León Vallejo Osorio
León Vallejo Osorio. Escritor colombiano. Educador, poeta, ensayista, cuentista.
Nació en Santiago de Cali, Valle del Cauca en 1947.
Trayectoria literaria
Radicado desde su juventud en Medellín. Ha ejercido el magisterio de tiempo completo en diferentes colegios e instituciones de Medellín. Se reveló muy joven como poeta combativo y ajeno a las modas literarias de su momento, lo cual le llevó a la exclusión y persecución oficial.
Su trabajo con la poesía le llevó a asumir posiciones de riesgo en la lucha por los derechos humanos, obreros, sociales. Sin embargo, la calidad de su lenguaje, la fuerza y la sinceridad de sus poemas le han salvado de caer también en el panfleto o el servilismo ideológico rampante. Ha sido colaborador de periódicos, revistas y medios culturales del país y aun del exterior. Y sobre todo, un formador consecuente de jóvenes escritores y lectores desde el aula. Muchos de sus libros de ensayo y poesía circulan casi clandestinamente por fuera del mercado editorial conocido, lo que limita el reconocimiento que merece su trabajo.
Codirige con su esposa, la poeta Beatriz Valencia, su propio sello editor en el que da a conocer los libros de nuevos valores de la literatura y la poesía.
Ha ganado algunos premios nacionales y departamentales de ensayo y poesía.
Obras:
Creciendo
Reja por reja
Saberlo
Sentado el hijo de cara hacia la guerra
Solo fantasmas capitales
Vox Populi
Tiempo de mirarnos
Bajo el nuevo país
Ensayos sobre la educación
Antología desde el aula
ciudad sitiada
(con miles de antígonas)
poesía
—cantata—
león vallejo osorio
(para chucho
con
las semillas y el aliento
de la tribu)
Estas mis reglas son en el gobierno/ con que pretendo prosperar a Tebas;/(…): “Eteocles que ha muerto por la patria,/(…) tenga la gloria de un sepulcro(...) / Mas su hermano, Polinices digo, / (...) Para él ni exequias ni lamentos. Nadie/ le brinde sepultura, y que su cuerpo/ sea festín servido a las voraces/ aves y perros, y escarmiento a todos”
DECRETO DE CREONTE, EN ANTÍGONA DE SÓFOCLES
“(…)en la Riga ocupada por los nazis [17 de septiembre de 1941](...) Habiendo sido sorprendida mientras trataba de esparcir tierra sobre el cuerpo públicamente expuesto de su hermano ejecutado, una joven, completamente apolítica en sus sentimientos, fue preguntada sobre la razón de su acto. La joven respondió: “Era mi hermano y para mí eso es suficiente”. En diciembre de 1943, los alemanes ocuparon la aldea de Kalavrita en el Peloponeso. Apresaron a todos los varones y les dieron muerte. Desobedeciendo las órdenes explícitas y con peligro de su vida, las mujeres de la aldea salieron de la escuela en que habían sido encarceladas y corrieron en masse a lamentar y dar sepultura a los muertos. Muchos años después, Charlotte Delbo conmemoró la acción de aquellas mujeres en un poema llamado justa e inevitablemente “Des Mille Antigones”
GEORGE STEINES. ANTÍGONAS
“...salimos esta mañana a coger el bus. Entre los muertos, en la calle, estaban todavía tres muchachos a quienes habían matado, con otros dos, hace dos días. Como no se podía hacer el levantamiento legal [de los cadáveres], habían venido, unos parientes, a recogerlos, pero los que los mataron se lo prohibieron; habían dicho que a una señora y a otros dos muchachos los podían recoger pero que, a esos tres, no. Como ya se los estaban comiendo los gallinazos, y yo creo que porque ya no se aguataba la perramenta encima, ni el olor, finalmente unas muchachas, con los amigos de los muertos, vinieron y los echaron en una carreta de esas que sirven para vender verduras en el barrio; se los entregaron a los familiares para que los llevaran al Centro de Salud de San Javier donde dicen que les hicieron el levantamiento ...recogieron también una cabeza de uno que habían matado junto a la escuela, más arriba. A ese, después de cortarle la cabeza, se la habían quemado, dejándosela colgada de una cerca...”
TESTIMONIO DE UN HABITANTE DE LA COMUNA TRECE DE MEDELLÍN COLOMBIA: OCTUBRE DE 2002
“Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie (...) escribir poesía es imposible hoy”
T.W. ADORNO, 1956.
para una guía de (lectores) perplejos
(Textos de Antígona de Sófocles)
Creonte: (...): Ya que en rebelión la he sorprendido/ a ella tan sola en la ciudad entera,/en rebeldía franca, (...) yo la mato./(...). La anarquía/ es el supremo mal. Ella destruye/ Ciudades, y familias desconcierta./ (...) indispensable/ es, pues, salvar el orden ante todo”
Coro: “Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna tan portentosa como el hombre”
Ismene: “...yo no quiero hacer nada deshonroso, pero de natural me faltan fuerzas”
Antígona: “De todos modos. ¿ cómo podía alcanzar más gloriosa gloria que enterrando a mí hermano? Todos éstos te dirían que mi acción les agrada si el miedo no les tuviera cerrada la boca”
Hemón: “Yo no podría ni sabría explicar por qué tus razones no son del todo rectas; sin embargo(…)Tú no has podido constatar lo que por Tebas se dice; lo que se hace o se reprocha. (..) A mí, en cambio, me es posible oírlas en la sombra”
Tiresias: “Me obligarás a decir lo que ni el pensamiento debe mover”
Mensajero: “Yo estuve allí, señora, y te diré la verdad sin omitir palabra (...) la verdad es siempre el camino más recto”
Eurídice: “ Me ha venido al oído el rumor de un mal para mi casa”
uno: bajo la mancha
(tiresias)
1. memoriosos
(aquí)
todos cierran ventanas
negando esta demencia:
sólo
la enorme
cicatriz
de las páginas en blanco
rompe —ahora— la línea
vertical
que viene de la amnesia
repitiendo la ciudad
contra mis ojos
(del coro)
2. desplazados
huyendo
deambulando
(de la vereda
al pavimento) escrutando
en la ubre insana
de la loba
los vocablos y las manos
ausentes
nada…
...nada queda
confinado en el comienzo
...nada permanece en la inocencia
mnemófagos asaltan los pliegues
de
la infancia
...todo
(ahora) marca
el designio
de los ojos
y el fuego
del espanto
(mensajero)
3. palmario y simple
ya nadie
levanta una bandera
blanca:
ha terminado la pesquisa
de todo
entendimiento
ahora
todos hacen cargos
a sus íntimos besos:
al odio señalado
bajo el vasto
(y —sin embargo— común o comunal)
desasosiego
...cada quien responde
por su encono
entre las claves de su propia condición
y de su afecto
todos fabrican
—cada cual
a contramano— abominación
terneza
y sobresalto
... nadie
responde
por el delirio
de nadie
(palmario
y simple
...el dolor es el mismo)
(etéocles)
4. mayoristas
los mercaderes de la infamia
(con presteza) dan curso
al miedo
que nos aturde y calla
los mayoristas
de oprobios
y vilezas
vienen
ampliando su comercio...
(del coro)
5. omisión
...las avenidas olvidaron
el camino de los cerros
(mientras) el campo
de batalla
derriba cortafuegos
cansancios
y azoteas
bajo el mudo relumbrón
de los crepúsculos
(al redoble
del viejo intento
de los mismos silencios
tutelares
ya nadie
busca
..ya nada
espera)
(mensajero)
6. vienen
vienen
ya
bajando
estas
colinas
han devorado sueños
...han reventado
colosales abriles
sus paisajes inciertos
...las bestias
(esas que habitan
los espantos) vienen
llegando
(tiresias)
7. todavía
(...) despiadado
(sin embargo) el verdugo
ignora
—en medio de las ráfagas
de espanto— de qué modo
y manera
más temprano
que tarde
caerán
su estatura
y sus dominios
bajo el fuego implacable
del amor
el rencor —todavía— cala
nuestros
huesos
(polinices)
8. permanencia
ahora
todo
(y
nada)
salva
(y
devora)
a
nuestros
muertos
(ismene)
9. más allá de las pupilas
son nuestros
los ojos que inventan
países más allá de las pupilas
...nos pertenecen
los sueños y los días
que en la lucha
han derogado todos los espantos
...nuestros
son los paisajes
que el olvido no pudo
tragarse
...tan nuestros son
como los miedos
innombrables...
tanto como todos
estos muertos
que amanecen
ya sin ojos
zigzagueando el silencio
entre la primera cuneta
y el paréntesis del miedo
que llena las gargantas
y —sin embargo— …ahora nos define
el mejor de los intentos
(etéocles)
10. fusileros de la cólera
el silencio que han dejado
los fusileros de la cólera
se ha tomado la ciudad
insomne
preñada de caminos
tropel
y desconciertos
ya no duermen
las barriadas (... por estos días
de vigilias y corazas
el sueño vive
con los ojos abiertos)
(hemón)
11. paréntesis
...continuamos
tercos
y
sectarios
reclamando
los
abrazos
(mientras...
la
muerte
impaciente
va
cerrando
—aquí—
su
lazo)
(mensajero)
12. sobrevivientes
los sobrevivientes
del penúltimo insomnio
quedaron
a la espera
...aún
acechan
los cómplices
de la extraviada
ciudad
del sobresalto
(eurídice)
13. manos como zarpas
afuera de este amor
(tan sólo afuera) la ciudad
engulle sus desastres
y regurgita sus fronteras
sus caminos
mis abrazos
y mis muertos
(entre tanto) las manos
(como zarpas) que escribieron
cada verso
sobreviven a toda
pesadilla
su artera condición
de garras (o gargantas)
permanece
como si —huérfanas
del cuerpo— amputadas
desplazaran cada golpe
sobreviene esta sangre
fuera de este amor
que preña y mueve caminos
fronteras y desastres
(tiresias)
14. consecuencia
...la canción
se levanta
sobre la misma piel
inexorable
por cada
puesta de sol por cada
naufragio por cada
funeral por cada
despedida
(creonte)
15. herramienta
aquí
sobre la sal y la sed
bajo el hilo precoz
que deja abiertos
insomnios y mentiras
el cuchillo más urgente
recobra su filo denegado
(su rugido tumultuoso)
(del coro)
16. titulares
...ahora
las
calles
invaden
las
primeras
planas
y
las
últimas
demencias
(hemón)
17. treta
los que sabían deslizarse
en el asfalto
almacenaron espejismos
como equilibristas
de pánico
y boatos
—innombrables— ahora
—en medio de este cúmulo
de golpes— aconsejan
huir
hacia la noche
(no les creas
—amor—
es una treta infame)
(mensajero)
18. informe
presa
de
un
aire
deplorable
enmudece
y
aguarda
en
cada
esquina
el
penúltimo
cadáver...
(antígonas)
19. otras
..otras aves
de rapiña
—en silencio— esperan
alistan
—predisponen— el paso
el
peso
del
novísimo
festín
de
los
rufianes...
(creonte)
20. orden
todos somos ahora deudos
de la madrugada
...la muerte
no ha dejado
lugar para el balance:
el carnicero ha trastocado
el orden misterioso de sus mataderos
usurpado
el lugar de nuestros ritos
todo queda insepulto:
volúmenes
certezas
arterias
restos
y canciones
(mientras) la ciudad
se confabula con la noche
y desmantela los cuerpos
(del coro)
21. mancha
“de cara a la pared estoy mirando esa pequeña /mancha
que apenas entorpece el blanco de la cal. Un calor /manso
retiene todavía esas blandas maneras
que nos anclan al mundo sin fondo de los sueños”
piedad bonett
“fueron veintidós dice la crónica.
Diecisiete varones, tres mujeres,
dos niños de miradas aleladas,
sesenta y tres disparos, cuatro credos,
tres maldiciones hondas, apagadas,
cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,
cuarenta y cuatro manos desarmadas,
un solo miedo, un odio que crepita,
y un millar de silencios extendiendo
sus vendas sobre el alma mutilada”
piedad bonett
la mancha
que me atrapa en las comunas
está en cada
pared y en cada
esquina ...se esparce afuera del dolor
con el sordo
rumor
de los morteros
con el ronco clamor
de los fusiles
y la sórdida canción
de las bombardas…
la mancha obedece
—en estos días— a la obscena
mirada que se quema
ante el ritmo voraz
de las tanquetas ...ella cae
como un golpe de horror
bajo la bronca atroz
del helicóptero
me quedo (nos quedamos) de pronto
sin fronteras cuando sólo
es posible leer
sobre la mancha que se traga
al país...
cuando no son ya los veintidós
de la crónica que cito
(diecisiete varones —dice— tres
mujeres
dos niños de miradas aleladas)
y no son sólo sesenta y tres disparos
en cada madrugada
...los credos ya van siendo
más de cuatro las maldiciones
—ahora— son más
hondas y más
definitivas
¿qué haremos
—aquí— con los poemas
si el horror paró ya de contar
los pies con sus zapatos
luego de las pesadillas
fronterizas del agobio
—justo antes del odio— y al lado mismo
de todos los cortejos?
...las cuarenta y cuatro
manos
desarmadas
que constatan las palabras
puestas sobre la blanda carne
de un poema
ya van siendo todas
las manos levantadas todos
los puños apretados todos
los silencios extendiendo
—como dice allí
tan bellamente
y con franqueza— sus vendas
sobre las almas mutiladas
por eso digo —a la poeta—: ésta
que aquí veo
sobre el país hecho de luces
puñales y ceniza
seguramente
es otra mancha ...es otra mancha
...es otra mancha
(es otra
—y
otra— ...otra mancha)
dos: ciudad sitiada
(creonte)
22. rupturas
ya no hay listas ni espera
ni galas
ni zafras en la entraña
ni fúnebres fanfarrias
,..tan sólo
queda
—va quedando— el inventario
del verdugo:
su faena continúa
—metódica—
hasta romper el día
(en mil pedazos)
(eurídice)
23. vigías
ronda
la
muerte
y
atesta
tus
huesos
un
dolor
de
arenque
ciego...
(hemón)
24. planos
he aquí esta ciudad que se repite
inútilmente
apalabrada
en cada centímetro
del laberinto que se tiende
bajo nuestros pasos
por asfaltos
cañadas
terraplenes
hondonadas
—ahogada
en muertes— es (ahora) coto
de caza (defecto
lejanía)
inicio del penúltimo
sendero
que pierde peatones
entre memorias
y corazas
(eurídice)
25. lebrel
el dolor
transita la mostrenca alegría
de los necios
ahora
todo lo precario
(el sueño
y lo soñado) libra
la mejor de sus batallas
contra el tiempo
el miedo
que rumia
en el vacío
revoca pasiones
apuestas y porfías
todo
contamina:
...insomnios
y delirios
desafían —aún— bajo
esta niebla el lebrel
proscrito
que vela nuestros sueños
(creonte)
26. evasiva
... el abrazo
merodea
el exquisito
delirio
del regreso
mientras
un experto
aguijoneo
del olvido
surca
la febril
evasiva
o la lúcida
huida de las víctimas...
(del coro)
27. panorama
he aquí por estos días
la ciudad
—esta ciudad— que continúa
más
adentro más
profunda
entre la queja
he aquí cada suburbio
que multiplica
esta pública orgía de las sangres
este cortar de las raíces
sobre el río que fluye
muerto
entre cansancios
ausencias
y mentiras
(tiresias)
28. otros fantasmas
hay una extraña sinapsis
en los muros del suburbio
—aún— invicto: entrañas
adentro
la vetusta ciudad
—por estos días— invoca
sus propias
negaciones su más urgente
dolor
sus linajes
y sus castas ...su vieja condición
de parturienta
de afrentas
desvergüenzas
y nostalgias
(del coro)
29. interregno
(entre tanto) cada cual
conoce su memoria:
en ella habita
—y con ella
reconstruye— cada prójimo
adjunto
sus espantos más simples...
(ismene)
30. síntesis
¿quiénes
—ahora—
se
redimen
a
sí
mismos
en
medio
de
estas muertes?
(eurídice)
31. témporas
reconozco este paisaje
lleno
de ausencias
y reclamos:
antes era la nostalgia
fronteriza del asco
…ahora
se pierde
en cada
sílaba rota ...en cada
duro
ejercicio del silencio
(los techos
enmudecen
y enmudecen
—en ellos— los graznidos
de los cuervos)
(del coro)
32. inútiles
...no puede
el alfabeto
con su arrope
borrar la cicatriz
del alfarero
los primeros
semblantes
aturdidos
permanecen
aún de cuando los muertos
—nuestros muertos— eran (todavía) para todos
sólo cuerpos
(cadáveres inútiles
insólitas momias
...simples interfectos)
(mensajero)
33. informe
la
lluvia
no
ha
borrado
en
la
memoria
el
caligrama
del
sueño
ni
los
quicios
del espanto
(tiresias)
34. inventario
la ciudad va siendo
un laberinto de ausencias
en tanto
mis poemas vienen
o regresan a las calles
intacto aún
debo saberlo: superpuesto
a este espanto
nada puede el poeta
sin su prójimo exacto
...nada la canción
sin la memoria
(hemón)
35. agenda
(sin embargo)
mientras esta ciudad
siembra sus muertos
jóvenes exactos corren
por sus dudas
sobre las avenidas emergentes
pendientes
de un octubre que les deje
sudores repentinos
senos entreabiertos
tormentas en la piel
delirios
y tormentos...
(guardianes)
36. colina abajo
no es la mano
en la mano
no es el ojo en el ojo
ni la oscura libélula
del miedo
esto que ahoga
el rojo
...esto
que va fluyendo
de las casas
colina abajo
...colina
abajo..
(ismene)
37. otros saldos
...sobre
los
restos
de
sueños
concluyentes
(ahora)
otros
saldos
de
sol
y
sal
habitan
nuestros
ojos...
(antígonas)
38. saldos
queda
una cuantía de sangres grises
por lavar
nos va deshabitando
el cadáver de una canción
tan simplemente como las primeras
contiendas o los últimos
espantos
(ismene)
39. rastro
aturdidos
todos estos pájaros del miedo
tras los contados
pasos de la historia
que —hoy— vivimos
han dejado un velado
tropel en la memoria
y —entre
los dedos— un rastro
indubitable
y manifiesto...
(polinices)
40. antídotos
contra
los
legatarios
del
espanto
hemos
sido
lázaros
borrando
pesadillas
(creonte)
41. tarea
los buitres hacen la tarea...
en
cada
callejón
y
en
cada
pasadizo
de
la
ciudad
infame
se
repite
este
desastre
(tiresias)
42. espejismo
...pero el espejismo del odio
ha hecho crisis
y esa será nuestra victoria:
inexpugnables exorcismos
se corrompen
(ahora dejan los cuerpos sometidos
a la infamia de otras muertes)
(antígonas)
43. alarmas
aves de carroña
hacen —bajo el sol
y sobre el miedo— cumplida diligencia:
solidarias se tragan los pavores
diluyendo cada fragmento
de la muerte
cada vuelta de tuerca
que se ha dado
acrecienta un motín de gatillos
en las calles:
...hemos prendido
ya
todas las alarmas...
(polinices)
44. black hawk(s)
arriba:
el gallinazo planea
ávido sobre la ciudad
envuelta en la bruma
gris
que va dejando el grito
procaz
del helicóptero
abajo:
¿dónde escondernos
de la muerte?
(del coro)
45. ciudad sitiada
ahora escribo
enumero
digo
nombro
y la ciudad se va quedando
en líneas diluidas
bajo el golpe de los ojos
aturdidos
escribo y la mano sobre el muro
en el papel
en el teclado
se deja caer sobre las calles
...(y) la realidad ahí
acometida
pide tinta
cansada de tinglados
vacía
entre chequeras
domos
criptas y vigilias
ahora escribo
y el poema exige
nombres
adjetivos
palabras
golpes de piel
sordinas que agoten sus fantasmas
siento vergüenza
—aquí— de mis palabras
...digo
grito
escribo esto que he visto
esto que oigo y otros callan
esto que el viento trae
a la epidermis pero también
este dolor
y este amargo
de días malos y de prójimos exactos
guardas de un pueblo
que se vuelve
y ya no lee pensamientos
sino palomas sangrientas
y cuervos solidarios
a la hora del pan
hecho vinagre
las palabras sólo nombran:
no es la palabra “muerte”
quien fulmina en cada noche
al más prójimo de todos
mis hermanos
ni la palabra “sangre”
la materia viscosa que inunda
cada madrugada ... no es la palabra
“angustia” quien lacera
los ojos abiertos de los niños
a plena luz del sol desvergonzado
por eso digo “calle” o “beso”
o “noche”
o simplemente “pan”
y nada
digo
tengo vergüenza y miedo de mí
de mis palabras
...mis sílabas se agrietan
se agitan
se quedan gravitando
para que el olvido
no cope la terneza
para que la muerte
no decapite
la promesa y no decapite
también a mis palabras
por eso cuando digo
“caricia” y cuando digo
“calle”
las dos se insubordinan y me gritan
para que pueda
entender que son ellas
iras que corren en cuclillas
aguantando cataclismos
y cuando digo “mañana”
usted que lee
tranquilo
relajado
en este inalterable vergel
en esta sobria alcoba
en este tranquilo salón de fastos
en esta biblioteca libertina
más allá de este libro
y esta página
debe leer
—dentro muy adentro— “resplandor
de martillos”
“sordo rumor de espantos”
por eso cuando hablo
o cuando escribo
es esta ciudad quien aquí nombra
enumera
dice o calla sus propios delirios
sus más profundos extravíos
así
la palabra
—mi palabra— estos poemas
—hechos de sal
y lumbre— hacen parte
de la ciudad que nombra
—de la ciudad sitiada— y son
apenas el eco
de otro eco
que aquí grito
nombro
digo
enumero desnudo
y pleno ...escribo
tres: cuerpos breves
(eurídice)
46. fantohe
(ahora)
la
ciudad
—dentro
y
fuera—
es
el
fantoche
que
nos
rompe
los
huesos...
(antígonas)
47. signo
a cada tranco un vacío:
un signo contrapuesto
contrario y contrahecho
consume
insaciable nuestros sueños
y condena al silencio
nuestros muertos
(ismenie)
48. a voces
(afuera) bajo el fuego cruzado
todo se niega a las pupilas
y el miedo
deja beber su leche
de calles arrasadas
las manos que buscan
bajo
el inútil
doblez una cartilla
ciudadana
nada encuentran
¿dónde y cómo acallar el golpe
de la bestia?
es un secreto a voces:
...los buitres ya bordean
las esquinas
(guardianes)
49. rastro
guerreros
que redimen
precarios
equilibrios
—peligrosos registros
de agujas
cotidianas en todas
las miradas— sobre
un remedo
de arcaicas inocencias
van dejando
un acre dolor
de pájaros inciertos
(polinices)
50. ruta
al pie de la ciudad
la muerte fue (otra vez) primera
confidente
...el grito una señal ...el dolor
un acicate
el fuego que devastó la madrugada
ha sido tea
(y fue antorcha) en el camino
el balbuceo de las manos
como lumbre fecunda
atiza
para que la sonámbula
noche nunca olvide
el camino
de la madrugada
(hemón)
51. inquilinato
la ciudad no deja en estos días
piedra sobre piedra:
perdida
anclada
confundida y putrefacta
como el río
(¡ciudad al fin!) acuchilla
a sus amantes
y
reduce
esta noche a dura
y simple noche...
(tiresias)
52. mi río
el río mismo es la ciudad como una
charca
en un relato herido por nostalgias
sobre los muros surgen
los fantasmas
que dicen la memoria
de tantos hombres y mujeres
que la urbe fue perdiendo
al filo de la piel
(tragados en asfalto)
el río es la ciudad
(aquí)
como una charca...
(creonte)
53. certeza
la
agonía
que
corre
y
corroe
estas
esquinas
ya
va
siendo
un
instante
caduco
(arrasado
...permanente)
(ismene)
54. pájaros
me reconozco en estas calles y estas
pintas... se acumulan
en mis dedos todos estos muros
todas estas iras
todas estas charcas
...sin embargo —también— bajo estos
puentes
agarro del canto la ternura
llena de atisbos y de atajos
en busca de otro cántaro imposible
que nos diga cómo cazar
los pájaros
del miedo
que planean sombríos sobre
el viento
escapando indolentes al silencio...
(eurídice)
55. tras los excesos
cierran caminos
mientras la escala
del odio desanda la terneza
el acero cifrado
escruta
las distancias
tras los excesos
nadie
—en esta hora— anuncia
su llegada
...todos ocultan
los regresos
(tiresias)
56. permanencia
creciendo en la raíz de mi camisa
—y a duermevela— entre neones
extraños rituales
se levantan contra mi ciudad
que ignora
mata y acaricia
(a mi lado
fatuos fuegos siguen juntando
ausencias
fastidios y fatigas)
(creonte)
57. argumento
la realidad
es una y es diversa: en las comunas
—golpeando el dintel de nuestras
casas— bajo el pánico azul
—prendiendo fuego— la muerte
parda
viene bajando
de los cerros...
(hemón)
58. (adentro)
(y)
la ciudad (adentro)
perdida en el camino de la sangre
se ha hecho de mutismos...
oculta a los perfiles
paga cotidiana
la obscura factura
de los diarios
(creonte)
59. esquinas
un engendro gris
en las esquinas llena su hornacina
con el peso
de toda una ciudad que continúa
buscándose
en
la
sombra
(antígonas)
60. nada creas
nada creas
a esta ciudad cuando te diga
de la herida mortal de sus pasiones
...no la creas
pero guárdate del frío
cuando bajes
el peldaño de la fiebre
que me arropa
y prende
entre mis huesos
cada uno de mis días
(antígonas)
61. aclaración
es
esta
mi
canción
para
vos
(y es tu costado)
(creonte)
62. antífonas
...el
asesino
ha
extraviado
ya
sus
cotidianos
abalorios:
...(ahora)
las
cárdenas
carnes
doloridas
de
las
víctimas
han
quedado
a
la
espera
del pico solidario de los cuervos
(del coro)
63. treno por los cuerpos breves
imagino
los pasos ligeros de estos niños
en la batalla de una ciudad
que sólo sabe de canciones
lentas
levantadas
a orillas de la sangre
sospecho de los susurros
que el río se ha llevado con sus aguas
putrefactas
los pienso —así— desmantelando
tantos cepos
que estas calles
levantan
contra sus cuerpos breves
y sobre sus aún más largas
lealtades
luchan contra el río
que aquí muere —en la ciudad— y sin embargo
fluye
preso de exilios
dudas —deserciones— bajo el peso
de su propio caudal —de arteria siempre
ausente— que —ahora— sólo
tasa todas estas
momias de almas
todos estos cadáveres de hombres
y de cosas
impugnan —estos
niños— la ciudad que va dejando
la vana promesa
de tragarse entre los muros
reventados
todo el lodo
todo el odio y todos los olvidos
sé —sabemos— que imaginan
el juego de luz de las luciérnagas
cuando el fuego baja
brotando del siniestro
rugido
de las mortíferas libélulas
del cielo cuando el incendio
sube por las calles desde la insaciable
ciudad hacia sus ojos cuando la hoguera
que hacen sus pupilas
revienta entre su pecho
ese nido de púas
estiércol
mentiras y cenizas
presumo —entonces— la enorme
mancha de pus
que baja desde el firmamento
consumando un callejón
sin salida en la memoria
donde los buitres han copado
amarga la trinchera
de sus pesadillas
...imagino
hueso a hueso y cara
a cara desgarrada
cada niño
—cada muchacho
de la dura
barriada levantada— y no logro
aceptar
que estas muertes
puedan alcanzar las fronteras
de sus sueños
cuatro: contra los proxenetas del olvido
(tiresias)
64. maestros
constructores de un país
imaginado
estamos ahora —aquí— sordos
simples
(o alelados)
sobrevivientes de un arca
construida
con el mismo acento de los sueños
¿maestros de qué saber?
¿ausentes de cuál luz?
¿constructores de cuál país
no imaginado
vamos siendo dato y rumor
caldo del penúltimo cultivo
sobrevivientes del ruido
del miedo y la migraña?
oímos todavía
en tono de reclamo
cómo el mapa ya no alcanza
para el fuego
maestros de olvidos
por llegar
aquí sentados
vamos inventariando
sueños
quejas
cansancios y motivos
sobrevivientes de un país
donde sólo sobreviven
las sospechas
vamos...
…vamos sin embargo
con los años a cuestas
y las ganas completas
—el sueño intacto— con las manos
y otras manos
—con la sangre
de otras sangres— mutiladas
(guardianes)
65. planos
esta ciudad se repite
inútilmente
apalabrada
en cada centímetro
del laberinto que se tiende
bajo nuestros pasos
por asfaltos
cañadas
terraplenes
hondonadas
ahogado en muertes
el país va siendo (ahora) coto
de caza (defecto
lejanía)
inicio del penúltimo
sendero
que pierde caminantes
peatones
travesías
entre memorias
corazas
y porfías
(hemón)
66. bajo el desahucio
contra las páginas en blanco
nada es superfluo a la memoria
bajo el desahucio reptan
nuestros pasos
en cada callejón
en cada
esquina hecha trinchera
(mensajero)
67. saldo
son éstos: la ciudad
(la noche) los hemisferios
medulares los temores
(la artera presencia
de la amnesia del humo)
he aquí
que ésta es la pasión que niega
—siempre negó— la edad
del extravío
(tiresias)
68. certidumbre
ya no tengo la edad
del extravío
por eso
de vivir como he vivido
confirmo en cada golpe posible
y necesario: no sólo
es el naufragio
la tormenta que nunca leímos
en los mapas y jamás
bosquejamos
a orillas del afán y los enconos
siempre hizo parte
de todos los caminos
(antígonas)
69. márgenes
tampoco
hemos temido
la edad del desvarío
por eso
jamás
pudimos instalarnos
en la caricia
de la amante
o en la zarpa del miedo
transitando
la ruta de un olvido
no hemos caído en la trampa
voraz del extravío ... no hemos
anclado
en el puerto fatal
de las perplejidades
y sin embargo:
éste
es el día ésta
la noche y éste
que vemos
(ése que parece inalcanzable)
sigue siendo el camino
(tiresias)
70. misión
(también) hemos
hecho
posible
la
luz
hemos
cruzado
los caminos
hemos
salvado el paso
(a pesar de los
fantasmas)
hemos
abierto
el
paso
a
los
mejores
espectros y a los últimos
olvidos
(ismene)
71. nada es superfluo
nada es superfluo en la memoria
nada
ni
la tarántula del miedo ni
la ponzoña gris del desamparo ni
el eterno felino que en nosotros
juega con la muerte
paso a paso
(polinices)
72. programa
ésta
sigue
siendo
completa
y
firme
la
misma
edad
la
misma
flecha
la
misma
obsesión
el
mismo
deterioro
el
exacto
designio
que
todo
restituye
y todo lo proscribe
(antígonas)
73. apostrofar
dudas y desastres
círculos
y manos
cuerpos
y cepos
...libertades
nada
nada es superfluo
nada
nada es redundante
nimio
o excesivo
no el espanto
ni el coraje
...no la herencia que nos pesa
ni las dejaciones
...nada
...nada es redundante
nimio
...excesivo
(ismene)
74. vínculos
nada es excesivo
para el demonio atroz
de la memoria
nada:
ni
a sombra que hacen las palabras
ni el fardo
que en nosotros construye
las canciones
ni las paredes de la primera ciudad
que habitaron
nuestras
pesadillas
(polinices)
75. paisaje vulnerable
los fantasmas
que ahora nos devoran
nunca han hecho el paisaje vulnerable:
otras manos y otros ojos
otras
edades
ante nosotros
mismos —de la raíz
a las semillas— doblarán
la tarántula del miedo ...harán acopio
de tantos desvaríos
el pan escaso será multiplicado
el fogonazo de cada verdad
será multiplicado
...devastado será
el secreto oculto en la evidencia
(tiresias)
76. definitivamente
definitivamente...
cada aventura
fabrica un inédito luzbel
a contramano
lo sabes y lo sé:
nunca nadie pudo
seducir sus propios
ángeles sus propios
duendes
... sus fantasmas más íntimos:
el íncubo
que tasa
sus razones
...definitivamente
(polinices)
77. fracasos
los que pusieron
peajes a los sueños
no pudieron borrarnos el asombro
ni
arrancar los poemas de las calles ni
averiar el fabuloso tronar de nuestras quenas ni
corromper el ardoroso rumor
de nuestras flautas
(nada
nada pudieron...)
(tiresias)
78. pupilas
ahora
lo
sabemos:
sólo
existe
el
ojo
para
la
pupila
más
despierta
(polinices)
79. hemos hecho el camino
nadie
nadie en nuestra edad
ha cabalgado insolentes inocencias:
batallas
combates
guerras y rebatos
mordieron nuestros años
el desamparo y el tedio
el asco y el vicio
la ferocidad cifrada
en la alegría descompuesta
diseñaron la primeras contiendas
y los penúltimos hastíos
..no hemos
vivido en vano:
hemos hecho el camino
(eurídice)
80. precedente
en mis arterias
todo este gris
va devorando
la ciudad
amotinada
sobre
mis
páginas
en
blanco
(polinices)
81. no es inocua la canción
no es inocua la canción que nadie
escucha (accede) ni es inútil la jornada
perdida
en la batalla
nada
que tu digas o yo diga
—nada que hagamos— dará
cuenta de la terrible cicatriz
...de la coraza
que todo escarnio va tejiendo
contra todo escarnio
entre las manos
sin embargo
no toda canción existe por canción
ni toda batalla por batalla
(aunque la canción y la batalla
sean ellas mismas necesarias)
(antígonas)
82. no sólo la memoria
esta endecha de hoy
(estas jornadas) tiene no sólo la memoria
no únicamente la emoción
ni tan sólo las mismas
dudas y las mismas
certezas de otros días
estas batallas
esta fuerza comunera que nos crece
de garganta a garganta
ahora nos inunda y se levanta
no sólo entre las manos
(digo
cómo crece
en tu mano
y mi mano
en nuestras manos)
(hemón)
83. porque esta voz
porque esta voz —la voz hecha
de todos los puños y todos
los abrazos— es apenas
la ruta
es el camino de las manos
más próximas
que siempre son y siempre han sido
las mismas viejas manos
combatientes
( solidarias
altaneras....)
polinices
84. los mismos puños
los mismos puños
y nudos
hechos con la misma cal
y la misma levadura
que fermenta
viejos odres
estarán en los días por llegar
junto a los labios
que merecen
los besos más exactos
y los abrazos
verdaderos
los mismos puños
los mismos dientes
la misma levadura
hará del pan el pan de la tribu solidaria
y del vino y el agua
el agua y el vino que —hoy— guarda
esta memoria
(ismene)
85. marcas
transitando la vereda
y deambulando
el pavimento
hemos buscado
en la ubre insana de esta loba
los vocablos y las manos
que rehagan
o traigan los ausentes
nada queda sobre estas calles
confinado en el comienzo
...todo
marca el designio
el fuego
y el espanto
(antígonas)
86. otra agenda
testimonio
hecho de todos
nuestros huesos todos
los espantos y todos
los hastíos:
hoy combate
nota a nota
—puños a beso— esta memoria
hasta entonar
la más alta
de todas las canciones
la más dulce todas las porfías
damos
(demos) en cada entre tanto
—en la batalla— un sitio
a la alegría
...caminamos (caminemos) la comarca
que es ya nuestra o debe
serlo desde el fondo de la quena
y de las flautas
...levantemos
(levantamos)
esta inapelable
memoria de la tribu
(del coro)
87. contra los proxenetas del olvido
no se hizo nuestra edad en borradores
nada de lo vivido es oquedad
intervalo perdido: toda la senda
todo lo ido y lo avanzado
—incluidos el invierno
y el hastío— ha sido
parte esencial
de este deseo
(del rojo galope de mi pecho
...del mapa de precoces
presupuestos
denegados)
extrañas mediciones
y perplejas
—inciertas— irrevocables
realidades
admiten —afirman— contra
los mismos
fantasmas
los viejos y altaneros
propósitos nunca
derrotados
...he trazado
sobre el afán de mis botas
abriendo los caminos
el esbozo sutil de la esperanza
que dio paso
al obstinado zarpazo
del intento y el olvido
nada…
…nada en nuestra edad
se hizo en borradores:
todos fuimos propósito
de octubres
sueño de mejores eneros
delirios desandando
infamias y rencores
sobre la fábula del vino
unos y otros levantaron mortales
salamandras contra la voz
y alzaron los gatillos
frente a oscuros
oráculos al miedo
sobre duros
presagios del recuerdo
...nada
nada en mi edad
se hizo en borradores:
el miedo no pudo filtrarse
entre las sombras … ...ningún
exorcismo fue propicio
a nuestra sed
de constructores
… hemos hecho
posible
la luz
aunque la luz transite
—ahora— sus caminos
más fríos
ya
hemos cruzado
la calzada más alta y hemos salvado
el paso
y —a pesar de los fantasmas—
a contravía de los sueños
aterrados
hemos sorteado abracadabras
lidiado desvencijados espantos
que sitian —todavía— los sueños
de los hombres
despiertos con fuerzas milenarias
hemos abatido a enloquecidos
cangrejos de resignación
y desamparo: ninguno de nosotros
—lo sabemos— pudo inventarse
la guerra ...y sin embargo
ninguno
trajo en su equipaje
el horror de alguna paz
inmerecida
tal vez por eso
ahora
rompemos nuestras lanzas
contra los proxenetas
del olvido
.
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