viernes, 17 de diciembre de 2010

2478.- JAIME ALEJANDRE


Jaime Alejandre Martínez, nació en Burgos (España) en 1963
Cronológicamente hablando Jaime Alejandre sucedió en 1963 un día, dicen, que nevaba, lo que sería casi cursi si no fuera porque nació en Las Huelgas, en marzo... y nevaba.

Según otros nació en Ila Muftarak, excavación arqueológica donde su madre descubrió el famoso busto de Adriano Ciego, transcurriendo su juventud entre piedras y vestigios, memoria, asolación. Ello hirió su piel de otoños, su corazón de caducidad.
Quiso ser escribidor de tangos o astronauta y siempre otro, pero tuvo que ser él por haberse infectado de pessoaismo incurable a los catorce años. Ello le produjo un contagio masivo del corazón de insomnio, viajes, literatura y otras enfermedades etéreas y veniales. Y vice-versa también [por qué no reconocerlo], o sea, eternales y venéreas.

Años después de haber combatido como Capitán de Húsares al servicio de Katharina Stalowa en la acción de Balaklava, se exilió a la isla de Upolu donde, escribiendo versos, se recuperó de las heridas que habían dejado, el amor, en su piel y, en su corazón, la vil melancolía.

A los siete años Jaime pasó la varicela y a los veinte por el lago desértico de Chott El Jerid. Lo uno le dejó tres marcas en la piel; lo otro perplejo. La conjunción de estos dos sucesos le ha llevado a profesar paciente admiración por Pirrón de Elis y su doctrina.

Empecinado autodidacta luchador de empresas vanas ha trabajado en la defensa del medioambiente y de la paz y la prohibición de las minas antipersonal, las armas químicas y las biológicas en la ONU.

Para poder entregarse a su adicción como escritor se ha autoprovocado un insomnio consistente que le habilita las horas de la nocturnidad para escribir al margen de todas y cada una de las escuelas.

Mal-versador de la amistad y algún que otro poema, la diversidad fue su vocación y va a matarle, si no lo hace antes su pasión por el vacío, que hace que entre sus aficiones esté la de bajarse en marcha de las avionetas, pero siempre con intranquilidad y paracaídas. Por esa misma pasión ha cometido y publicado novelas, libros de relatos y poesía. También dado a la dramaturgia en cierta forma no gaseosa, escribe obras de teatro. Y ha sido lo mismo él que Jaime Azcona, Jaime Reis, Jiménez de Jamuz y otros tantos.

Ha viajado por un centenar de países como Angola, Namibia, Botswana, Zimbabwe, Senegal, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Malí, Kenia, Túnez, Marruecos, Sri Lanka, Islas Maldivas, India, Nepal, China, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba, Perú, República Dominicana, Chile, Brasil, Bolivia, Colombia, Argentina, Uruguay, Ecuador, Alaska, California y Costa Este de los EEUU de Norteamérica, Canadá, Rusia, Unión Europea, Andorra, Suiza, Europa Oriental y Escandinavia.

Meses antes de cumplir los 40 hizo lo mismo con una promesa privada, entrar a pie en Tombuctú después de haber recorrido en solitario la curva del Níger desde Bamako.

Vivió en 1992 en Ángola como observador de la ONU para devolver la paz a ésa que ya considera su patria. Esta cautivadora empresa le convenció de que lo único que podía proyectar para el porvenir era su misma sombra de siempre.

Pocos saben dónde vive -si es que vive- y si fue cierto su mítico abrazo a Corto Maltés allá en Lubango, o su eterno paseo por la ruina del Tiempo, ya sin piel. Ni corazón.


Novela
Fugu - Ediciones Libertarias, Madrid, 1994
Donde sea lejos - Ed. Huerga & Fierro, Madrid, mayo 2003
Hacia las sombras - Sial, 2009

Narrativa
Bulevares (narración) - Fundación el Monte, Sevilla, mayo 1997
Manual de Historia prescindible (cuentos) - Ed. Huerga & Fierro, Madrid, abril 1998
El alfabeto matemático (narraciones) - Sial 2000
De entre las ruinas (relato) - Ed Sial, 2007
Infantil y juvenil
Owane (la niña que cruzó el río) - Eugenio Cano Editor
En prensa, presentación en diciembre de 2010

Poesía
Espectador de mí - Obra cultural de la Caja de Ahorros de Palencia, 1987
Palabras en Desuso - Ed. Huerga & Fierro, abril 1998
Los héroes fatales - Libros de Letras, 1998
Autorretrato póstumo - (poesía), Sial 2001
Los guerreros de terracota - Ediciones Smara, 2004
Derrota de regreso - Ed. Huerga & Fierro, 2005

Teatro
Patera-Tierra - Ed DosSoles, 2007
Casa con jardín - Ed DosSoles, 2007

Traducciones
Ha sido traducido al árabe y al alemán:
Poesía española contemporánea (traducción al árabe) - edición bilingüe y conjunta de la Asociación Marroquí de escritores y el Instituto Cervantes de Rabat, 2002. ISBN: 9954-29-029-7
Cuando va a la ciudad, mi poesía (1980-2005) - Edición bilingüe, SIAL, 2005. ISBN 84-95498-93-6
Dieser klingende schatten, die musik - Ludwig, 2005. ISBN: 3-937719-17-2
En preparación se está traduciendo su obra al italiano e inglés.

WEB DEL AUTOR



Cinco menos diez

Jaime Alejandre

Cinco menos diez de la mañana: llueve
en el rincón más oculto
de mi alma madreselva
se desconcha a jirones
el recuerdo, hay demasiada
ausencia en éstos
mis más cotidianos actos.

Pocas cosas cambian
nada si no estás con tu
precisa presencia transformando
el sueño en realidades
muy poco innecesarias son
ya casi del amanecer
las seis y media: llueve.






Te llamo desde el mundo

Jaime Alejandre

Te llamo desde el mundo y tú me dices:
"Madrid, está lloviendo, los árboles
me acechan si no vienes. Hay
demasiadas
ventanas en mi cuerpo,
mucha luz, pocas razones
para así seguirte amando,
la gente
me dice que estoy loca
apenas porque escribo
tu nombre hasta en el vaho
o porque extiendo
las sábanas de versos
que Regoyos pintara en nuestras vidas,
los ojos me pesan como níquel,
no te pierdas y no dejes
de venir, el desaliento
envuelve por las alas
y ataca mis más débiles
costados, sobre todo
cuídate
y regresa".
Pero tú allí,
sentada al borde
de ti misma, siempre esperas.
Y yo aquí
vivo colgado aún del triste
y frágil
paracaídas de la desesperación.





"Los Héroes Fatales"

¿Frente a qué cuadro y qué
música de fondo, con qué
libro entreabierto
en la mesilla,
después de qué película,
bajo qué cenizas del amor?,
cuando vayas -como irás-
hacia la muerte. \

¿Qué última palabra, y qué recuerdo
abrasando tus pupilas,
doliéndote en la lengua qué
gesto, asombro o pena,
en qué estación, bajo qué luz?
cuando vayas -como irás-
hacia la muerte.
Qué ojos mirándote y qué manos
para darte un consuelo que no llega,
qué dureza de sábana lavada y qué
calor de cuerpo aún desnudo,
qué espejo para el postrer despido?,
cuando vayas -como irás-
hacia la muerte.
¿Qué lluvia, con qué beso y qué
remordimiento aún encendido,
qué soledad, qué compañía o verso,
al pie de qué animal, qué armas,
en mármol, bajo qué tierra sin nombre,
qué fecha podrá allí acompañarte
y qué importancia absurda?
cuando vayas -como irás-
y ya no vuelvas.

De repente, era otra la mañana.
Sábado como si lunes.
La luz no era la misma,
ni a sesenta minutos de existencia
podía llamar hora, sino prisa,
una prisa irrevocable, dura urgencia
por cobrar el cheque en blanco de la vida.
Tan sólo por hacer un gesto irónico
anécdota que fuera recordada,
miré la agenda y sonreí: proyectos.
Luego el listín de direcciones: cartas
ya no escritas, llamadas, sí, pendientes.
Decidí esperar y resignarme viendo,
países, nombres extraños sin quererlo,
hombres que nunca había amado.
Pensé ser feliz como si nada;
o hacerme el amargado;
o fingir, falsa, la entereza,
callar y contener; sí, escuchar
algún mensaje; o darme a las pasiones
bajas; hacerme un ermitaño...
Nada hice , sin embargo. A mí me dije:
"Pasearé mirando aquella verja
por vez última preguntándo
me sin ganas lo que ya nunca sabré:
si mañana será un día de lluvia.
Saludaré, sin que ellos lo adivinen,
por postrera vez a los que pasan.
-Al cabo, ¡a quién le importa!-.
Alcanzaré el espejo
cuando la hora haya llegado,
y aún seré el mismo a este lado,
ojeroso y despeinado
el anticipo de un cadáver.
Crispará el corte mi rostro,
agarraré mi pecho hiriéndolo con uñas,
la carne vuelta al cielo ya,
blanda como el caos.
Lentamente me escurriré
de mí mismo y del espejo,
y cuando al fin huya por su marco
nada habrá pasado
sino que no seré yo mismo,
muerto, seré ya otra persona.

"Los Héroes Fatales", Jaime Alejandre,
Ediciones Libros de Letras, Madrid, 1998.

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