sábado, 12 de marzo de 2011

3356.- DOLORES LABARCENA



Dolores Labarcena Castillo
(Santiago de Cuba, 22.07.1972)

Poeta.
Técnico medio en Construcción Civil.

Ha publicado el poemario Las puertas Dialogadas (Editora Abril, 2004), con el cual obtuvo el Premio Calendario, 2002, convocado anualmente por la Asociación Hermanos Saíz.

Actualmente reside en Barcelona.

( Dirección de correo electrónico: doloreslabarcena@hotmail.it ).







del libro LAS PUERTAS DIALOGADAS, 2004

Hay una ventana que se anuncia, un ruido / la oscuridad como centro /. Basta sangrarse en el deseo, ¿prolongarnos? Y no es más que acomodar el golpe, su goce en la postura, o negarse simplemente a los espacios. Y asumo del texto las derivaciones, el ojo de aprendiz. Hay una ventana, un ruido, digamos que la sed. Puede su mano un gesto remanente, demasiado ajeno, ¿un gesto? Y dejaron la voz sobre los vértices, el cuerpo a la deriva. Profanar la recaída de los cúmulos.







del libro inédito PATAS DE BÚHO, serie NUNKENTACHJ

Random: nombre inglés, poco común entre los naturales de Nintx, tuvo un caballo al que llamó Peter. ¡OH, Peter! Con él cabalgó hasta las montañas de Pal. Allí estudió a los clásicos y escribió algún que otro haiku. Cruzando el charco "se congregan las nubes, huelen las axilas sudorosas y tocan guitarras distraídamente". Random: nombre inglés, poco común entre los naturales de Nintx, había leído demasiada prosa para dejar su novela a medias. No pregunten por el caballo. Tampoco en su terruño hay heno, aunque se ven las reses que pastan sobre un no sé qué.

ooOoo

Debió ser, por lo que cuentan, con esos vapores que salían de la guantera y otros orificios a mano. De hecho, en una carretera sin asfaltar. ¿Acaso la bufanda (clamorosamente) entizada sobre el escote, o el hueso atorado en la garganta, son menos creíbles que la cabeza en el horno? Se sabe incluso que hasta las anémonas tienen su pasado y algunos libros (como los de H.) origen dudoso. A causa de los vapores bebió ser, por lo que cuentan. Ciertas historias terminan así: con la avidez de una cerilla.

ooOoo

Fuera de la balística, y del tiempo que media entre el gatillo y un blanco real, “toda acción requiere de un esfuerzo lento y dedicado”. Los tártaros (como esos pueblos de una soñolencia perentoria, carne de cañón) cavaron en cualquier parte sus tumbas. No esas cámaras rituales donde reposa al fin la osamenta, sino cuencos para acarrear el derrumbe, elástico, mucho más remoto.

ooOoo

Luego de largas caminatas, quizás por el Bronx, y antes de tumbarse en su cuarto de estudio, entre lomas y lomas de trastos dispuestos al azar, y periódicos de la época — dijo al hablar de sus cajas: "Esto es el mundo". ¿Y quien lo duda? El hábito no hace al monje... ¿Recuerdas al hombre que se colgaba, hasta que lo hizo imaginariamente de un poste, y el hecho de contarlo le daba cierta placidez en mantenerse vivo? Tal es el sentido de las cajas. Es cuestión de tiempo conservarlas en pie.

ooOoo

¿Has leído a Hobbes? Lo más importante es la imaginación. De eso se trata. Había cruzado el charco de Nunkentachj. Casas cuadradas. Ventas de lencerías y cosas varias. Farolas para llevar la blancura a su punto más alto. Así la ciudad. Nada habló de sus habitantes ni de sus aledaños. Sin embargo apuntó (a la manera de un occidental) en su cuaderno: "Tren de lavado. Música para el oído de afuera".
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ooOoo

Entre los setos, perchas de bambú, lo mismo hombres. Tierra —apúntalo— desde cualquier ángulo. Escasos conductos de agua imitando el océano, según la percepción de alivio. El basamento del lugar.






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