martes, 30 de noviembre de 2010

SHEREZADA -CHIQUI- VICIOSO [2.190]


SHEREZADA -CHIQUI- VICIOSO 

Sherezada (Chiqui) Vicioso nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 21 de junio de 1948. 



Poeta, dramaturga, ensayista, pedagoga. Su vida ha sido un constante movimiento: Desde mediados de los 60 en Nueva York, donde estudia sociología y pedagogía, estaciones en Guinea Bissau, Brasil, donde estudia y trabaja. De vuelta a Santo Domingo, a finales de los 70, comienza una labor simultánea de poeta, ensayista y traductora. Se interesa especialmente por dos temas: la mujer y el mito. Comienza una serie de estudios sobre importantes mujeres -como la puertorriqueña Julia de Burgos, la norteamericana Emily Dickinson y la dominicana Salomé Ureña, así como sobre la participación de ésta en la sociedad. La publicación de "Un extraño ulular traía el viento" (1985) concita la atención de la crítica, al considerarse el primer gran poema que, luego de "Yelida", de Tomás Hernández Franco, se plantea lo mítico dominicano en el contexto caribeño. En los años 90 se ha dedicado al teatro, con dos importantes obras: "Wish-ky Sour" (Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena 1997) y "Salomé U.: cartas a una ausencia". En la primera se plantea los cambios existenciales de la mujer en sus accesos a nuevas edades, mientras que en la segunda, es una consideración crítica sobre las condiciones de vida y de creación de la mujer en una sociedad post-colonial.

BIBLIOGRAFÍA

POESÍA:



Viaje desde el agua. Ediciones Visuarte, Santo Domingo, 1981. Un extraño ulular traía el viento. (con la colaboración artística de Tony Capellán). Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 1985.

Internamiento. Editora Búho, Santo Domingo, 1992.

ENSAYO:



Volver a vivir: ensayos sobre Nicaragua. Santo Domingo: Editora Búho, 1985

Julia de Burgos la nuestra (biografía poética en colaboración con la grabadista Belkys Ramírez). Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 1990. 
Algo que decir (ensayos críticos sobre literatura escrita por mujeres). Editora Búho, Santo Domingo, 1991. 
Salomé Ureña de Henríquez (1859-1897): a cien años de su magisterio. Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro, Santo Domingo, 1997.
Le decían Lolo (Presencia del Che en las mujeres guerrilleras) (Testimonio de Myrna Murillo Gamarra). Editora de Colores, Santo Domingo, 1999.


TEATRO:


Trago amargo (Wish-ky Sour). Secretaría de Estado de Educación, Santo Domingo, 1998.


Trago amargo (Wish-ky Sour). Salomé U: Cartas a una ausencia, basada en la obra: Y no todo era amor. Ediciones Librería La Trinitaria, Santo Domingo, 2001.



LA HORA DE LOS PÁJAROS



Nadaban los peces
fuera del agua
y era común
coincidir con los pájaros
en las raíces de los árboles.
Libre
el mar ascendía por llanuras violeta
no había sol
pero la luz imperaba
en aquel Paraíso
bajo el verde absolutismo
de un manzano.

*

Relámpago dentado
olas
tempestad
marea
furia del rocío

Damballah Weddó, piedra de rayo

serpiente de colores que se alimenta de los mares.

*

Desplazada de mi tribu
encadenada bestia
al violento temor
de los vencedores
decidí desatar mis velas
y construirme un mar
a la medida.



Desvelo


I. Rojo mar, oleaje de sedas

...en redor de tu retrato
con la mirada impenetrable
y esa distancia del gesto
que intuyo era propia de las Doñas
de tu época.




II. Negra solicitud de la «impureza»

...me interesaste tú, más que tu poesía
porque concebida sin pecado original
me resultabas tan remota de mi
y de todas las mujeres
como jesucristo la primera vez
que se me atragantó la hostia
al darme cuenta de que cargaba en mi boca
su cuerpo y su sangre.




III. Rosa desatada la brisa que envuelva

...a ti no podía ni puedo cargarte
más que en la conciencia
y para eso tenía y ahora tengo
que volver a tus afanes como hija
"ejemplar" de Nicolás Ureña de Mendoza
Poeta, Abogado de buena reputación
Senador, Magistrado. Maestro y Periodista
y de Gregoria Díaz de León
...simplemente tu madre.




IV. Naranja ondulando en la blanca doblez

...de ser "nieta y sobrina ejemplar de una tía nana
que ejerció el magisterio
durante sesenta años y no se casó nunca"
y que se aseguró de que aprendieras a sufrir
o si no a sufrir a sobrellevar
tus sentimientos y a controlar
tu emotividad
esa que desde tu infancia
"te hacía llorar sin motivo aparente"
consumiéndote con mi misma enfermedad
aunque Santo Domingo no fuera Amherst
pueblecito cárcel de Massachussetts
para tu menos afortunada colega
la tímida Emily Dickinson.



V. Cimbreante arcoiris decapitando la palabra...


...los siete poemas que publicó los dió a la luz
como las Bronte, anónimadamente,
porque era impropio para una mujer
preguntar, responderse y volver a preguntar...
"¿Cuántas veces estos pies tan bajos
habrán de destacarse?
- sólo la boca soldada podía decirlo-
trate ¿podría usted remover esta horrorosa cerradura?
trate ¿podría usted levantar las aspas de acero?"


VI. Verde, rojo, violeta, en el suelo todos los azules

...la diferencia es que tú conociste el amor
más tarde y ya cuando lo conociste otros amores
- la Patria y el Magisterio-
te habían inmunizado contra el refugio
en los mundos interiores responsable
de que de Emily sólo se publicaran siete
de sus mil ochocientos poemas.


VII. Amarilla conjura de tules...

...ahora que hablaremos de Patria-Salomé
patria no es sólo Salomé la que cantas
en tus ruinas... ¡Patria desventurada!
Patria eres tú y tus largas horas
tus momentos de angustia triste
Patria era tu hijo Pedro
y tu mar (ido) Francisco
Patria es esta cotidianidad menospreciada
estos mundos cuya gloria está
en lo que se les niega de glorioso.

"En seguida trajeron su cabeza en una bandeja,
se la entregaron a la muchacha,
y ésta se la llevó a su madre".
Mateo 4:12





CARTA

Me levanté
con la extraña sensación
de querer escribirte 
y no saber a dónde 
Ya ayer
el eucalipto y las flores 
que amarillas me asaltaron 
a la salida del Super te nombraron

Eran las mismas
que llenaron tu habitación 
durante aquellos días aciagos 
Después recordé 
que sólo necesité ir 
al Conde para encontrarte 
volver a subir tus tres pisos 
y tocar con la ansiedad de quien regresa 
después de la guerra

Zoraida decía
que yo tengo el tocar 
de los dueños de la casa 
Algunas cosas han cambiado 
tu ex-casa
tiene ahora candado 
y solo quedan en el balcón
las indestructibles sábilas

El Conde ya no es 
aquella vía ruidosa 
que tanto te interrumpía 
ya la que salías a pasear 
como todo buen citadino 
en las madrugadas
ahora es una vía peatonal 
tal y como lo propusiste 
con tarros y matas y mesas 
para tomar el helado 
el café, o los refrescos

La calle se ha llenado de novios 
y es la feria donde 
debajo de tu balcón 
se reúnen los jóvenes poetas 
Sé que desde allá arriba 
observas tu acera 
convertida en anfiteatro 
y te complace
Profesor
Miguelín sigue como profeta 
de su tiempo, el pelo 
cada vez más rebelde 
la niñez escapándosele 
en medio de las diatribas
veo en él al hijo 
que tampoco tuviste 
al hijo intelectual que casi 
provoca tu expulsión del Partido 
porque ¿a quién se le ocurre
presentarle a Baudelaire y a Kafka 
a un niño de catorce?
Zoraida ya no es bizca 
y por fin se ha dejado 
crecer un pajón 
cada sábado almorzamos
y hablamos de lo hermosa 
que es la vida... perdón...

pero tu sabes que esto que vivimos 
es sólo una interpretación 
y que tú estás tan vivo donde estés 
como nosotras.

Advertía Carmen
que el que insiste en ser feliz 
en una ciudad como esta 
debe prepararse para sus represalias 
y tenía razón
surge
entre puertas por donde se cuelan 
salas pequeñitas con mecedoras 
paños tejidos y flores plásticas 
para hablarte de una forma

de existir que te es ajena 
y por los callejones el olor 
a lo que fue te lleva 
de la nariz a lo que guardas
como un tesoro que no se puede abrir 
porque el aire tiende a desintegrar 
lo que conservas o porque le temes

a las cucarachas
pero, volviendo a Carmen 
tiene sentido pero no ignoro 
que el sentido común es el arma 
... de los vencidos.




UN EXTRAÑO ULULAR TRAÍA EL VIENTO

1

Antes la identidad era palmeras mar, 
arquitectura
desempacaba la nostalgia otros detalles 
volvía la niña a preguntarle a la maestra 
y un extraño ulular traía el viento.


2

Antes el amor era reuniones 
libros, trenes, oratoria
sión y el arte temas
y el auto-exilio..."la línea"...
Sólo la niña, o cuando la niña
asomaba en torbellino la cabeza
rompía papeles, revolvía los libros
volteaba el café sobre la mesa
ignoraba al marido y escribía
en el blanco impecable...
volvía el amor como un rugido de epiléptico
en el amanecer de la conciencia
y la luz a desdoblar con palmeras las persianas
y un extraño ulular traía el viento.


3

Reinaban en el imperio del cuatro las paredes
pero llegó con la brusquedad de los tambores
con la lejanía sensorial de lo cercano
la insomne aparición de la extrañeza
se manifestaron los números y el siete
-como tenazas golpeando contra el cuatro-
como un hacha azul abriendo trechos
en la azul selva donde esperaban juntos
Ochún y Yemayá y la pregunta
anunció el séptimo imperio del lagarto.


4

Entonces la identidad era palmeras 
mar, arquitectura 
tambores Yemayá y Ochún 
y la temporaria paz del agua.
Agua-cero
como el circular origen de la nada. 
Y un extraño ulular traía el viento.


5

Entonces el amor era reuniones
trenes, oratoria, Amílcar
la clara oscuridad del instinto
el ¿esto es? convertido en ¿quién eres?
y el cinco una serpiente con manzanas
y el cinco una gran S
silbando el nombre de una isla
...y otro hombre
como un trampolín de adolescentes esperanzas .
¡Esto es! dijo el corazón
¡Esto es! repitieron por vez primera
conformadas la niña y la maestra 
aferradas al avión
como de un lápiz.


6

Era el imperio mutable del cinco 
con sus serpientes y manzanas
la identidad y el amor ya unidas 
eran palmeras, mar, arquitectura 
tambores: Amílcar, Yemayá, Ochún 
la clara oscuridad del instinto la promesa. 
El lápiz, la alegría 
pero un extraño ulular traía el viento.


7

Subrepticio anunció el cuatro la vuelta de saturno
sorpresivas descendieron las paredes
una inmensa red cuadriculó con tramas la isla
la S se convirtió en silencio
el cinco en talvia derretida
y entonces
la identidad y el amor eran palmeras
mar, arquitectura
tambores, Amílcar ...
Yemayáj, Ochún 
la oscura oscuridad del instinto
como una niña en sobresalto.
¿Esto es? como una hormiga
en un transparente cubículo de plástico
¿Esto es? como un cadáver implorante
en guerra el cinco contra el cuatro
el aniverso se volvió en nueve
y un extraño ulular de voces trajo el viento.


8

Espejo proyectó la isla al cosmos su esfera
y la sombra, en reflejo
como una barrena gigantesca
redondeó los bordes.
Se volvió la isla una pelota
en manos de una gran ronda de maestras
carpinteros, campesinos, muelleros, poetas,
médicos, choferes, vendedores, maniceros
ciegos, cojos, mudos, reinas de belleza
tráficos, policías, obreros, prostitutas
una pelota en manos de una gran ronda de escolares 
¡Esto somos! ¡Esto eres! una rueda 
aplastando- sin violencia- el ¿esto es?



EVA-SIÓN-ES


I.-

Nadaban los peces
Fuera del agua
Y era común
Coincidir con los pájaros
En las raíces de los árboles.


II.-

Libre
El agua ascendía por llanuras violeta
No había sol
Pero la luz imperaba
En aquel paraíso
Bajo el verde absolutismo
De un manzano.

III.-

Toda dolor, toda islas
Patrias de un interior
Donde el único lindel
Es lo azul de mis nostalgias
Soy la ingrávida esterilidad
De la memoria.


IV.-

Atlantis hoy, ayer Manhattan
Lo que hundido yace aquí
Es la saga del desamor
Escombros del paraíso de la obediencia
Parricidio del primer verbo.


V.-

Vivo todas mis muertes
Con la prosa como única arma
El asombro el recanto del poema
Soy todas las Juanas
La que salta y topa los cañones
La que combate sin flechas y sin Arco
La que escribe sus renuncias
Con la misma tinta de la que es esclava.


VI.-

Sherezada
Sobrevivo las mil y una noches
Del insomnio
Oyá del ulular del viento
De Ochún y Yemayá hija y ahijada.


VII.-

En Cuba, Brasil y Guinea-Bissau
Reencontré a mis madres
Tengo de ellas la rebeldía del pelo
Y el difuso color
De la arena sin playas.


VIII.-

Eva-Mulata
De la violenta lujuria de mis ancestros
Sólo heredo el silencio
De las víctimas
El olor a café del alba
Y la negra mancha del andullo
Escupido una y otra vez
Como mi suerte.


IX.-

Lloro en las lunas
De Cuarto Menguante
Y cuando están llenas
De una preñez inexpugnable.


X.-

Hecha de danzas
Y faldas al vuelo
De conjuros de jazmín
Y rosas blancas
Intento apagar la antorcha
Del inquisidor que in/daga
Si duermo con Lucifer.


XI-

Peste de carne abrasada
Rumor de huesos que se calcinan
Coro de ayes
Ayeres de mujeres-islas
Expulsadas del paraíso
Con sus manzanas y serpientes.


XII.-

Mitad gestas
Que no he combatido
Cimarrona de historias
Ajenas
Soy prisionera morisca vendida como blanca
Geisha que arrastra
Los vedados pies
Nana, sirvienta, prostituta
Obrera de zona franca.


XIII.-

Tengo el útero por frontera
Del Africa, Asia, Europa
El ritmo interno de gaitas
cítaras, tambores
De lo que he sido y renacido
resonancias
El todo una conjunción de átomos
El cuerpo un manojo de moléculas
Vertical me alumbro y rompo aguas
En una marea de placentas y maldiciones.


XIV.-

Exilada fracción de lo total
Cuota, pedazo, partija
Disperso cúmulo de añicos
Soy Lot donde lo que permanece
Es de lo incierto las certezas.


XV.-

Caminos de azúcar
Trenes, riel
Del batey conozco los infiernos
Negro paraíso de flores otoñales
En islas sin estaciones
Verdor de caña donde Macoríx
Combate hijos de madres ajenas
Sión de los condenados
Colina convertida en valle de lágrimas.


XVI.-

Charreteras, kepis, unicornios
Del Generalísimo sólo permanecen
De las colegialas los blancos uniformes
Brillantes zapatos de charol
bajo el batir de palmas
Rindiendo culto al Arcángel 
Que anunciaba su final
Como doncellas
37 es el año en que nació
Uno de sus ajusticiadores
Masacrada sangre engendrando
Sangre libertaria.


XVII.-

De este lado del Este
En yolas desde Higüey y Miches
Miles de Enriquillos y Anacaonas
Atravesar el Leteo intentan
Sangre que por fin se auna
En las fauces del Canal de la Mona.



XVIII.-

Viuda a destiempo
Sola la soledad solo atalaya
La fuerza del brazo
Que en la noche blande
La desnuda necesidad del transeúnte.



XIX.-

Ignorante de decretos
Analfabeta
La vida se abre paso
Entre dispersos pilotes fronterizos
Muralla de papel en los desiertos.



XX.-

Un enjambre de niños y niñas
Convierten su risa inocente
En trompetas de Jericó
En una Quisqueya de azúcar y sales
En un Ayití de pájaros y soles.



XXI.-

Emplumada la serpiente
Busca nuevos Adanes
En la fragmentada inocencia
De nuestros Edenes
Quetzalcoatl se muerde la cola
Frente a un muro de lamentos convertido en riso
Eva - islas sin dolor pariéndo-se.



XXII.-

Paraíso
De edictos libre
Donde hubo manzanas
sucede el milagro del mango.













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