Salvador Mira
Nacido en Pontedeume (A Coruña) en 1978. Ha vivido en Madrid y otras ciudades, residiendo actualmente en su pueblo natal.
En el 2007 publica su primer poemario Durante todo el día (Editorial Diedycul, Madrid): tríptico poético cuyos versos transmiten un diálogo desde la soledad y el silencio asumidos. Dos años después publica Ángel azul (Ediciones Vitruvio, Madrid): el desgarro, la soledad y la impotencia son constantes en este poemario. Su tercer trabajo, Asalto al cielo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2010), es una singular carta de navegación, un poemario lleno de nombres, cifras, libros, películas, que como un diario, se convierte en una crítica de la sociedad y en el reclamo de una forma de vida más culta y sensibilizada. En 2011 publica Los diablos (Espino Albar, Pontedeume); nuevamente nos encontramos con los versos desolados de un autor que cuestiona el sistema establecido y la mediocridad que lo abruma. En 2013 aparece en su blog SALVADOR MIRA POESÍA, en el que combina sus poema scon pintura y fotografía, su último poemario Ensoñaciones desde el filo. Estos cinco poemarios dan forma a la totalidad de su obra: Destierro en la Tierra.
Poética
La poesía de Salvador Mira es directa, sencilla y sentida, firme en el deseo de la claridad; cuida cada verso y se adentra en lo más hondo del ser humano. En sus versos predomina el inconformismo y la denuncia contra un mundo basado en el consumo y la frivolidad. Sus letras desprenden una humanidad que encuentra fácilmente al lector.
DURANTE TODO EL DÍA 11
No digo, asumo;
la palabra no puede expresar, rozar mi cariño.
Es imposible hallar
mis sentimientos hacia ti
en versos o en poesías.
¿Cómo decirlo?
Solo el intento sería odiosa pretensión.
No hay un enamorado
cuyo querer toque o arañe el mío.
Amor sumergido en lo inefable.
Universo de incesante afecto.
Acendrado deseo.
Algo que desconoces y solo yo sé:
te quiero.
ASALTO AL CIELO 119
Se acabó la dictadura de la ignorancia.
Se acabó la falta de dignidad.
Angustia, desidia, miedo,
engaño, intriga, frustración, aislamiento,
manipulación, mentira, incomprensión…
Se acabó.
No oyes cómo el murmullo aumenta:
la revolución jamás hecha.
No tienes que luchar por ser rico,
no tenemos que luchar por dejar de ser esclavos.
Nosotros somos un sueño.
Sal a la calle y grita conmigo:
«Soy un sueño de libertad».
Los diablos 123
No sé si tengo 31 o 21 años.
No sé si estoy en la noche o en la mañana;
la noción del tiempo se ha volatilizado.
No logro recordar mi nombre,
el pasado son poemas emborronados,
¿qué ha ocurrido?,
¿cómo he llegado a este estado?
La bruma me rodea;
a mis ojos, a mi pensamiento.
La lluvia golpea el tejado, se escurre por detrás de las paredes;
más que la lluvia, la locura.
El pasado se diluye,
extravío mis nostalgias;
entro en un presente continuo, un presente enajenado…
La indiferencia continúa golpeando las ventanas.
Las imágenes se tornan sonidos;
los sonidos, estallidos.
Se oye una voz, un débil aullido
de algo que fue mi juventud.
¡¡¡No sé cómo me llamo!!!
De nuevo las gotas:
«Tim, tanm, tin, tan, timm…».
ENSOÑACIONES 28
Yo era un niño
que recogía las palabras de amor que un dios no quiso.
Un muchacho que esculpió tu nombre en su alma.
Yo fui el que rompió el silencio con sus versos…
La palabras se transformaron en besos,
música para tu hastiado corazón,
irisados poemas, café de rosas,
abrazos tiernos, grillos y libélulas.
Amor, poesía, mariposas y pan.
Almas llenas de juguetes,
lunas llenas, vino dulce…
El sol ríe en tus ojos,
el deseo construye castillos de naipes.
Una estrella palpita en mi pecho,
piel de ámbar, dedos de plata,
caderas, pianos, violines y guitarras.
Deudas pendientes:
Aprecio, simpatía, dos Lunas de Miel,
un «te quiero» y mil alianzas…
Mar de luces y consuelos,
tierra del amanecer,
flores, flores, rojas amapolas son tus labios.
Días que no volverán,
noches que se quedaron atrás,
yo era, yo he sido…
Ya no soy más.
.
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