Cécile d’Affry
(Suiza, 1839-1911) Baronne D’Ottenfels
En un castillo cercano a Friburgo, la madre de Cécile d’Affry recibe en su Salon a la aristocracia de la época. En este ambiente se desarrollan las hermanas Adèle y Cécile, ilustradas en esferas poco comunes para las mujeres, la primera como escultora (conocida bajo el seudónimo masculino de Marcello) y la otra, como poeta. Cécile d’Affry deja pequeñas piezas de teatro, poemas en forma clásica, así como poemas destinados al canto. Adapta al francés parte de los escritos de Heine, a quien admiraba.
Duo para voces de mujer
A mademoiselle de Mertens
¡Oh, madre! ¡Qué hermoso está el otoño!
¡Cuántas flores en los campos! ¡Cuánto azul en el cielo!
—Criatura, hace tiempo que se marchitaron las flores,
El sol y el azul celeste brillan solamente en tus ojos.
Pero, ¿acaso no respiras el delicado perfume
de este aire primaveral impregnado de aroma?
—No, es tu alma, hija mía, que una idea embalsama;
Una rosa mística que se abrió en tu pecho.
¡Pero cómo! ¿No escuchas la suave sinfonía
del ruiseñor cantando en los bosques cercanos?
—No escucho, hija mía, sino la infinita alegría
Que vibra en tu voz imbuida de amor.
Ah, ¡venga ahora diciembre con sus nieves!
Mi hogar tiene rayos que no han de apagarse,
Mi pájaro en su jaula emite jubilosos solfeos,
Mi bella azucena tiene flores que perfuman mis pasos.
Duo pour voix de femmes
À mademoiselle de Mertens
Ô mère! que l’automne est belle cette année!
Que de fleurs dans les champs! que d’azur dans les cieux!
—Enfant, depuis longtemps toute fleur est fanée,
L’azur et le soleil ne brillent qu’en tes yeux.
Mais cet air printanier tout imprégné d’arôme,
N’en respires-tu pas la suave senteur?
—Non, c’est ton âme mon enfant qu’une pensée embaume;
Une rose mystique est éclose en ton cœur.
Eh quoi! n’entends-tu pas la douce symphonie
Que le rossignol chante aux bosquets d’alentour?
—Je n’entends, mon enfant, que la joie infinie
Qui vibre dans ta voix au souffle de l’amour.
Ah, vienne maintenant décembre avec ses neiges!
Mon âtre a des rayons qui ne s’éteindront pas,
Mon oiseau dans sa cage a de joyeux solfèges,
Mon beau lis a des fleurs qui parfument mes pas.
1 Bouquet de pensées, Paris: Lemerre, 1888, p. 146-147.
CONSTELACIÓN DE POETAS FRANCÓFONAS DE CINCO CONTINENTES (DIEZ SIGLOS) Selección, traducción y notas de Verónica Martínez Lira y Yael Weiss
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