Eduardo Cichy
Nació en La Playosa (Córdoba), Argentina, pero reside en Villa María desde 1987.
Vive en Villa María, Córdoba. Es poeta y narrador, actor de teatro y artesano. Entre libros de cuentos, novelas y diferentes poemarios es autor de una veintena de libros: “en el interior de cada uno existen huecos llenos de cosas por decir”. Para él la poesía es la herramienta esencial para buscar esos mensajes y la manera más pura para expresarlos.
"No está solo en la espesura"- como dice Whitman. Su amplio sentido del humor lo vincula socialmente. También su poesía que ha transitado por diferentes etapas y estilos. La de hoy, es una poesía breve, segura, que testimonia su paso por un presente de artesanías y desafíos literarios. Artesano con las manos, poeta con el corazón y el pensamiento.
¡Mentira!
No fuiste un justiciero
fuiste un asesino.
Aún con borceguíes
y ropa verde
eras un perro violento
que mordía
sin provocación.
Hoy
después de tanto
no se acabó la rabia.
*
Algunas veces
deseamos volver
a las ansias de devorar
presentes
en la dentición primera.
A aquella sensación
que tuvimos
cuando fuimos apenas un esbozo
de las futuras mordeduras:
las de la bronca.
*
Desgarré tu cuero
tu carne
tus entrañas.
Me bebí tu sangre
tu aire
tu esencia.
Me volví
monstruo insaciable
caníbal de vos y de mí.
Y fui cazador y presa
porque con tus colmillos
masticaste mis palabras.
de "Dientes"
Cada vez
que hicimos el amor
nos mentimos.
El amor ya
estaba hecho.
Sólo lo ajamos
y estropeamos un poco.
DE Comositodofueratanfácil, 2007
Sólo recuerdo
que lloré
y maldije.
Aquella noche
envejecí.
DE Comositodofueratanfácil, 2007
Este poeta
contó las madrugadas
los desvelos
las plumas de chocolate
de una garganta aguda
o de un terreno baldío.
Contó hasta mil
hasta dos
dos ojos, dos orejas
hasta una boca
hasta cien
hasta tu sien
y hasta párpados.
Contó los días
y las auroras.
Se subió a las auroras
y amaneció torcido,
roto, ajado, solo y triste.
Le faltó contar con tu abrazo.
DE Algo posible, 2010
a los desaparecidos en la última dictadura en Argentina
No me alcanza el desagravio.
Me trepo a tus navajas
con un aleteo de murciélago
para traerte.
Te desando la nuca fusilada
la muerte muerta
el salitre
de tu sangre en pedazos.
Te arranco el corazón
y lo revivo.
Me entrego
a la rapsodia de tu oficio
te digo inocente
hasta cansarme
te rescato.
No me basta un clavo débil
al que aferrarse.
Tu ausencia de pájaro
no me alcanza.
DE A la izquierda de la coma, 2014
Ya me mataste una vez.
Por más clavos
que incrustes
en mis manos
no vas a conseguir
que al tercer día
resucite.
No te vi
al lado del camino.
No vi tu frío
tu poco vestido
tu hambre de gritos
tu miseria.
No me juzgues egoísta
de tanto andar
a contra viento
me acostumbré
a llevar los ojos cerrados.
De "El ojo izquierdo". Xión Ediciones.2013
Descuelgo palabras
Descuelgo palabras
de una rama
que aún no ha fructificado.
Me siento a la sombra
de un libro desierto.
Hundo mis huesos
en la carne hecha madera
con sangre en el hacha
con hacha en las astillas
con astillas en las letras
con letras
que no saben a nada
con nada.
De la antología "arreMolina. Siete Poetas".
Instante Previo
Cuando mis manos ya no tiemblen
y las voces no me hablen.
Cuando mis latidos torpes no tropiecen,
ni mis pájaros vuelen como ángeles.
Cuando ya no escriba más mi réquiem
y mi pecho solo suelte aire.
Cuando mi silbido se nuble
y, como torbellino, se inquiete mi sangre.
Cuando mis pies dormidos despierten
y mi camino brille como una idea que nace.
Cuando mi pasado no sueñe con mentiras
y el perfume no abandone a los rosales.
Cuando el atardecer se pose en mis pupilas
y su luz convierta al minuto, inacabable.
Cuando el llanto me invada los pañuelos
y su canto de lágrimas me desarme.
Cuando el límite de la vida sea estrecho
y la muerte, negramente, se me instale,
dame un poco de tu vapor de cielo
y dejame respirar el viento de tus labios,
para que cuando tenga mis pulmones llenos,
pueda decir que te estoy tocando.
.
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