miércoles, 27 de abril de 2011

3753.- MANUEL SABORIDO PASTOR


MANUEL SABORIDO PASTOR (Jerez de La Fronbtera, Cádiz, 1.961)
Sus dos obras publicadas: Confesiones desde el laberinto y Voces de arena.


ENCUENTRO DUAL

Pasaba por mi puerta,
llevaba las manos ensangrentadas
y la cara como eclipse de luna.
De frente me miró
incrustando su mirada en la mía,
Todo dejó de ser rutina entonces.

Aquella noche clara,
cuando tu alma se posó en mis mejillas…
a mi puerta llamó
la poesía.










BEREBER ERRANTE

Hoy he visto un lunar
acariciando la suave meseta,
acrisolada y marrón, de tu piel.

Aquí, entre Medinas de cemento,
donde los alacranes tienen patas metálicas,
las tormentas viven otro color
y nuestra luz madre busca resquicios
para poder cantar las madrugadas;
aquí, me acojo al dorado recuerdo
que me sustenta ( como el maná
a nuestros antiguos profetas duales ).

Has apartado el velo,
muro que a veces no llego a entender,
y tus labios han regado mi raíz.
Mi sangre ha sido fuente
en este desierto de la distancia,
que en agónicos bardos
claman la sed que tengo de mi pueblo.

Soy, como siempre fuí,
nómada de mi tierra…,
sin ella..,
errante sin arena,
ansioso de mi Rif.

Hermanos Drawa, Dades,
Mesgita, Seddrat, Zeri,
Kabyle, Sousi y mi sangre…Ghomara,
hoy, ya, no tengo dunas, oasis, ni caballo.
Quiero alfombrar mi mente, rescatarme la historia,
creer que me rodea mi haima azul de seda
y así sentirme allí:
ulular de mi esencia,
materia que conforma mi razón.
Enviadme la luna, hoy,
aquí he de subir a la azotea
para alimentarme con su albo rostro.

Y tú, mujer mía, aparta el velo;
acercándote presta
derrama, sobre este Berber, aromas
de canela, dátiles y palmeras,
ven, acerca tu lunar a mi frente
y dame de beber
en esta mustia noche sin estrellas….








QUIERO

Quiero ser coleccionista,
acumular brisas y colores,
caracolas y sabores,
y adueñarme de tu risa.

Quiero llenar mi espacio,
mi tiempo y mis prisas,
de miradas, de caricias,
y de besos….., muy despacio.

Rellenar cada hueco de mi cuerpo,
cada suspiro de mi alma,
y poder oír esa voz que clama
los mas floridos y bellos sueños.

Cebar mis ansias,
de luz infinita.
Engordar la gracia,
de vida finita.

Recorrer los campos y las calles,
recogiendo las esencias puras.
Vagar loquito por tu talle,
tu pecho y tu cintura.

Quiero bailar riendo
con la alegría de la gente.
Quiero abrazarlos siendo
arte y parte de su fe efervescente.

Ser aceite que proclama
el brillo de tu piel.
Ser la mano que derrama
sobre tu cuerpo mi sed.

Abarrotar mis muebles y armarios
de pálpitos color esperanza.
Teñir mis paredes del gozo diario
que desequilibre la actual balanza.

Quiero ser la humedad
que a tu boca inunda.
Quiero ser la necesidad
que tu cuerpo anuda.

Quiero que cuelguen de mi techo,
brazos y manos llenas
del interior de los pechos.

Quiero amarte en la arena,
hacer del aire mi lecho
y mecerte en la mar serena.

Aspirar los alientos que rizan
el cabello encrespado de la Tierra.
Caminar tras los pasos que pisan
alfombras mullidas de hierba.

Ser luna y rayo que alumbra
las noches rosas de seda.
Ser esa carne profunda
que, tras la muerte, en ti..
se queda.









El mar te regaló la pandereta.

En memoria de Federico García Lorca,

en sus estancias en el Hotel Reina Cristina, de Algeciras.


Luz de palma palmera que te llora
y rasga mi camisa de poeta.
El mar te regaló la pandereta
y el cielo azul su esencia cantaora.

Sólo un silencio gris de bayoneta
pudo callar tu risa ruiseñora,
amputando tu mano verde y mora
para sembrarla sobre la cuneta.

Este hotel, que me funde en tu memoria,
me ha contado esta tarde una leyenda
guardada entre los muros de la alcoba.

Siguen girando versos en la noria
de asesinos absueltos en su ofrenda;
mas tu sangre ya nadie nos la roba.





Seguidillas del condenado

Caramelo me vendes
de miel y sedas.
Caramelo de noches
de rojas piernas
que atan mi boca
como el torrente al río
con lluvia sorda.

Silencios que me gritan.
Fosa y sendero.
El miedo, que se calla,
besa mi pelo;
tu negra mano
rodea mi cintura
de condenado.

Bajo la tibia luna
mi aliento verde.
Sobre tu engaño Fausto,
mi voz florece
ya sin escarcha
rompiendo tus cadenas
de fría plata.








Concierto de luna


Soy el náufrago del Sáhara
el celebrante que regresa,
soy tu ayer que ha vuelto
por donde se fue,
el que dijo que pondría
las lágrimas de Venus a tus pies…
Javier Ruibal


Los arpegios del humo
cautivaron el tiempo,
cada sorbo. La noche,
engendraba la vida:
la del gravoso olvido
de las tinieblas diarias
que despiertan dragones
y abrasan la razón.

De concierto de luna,
fuera de todo vértigo,
de pañuelo y de copla
y lágrimas de Venus
a los pies de los rostros
sin ojos de madero.

Sobre notas de piano
quejíos de guitarra
bordaban como besos
que llueven secarrales
de carne machacada.
Con la sangrienta voz
se pintaban las pátinas
que con pincel en mano
la música creaba.

La tinta de amapola
vertía por sus labios
lánguidas piedras grises …







Da igual

Da igual que no amanezca,
que se oxide la flor,
que se agrieten las llaves,
que enmudezca la carne,
que ruede el corazón..,
da igual.

Da igual el gris vacío,
y que la golondrina
de aquel balcón olvide,
que la cigüeña emigre
solo con papel de ida..,
da igual.

Da igual tanto aullido,
que ría solo el cuervo,
que huela el mar a azufre,
que griten muchedumbres
y que reinen los tuertos.,
da igual.

Da igual hasta mi casa,
sus ventanas y puertas,
mi apero deformado,
mi corcel descalzado
y el gusano en mi huerta..,
da igual,
da igual…,
sin ti, todo da igual.












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