jueves, 22 de septiembre de 2011

4800.- TOMÁS ARIAS


Tomàs Arias nació en Berga, Cataluña, España, en 1966. Poeta, narrador, articulista, músico y proyectista. Ha sido jefe del departamento de proyectos de la ingeniería que ha diseñado las instalaciones del Nuevo Museo de la Ciencia de Barcelona y del Palau St. Jordi (Sede olímpica, 1992) entre otros edificios singulares de la ciudad. Ha publicado dos libros de poemas, Romanços (galardonado con el IX Premio Salvador Espriu), y Odi sobre tela. El libro de artículos periodísticos Papers de diari, el de cuentos Contes de bany, y la novela Dadà. Ha colaborado en el primer disco de Ivette Nadal, Guerresdolcíssimes (2009). Respecto al poeta en el mundo actual Tomás Arias Soler Dice: “La tarea del poeta, insisto, es hacer avanzar su lengua, y más aún si esta está amenazada por otras lenguas y culturas globalizadoras, entonces, el éxito del poeta se convierte en una cuestión de vida o muerte. A un pueblo se le puede privar de su propia lengua, sí, se puede suprimir y obligar a las escuelas a enseñar otra, pero si no consigues hacer que ese pueblo sienta en otra lengua, no podrás hacer desaparecer la antigua, y esa es, por pequeño que el poeta sea, su gloriosa misión: defender su lengua, y así, quizás también su tierra. La fuerza creativa de las minorías ha sobrevivido históricamente a la fuerza exterminadora de las grandes potencias. Recuerden que las culturas desaparecidas que hoy admiramos no son las que tenían mayores cañones sino mejores poetas”.


Del libro Odi sobre tela



odio sobre tela

este año el maíz pesará poco,
ha llovido, el campo está empapado,
hará calor, se ve desde el tejado
de mi castillo, ya casi nunca salgo,

sigo intentando estar en este mundo
sabiendo que me une a él solamente
el flaco instinto, obsceno, del guardián
en su centeno, del eterno moribundo,

bien herido, grave, intestinal,
sin santa paz, sin posible final;
viento que todo lo mueve y deja igual.

no te quedes ahí, busca un ombligo,
lávate el corazón, ponle un abrigo,
y no dejes que sea tu pensamiento el enemigo.







desecho a mano

she don’t lie...
J. J. Cale

no mires si no quieres,
que ya vendrá la muerte
y te abrirá los ojos,

y te hará ver la vida de retales
que celosamente has fabricado
encadenado a miedos y precauciones
totalmente innecesarios,

y te hará ver la trampa de las hembras
donde caíste a cuatro patas
a cambio de felaciones de amor
totalmente imaginarias,

y te hará ver la obra que no has hecho
y los pecados a los que llegas tarde,
y te reirás, de lo cobarde
que has llegado a ser

de soportar una vida
con una renta tan babieca
que todo lo que llueve
el viento seca.









un mundo feliz

qui dove il mare luccica,
e tira forte il vento.
“CARUSO”
L. Dalla

yo he llegado,
por un momento,
a tocar la felicidad.

fue un día,
por la tarde,
en Fontclara,

entre el segundo
y el tercer gintonic.

¿cómo es?
se va haciendo de noche...









así, luego, de noche, nos dormíamos

a la font del Balç,

cuando vivía en la montaña
iba a ver llegar los barcos
a la sierra del Horcajo.

así,

amarrados bajo los arboles,
les arrancaba los mástiles
y los volvía a plantar en el bosque.

luego,

al llegar el mes de julio,
con la velas florecidas,
profanábamos los misterios,

de noche,

saqueávamos las bodegas,
abordávamos a las doncellas,
y acurrucado en la cubierta,

me dormía,

en la montaña, cuando vivía.










del sesenta y seis

nacer complicadamente
en un hospital no muy moderno,
en unos tiempos no muy modernos,
y en una familia no muy moderna,
de los años sesenta, de la era moderna,
tiene mérito, pero no mucho.

crecer en una colonia rural,
revelándose contra
la mediocridad sofocante,
sabiendo que no va a servir de nada,
eso, ya es más notable,

y haber sido feliz hubiera sido,
seguro, una auténtica heroicidad.











y entonces la angustia

sale del agua,
esconde la ropa
y se viene a mi casa,
y me encuentra esperándola
con la falsa mirada
más franca que tengo,
y le doy macarrones, para cenar,
y me confiesa que
come de prisa
porqué el fin del mundo
está en el fondo del plato,
y termino, admirado, porqué
después del último macarrón,
el mundo, traidor,
ni se termina ni nada,
porqué no recuerda el final, dice,
se le ha vuelto a olvidar,
y se queda tan ancha,
y sigue girando ignorando
que nosotros, aquí a dentro,
aguantamos porqué estamos
imantados en extremo,
pero nada más,
i entonces, la angustia,
sabiendo que miente,
la muy puta se viste,
guiña un ojo al espejo
y se va, río abajo.

















Siddhartha

estoy no diré donde, ni el año, ni el tiempo que hace
Joan Vinuesa


cuando no quede nada
de nada en la carbonera,
quemaré los libros,
venderé los muebles,
apagaré las velas,
abriré las jaulas,
esconderé los pinceles,
arrendaré la barca,
salvaré la camisa
y me iré a mi casa.












la tempestad

a la Pesta Poètica

“com les aguas negras del pantano,
emblanquecidas por la gracia del croar
de sus verdes ranas.”


suelta el timón,
arria la vela,
recoge los remos,
túmbate sobre la barca.

piensa si hay
luna llena,
si hay,
espera que salga,

si no, busca el nido
de un Martín pescador,
es un rato listo,
lo hace sobre el agua,

si le ves, imítalo,
fíjate bien,
si el pájaro vuela,
tu también.

pero si te clava
circunspecto la mirada
y te recita de memoria
la harmonía praestabilita

mal asunto, prueba el agua,
si es dulce, estás muerto,
si no, estás a punto,
salta, ¡inmediatamente!

es la última bala,
el último intento,
salta y nada,
deja que se pierda el buque

y encomiéndate a la Virgen
de los Dolores y a la Virgen
de los escollos, esos
que te van a destrozar
la carne en alta mar

después de muerto,
pero tú, no pases pena,
que te esperan,
haciendo ruido,

en un bar del otro barrio,
el rebaño de ocas borrachas
que acompaña a los grandes poetas
en las negras ocasiones.

escóndete en sus agujeros,
y ojalá te lleve el viento
antes que los barrenderos.










la garza y la perdiz

«Los mismos vientos que arrancan arboles,
no pueden partir un brote de hierba.»
Berzebuey
Calila i Dimna

La perdiz
alza la copa,
bebe, y dice:

—Así como la hiedra
no trepa por el árbol
más fuerte sino
por el que tiene más cercano,

así el vicio, mi señora,
puede brotar de la virtud
demasiado severa de quien no
conoce error o no tolera.

(pausa)

—Hay tres cosas
que hacen de un hombre
un loco y de un sabio
un aprendiz.
(Respondió la garza a la perdiz.)

—El oficio de poeta,
el amor de dama
y beber veneno...
para saber si lo es.









materia prima

la comprensión poética,
como los barcos,
si va,
va hacia delante,
si no,
simplemente deriva.
ir hacia atrás es,
náuticamente,
inconcebible.



http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/
Revista/ultimas_ediciones/88_89/arias.html


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