lunes, 28 de febrero de 2011

3193.- MATEO MORRISON



MATEO MORRISON
Nació en Santo Domingo (República Dominicana) el 14 de abril 1946, hijo de Egbert Morrison, jamaiquino, y Efigenia Fortunato, dominicana. Dentro de la historia literaria dominicana, corresponde a la Generación de Postguerra. Es el primer dominicano egresado en Administración cultural. Estudió en el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural de Venezuela.

Es Licenciado en Derecho Magna Cum Laude, con un Diplomado en Derecho de Autor y Propiedad Intelectual, y otro en Negocios Jurídicos Internacionales. Ha sido profesor en los niveles secundario y universitario. Ha recibido la distinción Salomé Ureña de Henríquez que otorga la Secretaría de Estado de Educación y la distinción de la Cámara de Diputados por su labor cultural. Es Presidente Fundador de Espacios Culturales y fundador de la Unión de Escritores Dominicanos donde ostentó la Secretaría General. Fue fundador del taller literario César Vallejo recibiendo una distinción de manos del Presidente de la República al cumplirse los 20 años en 1997. También fue fundador de la revista Extensión de la UASD. Es miembro del Colegio Dominicano de Periodistas, del Colegio de Abogados de la República Dominicana y de la Unión de Escritores Dominicanos.

Dirigió el Departamento de Cultura de la UASD, recibiendo por esta labor cinco reconocimientos durante diversas gestiones, entre ellos, el Premio al Trabajador Universitario. Fue Director de Cultura de la UASD por 22 años, además ha sido Director de Formación y Cooperación Técnica del Consejo Presidencial de Cultura y Presidente de esta entidad, Director General de Formación y Capacitación de la Secretaría de Cultura, Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Cultura, cargo que ejerce en la actualidad, Consultor Cultural del Secretario de Estado de Cultura, Consultor en Animación Sociocultural de las Naciones Unidas para el Plan Decenal de Educación de la Secretaría de Educación y Asesor de siete rectorías de la UASD. Fue miembro del Consejo Universitario de la UASD y Presidente de los Organismos Académicos Comunes de esa institución.

Dirigió durante 20 años el suplemento cultural Aquí. Su obra literaria ha sido traducida al inglés, francés, chino, coreano, hebreo y rumano. Fundador del Taller Literario César Vallejo, coordinador general del Encuentro Internacional de Escritores Pablo Neruda y del Encuentro Nacional de Organizaciones Culturales Populares. Conferencias y recitales, Encuentros Mundiales de Cultura y Poesía, Encuentros de Escritores y Literatura, Festivales Culturales, Reuniones de Ministros y Altas Autoridades de Cultura y otros eventos en México, Panamá, Cuba, Venezuela, Jamaica, New York, Puerto Rico, Estocolmo, Barcelona, Pekín, Shangai, París, Haití, Corea, Trinidad y Tobago, Colombia, Chile, Perú, Martinica, Guadalupe, Ecuador, Benin (Africa), Rumanía, Canadá, entre otros.





Espasmos en la noche

La almohada que me cuida
el lado izquierdo de la cabeza
no sabe de mis sueños
delgados ellos, se van construyendo
junto a ella y la almohada no lo sabe.

Sueños terribles, sueños tontos,
sueños tenues, sueños de amores
que se evaporan si despierto.

A mi lado qué soñará la
mujer que hace tantos años
usa la otra almohada
que de seguro tampoco sabe
de sus sueños, aunque sienta
sudores en una madrugada
donde colapsa la energía.
Pero el sudor no tiene nada
que ver con los sueños
porque éstos no transpiran
no generan nada material visible.





2

A lo mejor infinitamente delgados
se van a otra dimensión
donde ni siquiera los sueños
de la mujer que se supone que
me ama, se conectan con los
sueños míos
que estoy seguro que la amo.
Son sueños particulares, incomunicables,
dispersos en sus fragmentos de sombra,
vidas en los escenarios de muerte.
La sábana que sabe aún menos
de los sueños,
trata de comunicarse con
la almohada, que como dijimos
no sabe nada de sueños
o por lo menos da a entender eso
por la indiferencia que exhibe cuando
la sacudimos y no reacciona
como si el privilegio de resguardar
nuestras cabezas
no le importaba nada.






3

La sabana sabe de otras cosas
pero eso es más fácil porque uno
ya está despierto
y por eso la sabana sabe de cuerpos
que se mueven
de sexos diluidos,
de movimientos tenues
y movimientos bruscos
de humedades que hacen temblar
y ella no duerme,
hasta que no se
sacie la pasión
en caída vertiginosa hacia el silencio.









La cámara me observa

La precisa, digital, neutral,
sofisticada inhumana, pero no
Indiferente cámara
enciende sus lentes
y me observa.
Lo sé por el silencio de su luz
porque parece adivinar
mis deseos infinitos de tomar
un paquete de avellanas que
quiero asir para ir degustando
en todos los espacios del supermercado
y llegar con las manos vacías a la puerta de salida.

La cámara de todos modos
me captará aunque no tome
ninguna avellana de las góndolas
repletas de frutas.
Lo que quizás
no pueda la cámara saber
son mis deseos









Mateo

Mi nombre esta inserto
en tu presencia
como juguete nuevo
te exhibo en plazas
que llenas de sonrisa.
Ha llegado el enviado
a mis brazos de abuelo renacido.
Saldremos a caminar
por las calles ruidosas
y las llanuras vacías
emprenderemos los sueños
que fui dejando en los caminos.
Te entrego la antorcha
atleta de la vida
que comienza.



http://www.arquitrave.com/archivo_revista/Arquitrave43.pdf

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