sábado, 26 de noviembre de 2016

ÍKARO VALDERRAMA [19.649]



Íkaro Valderrama

Íkaro Valderrama es un escritor, músico y filósofo colombiano, quien desde hace algunos años vive en un tránsito permanente entre Siberia, Rusia y América Latina. Tiene dos trabajos discográficos y ha publicado cuatro libros, entre ellos Cuentos de minicuentos(segunda edición, Taller Ciudad de Nubes) con el heterónimo de Tundama Ortiz. Sobre su libro Tengri: El libro de los misterios, la poeta Piedad Bonnet escribió: “Su poesía está atravesada de pájaros y tigres, de jaguares y cóndores, de falos y ombligos y  cantos y silencios que nos remiten al origen, ese lugar sagrado donde nace el verbo”. 
Algunos de sus relatos se han traducido al ruso y al inglés.  


SELECCIÓN DE POEMAS PARA 
POETAS SIGLO XXI

De la obra 
Tengrí: el libro de los misterios





Primer colibrí

Esto es, con certeza, la pura verdad

(Corán. 56, 98)


Llevo en mi mano
la flor para tu beso,
Colibrí.
Solo tu carne es mi templo y mi descanso.
En tu cuerpo de pájaro,
vuelan todas mis palabras.




Segundo colibrí



Esto es, con certeza, la pura verdad

(Corán. 56, 98)


En las alturas de tu cuerpo 
encontré mi sonido:
Colibrí.

Ahora, la llave de los nidos
(tu nombre en canto puro)
me penetra, me abre:

vacío y sin pájaro,
te espero.



Tercer colibrí


Esto es, con certeza, la pura verdad

(Corán. 56, 98)

Tu largo 
largo pico,
penetra amorosamente
(sin piedad),
el corazón abierto,
el corazón estremecido 
de la flor:

y tu canto
    la fecunda.

Después, todo se repite.

Ella engendra pájaros invisibles
que penetran, 
amorosamente,
el corazón de las flores invisibles.




Último colibrí
(conjuro)

Esto es pura magia

(Corán. 61, 6)


Florece palabrita
en la punta de mi lengua,
para darle un beso
a la Diosa Colibrí.




Kali

Así, lo devolvimos a su madre, 
para que se alegrara y no estuviera triste

(Corán. 28, 12)


Sería feliz, Madre, 
si mi cráneo adornara tu collar.
Lo sabes.

He venido desde lejos,
he venido desde el fondo,
y aprendí a besar la tierra
sin deseos. 

Repté hasta tus alturas.
Lo sabes.

Ahora (si quieres) 
cumple la promesa

y en el altar de tus orgasmos,
enséñame a ser hombre.




Dignidad

… llenos de miedo comenzaron a gritar

(Mateo XIV. 26)


Si aprendiste a caminar sobre las aguas,
no atravieses nuestra sangre con caballos.

Los huesos del venado resplandecen,
como un reino de soles silenciosos.

(Nada más...
El nombre destruye)

¡Oh, dignidad!
Devuélveme tus flechas venenosas,
trae a mi canto las voces del misterio.





Se aproximan los venados

Desde el fin del mundo se escuchan cantos

(Isaías XXIV, 16)

Detrás de la lechuza está el silencio,
desnudo, al acecho del sonido,
como un pájaro sin voz.
Es la antigua cacería de los cantos,
una cópula salvaje, casi humana,
en las húmedas orejas de la noche.

Mira: se aproximan los venados, 
llevan flores en la boca y son hermosos 
porque sufren, porque suenan bajo el Cielo, 
los venados. 
Cerbatanas, arcos, flechas,
se preparan en las fuentes del curare.

Apuntan, aguardan 
el suspiro tembloroso de la presa,
y el comienzo de la eterna melodía.

Detrás de la lechuza está el silencio...




Querubín

Y verás a los ángeles…

(Corán. 39, 72)


En el altar de los jaguares
un ángel me ofreció su cuerpo,
su carne de animal sin sombra. 
Le dije: “polvo eres, Sol serás,
y las tripas que gobiernan mi certeza
te acogen. Entra, profundo creatura extraña,
en mí, ¡y alégrate!”.
En aquel tiempo, así fue:
la noche abrió sus fauces amarillas,
y un pájaro anunció la ceremonia:
Kaiuh, kaiuh, 
kaiuh, kaiuh.

Fue entonces que mis dientes conquistaron
(rumiando las moléculas celestes), 
un misterio en el altar de los jaguares:
de anacondas y tucanes, de ovejas, cucarrones y caballos,
de elefantes, gaviotas y planetas, 
se alimentan los ángeles divinos, 
seres vivos que nacieron en la selva
como omnívoros destellos de la luz.

Oremos:
Ángel Indio junto al río Putumayo,
Ángel Tigre que devora las Galaxias,

entra en mí, 
¡y alégrate!



Diluvios

…a la hoja del loto 
no la moja el agua

(Bhagavad Gita. V, 10)


Las primeras gotas son lágrimas de pájaro,
lluvia triste y marina.
Después, el torrente, 
       la orina celestial
o tormenta de las nubes embriagadas.
Los niños oyen el cantar de las ballenas,
pero es la cópula violenta de las aguas.
Así comienzan, imparables,
      los diluvios.


 

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Os invito a conocer más de su obra literaria y musical:

www.ikarovalderrama.com

https://www.facebook.com/ikarovalderrama/?fref=ts

https://soundcloud.com/ikaro-valderrama





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