Eulalia Bernard Little
Eulalia Bernard Little (1935). Poeta costarricense, promotora de la cultura afrocaribeña.
Escritora, poetisa, diplomática y educadora, nació en Puerto Limón en 1935, descendiente de padres inmigrantes de Jamaica.
A Bernard se la considera representante digna de la literatura caribeña centroamericana, y además una reconocida defensora de los derechos de la mujer y de las minorías, por lo que ha recibido reconocimientos en derechos humanos. Escribe en español, inglés y mecatelio (mek-a-tel-yu, dialecto de Limón), y cuando apareció su primer libro, Ritmohéroe, se convirtió en la primera mujer costarricense descendiente de africanos en publicar en Costa Rica.
Profesora de literatura afrocaribeña en universidades de los EE.UU. y Canadá, ha sido invitada como expositora en distintos congresos internacionales sobre temas relacionados con la negritud en el Caribe, Europa y América. Fue también la fundadora, en 1981, de la primera cátedra de estudios africano-americanos en la Universidad de Costa Rica.
Es conocida por sus exóticos recitales tanto en español, inglés y en el créole limonense, donde captura las texturas y sonidos del lenguaje vernacular y los ritmos de la música y la danza afrocostarricenses. Su obra presenta una visión claramente afrocéntrica, enfocada en las relaciones existentes entre África y América. En su poesía, escrita al modo tradicional, expresa humor, ironía y tensión dramática, tratando temas como la herencia cultural africana, las relaciones entre hombres y mujeres y los problemas sociopolíticos de la población negra que vive en pobreza.
En sus poemarios Ciénaga, My Black King y Ritmohéroe se remite no a Jamaica sino a Limón como espacio de identidad percibido como patria chica, depositario de la memoria ancestral y lugar “at the crossroads of two cultures, negotiated to make it a home space”, según sus palabras.
Bernard fue Agregada Cultural en Jamaica y también ha prestado servicio en la ONU en el área de educación, investigando sobre los trabajos creativos de los negros africanos en las Américas. Dentro de su producción, Bernard también tiene un ensayo de filosofía y un disco llamado Negritud. En el año 2009 su provincia natal, Limón, la distinguió con el Premio Limón Roots.
Bibliografía
Negritude (1976)
Ritmohéroe (1991)
My Black King (1991)
Ciénaga (2001)
Tatuaje (2011)
Eulalia Bernard Litttle (1935) es líder del movimiento de reivindicación de la cultura afrodescendiente. Nace en Limón de padres jamaiquinos y expresa esa trayectoria histórica de la experiencia de los afroantillanos de trabajadores inmigrantes a la obtención de la ciudadanía en 1948. Su obra muestra esos procesos de negociación de un sujeto que busca encontrar un lugar en el nuevo hogar conservando las diferencias culturales, étnicas y lingüísticas.
La escritura de Eulalia Bernard se caracteriza por los múltiples registros del habla cotidiana en Limón, las raíces de esa identidad afrocostarricense se encuentran en Limón, un lugar que lleva las marcas de la otredad, de la diferencia y discriminación. Escribe en español, inglés y en creole limonense, a veces en una mezcla de los tres.
Los registros marcan esa diferencia frente a la cultura dominante y muestra esa doble transformación en el lenguaje: una lengua creole que refleja la herencia africana de la cultura antillana que, a su vez, ha sido transformada por la cultura de origen hispánica de Costa Rica (Mosby, 2003. Págs. 114-119).
El poema “Nosotros” muestra la orfandad y enajenación por no pertenecer, esa ausencia en el pasado y en el presente de discursos que los nombren, donde se encuentren, ellos representan la otredad sin reciprocidad, son invisibles. Puede sentirse la nostalgia y el anhelo de
reconciliación entre las identidades afroantillana y afrocostarricense, un conflicto que aparentemente no tiene solución:
Nosotros los que añoramos otros mares
Nosotros los que soñamos otros bosques
Nosotros los que sentimos otros dioses
Nosotros aquí somos otros
Nosotros allá somos otros
Nosotros somos otros.
Nosotros que vemos otros mares
Nosotros que veneramos otros dioses
Nosotros que vivimos en otros bosques
Nosotros aquí estamos solos
Nosotros allá estamos solos
Nosotros somos soledad.
Nosotros que respiramos otros aires
Nosotros que entonamos otros cantares
Nosotros que invocamos otros dioses
Nosotros aquí vivimos muertos
Nosotros allá morimos vivos
Nosotros somos muertos”
(Mosby, 2003. Págs. 84-85).
En el poema “Réquiem a mi primo jamaiquino” se encuentra ese reclamo por el rechazo y discriminación de los afrodescendientes en el país que los vio nacer y en el que la sangre negra ha fertilizado la tierra. A manera de contradiscurso se opone esa estrella, símbolo del movimiento panafricano, en el símbolo patrio de la bandera:
Lo protegió la muerte
contra tanta infamia
y el misterio de su suerte.
Sin saber por qué,
nunca el Himno Nacional,
llegó a cantar con la mano en la frente.
Su sudor germinó
un pedacito de esa tierra
inhóspita y fértil del trópico,
que no será nunca tierra patria
pues cedularse jamás pudo
mi primo Jamaiquino.
Rodeos y más rodeos tuvo
de blancos papeles de blancas manos
para decir simplemente:
“Soy negro del campo,
del Valle La Estrella.
Soy una estrella negra
En el flamante blanco, azul, rojo
de nuestra bandera.
(Mosby, 2003. Págs. 80-81).
CALIDAD HUMANA
Hay una gran diferencia
Entre la gente trabajadora
Y la gente ocupada.
Los primeros, son sinceros;
los segundos se miran demasiado
en los espejos.
Los primeros tienen tiempo
Hasta para besar los pétalos de una flor,
Acariciar un perro, dormir un niño,
Sonreir con un anciano, curar un enfermo,
Visitar a un amigo.
Los segundos, están tan ocupados,
Que ocupan todo su tiempo
Para su ocupación...y
No tienen tiempo... ni de ver el sol,
Ni de escuchar el dolor, ni de estrechar
La mano que da calor;
Ni de abrir la boca para una oración
Ni de firmar un mensaje de amor.
La gente trabajadora
Tiene tiempo infinito
Y es infinita en el tiempo.
La gente ocupada
Está estática... ante el espejo
Ya tienen el tiempo para trabajar vencido.
Eulalia Bernard Little
Poemas del libro RITMOHÉROE (San José: Editorial Costa Rica, 1996):
CRISTO NEGRO
Con las manos
clavadas en su frente
llora y ríe
del dolor que le causó
un simple no
del cielo
que lo dejó
sin patria
que lo dejó
sin tierra
que lo dejó
sin madre
que lo dejó
que lo dejó…
(San José, 19/6/80)p. 73
Y EL NEGRO REZÓ
Y el negro rezó
pero Jesús no lo oyó
y el negro rezó
pero la Virgen no lo vio
rezó el negro
el negro rezó
pero el pan no cayó
rezó el negro
el negro rezó
su panza más se vació
el negro no más rezó
el negro el fusil tomó
el negro hablo y hablo
Jesus lo oyó
la Virgen lo vio
con su voz de fusil
y su estómago de reloj.
(Kingston, 13/12/78)
(p. 75)
TENGO MIEDO
Tengo miedo de que me abandonen
las flores y las plantas.
Tengo miedo de que me abandonen
Mis vencinos
Amo sus pasos diligentes
en las mañanas;
amo los olores de
sus ollas generosas.
Amo el ruido del silencio.
(p. 55)
ESENCIA ANTILLANA
¡No! Antillano,
no te encandiles
con las luces del Mediterráneo;
vuelve tu mirada
y brillen tus pupilas
con el Mar Caribe.
¡No! Antillano,
tu pedestal está
en las playas llanas
con matices africanos
¡No! Antillano,
Necio eres si enterrar
tu etnia prefieres,
que tus ojos, tu pelo, tú,
en esencia, eres
Antillano.
(p. 43)
EL CARNAVAL EN LA AMERICA LATINA
El Carnaval,
vamos, veamos los negros brincar,
que trabajo no les vamos a dar.
El Carnaval,
Siéntere rey o reina del mar,
negro!, es tu única oportunidad.
El Carnaval,
Suda, embriaga, vomita tus pernas,
arrasta con ritmo tus cadenas,
burla tres días de duras faenas.
El Carnaval,
desfigúrate, haz gozar,
que en Semana Santa
la cruz vas a llevar.
(p. 33)
SOMOS EL PAÍS DEL TRES
Somos el país del tres:
de tres cordilleras;
de tres colores en la bandera;
de tres razas entremezcladas
de tres lenguas
de tres poderes;
de tres mujeres para cada hombre;
de tres niños en hogares finos.
De tres Dioses con tres voces;
de tres comidas y
hasta de tres vidas.
Somos el país del tres y
del tercer mundo.
(p. 67)
HIMNO A JAMAICA
Jamaica
tierra negra
juventud.
Jamaica
tierra roja
plenitud.
Jamaica
playas blancas…
Salud Jamaica,
Bíblica, histórica,
Sobre mares y montañas,
de lamentos y guerras.
Jamaica
“akee”, “akee”,
Aquí pa’ mí,
“pattíe”, “pattíe”,
Allá pa’ ti.
Jamaica
ron, “reggae”
libertad unión
adelante, ¡ya!
(Kingston, 1/4/78)
(p. 81)
DÍA DE PAGO (premonición)
¡Quietos!
De pie ante el “pay-master’s office”
inquietas sus bolsas
cansadas sus miradas
piensan en el camino
de la necesidad eterna.
Denuncian risas nerviosas
e ingenian bromas
de pimienta y hiel.
Parecieran animados
mientras en larga fila
esperan la aparición del
“time-che-que-ro”:
fieles en misa de difunto
que saben que el pago de su trabajo vivo
quedará pronto muerto.
(Limón, Marzo 1977)
(p. 87)
TAMBORILEO
Mi poesía es un tamborileo. (A veces fuerte) con ritmos multiplicados por el fevor fuerte.
Mi poesía es el sonido apagado, la nota semiahogada, la magia suspendida por entre el aire.
En mi poesía el tambor es lira y el ritmo es el soneto. Yo soy la mambo del culto al ancestro.
Sé decir sí, sé decir “yes”. Sé decir lo que quiero en las lenguas que prefiero, con el habla del tambor.
En mim poesía, cada palabra es un dios. Cada dios es un ritmo, cada ritmo cópula, cada cópula un canto.
Mi poesía es. Hazte tambor y amarás mi canto.
(p. 87)
(Doce pensamientos en un viaje por el libro TATUAJE, de Eulalia Bernard Little)
Por Mayra Herra Monge
PRIMERO: LA POESÍA ES MISTERIO.
El último libro publicado por Eulalia Bernard Little se titula TATUAJE, y en su hermosa portada aparecen tres máscaras. Tanto el titulo como la portada, me remitieron desde el inicio de mi lectura al misterio. Yo- lectora me pregunté: ¿Qué me develará TATUAJE? ¿Qué esconde TATUAJE?
La sorpresa fue grata. Detrás de la doble piel que son un tatuaje y una máscara, me encontré con una POESIA, así, con mayúscula. Una poesía madura, sin artificios innecesarios, producto de un largo oficio de poeta, de una vida dedicada a la escritura.
SEGUNDO: LA POESÍA ES SENCILLEZ.
Me gustan los poemas simples, los que no enredan al lector con fastuosos trajes retóricos. Por eso me gustó el inicio del poema titulado
Nací de nuevo:
Extraña despedida
hízome el sol
esta tarde.
Se reveló
como hacedor de tatuajes
como danzarín travieso. (p. 31)
TERCERO: LA POESÍA ES VIDA:
En el poema “Privilegio” dice el yo-lírico:
Qué privilegio
día a día amanecer
con un ¡Viva Jesús!
una tacita de café
la melanina
más intensa que nunca.” (p.19)
CUARTO: LA POESÍA ES GOZO PROFUNDO.
Así es el poema “Festival”:
Ven
a mi festival
y te dejaré bailar.
Ven
a mi festival
quiero verte torear. (p.17)
QUINTO: LA POESÍA ES IMAGEN QUE CAMINA POR LA PÁGINA:
Mis sobrinos
son como canasto de confites
de colores
infinitos. (p. 15)
SEXTO: LA POESÍA DE TATUAJE ES SUGERENCIA PARA QUE EL LECTOR PARTICIPE:
¿Quiénes son Nicole y Hanétha, del poema “Martinique” ? ¿Nicole Cage y Hanétha Vete-Congolo, las poetas de Martinica?
He dicho de ti
que enamoras con tu inteligencia sensual
a lo Nicole.
Te he bautizado
garza guía
a lo Hanétha. (p. .45)
SÉPTIMO: LA POESÍA DE EULALIA ES EROTISMO:
Así es el poema “Bailando contigo”.
Soñé bailando contigo
pegaditos, pegaditos.
Caderas cadenciosas
pegaditos.
Labio con labio
pegaditos.
Hombros, condecorándose,
codeándose,
pegaditos, pegaditos. (p. 41)
OCTAVO: LA POESÍA DE EULALIA ES LUCHA.
El final del poema “Aquí estoy” dice:
Y si hubiera
aves en mi patria
haciendo huecos en el cielo
mi tarea sería exterminarlos. (p. 28)
NOVENO: LA POESÍA DE EULALIA ES CARIBE:
Huelo a tabaco, caña y cacao
sin mí
no se hablaría de ingenios
ni del poder de los ingenios.
Conozco el ritmo del ron
de la rumba
y del vals. (p. 23)
DÉCIMO: LA POESÍA DE EULALIA ES NEGRITUD:
Dice el poema “Mandela”:
Yo
quiero a esa negra
rotundamente bella
a lo Shirley
con tristeza erguida
a lo Maya.
Yo soy negro
lo asumo, lo gozo,
o inmortalizo
a lo Mandela. (p. 46)
ONCEAVO: LA POESÍA DE EULALIA ES AFRICANIA:
Hoy respiro intensidad.
Soy intensamente negra,
Intensamente viva,
poderosamente africana.
Mi intensidad
brota de raíces inmortales
brota de la fe nunca perdida
de mi verdad
inmensa al tacto. (p. 25)
DOCEAVO: LA POESÍA DE EULALIA ES COMPROMISO:
Defiendo a los cantores
de música virgen.
Defiendo los senos
que amamantan.
Defiendo las lenguas
nacidas del arroyo
del viento y del llanto.
En mi salvajismo
defiendo la patria
que me saluda
me ilumina
y hace sabio a su pueblo. (p. 22)
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