miércoles, 25 de agosto de 2010

640.- CLAES ANDERSSON


Nacido en 1937 en Helsinki (Finlandia), es médico y psiquiatra y trabajó en los servicios públicos de salud de su país hasta 1990. Ha publicado 21 libros de poesía, cuatro novelas, libros acerca del arte de la escritura y una biografía política, además de una veintena de obras de teatro. Fue presidente de la Sociedad de Autores de Finlandia (de expresión sueca). De 1987 a 1999 fue miembro del Parlamento finés y llegón a ser ministro de Cultura entre 1995 y 1998.




El poema es siempre una evidencia

El poema es siempre una evidencia
como el calor que despierta a la semilla
como el aire que sostiene al pájaro
como el niño que susurra "mira"
durante el sueño
como la lucha que nace de la opresión
como la risa que calienta las solitarias
celdas de las casas
como el conocimiento que crea la intención
como la intención que obliga a la acción
como la gota de rocío que hace estallar
la montaña
como la verdad fabricada en el troquel
de la mentira
como la bala que es arrojada de nuevo
dentro del fusil
como las palabras que se llenan
de la fuerza del sentimiento
como la mano dirigida por la amistad
y la atención
Nuestra tarea es siempre una evidencia
como la lucha que eleva nuestra vida
a su dignidad humana

Traducción de Francisco J. Uriz




Cuando estés muerto...

Cuando estés muerto harás todo lo que
no tuviste tiempo de hacer mientras vivías.
Por fin tendrás tiempo para ti mismo,
tienes que prometer ser muy egoista.
Te veo delante de mí: ”No creas que pienso
quedarme aquí sentado pudriéndome”.
Por fin podrás decirle al presidente
y al ministro de Defesa lo que piensas de ellos.
Para no hablar de lo que le dirás a tu mujer,
que ”te robó la vida”.
Serás libre como la gaviota que te encantaba
contemplar a través de la ventana de la sauna.
Viajarás alrededor del mundo y a otros lugares
exóticos.
Cásate, por Dios, con la hija del molinero,
siempre fue tu deseo más secreto.
Has iniciado por correspondencia tus estudios
de oratoria, con la boca llena de piedras,
como los grandes maestros.
En otoño compondrás un cuarteto de cuerda
para incendio en la hierba, escarcha nocturna,
composta y puesta del sol.
Como Wittgenstein aprenderás a silbar todos
los lieder y sinfonías de Schubert, excepto
Alte kameraden.
Fortalecerás tus músculos abandonados
en los últimos años con el método Atlas:
¡levantando el globo terráqueo sobre tus hombros!
Cuando estés muerto nadie te impedirá recuperar
lo que se llevó la vida.




¿Quién era el que vivió mi vida y ahora es otro?

¿Quién era el que vivió mi vida y ahora
es otro? ¿Quién era el niño pequeño
que preguntaba? ¿Quién era el joven
que preguntaba quién era el niño pequeño?
La foto amarillenta sigue en su sitio, y la mano
que sostiene la foto. La foto,
la mano, la foto del niño, la imagen de la mano.





***


Estuvimos toda la noche hablando de la muerte,
de todo a los que no queríamos renunciar,
los paseos por el campo hacia la sauna,
el nocturno tamborileo de la lluvia
en el tejado de hojalata,
el deseo físico de escribir,
nuestros electrizantes encuentros amorosos,
las noches de cine con regaliz y manos
sudorosas, los libros como cuchillos de miel.
Pero también la angustia, la ocasionalmente
soportable, y las mañanas cuando traías el café
a la cama y leías en voz alta los titulares del periódico,
nuestros hijos que crecieron rápidamente
y desaparecieron de nuestras vidas,
la humeante taza de té y el susurro
de los álamos temblones que entraba
por la ventana abierta de la terraza.
El serbal hace señas con sus luces rojas
de semáforo,
el corazón bombea infatigable,
el gato bebe agua del plato azul
y mis pensamientos se extienden
como círculos en el agua del plato azul.



***





Conversación nocturna en la terraza,
las luciérnagas de los cigarrillos, el vino negro
en las copas. Ahora no decimos nada,
encerrados en ese silencio que surge de los muchos
años de amistad y soledad.
Unos murciélagos pasan atolondrados
tras los cristales como si fueran las almas huidas
de nuestros amigos muertos
que quisiesen quedarse aquí donde la vida
está entera.





***







Cuando nací Helsinki era una ciudad
de tamaño medio con calles de cantos rodados
Unos años después estalló la guerra
Acababa de aprender a callar
Tras los bombardeos había señoras ancianas
esparcidas por las calles Trataban de matarnos
a todos
No había orden alguno
Una de aquellas noches rabiosas en las que todo
se hacía tiniebla me bajó mi madre al refugio
Después desapareció, ella no tenía ojos
Hacía frío y humedad y oscuridad
Se sentía en los pulmones
Allí había una puerta de hierro que estaba
prohibido abrir
Cuando cerré los ojos la casa se transformó
en un columpio de tela de araña donde colgaron
a todos los muertos en largas cuerdas
en el pasillo del sótano
Justo cuando cayó una bomba cerca
se estaban abrazando mamá y papá por última vez
como en una película no toleraba para menores
Las sirenas de alarma se habían vuelto locas,
se me metían en los oídos a través de las orejeras
Papá estaba siempre lejos aunque yo
no pensaba en ello
Bajaba mi gato blanco al refugio Estuvimos allí
tanto tiempo que se quedó ciego y se escapó
Alguien lo encontró con la cabeza destrozada
en un cajón donde ponía ”Papel de periódico”
Lo reconcí, claro, comprendí que
no se podía confiar en nadie
No lloré, estaba completamente seco
Me pareció despegar de mí mismo y me vi
a mí mismo tumbado sin cabeza
Mantuve la respiración para que se recompusiese
el gato
Nunca se conseguía
Mis pulmones eran inservibles, pronto iba yo a morir
Vivíamos en el agua bajo una capa de hielo
Yo era un niño tranquilo, con mi fusil
de aire comprimido les destrozaba la cabeza
a las ratas
Era demasiado molesto respirar
Algo se movía como un péndulo de un lado al otro
en el fondo del agua
Parecían los restos de un niño pequeño
con pantalón bombacho congelado bajo el hielo





***







Andersson hace un ruido espantoso
Andersson no puede siquiera estar
con la espalda recta
Andersson apenas llegará a nada de nada
Andersson es cobarde
Andersson debería empezar a reflexionar
antes de que sea demasiado tarde coño
Andersson tiembla como un flan
Andersson bebe demasiado
Andersson no debería fumer en sueños
Andersson en realidad está fuera
una buena parte del año
Andersson debería irse a Mallorca
ahora que su anciana madre
está en las últimas joder
Andersson come como un cerdo
o como un tocino
Andersson está gordo
Andersson debería en cambio practicar
el clarinete
Andersson no debe imaginarse que tiene unos derechos
que no tiene
Andersson debería quitar el dedo
Andersson debería ingresar en el sindicato
en lugar de estar ahí
lloriqueando hostias
Andersson no debería soñar tanto
Andersson debería saber que la higiene íntima
debe mantenerse por el propio bien de Andersson
Andersson no vale un carajo
Andersson debería saber que Andersson
no es sólo asunto de Andersson
Andersson debería reflexionar que lo hecho
hecho está y que o se puede deshacer joder joder
Andersson debería darse cuenta de que no puede
estar ahí como un cadáver cualquiera disfrutando
Andersson en los últimos tiempos se ha hecho
un descarado hablando en plata
Andersson debería dejar de estar torcido
Andersson no debe venir luego quejándose
de que a Andersson no le informaron a tiempo
de la situación de Andersson
Andersson tiene que dejar de silbar si no hostias
Andersson no debe olvidarse de tomar sus medicinas
si no Andersson morirá eso es obvio
Andersson dónde cojones se habrá metido Andersson
Andersson no habrá…
Andersson no debería haber saltado lo digo
claramente
Andersson podría al menos haber cerrado
la ventana tras de sí





La nueva teología

La enfermedad es la conciencia del cuerpo
Qué seríamos sin nuestras enfermedades
Muchos se casan con ellas para no correr
riesgos
Algunos anuncian: se desea entablar
relación con diabetes discreta, equilibrada
o:
forúnculo ansioso de vida, bien situad
o
busca suave regazo
Contestaciones a: Tuyo para siempre
Paul Tillich trató de romper la simbiosis
con sexo en grupo
Luego llegó la muerte y se lo llevó, pero fueron
tiempos interesantes, escribe su viuda
de 83 años
Medir la presión sanguínea
es también una especie de caricia
A algunos les ancanta que alguien escuche
su corazón
(el estetoscopio deja un anillo de boda en el pecho)
Los señores mayores prefieren un masaje de próstata
Algunos jóvenes se cortan la piel con una navaja
de afeitar,
la herida grita buscando amor
Nuestras enfermedades hacen que no nos
sintamos solos
Podemos confiar en ellas como amigos
para toda la vida
Uno puede hablar con su enfermedad
Se puede ir con ella de vacaciones, a balnearios,
sanatorios
Es como si uno la tuviese siempre con él
Los vecinos tampoco empiezan a cotillear
Se la puede amar de, al menos, medio corazón





***



Murmura para sus adentros como hacen los solitarios
Aún conserva sus ansias. De ¿quién? ¿Qué?
Se ríe espásticamente cuando las ganas
de morder se hacen demasiado fuertes
Ama con los ojos cosidos
Cree tener cuerpo de pez, branquias, escamas
Hace todo lo que puede con poco entusiasmo
Fracasa en lo esencial
No puede vivir con aquellos a quienes ama ni sin ellos
Se arrastra con su cuerpo hacia lugares
que no vienen al caso
Sueña con locomotoras que están inmóviles,
humeantes en la noche invernal. Nieve
Habla rara vez escucha rara vez, aparenta
escuchar hablar
Tiene miedo a los perros grandes,
los ataca en sueños
Molesto por su privilegios, dominado por escrúpulos
de consciencia
Todopoderoso se imagina que sólo el sufrimiento
da derecho a vivir
Compulsivamente conscienzudo, en el fondo asocial
Hombre de asociaciones semiautista,
soñador en reuniones
Cree que todos los que creen tener razón
están por ello equivocados
Modesto de una manera agobiante
Intuye que la mayoría es como él,
por eso es desconfiado
Pasa las noches despierto con el pene
en la mano
Se indigna por cosas equivocadas
en momentos inoportunos de manera errónea





Compañeros de habitatión

El primero se había transformado
en una máquina de limpiar.
El segundo se había transformado
en un niño pequeño.
El tercero se había cortado el pene
en su solidad.

El llanto del cuarto mantenía a los otros tres
despiertos.

El quinto estaba afectado de radiactividad.
El sexto tenía el estómago lleno de ratas.
El séptimo estaba perseguido por comunista.
El llanto del octavo mantenía a los otros siete
despiertos.

El noveno sostenía que se mataba a personas
inocentes.
El décimo profetizaba el fin de mundo.
El undécimo había estrangulado a su hijo
por caridad.
El llanto del duodécimo mantenía a los otros once
despiertos.

El cosificado. El transformado en niño.
El afectado de radiactividad. El clarividente.
El que veía aproximarse la catástrofe.
El previsor que estranguló a su hijo.
Los plañideros que mantenían a sus compañeros
despiertos.




***


Cuando se rompe una persona
los pensamientos la abandonan como gorriones
helados
Las semillas se le escurren y ella se ahueca
Ocurre tan despacio que ni siquiera su madre
tiene tiempo de notar nada
Ya no se oye su llanto, las lágrimas
se han helado y se han pegado a su pasado
y ella no es nadie
No lo notamos hasta que no desaparecen
sus ojos, la mirada se coagula
Todavía sigue andando un poco de tiempo
como impulsada por su propia inercia
Cuando se detiene
se hace el silencio a su alrededor
Era ella, era ella la que una vez
escondío todas las posibilidades
de alegría de amor de pertenencia





Estatuología para la escuela primaria

Las estatuas de viejos estadistas
pueden propiamente dividirse según
el siguiente esquema:

1) Estadistas sentados, en:

a) silla sin brazos d) caballo
b) silla con brazos e) burro*
c) túmulo f) otro animal*


2) Estadistas de pie, en:

a) el suelo d) silla con/sin brazos*
b) podio e) pedestal
c) “mesa” f) caballo u otro animal*


2 a-f) con ambos brazos colgando
2 a-f) con el brazo izquierdo/derecho en el pecho
2 a-f) con ambos brazos sobre el pecho*
2 a-f) con la mano izquierda/derecha
en el bolsillo del pantalón/abrigo
2 a-f) con ambas manos en el bolsillo
del pantalón/abrigo*

3) Estadistas yacentes**


* poco frecuente
** en caso de revueltas, revolutiones, etc.


Como si no hubiera pasado nada

En el parque del hospital recojo lo amarillo iluminado
y lo rojo.

Lo llevo a casa en mi pupila y veo las paredes,
veo cómo se colorean con lo iluminado.

Justo al lado hay un departamento incomunicado
donde alguien se sigue tirando contra la pared.

También en mi sueño el portero, un intelectual,
se ha encerrado bajo llave.

Muchos de los que están aquí creen que no
sobreviviremos al invierno.

Yo les enseño mi herbario donde he prensado
algunas personas muy pequeñas.

Son para futuras necesidades, cree alguien. Vuelven
a sus asuntos, como si no hubiera pasado nada.





POEMA DE CLAES ANDERSSON INÉDITO EN ESPAÑA


Cortesía y traducción de Francisco J. Uriz.

Apareció en la revista Löntagaren
(26.4.2007 nr. 4/07) y pertenece al libro inédito
Svart Bok (Libro negro)



Entre lo que se experimenta difícil está tratar
de vivir sin anteojeras y aún así mantener una cierta
dosis de optimismo y fe en el futuro

Mucho de lo que oyes son cosas que son casi
imposibles de imaginar como secuestros o ejecuciones
de niños con el fin de vender sus órganos
para trasplantes, como el ataque a un país extranjero
y la matanza de medio millón de personas
para asegurar el abastecimiento energético
de la propia nación
y su hegemonía militar en el mundo,
como la horrorosa desesperación
y desprecio por su vida y la de otros del terrorista
suicida. como la carrera
armamentista contra un enemigo que no existiría sin
esa carrera, como la obesidad que se cobra
tantas vidas o más que
el hambre, que es un problema logístico,
no cuantitativo, como el exceso de fe
en la violencia física para la solución de prácticamente
todos los problemas

La lista de cosas que uno no puede ni quiere
imaginarse
puede hacerse interminable como una Via Dolorosa.
Justo ahora estamos en Semana Santa y la tele
convierte a Jesús en sanguinolento picadillo
bajo la dirección sadomasoquista de Mel Gibson,
quizá no haya que describir
todo el mal como dice Coetze en la novela
Elisabeth Costello

y ¿por qué describir tanta tortura, sufrimiento,
dolor si no podemos hacer nada para impedirlo?
Hoy es segundo día de Pascua

Cristo ha resucitado y el júbilo fluye de la maravillosa
música de Pascua de Bach y Pergolesi. Los hijos
han venido a la cena de Pascua, hemos comido
un guiso de cordero y bebido vino tinto, en la tele dicen
que han descubierto
la tumba de Cristo. Hay demasiadas preguntas
y demasiadas respuestas que
raras veces corresponden a nuestras preguntas,
no parecen tener contacto unas con otras.
Aquí los burgueses han barrido en las elecciones
al Parlamento

así es que podemos esperar mayores diferencias
sociales, más pobres, también
más ricos, y más policía, más vigilantes, perros,
controles, violencia e indolencia.

Todavía no hemos asimilado la sabiduría
de Bismarck: la paz social sólo se puede garantizar
con una política social justa y solidaria.
Ahora no se dan cuenta los que se han hecho ricos
que todos nos hemos vuelto más pobres
porque ya no tenemos confianza en la sociedad
ni pertenencia. John Kenneth

Galbraith habla de “cultura de los satisfechos”,
sí de la dictadura de la mayoría
satisfecha que se opone a todas las medidas
que ayudarían a los pobres.

¿Lograremos solucionar los problemas fundamentales
del mundo, el cambio climático, hambrunas genocidios
carrera armamentista y guerras antes
de que nos hayamos anestesiado de manera
que no tengamos fuerzas para vivir la vida
de los otros de forma que ya no vemos ni oímos
cómo viven los otros hombres?

No soy una persona religiosa pero encuentro
nuestro destino bien representado en el drama
de la Semana Santa sobre el dolor sustitutivo,
el altruismo que podría liberarnos de las ávidas
fauces del capitalismo brutal y del mercado,
sí la libertad del zorro en el gallinero que es nuestra
propia libertad de no ver, ni oír ni sentir




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