domingo, 26 de junio de 2011

CEES NOOTEBOOM [4.022]



Cees Nooteboom 

(La Haya, HOLANDA  1933) vive en constante nomadismo entre Holanda, España y Alemania.

Traductor de poesía española, catalana, francesa, alemana; de teatro americano; autor de novelas, poesía, ensayos y libros de viaje, es un escritor preocupado por el europeísmo. Das Paradies ist nebenan (Philip en de anderen), su primera novela, publicada originalmente en 1954, fue inspirada por su viaje haciendo autoestop por toda Europa. Con Rituales (1980) ganó el Premio Bordewijz y el Premio Pegasus de Literatura.
Mokusei, En las montañas de Holanda, traducido a las lenguas más leídas, y Allerzielen, El día de todas las ánimas (1998), son otras de sus obras destacadas. El desvío a Santiago es un ejemplo de su amor por España.

Además del Bordewijz y el Pegasus, Cees Nooteboom ha sido galardonado con otros premios como el Aristeion de Literatura 1993, Grinzane Cavour de Narrativa, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y el Premio Internacional de Letras 2008 concedido por la Fundación Cristóbal Gabarrón. En 2009 recibió el Premio de las Letras Neerlandesas. En Francia ha sido nombrado Caballero de la Legión de Honor.



BASHO I

Anciano en medio de juncos la sospecha del poeta.
Va camino del Norte compone un libro con los ojos.
Se escribe en el agua ha perdido a su maestro.
Amor sólo en las cosas recortadas de nubes y vientos.
Esta es su visita de despedida a los amigos.
Juntar calaveras y labios bajo cielos oscilantes.
Siempre el beso del ojo traducido para encuadrar en las palabras.
Diecisiete el número sagrado en que se sella la aparición.
El tiempo consumido hasta ser una mariposa congelada en piedra,
El brillo de fósiles cortados en una marea de mármol.
Por aquí pasó el poeta camino del Norte.
Por aquí, para siempre, pasa una vez el poeta.





BASHÕ I

Oude man tussen het riet achterdocht van de dichter.
Hij gaat op weg naar het Noorden hij maakt een boek met zijn ogen.
Hij schrijft zichzelf op het water hij is zijn meester verloren.
Liefde alleen in de dingen uit wolken en winden gesneden.
Dit is zijn roeping zijn vrienden bezoeken tot afscheid.
Schedels en lippen vergaren onder wuivende luchten.
Altijd de kus van het oog vertaald in de dwang van de woorden.
Zeventien het heilig getal waarin de verschijning bestemd wordt.
Het voorbije verteren bevriest zo versteend als een vlinder.
In een marmer getij de geslepen fossielen.
Hier kwam de dichter voorbij op zijn reis naar het Noorden.
Hier kwam de dichter voor altijd voorgoed voorbij.




BASHO II

Conocemos los peligros baratos de la poesía poética
Y del canto hechizado. Es aire embalsamado
A menos que hagas de él piedras que brillen y hagan doler.
Tú, gran maestro, cortaste las piedras
Con las que puedes matar a un tordo.
Tú tallaste del mundo una imagen que lleva tu nombre
Diecisiete piedras como flechas un cardumen de cantores silenciados.
Vean junto al agua un rastro del poeta
Camino al corazón del país de nieve. Vean cómo el agua lo borra
Cómo el hombre del sombrero vuelve a escribirlo
Ahorrando agua y pasos, deteniendo siempre el movimiento perdido,
Para que lo desaparecido quede como algo que desapareció.
                                                                                                                         



BASHÕ II

Wij kennen de poëtische poëzie de gemene gevaren
Van maanziek en zangstem. Gebalsemde lucht is het,
Tenzij je er stenen van maakt die glanzen en pijn doen.
Jij, oude meester, sleep de stenen
Waar je een lijster mee dood gooit.
Jij sneed uit de wereld een beeld dat je naam draagt.
Zeventien stenen als pijlen een school doodse zangers.
Zie bij het water het spoor van de dichter
Op weg naar het binnenste sneeuwland. Zie hoe het water het uitwist
Hoe de man met de hoed het weer opschrijft
En water en voetstap bewaart, de vergane beweging steeds stilzet,
Zodat wat verdween er nog is als iets dat verdween.




BASHO III

En su sombrero de ciprés escribió: En ningún lugar de este universo
he encontrado hogar estable. La muerte le quitó el sombrero.
Como debía ser. Pero el verso quedó con nosotros. 
Sólo en sus poemas podía vivir.
Un poquito más y verán las flores de cerezo de Yoshino.
Pon tus sandalias bajo el árbol, descansen por fin tus pinceles.
Guarda tu báculo en tu sombrero, crea líneas en el agua,
La luz es tuya y la noche también.
Un poquito más, sombrero de ciprés, y tú también los verás,
La nieve de Yoshino, el casquete glaciar de Sado,
La isla que embarca para Sorën sobre olas de lápidas.



BASHÕ III

Nergens in dit heelal heb ik een vaste woonplaats
Schreef hij op zijn hoed van cypressen. De dood nam zijn hoed af,
Dat hoort zo. De zin is gebleven.
Alleen in zijn gedichten kon hij wonen.
Nog even en je ziet de kersebloesems in Yoshino.
Zet je sandalen maar onder de boom, leg je penselen te rusten.
Berg je stok in je hoed, vervaardig het water in regels.
Het licht is van jou, de nacht ook.
Nog even, cypressehoed, en ook jij zult ze zien,
De sneeuw van Yoshino, de ijsmuts van Sado,
Het eiland dat scheepgaat naar Sorën over grafstenen golven.




BASHO IV

El poeta es un molino que convierte al paisaje en palabras.
Sin embargo piensa como tú y sus ojos ven igual. 
El sol que se estrella en la boca del caballo.
El templo exterior de Ise la playa de Narumi.
Navega en el lienzo del luto pone rumbo a su misión.
Sus mandíbulas muelen flores a métrica de poemas.
La crónica del cosmos tal como se presenta a diario.
En el Norte él se sabe un fardo de ropa vieja.
Cuando está donde nunca puede estar tú aún lees sus poemas.
Peló pepinos y manzanas pintó su vida 
A mí también me tienta el viento que permite vagar a las nubes.




BASHÕ IV

De dichter is een gemaal door hem wordt het landschap van woorden.
Toch denkt hij net als jij en zien zijn ogen hetzelfde.
De zon die verongelukt in de bek van het paard.
De buitenste tempel van Ise het strand van Narumi.
Hij vaart in het zeil van de rouw hij koerst naar zijn opdracht.
Zijn kaken malen de bloemen tot de voeten van verzen.
De boekhouding van het heelal zoals het zich dagelijks voordoet.
In het Noorden kent hij zichzelf een hoop oude kleren.
Als hij is waar hij nooit meer zal zijn lees jij zijn gedichten:
Hij schilde komkommers en appels hij schildert zijn leven
Ook ik ben verleid door de wind die de wolken laat drijven.




SUEÑOS DE SILEO

Los sueños son verdaderos porque suceden, 
falsos porque nadie los ve 
salvo el soñador solitario, 
en sus ojos que sólo son de él. 

Nadie nos sueña mientras lo sabemos. 
El corazón del soñador sigue latiendo, 
sus ojos componen el sueño, no está 
en el mundo. Duerme dentro y fuera 
del tiempo. 

El alma tiene dos ojos, eso sueña él 
Uno mira las horas, el otro 
ve a través de ellas, 
hasta donde nunca cesa la duración, 
mirar se consume en ver.




Silesius dreams

Dromen zijn waar omdat ze gebeuren, 
onwaar omdat niemand ze ziet 
behalve de eenzame dromer, 
in zijn ogen alleen van hemzelf. 

Niemand droomt ons terwijl wij het weten. 
Het hart van de dromer blijft kloppen, 
zijn ogen schrijven zijn droom, hij is nu 
niet in de wereld. Hij slaapt binnen en buiten 
de tijd. 

De ziel heeft twee ogen, dat droomt hij. 
Het ene kijkt naar de uren, het andere 
ziet er doorheen, 
tot waar de duur nooit meer ophoudt, 
het kijken vergaat in het zien.

(Traducidos al español desde versiones en lengua inglesa con la ayuda de un diccionario holandés-castellano para ciertos términos en los que aparece una dualidad de posibles caminos) de 2 poetas, uno sudafricano,J.M. Coetzee y otro irlandés, Michael O'Loughlin.



“Luz por todas partes” antología poética de Cees Nooteboom
Traducción DE Fernando García de la Banda. 



Cebo

La poesía nunca puede hablar de mí,
ni yo de la poesía.
Yo estoy solo, el poema está solo,
y el resto es de los gusanos.
Me detuve en las calles donde viven las palabras,
libros, cartas, informes,
y esperé.
Siempre supe esperar.
Las palabras, con sus formas claras u oscuras,
me volvieron más oscuro o más claro.
Los poemas me alcanzaron
y se reconocieron como objetos.
Yo pude verlo y verme.
No tiene fin esta adicción.
Escuadrones de poemas están buscando sus poetas.
Vagan sin mando por el amplio
territorio de las palabras
y aguardan el cebo de su perfecta,
hermética, condensada, acabada
e irreductible
forma.





Ass

Poëzie kan nooit over mij gaan,
noch ik over poëzie.
Ik ben alleen, het gedich is alleen,
en de rest is van wormen.
Ik stond aan de straten waar de woorden wonen,
boeken, brieven, berichten,
en wachtte.
Ik heb altijd gewacht.
De woorden, in lichte of duistere vormen,
veranderden mij in een duister of lichter iemand.
Gedichten passeerden mij
en herkenden zichzelf als een ding.
Ik kan het zien en me zien.
Nooit komt ere en einde aan deze verslaving.
Eskaders gedichen zijn op zoek naar hun dichters.
Ze dwalen zonder comando door het grote
district van de woorden
en verwachten het aas van hun volmaakte,
gesloten, gedichte, gemmakte
en onaantastbare
vorm.




Figura

La flor del hibisco es flor de un día,
estrella de fugaz fuego que contradice
jardín y cielo, y el hombre dentro un cuerpo
que se defiende, como toda flor.

Lo que él no sabe: cuán cierto es todo esto.
¿Es real esta figura que en el último
brillo de las estrellas se sienta afuera,
no ve la flor, se abrasa
a la luz fría, y al alba temporal
recoge flores de un suelo negro
rehuyendo la violencia
de la luz del sol?

El ansia de duelo que se abre paso en él
recuerda a un amigo, una amistad
que pierde su medida
entre tanto quebranto.

¿Qué es lo que hay allí, un hombre o un poema?

El cartero con su camisa amarilla llega hasta la verja
en bicicleta, cuenta el mundo, entrega su carta
a un ser viviente, no sabe de duelo o alma.
Ve las flores rojas del suelo,
dice ‘va a hacer calor hoy’,
desaparece luego en la luz

y en este poema.




Figuur

Ze bloem van de hibiscus duurt een dag,
ster van kortstondig vuur in tegenspraak
van tuin en hemel, de man daarin een lichaam
dat zich weert, als elke bloem.

Wat hij niet weet: hoe waar dit alles is.
Is deze figuur wel echt
die in de laatste schijn van sterren buiten zit,
de bloem niet ziet, zich schroeit
aan het koud licht en in de tijdelijke 
ochtend bloemen raapt van
zwarte grond en wijkt voor het geweld
van zonlicht?

De zin van rouw die in hem woekert
herdenkt een vriend, een vriendschap
die zijn maat verliest
tussen zoveel vergaan.

Wat zit daar nu, een man of een gedicht?

De postman in zijn gele hemd fietst tot het hek,
vertelt de wereld, geeft zijn brief af
aan een levende, weet niets van rouw of ziel.
Hij ziet de rode bloemen op de grond,
zegt het wordt heet vandaag,
verdwijnt dan in het licht

en dit gedicht.





Fuera

No voy ahora fuera,
ya estoy fuera. A medio camino entre la palmera
y la higuera. Bajo la media luna,
a siete horas del rocío.
Gotas sobre el plumbago.

¿Cómo se llama cada hora
de la noche, cómo cada minuto
de la hora? Si los días tienen nombres,
¿por qué no los minutos?

Cada instante de nuestra vida
debería tener un nombre
que no se pareciese al nuestro,
que nos olvidase. Cada segundo
una cifra en un registro

de atisbos, murmullos
escuchados, versos
trabados con diarios,
susurros de escarcha y nieve,
el poema más lento
de la duración.

Y este fragmento de “Borges” que refleja a la perfección lo indefinible de la producción del enigmático autor:



[…]

Así arrojaste tu obra
al tiempo, palabras, un día empezadas como nada,
como pensamiento, como frase, como poema,
escritura transformada en libro
de mármol, y luego hundiéndose
perdida, corroída
por mil ojos aún no nacidos,
otra vez convertida en palabras sin poeta,
y más aún, letras en la piedra más y más ilegibles,
susurro de fragmentos,
el eco enigmático de un tiempo prehistórico,

hasta esa única y última
redención,

alcanzada
ausencia

En la mencionada “Así pudo ser (1999)”, “Quimera” representa uno de sus estudios de la identidad, cómo somos, cómo se construye:

Nunca fuiste quien quisiste ser,
quien creías que eras.
El traje equivocado
en un mundo volcado.

Siempre has ido con la mentira,
la más antigua prometida, nunca creíste
que los dichos cercanos

son los más íntimos. Para ti era
más familiar la aparición
que el primer pensamiento,

tenías demasiado  mundo, demasiado musgo
en tu estatua, estabas
con el libro que tú mismo no querías leer,

un hombre de carne que se volvió de cal,
un ángel de sombra, solo,
y envuelto en el vacío oficio
de tu nombre.



Y “Acertijo”, el más idiosincrático para mí, ¿es él la persona a la que se está refiriendo? Yo creo que sí y que emparenta con esa necesidad de resolver enigmas en el arte a la que se refiere el propio autor:



El grillo es el monje del pájaro.
Su madre un cardo,
su hija un guijarro.

¿Y yo? Yo construyo mi nido
en las algas ondulantes
y me sumerjo en el acertijo

donde se está fresco
y se percibe el aroma
de un tiempo sin fin.





Podría poner más muestras, pero voy a finalizar con un poema de la recopilación “Ausente, presente” (1970) y esta joya:




NADA

La vida
deberías poder
recordarla
como un viaje al extranjero
y con amigos o amigas
comentarla luego
y decir
no ha estado mal
la vida,
y ver pasar jirones de mujeres, misterios
y paisajes
y luego recostarte satisfecho
pero los muertos no pueden recostarse.
Ni tampoco pueden hacer nada.

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