذتي أرقبُها 
عند الغسق
وأعدُّ وقْعَ دقِّها على الرصيف
تعرفُ
كيف تغمرُني بالدفء الذي غادرَ 
منذ غادرتَ.

أبرحُ مقعدَ الشرفةِ
وأعودُ إلى نفسي
والنباتُ لا يخون.

النباتُ الغُصنُ الذي يتجادَّلُ بين قضبان الشرفة
يمدُّ عنقَه النحيلَ في جوفِ غرفتي 
التي ساكتةٌ من صوتكَ
يُطلُّ على توحدّي العازفِ
يقطرُ عند قلبي
شيئًا من الموسيقا
وخيطًا من الشذى 
يجهدُ في البحثِ عن أنفي الوحيد
فيما عيناي تنتظران
ورقةً طفلةً
ترتبكُ في خضارها الواهن
يطرحُها كلَّ مساءٍ صديقي الأخضرُ
في غفلةٍ من أطفال الشوارع
والساكنين.

ثمة ما يتنفسُ معكِ يا فاطمة
ثمة مَن يقتسمُ هواءَ الغرفةِ مع رئتيكِ،
حدّثني الغصنُ فقال:
أنا حبيبُكِ يا نبتتي,
النباتُ وحدَه
لا يخون!

القاهرة · 7 أكتوبر2009


Alegría
فـرح

Este punto blanco
es la niña que habríamos hecho
si fuéramos prudentes.
Habría llevado tu ceceo
y algo de mi nerviosismo
tu nombre
y por supuesto, mi nariz
su nariz
sin el defecto de tu nariz
para que huela las flores de mi cuello
y distinga entre el chocolate
y la pasión,
los niños deben preferir el chocolate
¡para ser niños!
Esta gota
redonda dentro de un pequeño estanque
a lo largo, verde y ancho
encima de mi cama
es nuestra niña que no vino
su trenza
(que ahora se disuelve en el agua del grifo)
de mi pelo rizado
y sus ojos, por supuesto, marrones
reflejan —como tus ojos—
la luz del sol que se aclara
al atardecer.
Fui.
La llamaré Alegría.

El Cairo · 5 Mayo 2009



هذه النقطةُ البيضاء
الطفلةُ التي كنّا سنصنعُها
لو تمهّلنا.
كانت ستحملُ لثغتَك،
وبعضًا من عَصبيتي،
اسمَكَ،
وأنفي أنا طبعًا،
أنفُها
ليس به عَطْبُ أنفِك
لكي تشمَّ الزهرَ في جيدي
وتميّزَ ما بين الشوكولاتةِ
والهوى،
الأطفالُ لابد أن يميزوا الشوكولاتة
كي يكونوا أطفالاً!
هذي القطرةُ
المتكوّرةُ داخلَ بِرْكةٍ صغيرة
على المدى الأخضر الواسع
فوق سَريري
هي طفلتُنا التي لم تأتِ.
جديلتُها
(التي تنحلُّ الآن في مياه الصنبور)
من شَعري الجَعِد
وعيناها طبعًا بُنيّتان
تعكسان- كعينيك-
ضوءَ الشمسِ التي تصحو
عند الغروب.

كنتُ
سأسمّيها فَرَح.

القاهرة · 5 مايو 2009


Córdoba  
قرطبة

Cuando confiemos la tierra a Dios
deberemos devolver al Universo su primera manera de ser:
plantar los bosques que hemos quemado
llenar con nuestras almas
los templos
cuyo espíritu habíamos enterrado.
Volver a dar confianza al pájaro
y su canto, que aprendió a callar
cada vez que nos acercamos a un árbol.
Hacer que el desierto vuelva a ser
desierto
y los campos, el Paraíso.
Acostumbrarnos
a caminar sobre la arena
sin que los pesados pies pisoteen alegres enjambres de hormigas.
Deberemos
dividir el río de Córdoba
y ponerle de nombre a un brazo: Yawada *
y al otro: Guadalquivir
luego convertimos la catedral en mezquita
y la mezquita
en iglesia romana.
Averroes se parará entre el templo
y el mihrab para decir:
¡La verdad no contradice la verdad!
Después nos plantaremos ante Dios en una larga fila
para dar fe de
cómo nosotros
hicimos que la verdad
contradiga la verdad.
Córdoba · Abril 2010

* Yawada es otro nombre que recibía el río Guadalquivir.



 حين نسلِّمَ الأرضَ إلي الله
سيكون علينا أن نُعيدَ الكونَ سيرته الأولى:
نزرعُ الغاباتِ التي أحرقناها
وننفخُ من أرواحِنا
في الهياكل
التي وأدنا الروحَ منها
نُعيدُ للطير أمانَه
وزقزقتَه التي تعلّمَ أن يُسكتَها
كلمّا مررنا جوار شجرة،
نُعيدُ الصحراءَ
صحراءَ
والمروجَ فراديسَ
وندرّبُ أنفسَنا
أن نسيرَ فوق الرمال
دون أن تدهسَ أقدامُنا الطولى
أسرابَ النمل الطيبة،
سيكونُ علينا
أن نفكِّكَ نهرَ قرطبةَ
ونمنحَ شطرًا اسم: جوادا
وشطرًا: الوادي الكبير
ثم نعيدُ الكاتدرائيةَ مسجدًا
والمسجدَ
كنيسةً رومانيةً
سيقفُ ابن رشد بين الهيكل
والمحراب ليقول:
الحقُّ لا يضادُّ الحقَّ!
ثم نقف أمام الله في صف طويل
لنشهدَ
كيف نحن
جعلنا الحقَّ
يُضادُّ الحقّ.

2010 قرطبة · أبريل

©  Fatima Naoot [Cedido por la autora · Abril 2010] | Traducción del árabe: © Eva Chaves 










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