sábado, 24 de septiembre de 2011

4810.- CARLOS AMADOR MARCHANT


CARLOS AMADOR MARCHANT

Poeta y escritor (Chile)
Nace en Iquique en 1955
Radica en Valparaíso desde 1995
CARLOS AMADOR MARCHANT, comienza sus actividades en el campo de la palabra escrita el año 1972, oportunidad en que frecuenta la ex Universidad de Chile de Arica, realizando diálogos y logrando asesoramientos por parte de los poetas Alicia Galaz Vivar (fallecida en 2003 en Estados Unidos) y Oliver Welden (radicado en la actualidad en Europa).
En 1974 funda y dirige en la ex Universidad Técnica del Estado de Arica (Primera Región), el grupo literario “Desinencia”. La agrupación aúna a más de quince estudiantes que logran encaminarse en la creación, publicando opúsculos y realizando muestras poéticas en liceos y campus universitarios.
El mismo año, inicia su labor como cronista en diarios de la época: “La Defensa” y “La Concordia” de Arica y “El Tarapacá” de Iquique. Estando en la misma universidad edita el opúsculo de poesía “Poemas”, muestrario de sus primeros trabajos y luego “Poemas Inolvidables”, publicado por el Departamento de Extensión y Comunicaciones de la ex Universidad del Norte de Arica.
En 1975 realiza dos recitales poéticos en las ciudades peruanas de Tacna y Arequipa, invitado por la Casa de la Cultura de ese país.
En 1976 inicia una serie de contactos con el mundo literario del Norte Grande, tratando de aunar a las nuevas generaciones de escritores de la zona. En la oportunidad, se contacta con agrupaciones de Iquique, Antofagasta, La Serena, realizando charlas y conversatorios relacionados con el tema de la escasez de apoyo a los nuevos creadores. Logra conocer y dialoga con los poetas y académicos Mario Bahamonde y Andrés Sabella.
En 1977 publica el libro poético “Pisando Tierra”, ediciones Nueva Línea, Santiago de Chile, comenzando un fuerte trabajo de difusión cultural en prensa escrita y programas de radios.
En 1979 gana el premio nacional de poesía en el IV Certamen de Literatura de la ex Universidad del Norte de Antofagasta. Siendo uno de los jurados el poeta Andrés Sabella, la obra ganadora es “Galpón de Redes Marinas”, considerada posteriormente en la “Antología del Norte”, editada por la Universidad Arturo Prat en 1998, como “uno de los mejores poemarios editados durante el último cuarto del siglo veinte en la zona norte del país”. “Galpón de Redes Marinas” tiene su primera edición en 1980 (Editorial de la ex Universidad del Norte de Arica), y una segunda en 1994 (edición particular). En mayo de 1981 la revista “Paula” dedica a esta obra una página completa, y Delia Domínguez se refiere al autor como: “Creador nato, un artista más allá de toda formulación empírica, el poeta más natural y sencillo que he leído últimamente, y ahora su ubicación en la literatura chilena”. En su segunda edición (1994), Hugo Montes se refiere también a esta obra.
En 1983 publica el libro de poesía “Después de mi Casa”, en la editorial de la Universidad de Tarapacá de Arica. Ese mismo año con el afán de unir y proyectar a los escritores del norte, funda y dirige la revista internacional de poesía “Extramuros”, incluyendo en sus páginas a todos los escritores emergentes (generación del 80) desde la primera hasta la cuarta regiones. La publicación editada en la imprenta Santa María de Tacna, Perú, logra intercambios literarios con homónimas de Argentina, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela, México, Cuba, España, Portugal, Inglaterra, Suecia, Alemania. La revista, que además circuló por todo Chile, alcanzó 10 números hasta 1985.
Desde 1982 hasta 1985, se aboca a un intenso trabajo de difusión cultural. Crea el programa radial “Rincón”, que se transmite en radios en F.M. por más de una década. Difunde a los poetas y escritores, pintores, escultores, gente de teatro, de la danza, de la música. En 1983, preocupado por la falta de apoyo a los creadores, haciendo uso de una acción de arte, se crucifica en la Playa El Chinchorro de Arica, manteniéndose por espacio de ocho horas atado a un tronco de cinco metros de altura. El hecho ocupó primeras planas en los diarios de la época: El Mercurio, La Segunda, Las Ultimas Noticias, en radios nacionales, de América y Europa.
PEREGRINAJE POR CHILE
En 1985 Carlos Amador Marchant se establece en Santiago de Chile. Sus trabajos comienzan a aparecer en diversas revistas del país y el extranjero. Se contacta con sus pares de la generación del 80, participa en recitales, conversatorios.
En 1986 viaja a Puerto Montt manteniéndose en esa ciudad hasta 1988. Se desempeña como encargado de cultura del Centro de Promoción Social (Cenpros). Retoma su accionar en la difusión cultural en radios de la Isla de Chiloé y Osorno.
Regresa al norte (Arica) en 1989 y funda la revista de literatura regional “El Ojo”. Desde 1990 hasta 1995 se desempeña como periodista acreditado en el diario La Estrella de Arica retomando, además, el programa radial de difusión cultural “Rincón”.
SU LLEGADA A VALPARAISO
En mayo de 1995 se establece en Valparaíso. Al año siguiente gana un proyecto (en Santiago) del Centro Nacional de Readaptación Social de Gendarmería, siendo pionero en realizar talleres literarios para reclusos en Valparaíso, Limache, Quillota y Casablanca, manteniéndose en este quehacer hasta 1998.
En 1999 gana mención en el concurso nacional de poesía Municipalidad de San Felipe. La misma obra poética “Alone Again” es galardonada en el Concurso de Publicaciones Literarias del Gobierno Regional de la Quinta Región, siendo editada a fines del mismo año.
El 2001 vuelve a ganar el Concurso de Publicaciones Literarias del Gobierno Regional de la Quinta Región, con su novela “Los Cururos de la Santa María” , publicada el mismo año. A fines del 2002 por tercera vez se le otorga el premio en el mismo concurso, con el ensayo “Barquero en el Puerto” , tras haber entrevistado al destacado poeta nacional Efraín Barquero (2001) en su breve estada en Valparaíso, luego de no otorgársele a este autor el Premio Nacional de Literatura. Barquero gana ese premio, finalmente, el año 2008.
Carlos Amador Marchant, fue presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Versión Valparaíso (período 2003-2007).

Premios:
1.- Premio nacional de poesía (Universidad del norte Antofagasta-1979).
2.- Premio Gobierno Regional Valparaíso (poesía-2000)
3.- Premio Gobierno Regional de Valparaíso (novela-2001)
4.-Premio Gobierno Regional de Valparaíso (ensayo-2002)
5.-Premio nacional de poesía Municipalidad El Bosque-Santiago (2005)

Obras publicadas hasta la fecha:
“Poemas” y “Poemas Inolvidables” (opúsculos) 1974
“Pisando Tierra” (libro de poesía, 1977-Santiago de Chile)
“Galpón de Redes Marinas” (libro de poesía, premio nacional de poesía Universidad del Norte de Antofagasta. Obra editada en 1980-Universidad del Norte de Arica y reeditada en 1994 en edición personal)
“Después de mi Casa” (libro de poesía, 1983-Universidad de Tarapacá-Arica)
“Alone Again” (libro de poesía, premio Gobierno Regional de la Quinta Región. Obra editada en 1999-Lom)
“Los Cururos de la Santa María” (Novela, premio Gobierno Regional de la Quinta Región. Obra editada en 2001)
“Barquero en el Puerto” (Ensayo, premio Gobierno Regional de la Quinta Región. Trabajo editado en 2002).
“Hijo de Sastre” (Poesía 2010) en versión digital.

* Fue fundador y director de la revista internacional de poesía “Extramuros” (1982-85, ahora en formato digital), además “El Ojo” (1989) , revista regional de literatura Primera Región.

Mantiene los siguientes inéditos:

“La Muerte Viene en Carta Clandestina” (novela)
“La Magdalena duerme en la playa” (novela)
“Seis ojos en lipiria” (Teatro)
“La Mami Marta” (Teatro)





WEB DEL AUTOR
http://carlosamadormarchant.blogspot.com/






HIJO DE SASTRE (obra poética 2010 en versión completa)

HIJO DE SASTRE

Mi hermana Cristina siempre pensó en la muerte

Mi Hermana Cristina siempre pensó
en la muerte
en cómo los años van cambiando
a los seres
y en los ríos que pasan y vuelven
y en los ojos nuevos y los ojos viejos
y pensó en los rostros que cambian
en las voces que cambian en los pasos
que cambian y en los jóvenes y en los viejos.

Cuando caminaba siempre miró a lo lejos
como si más allá encontrara
el camino elegido.
Y a cada centímetro siempre pensaba en la muerte
cómo será
qué se sentirá dentro de un cajón frío y húmedo. Se preguntaba
sobre el pecado de los hombres
el terror de buscar el sustento
la espera de la noche para despertar mañana.

Esperaba los buses siempre con mirada lejana
como si alguien le hablara de lugares remotos.

Y hablaba bajito
con la timidez de los que no quieren su casa.

Mi hermana Cristina siempre se preguntaba sobre la muerte. Y murió
acuchillada por una diabetes sin recibir respuestas.
Su casa quedó solitaria
y en los rincones parece que camina.
Mi hermana Cristina está ahora junto a los muertos
roncando en un cajón frío y húmedo.
Y ahora debe preguntarse sobre la vida
en cómo será y qué mierda hay que hacer para volver a ella.








De los Sueños Confusos

Alistarme para atrás mirando el espejo por la espalda
Un día salí a buscar
mis zapatos.

Contraje matrimonio con paredes de mi pueblo
Y entre el llanto de las guaguas abrí caminos al olvido.
En medio de la noche pensé en un sueño
Que nunca tuve y que sigo soñando.
Y en ese sueño descubrí que los prados no son prados
Y que las cloacas de mi pueblo son semáforos en verde.
Y que en medio de trigales las arañas dialogan en cómo robar un banco.
Y en ese sueño caminaban también caballos y la historia.

Y vi en el sueño que nunca tuve y que sigo soñando
Al dirigente campesino al dirigente de masas de los árboles
Enarbolar sus discursos efusivos gritando a los cuatro vientos
Que compañeros y camaradas que el trabajo trabajoso de los trabajadores
Que los salarios salariales de los asalariados
Que las casas que se derrumban derrumbadas
Que las mujeres femeninas del feminismo
Tenían que estudiarse en el mundo porque el mundo
Se cae compañeros y trabajadores trabajosos
Y frente al desamparo es mejor que nos unamos uniéndonos.

Y contraje de nuevo matrimonio con las paredes de ese pueblo en derrumbe
Y vi el mundo al revés de estos ojos sin salarios
Y ví a las mujeres del barrio alto comprar perfumes en cloacas
Y a las mujeres de las cloacas de mi pueblo entrar a perfumerías del barrio alto.
Y vi al hombre en ese sueño que nunca tuve y que sigo soñando
Sentado en las plazas sin escaños y entre murmullos de palomas
Vi al potro sin vías sin tierras sin jinete.
Y en subterráneos de las ciudades donde ratas se reparten la muerte
Encontré el dinero de los adinerados
Y en los Bancos poderosos del mundo un pingüino tomando el sol.

Y en los charcos vi a hermosas rubias oliendo excrementos
Y las grandes perfumerías se transformaban en alcantarillas deshonestas.
Encontré a los negros bailando encima de las mesas
Y a las prostitutas engalanadas con trajes millonarios.
Y en las plazas sin escaños las palomas comían de boca de los ancianos
Entre miles de muertos que colgaban de las astas de Poe.
Y en los ríos el agua corría roja verde azul amoratada
Y cientos de perros nadando sin ojos.
Pero en ese sueño divisé luces confusas demasiados
Confusas
Y pensé que era mejor no seguir soñando un sueño que nunca soñé.







ESTABA YO

Estaba yo sentado
en la mesa del frente. Aquella
mesa del frente que colindaba con la ventana
de una mujer robusta
y la mujer que aparte de robusta
mostraba piernas y gustaba de jóvenes
estaba yo sentado ya viejo yo después de tantos años mozos
en la mesa del frente donde pasaba la mujer que fue mi mujer
y que gustaba de jóvenes
no recuerdo
en qué momento dejé su lado
ni cuando quedé al frente de su ventana.
Pero ella seguía mirando jóvenes
y mostraba piernas y yo siempre yo
mirándola desde el frente
buscando raíces de zapatos
sin saber por qué dejé de amarla
por qué ahora sus piernas no podía tocarlas
sin saber por qué me comía las uñas
mirándola desde el frente.









De "Después de mi Casa"



CASA MÍA

Hay olor a pan en esta casa.
Hay olor a pan y a madera.
Y cada vez que abro mi olfato
un aroma a vida golpea las paredes.
Y no hay nada que esconda este sitio pequeño.
No hay nada más que ventanas entreabiertas.
Y gritos de niños que vienen y se acercan
desde la calle.
Y polvo que acecha como lobo
y cae, a veces, como lluvia.
Quiero decir que es una casa pobre.
Pobre como papel abandonado. De ésos
que se observan amarillos
en rincones más oscuros de alguna parte.
Y estoy aquí dormido sobre ella. Y la poseo
grotesco
de día a noche.
Y la vuelvo a hacer mía. Y la acaloro indefinible.
Y luego salgo y huyo
y dejo mi yo escondido en los rincones, en algún
sitio de estas paredes.
de estos sillones,
de estos silencios.



Poesía Galpón de Redes Marinas


Galpón de Redes Marinas
Libro publicado por Carlos Amador Marchant,
Premio Nacional de Poesía-U. del Norte Antofagasta (1979)
(editado en 1980 y reeditado en 1994)


DESCARRIADO

Acostumbrado estoy
a arrinconarme de día en las desoladas
arenas de la costa.
Como pollo friolento
alejado de padres, de hermanos, de parientes.
¿Quién ha puesto esta vida en mis canillas
rodando como neumático roto?. Nadie
me responde.

La olas llegan, me tapan, se recogen
y me dejan con cara de difunto. ¿Qué será
de mí
a esta hora de un día que no he vivido,
que tengo dormido como vida de vientre?.

Acostumbrado estoy
a sentir pánico de la noche marina. No podría
poner ni siquiera un pie en sus oscurecidas aguas.
Acostumbrado estoy
a sentir pánico de los días en las ciudades terrestres.

Por eso
a cada hora me siento más escéptico de hogar,
más pollo sin padres, sin hermanos, sin parientes.






SOY

Pero soy de la vida.
Soy de la vida aunque quiera negarme,
aunque me pisen las desgracias,
aunque coma lágrimas. Soy
de la vida,
de aquélla que transcurre,
de la que tanto y tanto reniego,
de la que tanto y tanto aborrezco. Soy
del Sol,
de los árboles,
del mar,
de todo esto que tiene nombre. Soy
irremediablemente soy,
aunque me arrastre por las calles,
todo harapiento,
todo con dolor de estómago y de cerebro,
todo rodeado de alambrepúas,
todo rodeado de gritos de prostitutas y de ladrones.








NIDO

Pero algo en mí se acampa y ese algo tiene
sabor a mar.
Alguien entre mis raíces, muerto hace muchas décadas,
debió ser un hombre de océano.
Porque de otra forma no me explico
que todos mis caminos vayan a la costa.

Creo que mi alma esconde un secreto.
Un secreto con sabor a llantos, a gritos
y a ruidos de embarcaciones.

Y con ese algo de pereza que convalece
se encamina mi cuerpo como un cachorro
que mira a su alrededor e investiga.

Soy un marino con las llaves del océano en la mente.
Alguien que se pone el traje y se lo saca.
Un marino que tal vez aún no viene al mundo,
pero que busca su nido en las rocas,
en las algas marinas, y en galpones pesqueros.








HOY PARIÓ

Hoy parió una gata en un rincón de mi casa.
Debe haber llegado a oscuras
desde muchos otros tejados humildes y lejanos. La vi
cuando el sol comenzaba a iluminar la tierra. Ahí estaba
pálida, taciturna, convaleciente.
No reaccionó ante mi presencia
más bien parece haberme narrado con su mirada ingrávida
toda su desesperante aventura. Yo la miré,
y ante mi mirada un maullar suave
estremeció las paredes del patio.
La desconocida, tal vez a las tres, cuatro o cinco de la madrugada,
barrió con todo lo que encontró a su paso: camisas,
trapos, calcetines, diarios viejos. Todo
quedó húmedo y ensangrentado.
Y ante mi asombrada e insistente mirada, pareciendo
comprender la exactitud de las cosas,
cogió de uno en uno
a sus tres cachorros
para llevarlos a un paseo por la vida.


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