viernes, 2 de diciembre de 2016

JOSEF STRAKA [19.675]


JOSEF STRAKA

Josef Straka (Nació el 1 Diciembre 1972 en Jablonec nad Nisou, República Checa) Autor de dos libros de poesía: Jiné časy ([“y…otros tiempos”], G Tisk, Liberec) y Proč ([Por qué], TVAR, Prague), ambos publicados en los noventa. Straka es también autor de cuatro libros que combinan poesía y prosa: Hotel Bristol (2004), Mons City (2005), Church in Fog (2008) y, más recientemente, Small Exiles – all published ((Cherm Publishing, Prague-Zbraslav).

Ha publicado en numeras revistas y periódicos literarios y culturales dentro de la República Checa y en el mundo. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, alemán, polaco, serbio, esloveno, holandés, húngaro, rumano, portugués y español.

Ha participado en el Treci Trg festival en Belgrado (2008), el Smederevo Poetry Autumn (Serbia, 2009), y el International Prague Microfestival (2011-3). También ha leído parte de su obra en el City2Cities Dutch international festival (Prague, 2012). en Abril de 2013. Y una lectura individual en la Embajada de República Checa en Berlín y en la Universidad de Zittau (Alemania)

En 2014 participó en el Sideways international poetry festival (Beroun, Czechia) y en Octubre de ese año fue invitado especial una vez más en la edición número 45 del Smederevo Poetry Autumn festival (Serbia).

De 2000 a 2008 y, nuevamente desde 2015 hasta la fecha, trabaja en el Consejo editorial de la revista Weles. Desde el verano de 2009 ha colaborado con la revista literaria H_aluze, desde 2008 ha sido organizador y ha moderado las discusiones y tardes literarias Day of Poetry International

Desde 2010 es organizador de las veladas literarias y educacionales y autor de lecturas en la Casa de la Lectura de la Biblioteca Municipal de Praga.

Desde 2013 ha co-organizado las tardes literarias y poéticas como parte del programa conjunto de la Feria Internacional del Libro y del Festival Book World. A partir de 2013 también ha organizado las tardes literarias de la Avoid Floating Gallery dentro del barco atracado a orillas del río Vltava  También prepara eventos literarios en Praga en el Café Liberál del Centro de Información Praga 3 y otros lugares alrededor de Praga y Liberec.

Josef Straka es psicólogo de profesión con enfoque en la psicología crítica económica, estudia varios aspectos de la calidad de vida y el fenómeno de la ralentización. Ocasionalmente imparte conferencias como parte de los artefiletic courses enfocadas en estos temas.



Las presentes traducciones son de Gustavo Osorio de Ita.
http://circulodepoesia.com/2016/11/poesia-checa-josef-straka/



Exilios extranjeros

falsear el paso, vacilar–
en los vacíos tranvías este día ya no continúa
y la gente a lo largo del terraplén está teñida por una extraña premonición
la mañana se va volviendo aún más compleja
y las noticias cada vez más turbias:
agua que corre, estanterías cerradas, un incesante correr arriba y abajo las escaleras eléctricas
un crujir en los edificios de oficinas
susurros en los entresuelos y pasillos conectores


Exilios Extranjeros 2

atrapándose a uno mismo de nuevo   sin pertenecer a ninguna parte
el tranvía en los baldíos industriales admite lentamente la oscuridad y la crudeza
y los comentarios de la nota a pie de página aparecen más distantes en la patética incomodidad de las demostraciones de alguien–
todos somos criminales, o al menos algunos de nosotros
invadiendo, dejando a un lado el aspecto peculiar
el desacuerdo colgando de los labios
descenso en la estación de Kablo
con farina de nieve “asaltando” la nuca
esperando otra conexión y luego otra
el siguiente autobús por fin llega
circundando alrededor de las periferias de Lidls y Kauflands cansada ah Cansada
oscuridad detrás de los cementerios de sus ojos
descender junto a enormes edificios de malversación
por los túneles de los cuartos que desaparecen
con la sonora risa de los pasajeros que suben al autobús en paradas ulteriores
para construir el recuerdo de lugares en exilios extranjeros
para atravesar la encrucijada de miradas que tienen veinte años para intentar aferrarse a algo
antes de que se disuelva de nuevo en las turbias tenebrosas tonterías



Ciudad hastiada

sumergir!
por un rato y sin ruido
la ya extendida coherencia
para rechazarlos después con cierta nobleza
no querer nunca
sueños alterados
en alguna zona del “a pesar”
en los ghettos paulatinamente permeados
en posesión de su propia lógica, de una posible santificación
para atrapar un bazo fugaz
los rostros de los demás siempre sonriendo sólo unos minutos después del hecho
seguir errando, alguien siempre queriendo enderezar nuestros valores y establecer para nosotros un orden propio
riendo siempre
la forma en que nos hemos acostumbrado a
algún lugar, de alguna manera acostumbrado a
ese no! que es de esta manera y su paz y quietud aquello que más ansiamos
los tranvías de la estación de Krymská se alejan de nuevo
la gente ya ha bienvenido a la medianoche
pero aún así es como si no quisieran ir a ninguna parte
que otra ciudad ya está dormida en su estresante ánimo
detrás de la casa y los apartamentos un grito ocasional estalla
o no, quedando silente!



Entre las Islas

el día de nuevo hiede con cierta repugnancia
más derrotas, hoy sin embargo ordenadas para que ni siquiera estés enojado
acercándose más y más a tu hora vacilante
de ruina involuntaria
de modo que después es siempre lo mismo viejo
pero hasta ahora es anhelo y sonreír
encuentras especialmente indigno de confianza
en las cálidas horas matinales de una ciudad extranjera–
una lucha continuamente repetida
con el reloj, con la huida
la despectiva compañía de los hombres del mundo y de alguna manera gente gestionada
jugando con punk, lo que no duele
jugando con punk, lo que encaja, lo que tiene que, como parte de algo:
en algún lugar después en un bar desierto entre los canales sin salida alguien saca un viejo disco de Bill Haley
no es, no sé–
juntos miramos hacia la oscuridad del campo, una soñolienta periferia más allá de todas las imaginables periferias de la ciudad
intentando olvidar algo
mientras trazando nuestro camino desde el fregadero y el almacén hacia el patio con la letrina
a veces anhelamos una pretermisión completa
en el camino hacia la parada del tranvía Entre las Islas

“aber” y “endlich”
y todas las otras palabras
mezclándose en mis oídos en la barra antes de la medianoche en Schilling
en la calle principal de un barrio oscuro
las luces purpúreas de espectáculos, cabarets y los llamados centros de reunión
con la silueta femenina blanca contra un fondo rojo–
la gente retrayéndose en el crepúsculo de las sillas de salón
movimientos lentos, voz que invita al primer Lesethater local
algunas sillas de salón vacías
otras, detrás de una pared, con débil humo
sin tener otras palabras no más
después de las noticias no puedes hacer nada
habiendo sido sorprendido enteramente desprevenido
aber – levemente desafiante
endlich – los labios renunciando


EN EL RÍO ODRA / Julio 2012 /
EN EL ODRA

me pierdo en algún lugar
la olvidadiza compañía de tiempo
y lugar, que se abre para mí de manera muy distinta
acerca de lo cual yo sé desesperantemente poco
algunas hierbas, una vista de lagunas pantanosas
unas pocas personas en los islotes
esperando por el muchacho en el barco para que venga a llevarlos al otro lado
una confusión de vías, una perspectiva sobre el río ahora en calma
digo, aún sigo regresando
continuación como una página ligeramente rasgada
voy a blanquear los sordos muros de las casas
sin clamar ya “regreso a casa”
el dedo hincado en un mapa extraído de mi mochila
arrugado en carteras, cada uno para una moneda diferente, un abrigo plegado & un paraguas


Frankfurt (Oder)

Paso, jirones de palabras ya parte de la historia
de aquella pequeña y ordinaria,
debido al cierre de pista espero con otros por una línea sustituta
algunos pueblos en una bruma anaranjada, una puesta de sol a la cual parece aún escapamos
Petersdorf, Jakobsdorf, Briessen
gente en las paradas, torpemente arrastrando sus pies en las plataformas
nunca un autobús como éste ha pasado por aquí, sus preocupaciones
y también su alivio al ver que viene por fin
justo antes de caer la oscuridad
bolsas de compra, bolsas de hombro con inscripciones de Adidas para siempre, una bolsa de red,
un maletín negro atado a una barandilla con un cordón blanco
las personas callan, el retraso de la noche nunca será compensado


EL “ODRA”

reflexiono sobre lo que se siente pasar el último año en un país extranjero
una quimera?
viajes sin éxito en ciudades que terminan con –in y -ol?
o en algunas otras
notas, golpeteo, vocales aullantes
pasajes perforados por un conductor taciturno, quien se limita a señalar la dirección
indicada abajo a la derecha
sigo entonces la frontera, continuando hacia un río
caminando por el lugar que llamaban Colony antes de la guerra
hoy sólo un tractor solitario con un arado para cortar el césped
un encierro con carneros y el letrero: 5 km hasta el Destino
a unos cientos de metros una ciclovía que termina
ciclistas un tanto desconcertados en la azulada penumbra del sol oculto
perderse por un momento ahora
dos países no estás en casa, no del todo presente en ninguno de los dos
temporal espacio externo
para soportar hasta la última taza de café en la isla que has alcanzado
a través de un puente de madera que conecta
unas cuantas mesas, una alta y blanca tienda de campaña
bajo la cual un hombre de unos 6 pies y 6 pulgadas está calentando salchichas
indicando un descuento, en una hora el fuego se apagará, dice
palabras, una pareja solitaria soñando con una vida juntos
sentados en el césped
tranquilos e inmóviles


x x x

caminar a través de esta ciudad y durante los descansos – por otra parte
nunca estar absoluta ni completamente presente
pausas y voces entremezclándose
vestíbulos, pasadizos hacia pisos bajo tierra
rutas subterráneas
pasos elevados por encima de los centros comerciales
para grabar, para desaparecer y aparecer de nuevo cerca del río en la pasada perfecta
ciudad




Josef Straka se narodil 1. prosince 1972 v Jablonci nad Nisou a je autor dvou básnických sbírek a…jiné časy a Proč., které vydal v devadesátých letech, a tří knih básnicko-prozaických textů: Hotel Bristol (2004), Město Mons (2005) a Kostel v mlze (2008). Nyní dopsal další knihu s názvem Malé exily. Publikoval v mnoha literárních a kulturních, domácích i zahraničních časopisech, a jeho texty byly přeloženy do angličtiny, němčiny, polštiny, srbštiny a nizozemštiny. Zúčastnil se několika mezinárodních básnických festivalů doma i v zahraničí. V letech 2000-2008 pracoval v redakci časopisu Weles, od léta roku 2009 spolupracuje s literárně-kulturním časopisem H_aluze. Od roku 2008 organizuje a moderuje literární večery a diskuze v rámci mezinárodní festivalu Den poezie. Organizuje literární a vzdělávací večery v Domě čtení Městské knihovny v Praze. Původní profesí je psycholog se zaměřením na kritickou ekonomickou psychologii.


All translations by Marja Hamović and Tihana Hamović:


Torpid Rooms 3

Silence expressed by colours or music
almost invisible, almost inaudible
painfully passing through town
as if some streets would never again
find any kind of shape
as if everything that had ever existed were out of joint
several hours later I’m sitting in an empty kitchen
the day is nearing its end
inclining towards the irrelevant
darkness surges through the window
it will swallow me whole in the end
only a white fridge, long unused,
gives light to the room
again that odd humming in the pipes
and unidentified sounds in the hallway
a slight cracking of linoleum
and downstairs by the entrance
a dog barking


*


the grey colour of the years succeeding your childhood
is spreading inside you
until it creates a strange substance
similar to fog
that mildly smells of the oil with which you
once lubricated the rotary parts
of machines
once again you can see yourself standing by them
in blue overalls
it was an insignificant time just like the motions
that did not belong to you
the words would absent-mindedly come out of your mouth
but it seemed that this immobility had reached
the steps of others, too
when you walked with a pack of dirty laundry through the whole town
there was no place to take a turn, no place to walk
but that one street with the old ramshackle
secessionist houses
absorbing you like some bottomless mouth
you would peek into small factories, into some
outfits with only a handful of employees
into untidy yards
which were smeared like you
several hours ago
you would observe them for a moment – how they rolled
thick steel wires into strange bundles
as you climbed higher and higher people would grow scarcer
as well as cars
a most ordinary morning, and though
you could not see the end of it, this day de facto
was over for you
at home you shook the rust off your socks
and sat at your desk on which there was a stack
of white writing paper
where for the moment nothing else was left
but in the middle
a horizontal broken line



In the Subsidence of Time

We belong nowhere
the days that vanish before our eyes
days when we are silent
when the house is lonely, distant from all others
the days when we need nothing
when we hide behind doors
inaudibly moving things
stopping the clocks and
orienting towards the dusk
and towards the need for sleep
this can last for weeks before we wake again
and everything remains as it was before







.

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