jueves, 19 de agosto de 2010

544.- JOHN BERRYMAN


John Berryman (EEUU, 1914-1972)Poeta norteamericano. Consiguió el reconocimiento de la crítica con Homenaje a la señora Bradstreet (1956), una novela cuya estructura estaba basada en una serie de conversaciones con el fantasma de Anne Bradstreet, la primera poeta de los Estados Unidos, cuando todavía eran una colonia británica. Escribió relatos cortos, en los que ponía en práctica su concepción de la literatura como un medio capaz de transformar las experiencias o sentimientos del lector en " ... algo coherente, viable, inteligible". Centrada en una angustiosa percepción de la alienación del hombre y escrita en una poderosa mezcla de formas cultas y dialectales, su poesía posee gran originalidad y fuerza.Su último libro de poemas, Engaños (1972), y su novela Recuperación (1973), se publicaron inmediatamente después de su suicidio. Las "Dreams songs", que son originariamente 385 canciones fueron apareciendo en series y obtuvieron el mayor reconocimiento del público y la crítica. Con el primero de los tres volúmenes que constituyen la obra, Berryman obtuvo el premio Pulitzer. El personaje que protagoniza los poemas es Henry, una máscara creada por el autor.
Las traducciones fueron extraídas de una selección de 16 poemas seleccionados por los traductores y publicados bajo el título de "Cáncer joven con un plan" (Ediciones Chapita, Traducción Ultra chapita, 2008).
. Sus obras más conocidas son Homenaje a Mrs. Bradstreet (1956), Sonetos (1967) y la biografía de Stephen Crane (1950).




HENRY, EL SUCIO

13

Dios bendiga a Henry. Vivió como una rata,
con un techo de pelo pajoso en su cabeza
a la mañana.
Henry no fue un cobarde. Demasiado.
Nunca abandonó nada, en vez de eso
se la aguantó, cuando cosas como la lástima fueron disminuyendo.

Entonces puede que Henry fuera un humano.
Investiguemos eso.
...lo hicimos, ok.
Es un humano americano.
Eso es cierto. Mi chica me está frenando.
Me duele el brazo. Vení y disminuime, que yo mapeo mi camino.

Dios es el enemigo de Henry. Estamos negociando...Por qué,
hay tranzas que deben ser claras?
Una esquina.
No me puedo sentir así. -Sr. Bones,
mientras miro el cielo azafranado,
vos me pegás como a una mula indomable.


4

Llenando su cuerpo compacto y delicioso
con páprika de pollo, ella me miró
dos veces.
Me desmayé con intereses, me calentaba
y sólo porque estaba su marido y otras cuatro personas
me contuve de voltearla

o caerme sobre su piecito y llorarle
"Sos la mina más hot que en años de noche
los ojos aturdidos de Henry
disfrutaron, Brilliance." Seguí entonces
(desesperado) mi spumoni -Señor Bones: the mundo
está relleno de minas comestibles.

-Pelo negro, complexión Latina, ojos rubí
hacia abajo...El vago al lado de su fiesta...Lo que se pregunta es
ella sentada arriba?

El zumbido del restaurante. Quizá ella está en Marte.
Cuándo empezó a salir todo mal? Debería haber una ley contra Henry.
-Señor Bones: hay una.


14

La vida, amigos, es aburrida. Pero no debemos decirlo.
Después de todo, el cielo flashea, el gran mar anhela,
nosotros también flasheamos y anhelamos,
y además mi vieja siempre me decía de chico
"Si confesás que estás aburrido
significa que no tenés

recursos internos". Resuelvo entonces que no tengo
recursos internos, porque estoy super embolado.
Las personas me aburren,
la literatura me aburre, especialmente la gran literatura,
Henry me aburre, con sus momentos de mierda y su dolor de panza
tan malos como aquiles.

Quien ama a la gente y al arte valiente es quien me aburre.
Y las montañas tranquilas y el gin son una lata
y de alguna forma un perro
se ha llevado a sí mismo y a su cola bien lejos
entre montañas o mares o cielo, olvidándo-
me: moviendo la cola.


224

de ochenta

Sólo en sus años más lúcidos, el viejo amigo de Henry
se inclinó en su bastón mientras que su viejo amigo
era glorificado más allá de su vida.
La abadía sonó con el timbre. Pound blanco como la nieve
los reverenció con sus pensamientos- es difícil saber qué dicen
si el viejo no se canta ninguno.

Seco, maduro y cagado, pensando en lo que se pierde, a que no saben.
Ya fueron. Ya fueron los días de escabio, ya fue el pasto verde
de los picnics juveniles.
De a poco todo terminó. Majestuoso, no como la lengua
que remueve el diente flojo, el ingenio tan fuerte como joven,
sólo fracasa el cuerpo albino.

Donde las constelaciones sofocadas señalan ideas claras.
El tenis terminó. Las últimas palabras están acá?
Qué van a ser en el mundo?
El blanco es el color de la muerte y la victoria,
toda la buena onda de antes descartada
mientras los años blancos insisten.

(Versiones de Daniel Durand
y Matías Heer)




EL POEMA DE LA PELOTA

¿Qué será ahora del chico que perdió su pelota?
¿Qué, qué puede hacer? Yo la vi
Rebotando alegremente por la calle, y después
Alegremente... ¡Allí está, en el agua!
De nada vale decir: "Oh, hay otras pelotas":
Una aflicción esencial sacude, aprieta al chico
Cuando se para rígido, tembloroso, mirando a lo largo
De todos sus jóvenes días en el puerto donde
Desapareció su pelota. No me metería con él,
Ni diez centavos ni otra pelota tienen valor. Ahora
Él siente la primera responsabilidad
En un mundo de posesiones. La gente se adueñará de pelotas,
Las pelotas siempre se perderán, muchachito,
Y nadie vuelve a comprar una pelota. El dinero es exterior.
Él está aprendiendo, muy atrás de sus desesperados ojos,
La epistemología de la pérdida, cómo ponerse de pie
Sabiendo lo que cada hombre debe saber algún día,
Y lo que la mayoría sabe desde hace tiempo, cómo ponerse de pie.

Y gradualmente la luz vuelve a la calle,
Se oye un silbato, la pelota se pierde de vista,
Pronto una parte de mí mismo explorará el profundo y oscuro
Piso del puerto... Estoy en todas partes.
Sufro y me muevo, mi mente y mi corazón se mueven
Con todo lo que me mueve, debajo del agua
O silbando, no soy un muchachito.

(Traducción de William Shand y
Alberto Girri)



NOTA A WANG WEI

¿Cómo puedes ser tan feliz, ahora, después de miles
de años desgreñados, hinchados de polvo?
Me deja, al fin, un malestar, tus poemas
me provocan hasta las lágrimas,
y también tu destino. Eso me hace pensar.
Me hace desear montañas y aguas azules.
Hace que me pregunte cuánto debo permitirme.
(Y me aseguro, Dios de truenos y centellas,
de fugas y ciervos, cuyos cohetes queman y cantan.)
Hubiera deseado encontrarme contigo para un trago,
en una "libertad de diez mil materias".
Muy pronto yo mismo seré polvo; no ahora.

(Traducción de Alberto Girri)




dream song 310

Su talento se ha malogrado. Ya no puede escribir.
Que guarde silencio entonces, hasta que las cosas cambien.
Tenemos la garantía de Goethe
para estar ociosos cuando ningún argumento se presenta por sí mismo,
o ninguno que pueda ser manejado adecuadamente.
Por eso recurro a su altísima palabra.
Aunque odie su raza, salvo a Hölderlin
& Kleist, a quienes él estrechó en el corazón de Henry:
un suicida & un loco,
enseñándoles a ellos lecciones que hasta ahora no era para nadie.
El lenguaje mejor trabajado por un extranjero,
Kafka, viejo camarada.
Henry, monstruosa alimaña, deponiéndose a sí mismo
ante la maquinaria de la colonia penal
sin lamentarlo en absoluto.
Y es que él fue la suma del dolor, tragándose su propio vómito,
decepcionando a la gente, defraudándolos a todos
en los bosques del alma.



llegamos a waterloo con tiempo de sobra

El sol corría en el cielo, el taxi voló;
había una especie de fiebre en el reloj
esa mañana. Llegamos a Waterloo
con tiempo de sobra y supe encontrar mi rumbo.
El café amargo en un pequeño restaurante
nos dio para conversar. Cuando el tren
comenzó a andar te vi volverte
y desaparecer, y las venas de mi cerebro
estallaron, el tren rugió, los demás pasajeros
saltaron presurosos, ardiendo el mudable aire
che si cruccia, oí los demonios maldecir
y chillar de alegría en ese lugar lejano a la súplica.





DESPEDIDA COMO DESCENSO

El sol alcanzó lo alto; el taxi corrió.
Había una especie de fiebre en el reloj
Aquella mañana. Llegamos a la estación de Waterloo
Con tiempo de sobra y sin poder encontrar mi vía.

El café amargo en un pequeño bar
Nos dio pie a conversar. Cuando el tren
Comenzó a moverse vi que te alejabas
Y desaparecías, y los vasos sanguíneos en mi cerebro

Estallaron, el tren rugió, los otros viajeros
Brincaron entre las llamas, ardiendo en el aire revuelto
Che si cruccia, oí a los demonios maldecir
Y chillar de alegría en ese lugar más allá de toda plegaria.

(Traducción: J.O.)



LAS CANCIONES DEL SUEÑO


26

Las glorias del mundo me alcanzaron, me hicieron
aria de ópera, una vez.
–¿Y qué pasar entonces, Sr Bones?
si tú contármelo quisieras es que.
–Henry. Henry se interesó en cuerpos de mujeres,
las entrañas de él eran & eran el lugar de un estupendo éxito.
Estupor. De rodillas, querida. Ponte a rezar.

Todas las prominencias & las suavidades de, Dios mío,
el hundimiento & problema que está metido en Henry,
al mismo tiempo.
–¿Y qué pasar entonces, Sr Bones?
tú te pareces como si excitado.
–Se Henry para atrás echó al delito de origen: arte, rima

además de conciencia de los otros, Dios mío, Dios mío,
y celos ante el (vivo) honor de su país,
¿qué otra cosa podía ser más rara?
y descontento con las pandillas prósperas & orgullo.
–¿Y qué pasar entonces, Sr Bones?
–Tuve la parte más maravillosa de la suerte. Me morí.


28

Límite de las nieves perpetuas

Era húmedo & blanco & presuroso y en dónde estoy
no sabemos. Estaba oscuro y luego
ya no está.
Quisiera que viniese el pregonero. Parece tal que de comer
no hay nada. Estoy excepcionalmente cansado.
Estoy solo también.

Si tan solo llegara aquel extraño con tan poquitas piernas,
diría mis oraciones fuera de mi boca, como siempre.
¿En dónde están sus notas que yo amo?
Las puede haber horrendas; es difícil decirlo.
El pregonero me pellizca pero de alguna forma siento
que él también está de parte mía.

Solo también estoy. No veo el fin. Si pudiéramos todos
correr, eso sería mejor incluso. Tengo hambre.
El sol no está caliente.
No es buena posición en la que estoy.
Si tuviera que hacer todo de nuevo
no lo haría.

– Versiones de Hernán Bravo Varela





Dream song 14

La vida, amigos, es aburrida. No deberíamos decirlo.
Después de todo, el cielo lanza destellos, el inmenso mar suspira,
Nosotros mismos emitimos luz y suspiramos,
Y como me decía mi madre de pequeño
(repetidamente) “Confesar que estás aburrido
significa carecer de
Recursos Internos”. Ahora ya sé que no tengo
Esos recursos, porque estoy tremendamente aburrido.
La gente me aburre,
La literatura me aburre, en especial la gran literatura,
Henry me aburre, con sus quejas & sus dolores
tan malos como uno de Aquiles
que ama a la gente y el arte poderoso, lo que me aburre.
Y las colinas apacibles, & la ginebra parece una colilla
Y de algún modo un perro
Que ha se ha tomado a sí mismo & a su cola muy en serio
A las montañas o el mar o el cielo, dejando
Atrás: a mi yo, moviendo la cola.

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